VELASCO Y SARDA JUAN ALEJANDRINO

INGENIERO.- Nació en la parroquia Rioverde, provincia de Esmeraldas, el 23 de Octubre de 1857. Creció con los ciudadanos pastusos Celedonio Velasco y Victoria Sarda, que habían tenido que salir de Nueva Granada a causa de las guerras y persecuciones políticas de ese país y eran de familias conservadoras. Don José Celedonio se ganaba la vida en Rioverde como sastre, profesión que le permitía modestamente subsistir. Luego fue comerciante y hacía continuos viajes a Tumaco llevando y trayendo mercaderías para la venta.
El hogar de los Velasco Sardá se componía de varios hijos: Carlos era el mayor, casó joven con Mercedes Estupiñan, también de origen colombiano y se dedicó al comercio; Tomasa murió apenas nacida, Pedro, Clotilde murió de sólo doce años, Emilio y Juan Alejandrino.
El 5 de Septiembre de 1865 murió Dña. Victoria Sardá y los huérfanos pasaron al cuidado de su cuñada Mercedes Estupiñan que fue como una segunda madre para ellos pues era una joven muy prudente y hacendosa.
En 1867 fue enviado a estudiar la secundaria en el San Fernando de Quito, después pasó a Riobamba y siguió con los jesuitas en el San Felipe Neri. El 23 de Septiembre de 1873 se graduó de Bachiller en Filosofía. De inmediato se trasladó a Quito y pidió el ingreso en la Escuela Politécnica, pero el padre Luis Sodiro, rector del establecimiento, considerando que no estaba suficientemente preparado, se lo negó. Por influjo de García Moreno, que lo examinó en privado, pudo dar un segundo examen que aprobó con honores; entró al primer curso y poco tiempo después sorprendía a sus profesores y al propio Presidente con una lucida disertación que hizo exclamar a García Moreno, dirigiéndose a Sodiro “Mire Ud. que tuve razón, íbamos a perder un valor para las ciencias”.
Vivía en Quito ayudado por su pariente político el Doctor José Justiniano Estupinan conocido abogado en la capital. El 6 de Agosto de 1875 presenció el asesinato de García Moreno. En los últimos meses del 76 fue nombrado profesor de matemáticas en la Escuela Politécnica por el Presidente Borrero, pero a las pocas semanas se interrumpieron los estudios a causa de la revolución del General Ignacio de Veintemilla que entró triunfante en Quito. En 1877 “recibió un legado de dinero, que le dejó su padre”, consistente en tres mil pesos, de manos de su cuñado Rafael Valdés Cervantes.
Su profesorado había durado poco y sus estudios de Ingeniería se interrumpieron, pero en cambio enseñó matemáticas en la Universidad Central durante el año escolar 77-78. El Viernes Santo 30 de Marzo del 77 y mientras asistía a la Misa de la Catedral ocurrió el envenenamiento del Arzobispo Checa y Barba. Fueron tiempos difíciles y complicados por la crisis político – religiosa, pero restablecido el ramo de Ingeniería pasó a ser profesor de él.
El 24 de Noviembre de 1878 falleció su padre adoptivo celedonio Velazco en Tumaco. A mediados del 79 y quizá movido por su pariente el Dr. José Justiniano Estupiñan empezó a estudiar leyes. Ese año falleció su hermano Carlos en San José de Costa Rica. El 4 de Noviembre se graduó de Ingeniero.
El sábado 11 de Diciembre y a eso de las diez de la noche contrajo matrimonio con Delia Ibarra Soberón, “joven a quién conocí desde la infancia”. Ella era alta, blanca, hermosa y había estudiado en la Academia de dibujo y pintura de Joaquín Pinto.
En 1880 se graduó de Ingeniero. A mediados del 81 había concluido el segundo curso de Jurisprudencia. El 82 murió su hermana Victoria Velasco Sardá, madre de los Oliva Velasco, dos de los cuales también fallecieron por aquella época.
Igualmente murió su primogénita llamada Delia Velasco Ibarra de un año y tres meses de edad y se cambió a la casa de Rodolfo Carcelén, que como todas las de entonces tenía el piso de tierra y era fría e insalubre pero con el arriendo barato.
El 11 de Abril de 1883, de veinte y seis años de edad solamente, partió como Sargento Mayor a la campaña Militar de Guayaquil formando parte del ejército Restaurador de la sierra. Mientras duraba la campaña nació su segundo hijo Carlos Alejandrino, que murió cuarenta y cinco días después y no lo pudo conocer. Entonces habiendo entrado triunfador en Guayaquil el 9 de Julio, regresó a Quito el 24 de Agosto y a consecuencia de una fiebres palúdicas estuvo enfermo en cama cerca de dos meses. El 84 nació su tercer hijo Pedro José, que murió el 85, posiblemente de fiebre alta pues su padre anotó que era de “derrame cerebral”.
La noche del 21 de Junio comenzó una leve lluvia de ceniza y salió asustado y con toda la familia a la plazuela de San Blas a eso de las tres de la madrugada, a consecuencia de lo cual, quizá por el aire frío, su cuñada Mercedes Estupiñan cogió una pulmonía que la llevó al sepulcro. Días después nació su cuarta hija María Lucila Alejandrina que sobrevivió a la infancia y fue madre de los Acosta Velasco.
Desde el 84 se dedicaba a la enseñanza de Matemáticas Sublimes en él Instituto de Ciencias y se ayudaba confeccionando planos rústicos y urbanos con notable exactitud. Hombre de empresa y muy dado a la geología, buena parte de su tiempo dedicaba a la “Sociedad Científica Exploradora del Oriente” donde volcaba sus ansias de aventuras, que había fundado en Quito y cuyos miembros luchaban por abrir un camino al oriente a través de la zona boscosa de Baños y el río Pastaza. En 1886 firmó un contrato con el Gobierno para realizar un estudio y publicar un tratado de Aguas.
El 87 nació su quinto hijo Julio César que murió meses después de “bronquitis capilar complicada con enfermedad del estómago”. El 9 de Junio fue elegido Diputado por la provincia del Pichincha y asistió al Congreso hasta el 8 de Agosto que se clausuró.
El 88 daba clases gratuitas en “El Liceo” y nació su sexto hijo José Alejandrino. El 10 de Junio se instaló el Congreso y asistió por segunda vez como Diputado. Después lo hizo en el Congreso Extra y falleció su hijo último a consecuencia de diarrea, por el daño que le hizo la leche de vaca cuando lo destetaron. Entonces no se hervía la leche.
Desde Mayo del año anterior venía trabajando en un “Tratado de Aguas” cuya Introducción terminó y dio a la luz pública en Octubre, fecha en la que también tenía “algunos cuadernos escritos”.
El 89 nació su hijo José Genaro Nicolás, que murió el 90 “de parosismos”. Ese año enfermaron todos en su casa a consecuencia del dengue, que luego degeneró “en coqueluche y bronquitis”.
Ordenado y cuidadoso con el dinero, desde 1878 abrió una Libreta de Cuentas donde anotaba mensualmente lo que ganaba y gastaba con mucho detalle. Casi siempre lograba ahorrar un poco más de la mitad de sus ingresos que oscilaban modestamente entre 150 y 200 pesos de a ocho reales.
Desde el l de Abril del 79 llevó una lista de Acreencias y Deudas. Desde el 81 inició un recuento de “Hechos Notables de mi vida. Principié a escribir estos apuntes en los primeros días del año de 1881 en Quito”. Desde 1887 comenzó a llevar un Libro de Encargos de libros pues tenía la costumbre de pedirlos al exterior.
El 10 de Julio de 1890 José María Troya dio a la luz un impreso titulado “Antes el honor que la vida” contra Velasco y tres profesores de la Universidad, pero estos se armaron contra tan terrible pasquín, fundaron un periodiquito al que pusieron el gracioso título de “Aquí fue Troya”, del que salieron seis números entre Julio y Agosto y no contentos con ello lo enjuiciaron penalmente ante los tribunales de Justicia.
En Enero del 92 y con Lino María Flor comenzó a publicar en los Anales de la Universidad Central un “Estudio de las Aguas, Prácticas de Aforo, Conducción y Distribución”. En Marzo lo completaron con “Consideraciones generales sobre la medida de las Aguas”.
En 1893 y con motivo de su designación como representante ante la Junta Administrativa de la U. Central, presentó una excusa fundamentada en que “mi carácter algo exagerado me acarrearía enemigos y etiquetas”, pero la Junta tuvo el acierto de denegársela y asistió como representante de matemáticas, sin que ocurrieran incidentes como había temido. Poco después fue electo Decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Central.
En 1894 salió al paso cuando alguien acusó de incapacidad y deficiencia a los profesores y propuso una disertación oral para descubrir la indignidad con la que procedía aquel sujeto.
En 1895 editó “Una palabra más sobre la cuestión de límites entre el Ecuador y el Perú”, folleto que apareció en la imprenta del gobierno donde refutaba las pretensiones peruanas, fundamentadas en la Cédula Real de 1802.
En 18 de Mayo se jubiló como profesor universitario y recibió una mención especial de “Investigaciones hidráulicas de Francia” por un trabajo suyo sobre esa materia.
Poco después ascendió al poder el liberalismo y se retiró de toda función pública en franca protesta contra el gobierno del General Eloy Alfaro. En 1896 entró en las guerrillas conservadoras y cayó prisionero pasando algunos meses en el Panóptico, En 1898 dio a la luz un “Curso de Mecánica Superior”.
En 1902 editó “Cuestión de técnica legal” que versa sobre los problemas de la construcción, servidumbres, jornales, pagos legales, etc. Ese año ocurrió la separación de su esposa e hijos. También son obras suyas: “Geometría Descriptiva”, texto 1902. “Teoría de las Fundaciones” 1903. “Los inconmensurables en la Geometría” 1908.
De esta época fue la agudización de su misantropía que lo había vuelto “solitario y bebedor” por muchos años, hasta ocurrir su fallecimiento en Quito, el 20 de Septiembre de 1909, a la edad de casi cincuenta y dos años, a consecuencia de una congestión hepática, cirrosis como ahora se llama a esa enfermedad.
Alto de estatura, delgado, nervioso, de genio arrebatado, raza blanca, grandes bigotes negros que le daban una apariencia victoriana, patriota, científico, geólogo, matemático y conservador militante, razón por la cual sufrió destierros y prisiones desde 1896 hasta 1898.
Los Velasco Ibarra, sus hijos, que llegaron a adultos:
1) María Lucila, nacida en Quito en 1884 y casada en 1913 de 29 años de edad con el Dr. Alberto Acosta Soberón, abogado de Tulcán, luego Gerente y copropietario del Banco del Pichincha. Con sucesión.
2) El Dr. José María, cinco veces Presidente Constitucional de la República, lo. c.c. Esther Silva Burbano, de familias de Guaranda, de quién divorció en 1937 y 2o. c.c. Corina del Parral Durán, natural de Bahía Blanca, en la Argentina, sin hijos.
3) Pedro, nacido en Quito en 1897 que accidentalmente perdió uno de sus brazos, egresado de jurisprudencia, profesor del pensionado “Borja” y de otros centros educacionales. Diputado en 1940, luego Senador, condecorado por la Santa Sede con la “Orden Pontificia de San Silvestre”, casó con María Teresa Espinosa Velasco. Con sucesión.
4) Ana María, nacida en Quito en 1901, muchos años bibliotecaria en el Banco del Pichincha, soltera y la más parecida en lo físico a su hermano José María.