Rivet Paúl.

Razas y mestizajes, todo digno de observación y estudio.

Los primeros trabajos de Rivet en el Ecuador fueron los de recolectar materiales para estudios de Historia Natural, Sorprendido por la riqueza y variedad de la fauna y de la flora, en sus viajes por todo el territorio ecuatoriano, ya ascendiendo a los helados páramos de las cordilleras o bajando a los calurosos valles de las hoyas interandinas y de las vertientes montañosas del Occidente. Para atender la salud de los heroicos Miembros de la Misión Geodésica en sus trabajos de campo, el Dr. Rivet fue recogiendo ejemplares zoológicos y botánicos, que arreglados cuidadosamente, eran enviados a Europa para su clasificación científica y su estudio por especialistas eminentes.

Así es como enriqueció los conocimeintos sobre la fauna ecuatoriana cons sus envíos a los entomólogos europeos y norteamericacnos de especies desconocidads de los insectos vulgarmente llamados “jejenes” que fueron estudiados por Roubaud, quien a una de esas especies nuevas puso el nombre de su descubridor llamándola “Simulium riveti”. Las primeras colecciones fueron de insectos relacionados con la propagación de enfermedades y pestes; pero bien pronto se extendió el campo de sus investigaciones a todos los ramos de la Zoología.

Becker estudió el género de los Hippelates, diminutas moscas de la familia Chloropidae; Surcouf determinó diversas especies nuevas de tábanos; Neumann trató de nuevos ejemplares de la familia de los Argasideos y de la de Ixodidae enviados por Rivet; muchos otros envíos hizo a especialistas, acompañados de notas respecto del lugar de procedencia, condiciones del clima, etc.

La correspondencia de Rivet con los técnicos y sabios de Europa dará la idea de los conocimientos del jóven galeno, cuando se publique como lo esperamos para bien de la ciencia.

También formó valiosas colecciones de plantas que fueron enviadas al Museo de Historia Natural de París y que botánicos notables clasificaron y estudiaron prolijamente.

Pero no iba a ser la Historia Natural del campo en que Rivet conquistara sus mayores triunfos y; en el que realizaría sus obras más trascendentales, que le ha valido el título de sabio. Eran los estudios sobre el hombre americano los que más le atraían.

Para ello comenzó, naturalmente, por enterarse de la historia del país a donde acababa de llegar; y quiso conocer no sólo, por sus obras sino en persona a nuestro gran historiador el ilustrísimo González Suárez. En una improvisación con que contestó el discurso pronunciado por el ex-Vicerrector y Catedrático distinguido en la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Santo Tomás de Aquino, Dr. Julio Endara, recordaba el Dr. Rivet su primer contacto con González Suárez.

El jóven Médico de la Misión Geodésica, siguió el consejo de González Suárez y comenzó a prestar su preferente atención al estudio del hombre ecuatoriano. González Suárez le había dicho también, que aprovechara de sus largos viajes por todo el territorio nacional para procurar recoger objetos arqueológicos de los aborígenes y muestras etnográficas de las tribus y pueblos indígenas subsistentes. Rivet coleccionó numerosos artefactos de piedra y de cerámica extraídos de las antiguas sepulturas, y sobre todo, fue anotando cuidadosamente las características.