EXPEDICIONARIO.- Se ignora el lugar de su nacimiento. Siguió desde sus primeros años la carrera de las Milicias y pasó al Brasil como Capitán Mayor del Pará. En portugues su apellido se escribe Texeira.
Cuando en 1637 llegaron al Para portugués los franciscanos de Quito Domingo Brieva y Andrés Toledo huyendo del ataque de los indios Encabellados, el Gobernador de San Luis de Maranhao (Marañón en portugues) emocionado por saber que se había reabierto la ruta de Quito al Atlántico a través del Amazonas, cerrada desde su descubrimiento en 1542, dispuso una expedición al mando del Capitán Pedro Tejeira dándole setenta soldados, con el Coronel Benito Rodríguez de Oliveira y los Capitanes Pedro de Acosta Tabela y Pedro Bayón, así como mil doscientos indianos de remo y guerra; los que, junto con los muchachos de servicios y muchas mujeres, pasaban de las dos mil personas. Embarcadas éstas en 47 canoas grandes, con el lego Andrés de Brieva y sus seis fieles soldados que acababan de escapar de los Encabellados pues el lego Domingo de Toledo prefirió seguir a España, salieron del puerto de Pará el 28 de Octubre de dicho año, con orden de subir a Quito y dar cuenta de todo lo observado a esa Audiencia.
Con lo trabajoso que es subir por el río, la marcha fue lenta y demoró cosa de un año, al punto que casi la mitad de los indios se regresaron a sus comarcas, hastiados de tan largo y tedioso viaje.
Tejeira siguió la marcha con los que quedaban, tomó la boca del río Napo haciendo que el Coronel Rodríguez se adelantara con ocho canoas escogidas y el 24 de Junio de 1638 llegaron los de esa vanguardia al puerto de Payamino en el gobierno de los Quijos.
Poco después arribaba Tejeira al país de los Encabellados, donde dejó a la mayor parte de su gente al cuidado de los Capitanes Acosta y Sayón y siguió con pocos compañeros. Mientras tanto Rodríguez había subido a Quito y poco después también lo hizo Tejeira, causando el asombro de esa capital.
Entonces la Audiencia dio cuenta al Virrey Conde de Chinchón, del éxito de esa travesía y la citada autoridad ordenó que Tejeira volviese y se le auxilie en lo posible. A la vuelta fue acompañado de dos padres jesuitas, Andrés de Artieda y Cristóbal de Acuña, famosos por sus misiones, y éste último hermano del Presidente de la Audiencia de Quito Vásquez de Acuña.
El viaje fue igualmente largo y en Diciembre de 1639 pudo Tejeira arribar a Pará, donde escribió una Relación de su viaje titulada “Certificación del Descubrimiento del Marañón y Amazonas, desde el Brasil, y su vuelta con el Padre Acuña”, ésta a su vez, escribió otra Relación que presentada en la Corte de Madrid fue publicada, no así el Mapa que la acompañaba, que por considerarse peligroso dado el interés que podía despertar en los enemigos de España, especialmente entre los holandeses, fue guardado en la Mapoteca oficial de la Corte, sin la firma de su autor.