RODRÍGUEZ SALTOS ROBERTO

EDITOR. Nació en un anejo del Cantón Guamote, Provincia de Chimborazo,  el 5 de marzo de 1951. Hijo legítimo de Homero Rodríguez Logroño comerciante y de Carmela Saltos Pino, maestra artesanal en costura.

El primero de seis hermanos, estudió hasta el tercer grado en la escuela Joaquín Chiriboga en Guamote y  viajó a Guayaquil en 1.960  con su padre y un hermano mayor llamado Manuel, siendo matriculados en a la escuela Rodrigo Icaza Cornejo. 

Su padre se inició como comerciante con una pequeña fábrica de helados en Alcedo y Quito, un local de billares en Alcedo y Machala y entregando carne de borrego en algunos sitios de expendio de comidas preparadas como el famoso puesto del Colorado en Colón y Ayacucho, abierto hasta la madrugada. Los negocios eran prósperos y después de venir de la escuela con su hermano le ayudaba; pero su mayor alegría era cuando llegaban sus hermanas a Guayaquil.   El sector era muy pobre y sobre todo muy peligroso, al punto que se consideraba el habitad preferido del lumpen de la ciudad y ha sido magistralmente descrito por Jorge Velasco Mackenzie en su novela “El rincón de los Justos”. A veces la familia Rodríguez Saltos acostumbraba dar alimentación a los delincuentes del sector, quienes les respetaban y cuidaban.

Cuando tenía nueve años su padre le compraba las revistas Vistazo y Estadio pues había notado que apreciaba la lectura y con el dinero recibido para la colación escolar alquilaba revistas infantiles como “El Santo”, “Juan sin Miedo” “El Llanero Solitario”. Los fines de semana no podía faltar al Estadio Modelo con su hermano, especialmente cuando jugaba Emelec, su equipo favorito.

Durante las vacaciones anuales visitaba la finca “Chacaza” a treinta minutos de Guamote, que sus abuelos Octavio Rodríguez y Amelia Logroño administraban y se distraía en la lectura de libros y periódicos que le prestaba su amigo el bibliotecario del lugar Ángel Montoya. Eran momentos inolvidables que nunca olvidará, despertaba en la madrugada a tomar la espuma de leche fresca recién ordeñada con huevos de pava que le daba su abuelita Amelia para que “ sea inteligente” y cuando llegaba su tío Wilfrido le proporcionaba el caballo más mansito para que su sobrino cabalgue; en ocasiones se bajaba del caballo por el cansancio y se quedaba dormido junto a un arroyo cercano, escuchando el sonido  del agua, el trinar de pájaros, el olor de hierba fresca; llegaba la hora de almuerzo y no podía faltar el caldo de gallina de campo, las papas “arenosas”  con cuy y la chicha de su abuela, que en las tardes mientras hilaba  le contaba historias de levantamientos indígenas, especialmente los liderados  por el “ indio comunista” Ambrosio Lasso, y cuando éste pasaba por el patio de la hacienda Chacaza le decía ¡Escóndete, ya pasa el indio alzado! 

 Había terminado la primaria en 1.963 con las máximas calificaciones, tanto en los promedios escritos como en el examen oral, al que asistió su tío materno Ángel Saltos Pino, que no se llevaba con su cuñado Homero. Ese día entraron en “buenas” y se pegaron tremenda borrachera. Al terminar el acto académico la profesora de Roberto le llamó a parte a su papá y le dijo “no lo desperdiciará”, el niño no entendía el por qué su maestra manifestó esas palabras.

Al quebrar los negocios de su padre en Guayaquil se trasladaron a Guamote donde estaba el resto de la familia, con dos máquinas de hacer helados, que más tarde las vendió para comprar un terreno a una hora y media del pueblo, en el sitio denominado “El Rayo”; con sus nuevos amigos, los campesinos del sector, compartió la magra alimentación, sus trabajo y juegos y en la noche de tremendo frio cerca del páramo, era mitigado por el calor de la cocina con leña situada dentro de la habitación donde dormía con su familia. Esas vivencias junto a humildes indígenas durante algún tiempo y la amistad con obreros, artesanos y estudiantes, sacudían su espíritu y le formaron un sujeto rebelde,  mientras tanto devoraba las  novelas de Pedro Jorge Vera y los libros de Jaime Galarza; después vendrían  El Capital de Marx, las Obras Escogidas  de Lenin, que las pudo comprender cuando su amigo y compañero el Dr. Edison Fonseca le fue entregando paulatinamente los Cuadernos de Educación Popular de Marta Harnecker: de allí a compartir con obreros y campesinos en la Federación Ecuatoriana de Indios FEI, donde militó un buen tiempo, le condujo a participar en la toma de tierras, en las huelgas nacionales,  viajando hasta en vagones de tren a Quito o Riobamba por lo que fue  tildado de comunista y en ninguna casa de su pueblo se permitía a los jóvenes que se le reunieran  porque – según se decía –  estaba dañando la mente y el corazón de la juventud.

El 68 se trasladó a Quito y para ganarse la vida. Primero  fue salonero, más tarde cantante y al final  ejecutivo de ventas, mientras a salto de mata y perseguido por su activismo político era hostilizado por la policía,  hasta que ocurrió  su regreso a Guamote el 75, cuando ya su padre  era Concejal, luego ascendería a Comisario, Jefe Político en algunas ocasiones  y fundador del Partido Social Cristiano en su pueblo, pero sus amigos le decían en muchas ocasiones “tu hijo es el causante de todos los problemas y revueltas en la Provincia” por eso Roberto no podía llegar a su casa y se escondía donde la familia Aldás Saltos cuando visitaba Guamote. 

El 78 conoció a quien sería una de las personas que marcaría para siempre su vida: el Dr. Francisco Gangotena antropólogo, quien le invitó a trabajar para el Banco Central en el programa Foderuma. Finalmente  tenía un lugar seguro donde vivir,  segundo piso de la casa del hermano de su abuelo Rosalino Rodríguez. El grupo de investigadores realizaban trabajos de campo y debatían los resultados entre tragos y música protesta en Quito. En 1.982, cuando estuvo trabajando en la Empresa Eléctrica, conoció a Betty Amari Porras, se casaron y tienen tres hijos.

En 1987 apareció en Guamote un trabajo suyo en formato de libro con investigación en archivos y bibliotecas bajo los auspicios del Concejo Cantonal titulado: Guamote, Ayer y Hoy, basado en la experiencia adquirida en el equipo de antropología, que le permitió leer en archivos y bibliotecas, lo cual, sumado a sus vivencias personales, formó un opus. Mas, la obra permaneció varios años inédita, por el egoísmo de un grupo de “estudiados”. 

Es un trabajo minucioso desde épocas ancestrales. Historia, Geografía, estadística de la cabecera cantonal Guamote y sus parroquias-comunidades Palmira y Cebadas; comunidades que determinaba la  realidad vivencial del Cantón; las acciones valerosas de sus líderes campesinos Lorenza Avemañay, Julián Quito, Francisco Sigla, Ambrosio Lasso, Rafael Brito, levantamientos indígenas, leyes de reforma agraria, Fomento Agropecuario, obras de esa época; análisis de Educación, Salud, Turismo; pero al salir editado provocó la indignación de pequeños grupos que se creían dueños de la “cultura”, cuando los verdaderos actores estaban siendo desconocidos de su real participación en el proceso histórico; este rechazo al libro, se manifestó en amenazas, agresiones psicológicas y físicas a Roberto; y se rompían los ejemplares ante la impotencia de algunos jóvenes amigos del autor. Pero para alegría del escritor su libro fue “material obligado” de consulta y estudio en la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Central.

El 79 figuró en las reuniones realizadas en portales y patios y en el convento de su amigo el sacerdote Bolívar Silva, figurando entre los fundadores del Frente Amplio de Izquierda FADI que intervino en las elecciones de 1.979. 

Mientras tanto había ingresado a la facultad de Filosofía y Letras de la U. Central y obtuvo la licenciatura en Historia y Geografía, también siguió diferentes cursos en Inteligencia y Desarrollo del Pensamiento en la U. Autónoma de los Andes, un masterado en Gerencia Educativa. De esta época sus textos, uno de ellos “Cómo debes estudiar” en 50 págs. Riobamba, 1.981. contiene el análisis para aprender a estudiar, especifica como leer un libro, condiciones para ser más eficaz en la lectura, como tomar apuntes, ideas principales y secundarias y recomendaciones para los exámenes, tiempo de descanso entre periodos de estudio. Este Manual fue un gran éxito y alcanzó veinte ediciones, con el dinero de estas ventas puso su propia oficina en las calles Portilla y Maldonado (1981) y trabajó en lo que se llamó “Promociones Quito”, esta oficina funcionó en la casa de su amigo el ilustre Aquiles Pérez Tamayo.

El 86 editó en Riobamba una obra del ilustre Aquiles Pérez titulada Historia de la República del Ecuador, desde la época aborigen hasta la colonia, impresa en papel pluma. Para su lanzamiento viajan a Riobamba Roberto y el anciano lingüista; al verle en el lanzamiento el Ex ministro de Educación Sergio Quirola le dice “Maestro me inclino reverente ante su presencia” y don Aquiles, que muy difícilmente lloraba, con lágrimas en los ojos manifestó aquí me encuentro gracias especialmente a Roberto Rodríguez, pero la publicación no tuvo el éxito esperado, quedando Roberto con una gran deuda.

El 89, como editor fue invitado a una reunión de líderes izquierdistas (entiéndase pro comunistas)  de América, a celebrarse en Bogotá y formó parte de Cuarta Comisión, en la mañana en la plenaria al no tener Ecuador ninguna ponencia, se hizo anotar con el análisis “El Encubrimiento de América” y en el sorteo le tocó exponer al día siguiente, por eso trabajó toda la tarde, noche y hasta la madrugada en el hotel; puntualizando que a América no la descubrió nadie porque ya existía con su grandeza, en ciencia, arte, música, lenguaje. A media noche bajó al comedor del hotel porque tenía hambre y se encontró con Jaime Hurtado González que también estaba trabajando en su ponencia: Te felicito Roberto, sé que mañana te toca exponer en tu comisión y salvo honrosas excepciones, el resto han venido a “chupar”, si querían “chupar” ¿Porque no se quedaron en Ecuador? además todos tras de Lula (en esa época no era todavía Presidente de Brasil)  ¿Como sabemos que Lula es un marxista? al siguiente día me fue muy bien en la exposición, con ejercito de periodistas y cámaras de televisión que me pusieron medio ciego por la cantidad de luces y después de un debate con el Doctor Agustín Blanco Muñoz, de Venezuela, terminamos de grandes amigos. 

De 1992 es su folleto “El Estudiante”, aparecido en la Editorial Universitaria de la Central.  “Tuve la alegría que estando apenas en segundo año siguiendo la especialidad de Historia y Geografía, me publicó esta editorial donde solo escribían los maestros.” Del 95 el otro folleto “Universitario” y fue contratado por una institución educativa de la capital para elaborar una ponencia sobre la vida de Alfaro por S/. 500.000 y la condición que no figure su nombre. Así se originó “Alfaro el último Chapulo” (lo malo es que Alfaro no intervino en la revolución de los Chapulos ocurrida en Palenque en 1.885) pero, con todo, logró el segundo lugar al ser presentada en el certamen. Con motivo de una invitación recibida para disertar sobre Alfaro en la cátedra Pío Tamayo de la U. Central de Venezuela, leyó su trabajo sobre Alfaro, con tal éxito que le designaron miembro de dicha cátedra, siendo hasta hoy el único ecuatoriano en recibir tal distinción.

En 1.996 cuando presentó en Riobamba los borradores de La Región Interandina Ecuatoriana el editor Dr. Carlos Freire Heredia se emocionó y expresó “tengo algunos gastos, pero vamos este rato al Banco Internacional, a que me hagan un préstamo, para publicar este estudio, que me parece maravilloso”. Es un vademécum, con los sucesos relacionados con la historia, geografía, antropología, sociología, Parques Nacionales, Áreas Recreacionales, folklor, gastronomía de las provincias interandinas del país. Se vendió muy bien entre estudiantes y profesores como texto de enseñanza y después de las primeras cinco ediciones el Doctor Carlos Freire Heredia dijo “con este libro tenemos para largo” y no se equivocó; desgraciadamente al comercializarlo, algunos vendedores se fueron con todo; desde allí el autor los vende personalmente, después de dictar charlas, conferencias, seminarios. Actualmente va por las quince ediciones en blanco y negro, dos a colores y una digital.

Estando a cargo de la presidencia de la FEUE Nacional y, en la plaza de la Independencia en Quito se realizaba una multitudinaria marcha, después de un brillante discurso pronunciado en la Plaza Grande continuaban los estudiantes con sus consignas de protesta; cuando alcanzó a ver a un paisano, “el corazón se me llenó de alegría al comprobar que un guamoteño estaba participando en la marcha estudiantil, se me acerca y creyendo yo que me iba a felicitar, me dice: Robertito…Robertito y abriendo un poster me preguntó ¿Va a ir al Carnaval de Guamote?        

El autor es invitado a dictar clases en la Escuela de Historia y Geografía (Universidad Central. de Quito) en ese año en 1999 lanzó el folleto “Iglesias y Museos de Quito” que va por la cuarta edición, sobre generalidades artísticas. El editor Freire le dijo “escriba lo que desee, yo le publico,” “deseo escribir novelas” – “Eso no se vende, usted Roberto tiene ojo clínico para escribir lo que el Ecuador NECESITA, después publicaremos sus novelas.” 

En noviembre lanzó en el mismo día dos de sus canciones en el Municipio de Guamote en la mañana, en la tarde otra edición del libro la Región Interandina Ecuatoriana presentada por el alcalde de Riobamba Ángel Yánez y en la noche el libro Iglesias y Museos de Quito en el Auditorio de la Extensión de la Facultad de Filosofía de la U. de Riobamba y fue declarado por la Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo del Chimborazo el Escritor del Año de la Provincia.

El 2001 viajó a Chile como Director de la Escuela de Turismo de la Universidad Santo Tomás (Quito) con los quince mejores estudiantes de la carrera; al dictar una charla sobre Ecuador en Viña del Mar se le acerca un ciudadano y le felicita, soy Max Berrú lojano integrante del grupo Inti Illimani, tengo un restaurante en Santiago que se llama “Mitad del Mundo” le invito a un café, con mucho gusto replicó Roberto. Al día siguiente escuchó “Me fui expatriado a Italia hace quince años cuando subió Pinochet al poder”.  Le presento a mi hijo que nació en Italia; toman café con tamales como se hacen en Loja, cantan un poco y el artista le regala un CD, con las canciones que estuvieron de moda en América Latina “en la época de sana rebelión”, con una dedicatoria que  dice “A Roberto Rodríguez Saltos, por hacer Patria en el Mundo” Max Berrú.

El 2002 participó intensamente en la campaña presidencial del Coronel Lucio Gutiérrez, quien le designó Subsecretario de Educación, donde permaneció hasta la caída del régimen.

Desde el 2012, como sujeto apasionado por la historia, sueña con escribir un libro para niños, con dibujos, sobre la Historia General del Ecuador, igual a los Comics que leía de niño. Al efecto contrató algunos dibujantes que lo terminaron dejando por sus exigencias; pero ha seguido el plan inicial: sus hijos asoman de niños y él les va contando la Historia del Ecuador desde la llegada del hombre a América, aclara muchas confusiones, avanza con la época aborigen, el incario, la colonia, levantamientos indígenas, revolución de los Estancos, alcabalas, mitas, independencia y termina con la muerte de Bolívar, resultando un libro publicado a full color en formato grande, de lujo; lo apoyan para la publicación el Alcalde de Riobamba, Prefecto de  Chimborazo y una alumna de posgrado que ocupaba una función importante en el gobierno de aquel tiempo. Hoy está por terminar la segunda parte “La República desde Flores hasta Juan de Dios Martínez Mera” y la tercera será “Del velasquismo al correismo” con el cual dice “terminaré toda la Historia del Ecuador”.

“Triunfaré” en 112 págs. obra pedagógica que viene a llenar el vacío de los estudiantes secundarios que no pueden ingresar a instituciones de Educación Superior; entrega de una manera ágil y didáctica explicaciones teóricas, ejercicios y respuestas de Sinónimos, antónimos, analogías, oraciones incompletas, lectura comprensiva; razonamientos; matemático, lógico, abstracto, términos excluidos, refranes; ciencias; sociales, naturales; Biología, Química, Física.

AQUILES PÉREZ TAMAYO, Académico de la Historia y Maestro de ecuatorianidades.  Discurso de incorporación como Académico Correspondiente de la Historia, Quito, 17 de octubre del 2019, El autor recuerda en breves rasgos su amistad con el lingüista Aquiles Pérez, desde su arribo desde su natal Guamote, cómo conoció al maestro en Quito; varias anécdotas personales y un simple recuento de sus principales obras, sin entrar en el análisis ni en el contenido crítico que un discurso académico debe tener.

Compositor en ratos de ocio, se han grabado más de cuarenta canciones de su autoría en diferentes ritmos; escribe para algunos medios de comunicación: Emprendedores (2012-2019) El Observador (2017-2019) desde el 2.019 desempeña el rectorado del Instituto Tecnológico Superior Ecuatoriano de Productividad en Quito.          

Es un excelente amigo que se ha levantado desde los más humildes orígenes hasta la categoría de editor y académico