GENERAL JOSE MARIA SAENZ.
Nacido en Quito, tuvo el martirio de servir bajo las banderas realistas obligado como prisionero hasta que en el Perú pudo pasarse a las armas republicanas junto con aquel semillero de ardorosos patriotas que fue el bravo batallón Numancia.
El General Sáenz pertenecía a una distinguida familia y sus padres le dieron una educación esmerada. Era franco, marcial y naturalmente elocuente. Abrazó la carrera militar y entró a servir en Lima en el batallón Infante. Era Capitán cuando el batallón Numancia se sublevó en esa ciudad, izando el glorioso estandarte de Colombia. Pocos meses antes el General Sucre había ganado la gloriosa batalla de Pichincha (24 de Mayo de 1822) y el bizarro batallón mandó en comisión a Quito al Capitán Sáenz con el objeto de felicitar al General vencedor y ofrecer sus sinceros homenajes al jóven héroe, que había conquistado una gran nombradía y una gloria inmarcesible en las del Pichincha. En 1829 durante la campaña de Tarqui, el General Sáenz (Coronel entonces) fue uno de los que combatieron con mayor vehemencia. Cuando se manifestó en una Junta privada el propósito de no reconocer al General Sucre como Director Supremo de la Guerra, Sáenz con otros jefes protestaron contra semejante tentativa injuriosa al General Sucre y violatoria de la subordinación militar. Cuando en mayo de 1830 se sublevó Flores contra Colombia, el General Sáenz, que tenía el cargo de Intendente del Departamento de Quito, protestó contra esa sublevación.
Sáenz no sólo era admirador de Sucre sino intimo amigo suyo y el asesinato de este grande hombre (4 de Junio de 1830) le causó una viva y dolorosa impresión. En 1831 se adhirió a la revolución de Urdaneta, proclamando la unidad de Colombia y el deslumbrante nombre del Libertador Bolívar.
A principios de mayo de 1833 se puso a organizar el Partido Nacional en una reunión verificada en casa del General Matheu con más de 60 personas, entre las cuales las más notables eran el dueño de casa, sus sobrinos Manuel y Roberto Ascasubi Matheu, Ignacio Zaldumbide, Ontaneda, Barrera y Saenz que fue nombrado Presidente de la patriótica sociedad. Desencadenada contra ella la oposición oficial, Saenz tuvo que emigrar a Colombia. Llamado por sus compatriotas que le ofrecían grandes recursos, regresó al Ecuador en 1834 cuando ardía la revolución de Mena en Guayaquil que todos deseaban secundar. Saenz fue abatido por fuerzas superiores y falto de los recursos prometidos izó bandera de rendición, a lo cual correspondió el vencedor Pallares mandando a un oficial Álvarez con unos soldados, quienes penetrando en el campo sedientos de sangre, degollaron al formidable adalid de la independencia hispanoamericana, en unión de su compañero Ignacio Zaldumbide, el 21 de abril de 1834, en Pesillos. Fue hermano dilecto de Manelita Saenz.