VANEGAS COVEÑA SARA

POETA.- Nació en Cuenca el 19 de Octubre de 1950. Hijo legítima del Profesor Porfirio Vanegas Andrade, quien enseñó por muchos años en numerosas escuelas primarias de la República de Blanca Coveña Baquerizo, naturales de Cuenca y Guayaquil.
Bautizada como Sara Beatriz, fue la segunda de una familia de nueve hermanos criados en un hogar de escasos recursos. De tres años la llevaron a Guayaquil y en 1960 pasaron a Santa Elena, donde ingresó al cuarto grado de la escuela “Dieciocho de Agosto”. En 1962 entró al Colegio Municipal “Guillermo Ordóñez Gómez”, descollando siempre como la mejor alumna.
En 1966 regresaron a Cuenca por asuntos de trabajo de su padre y comenzó a escribir poesías, motivada por la lectura del Romancero Gitano de Federico García Lorca, uno de cuyos ejemplares halló en la biblioteca de su padre. Matriculada en el Colegio Nacional “Manuela Garaycoa”, el 67 se graduó de Bachiller en la especialización de Química-Biológica.
Por entonces vivieron en varias casas alquiladas y como le agradaban las cuestiones humanísticas ingresó a la Escuela de Literatura de la Universidad. En 1969 logró ser designada profesora fundadora del Colegio Nacional “Ciudad de Cuenca” con S/. 2.300 mensuales de sueldo y dictó las cátedras de Castellano e Inglés, paralelamente estudiaba alemán en un curso organizado por el Cónsul KarI Klinkicht, que dictaba la profesora Gerda Schum. Ese año viajó un mes a Puná, porque siempre le han atraído los panoramas de las islas. El 70 fue clausurada la Universidad de Cuenca por el dictador civil Velasco Ibarra, quien adujo razones políticas para hacerlo y Sara se quedó sin estudios.
En 1971 obtuvo una beca para seguir cursos por dos años, para profesoras de idioma alemán en el Instituto Goethe de Munich, En las vacaciones aprovechaba y conoció Europa.
De regreso a Cuenca en 1973 se dedicó por entero a la enseñanza del alemán. El 74 viajó dos meses por Perú y Bolivia y tres por Argentina, conociendo esos hermosos países del sur del continente. El 76 sacó la Licenciatura en Humanidades Modernas y trabajó de secretaria y traductora de alemán en el Servicio Ecuatoriano de Capacitación Profesional SECAP ganando un buen sueldo que le pagaban en marcos.
En Febrero del 76 renunció por cansancio y viajó a las Islas Galápagos en goce de vacaciones, luego volvió a estudiar en la Universidad de Cuenca y egresó en 1977 con el título de Profesora de Segunda Enseñanza.
En 1978 viajó por segunda vez al Instituto Goethe de Munich, nuevamente becada para un curso de dos años de Germanística e Idioma Alemán en la Universidad Ludwig Maximilinas de esa ciudad. En 1980 siguió un Curso de Lingüistica, Metodología de Idioma y Literatura en la Universidad de Bielefeld, cerca de Hannover. También ofreció un recital de su propia poesía en la “Librería de Autores” de Munich.
A fines del 80 participó en el Taller de Literatura “Antinomias” de Cuenca y publicó un primer libro “Poemas” prologado por Jorge Dávila Vásquez, que recibió dos comentarios muy elogiosos del Profesor de la Facultad de Filosofía y Letras, Rafael Gregorio Galiana. Ese mismo año la Casa de la Cultura, Núcleo del Azuay, publicó otra obra suya “Noventa Poemas”. El 82 editó un tercer libro con relatos y poemas “Luciérnaga y otros textos” que también mereció comentarios. Lamentablemente ninguno de estos tres recibió la difusión necesaria, pues circularon a nivel de la Universidad de Cuenca. De ellos ha dicho su autora que por ser los pasos iniciales de su trajinar poético, son puntos primerizos y por lo tanto provisionales.
Ese año fue contratada por las Universidades Estatal y Pontificia como profesora de Literatura Universal. En Octubre del 85 lanzó otro poemario “Entrelineas” en la Universidad Central de Quito y a fines del año viajó becada a estudiar un postgrado de Literatura en las Universidades Complutense de Madrid y en el Instituto de Cooperación Iberoamericana simultáneamente, hasta Junio de 1986 que obtuvo el título de Profesora de Lengua y Literatura Española.
En Abril del 86, durante la semana hispanoamericana celebrada en Sevilla, dictó dos charlas sobre la nueva poesía ecuatoriana. En Octubre viajó a Munich, sustentó en idioma alemán su tesis: La imagen de Latinoamérica en la literatura contemporánea alemana” aún inédita. Enseguida se Doctoró en Filología Germánica. Título que pocos latinoamericanos han obtenido.
A fines del año 86 enseñó idioma alemán en San Sebastián durante tres meses, viajó a Madrid y en Febrero de 1987 estuvo nuevamente en Cuenca.
Llegaba a su Patria con la emoción de quien ha cumplido un importante ciclo en su vida, con un nombre conocido dentro y fuera del país desde cuando en 1980 lanzó una pequeña antología sobre “La poesía en el deporte”.
Sus trabajos estudiantiles también la acreditaban. En 1983 había participado en un Concurso de la Universidad de Munich para estudiantes extranjeros en Alemania, con dos poemas en Alemán, “Ais Fremder in Deutschland”, que aunque no triunfaron, merecieron el honor de dos ediciones. Traducidos al español se titulan: “Tu pan te sabe extraño” y “Viniste”. Ese mismo año también mandó un artículo sobre música ecuatoriana, publicado en la obra “Expresión estética Popular en Cuenca”, por el Centro Interamericano de Artesanías y Artes Populares CEA cuyo director es Claudio Malo González.
El 84 constaron varios poemas suyos en la antología “Palabras y Contrastes” y la Municipalidad cuencana le editó un folleto de sus recitales con el título de “Poesía de hoy, Poesía de ayer”.
De suerte que tras una estadía de tres meses en Bogotá, recomenzó su carrera docente universitaria en 1987 como profesora de las Universidades Estatal y Pontificia, enseñando Demiótica y Lengua Española. El 88 dictó un Seminario Taller sobre la Narrativa Latinoamericana Contemporánea en el Núcleo del Azuay, y editó “Indicios” en 137 pags. que obtuvo resonancias.
En 1989 participó en el Seminario Taller “Programa Andino de Desarrollo de Recursos Humanos para la Educación Bilingüe intercultural” y dictó un Seminario Taller sobre Literatura (Narrativa y Poesía) y otros dos sobre Apreciación y Crítica Literarias, de veinte horas de duración cada uno. El 90 uno sobre El Movimiento Surealista, también de veinte horas y figuró en la Antología “Siete Poetas” con Waldo Calle. Eugenio Crespo. Alberto Ordóñez. Ivan Petrott, Gerardo Salgado, Alfredo Vivar, siendo la única mujer que consta allí.
Ese año figuró en “Reportaje a treinta poetas ecuatorianos, con entrevistas y textos, en el Fondo Nacional de Cultura, Quito. La sección Literaria del Núcleo del Azuay le eligió Directora y dictó un curso de Licenciatura indígena, educación bilingüe español-quechua, organizado para capacitar a los indígenas por la Casa de la Cultura del Azuay.
Sus conocimientos de inglés y alemán, su amor a la música, dedicación a la lectura y diversos trabajos publicados tanto en Ecuador como en Europa, la acreditan como una de las principales críticas literarias del país. Blanca, ojo y pelo negros, usando una melenita corta que le da aire de colegiala, Sara Vanegas es la poeta mayor ecuatoriana de finales del siglo XX y una de las mujeres más cultas del país.
Hernán Rodríguez Castelo ha dicho de ella: Una gran poetisa joven retoma la línea intimista en la década de los años 80, la desnuda y la lleva a zonas de extrema condensación verbal que bien puede deberse al exilio espiritual germano que la ha marcado o al haber silenciado las palabras propias, Sara Vanegas niega del modo radical la poesía intimista cuencana que fue por décadas amplificatoria y arrastró pesado lastre de sentimentalismo. Por eso Sara inicia y madura su empresa, en una de las más sugestivas empresa líricas, como Poemas en 1980 y otros libros más, donde utiliza poemas-frase o poemas-oración de austero estilo sustantivo, con retórica de avara economía, que desgarran la epidermis banal de situaciones y seres e iluminan la entraña del mundo o del yo con haces de luz desolada o férvida. Esa retórica privilegia la definición lírica; pero, más allá de la definición, echa sondas de profundidad y cobra piezas de extrañeza. Busca extender tan austero lenguaje lírico a expresiones de emoción intensa en ceñidos juegos del tú y del yo”.
Jorge Dávila Vásquez ha dicho “Sara Vanegas es la voz lírica más importante de Cuenca en las últimas generaciones.
Su obra abundante, pura, decantada, con una transparencia de agua y un brillo de prismas, se impone por sus propios méritos.
Poesía, como la suya, de mucha concentración, corre el riesgo de verse arrastrada por el vértigo de las palabras como ocurre infinidad de veces y porque constituye un verdadero reto a su capacidad de quintaesenciador del mundo. Decir verdades poéticamente válidas en textos tan reducidos, reto que solo enfrentan los poetas que han llegado a un genuino entrañamiento con esa materia tan volátil, tan inaprehensible a veces, que es el verbo. En esa densidad, tradicionalmente los poetas de oriente han ejercido influencia decisiva sobre los de occidente. Sara Vanegas alcanza, por ahora, el punto más alto de su quehacer poético, creando en cada poema un mundo, concentrándose en cada línea”.
La propia Sara, que es un ser muy autocrítico, ha dicho que su poesía es comprometida pero no en el sentido político, por allí no van sus pasos, sino con la experimentación, pues aún tiene mucho por delante. “Un poco conciente he tratado decir desnudando la palabra, dejándole lo espacial, quitándole mucho adorno, lo que concuerda un poco con mi personalidad;” sin embargo, detrás de tal economía hay dolor, hondo poder de sugerencia e impacto. // Liberada de la lengua / suspendida / como un globo la palabra asciende…//.
En “Viñedos” dice // Entre las hojas del viento / el día crece / con el mosto / en dirección contraria / a los fusiles. // Y en los ventanales del sueño asoma a la efigie de su amor //Un hilo de plata / recorre mi rota / biografía /dónde el origen de tu risa / que creó madreselvas en mi pelo / y en mis dedos / en una edad ignorada. //