COMPOSITORA- Nació en la población de Armenia, Colombia, el 11 de enero de 1947 y fueron sus padres legítimos Alfonso Arroyo Villandrando, guayaquileño de familia serrana, payaso, músico, compositor y actor cómico infantil, viajó con un circo a la Argentina, volvió al Ecuador y siguió a Colombia. En Armenia conoció a Mariela Henao Suárez, trapecista del Circo Egret con quien casó y tuvo cinco hijos. Viajaron a Centroamérica en el circo Rasore. En 1948 compraron el circo Cóndor que después vendieron en Venezuela. Hablaba tres idiomas y el 50 se estableció con los suyos en Caracas, trabajando la serie radial infantil “Las aventuras de Monicaco y Bobó” que se trasmitía los sábados en la Radio Nacional, tuvo un gran éxito y logró alta sintonía nacional. Después radionovelas con su esposa, finalmente le nombraron Director de Programación del primer Canal venezolano de Televisión haciendo de libretista y argumentista; pero se separó de su esposa y los cinco niños se dividieron, los mayorcitos con el padre y los menores con la madre. Nancy se afectó y aunque era una niña despierta e inteligente, se volvió rebelde y voluntariosa.
Su madre se trasladó a la población de Acarigua, estado de Portuguesa, Venezuela, casó con el comerciante colombiano Guillermo Pacheco y tuvo un hijo. Nancy permaneció con su padre en Caracas, interna en un Colegio de monjas, de donde salió expulsada. Fue matriculada en una Academia de Taquimecanografía que no le gustó porque siempre se había sentido atraída hacia el arte, tocaba la guitarra con su padre, tenía una excelente voz, clara dicción y entonaba bonito. Finalmente fue enviada al Colegio Hermágoras Chaves en Cabimas, estado de Zulia. Entonces ocurrió el fatal accidente de tránsito de su padre, cuando manejaba por la autopista Caracas-La Guayra conduciendo a su personal de trabajo. Iban a realizar un show infantil para un cumpleaños en una casa de playa, el vehículo colisionó con un enorme camión.
Nancy volvió con su mamá, aunque por poco tiempo, pues nuevamente fue internada en un Colegio de los betlemitas en Colombia. De regreso en las vacaciones de 1963, ya su madre vivía otra vez en Caracas separada de su segundo esposo y empezó a conseguirle pequeños contratos de publicidad acordes con sus diez y seis años de edad.
Llamada a una sesión de modelaje en el estudio fotográfico Miranda, para la portada a colores de un disco del sexteto “Los Blancos” y mientras posaba vestida de campesina colombiana, entró al set el popular cantante Julio Jaramillo, quien se fijó en ella y luego de tomarse una serie de fotografías y de que se alborotaran unas cuantas chicas que casualmente estaban, se fue del estudio. Media hora más tarde salió Nancy y Julio la abordó románticamente, ella se sorprendió pues era una jovencita hija de familia y el asunto no prosperó.
Julio era conocido de su madre y a través de amigos comunes un sábado de mañana, a eso de las diez y media, la fue a visitar en el departamento bajo que ella arrendaba en el edificio “El Mirador” so pretexto de que era compatriota de su primer esposo, cuando realmente quería enamorar a la joven Nancy. Ella estaba malanochada pues se había quedado haciendo unos deberes hasta las tres de la mañana, pero tuvo que salir a la sala con el resto de sus hermanos y en esta ocasión no le fue del todo huraña pues Julio aprovechó que su anfitriona había ido un momento a la cocina a traer unas cervezas para decirle en tono jocoso “Viste que te encontré”.
De allí en adelante empezaron a hablarse a escondidas de doña Mariela que era muy estricta y no le permitía a su hija tener enamorados, hasta que a los tres meses se escapó al departamento amoblado que Julio arrendaba en Caracas, donde un Jefe Civil les casó poco antes de la navidad. Días después Julio salió a trabajar y fue arrestado, pero al enseñar el certificado matrimonial tuvieron que dejarle libre. Doña Mariela, en cambio, inició juicio de nulidad, alegando la minoría de edad de su hija y consiguió una Orden Judicial para que se la devolvieran, como efectivamente ocurrió. Entonces se cambió subrepticiamente de domicilio, con todos sus hijos, a Puerto la Cruz, en el estado Anzoátegui, donde reinició su vida de trabajos en las radios consiguiendo contratos de publicidad.
Nancy tenía una amiga joven como ella llamada Belén, que avisó a Julio del nuevo domicilio de Nancy, pero este se portó mal y no hizo nada por recobrarla y se ausentó en una gira artística por Centroamérica. Al saberlo Nancy, por las noticias que traían los periódicos, se despechó y tomando su guitarra compuso la letra y música de un bolero que salió muy bonito y tituló “Quería conocerte”. Eduardo Cevallos, a) El patucho, radiodifusor ecuatoriano muy amigo de su familia, lo escuchó y quedó tan gratamente sorprendido que lo aprendió de memoria. Coincidió que al poco tiempo tuvo que viajar a Bogotá. Una noche encontró casualmente a su amigo y compatriota Julio Jaramillo y en son de broma le cantó el bolero, cuya letra dice así: // De paso en la vida / me detuve al verte / quería conocerte / pero nunca, nunca / llegar a quererte. // Hoy me he dado cuenta / del amor tan grande / que a ti te he entregado / aunque solamente / quería conocerte. // Tuya fue la culpa / de yo haberte amado / tuya fue la culpa / porque tus caricias / mi anhelo han llenado.// Todas tus ternuras / y hasta tus engaños / han dado a mi vida / el perfume extraño / que yo llamo amor. // Hoy que ya te marchas / te alejas sin verme. / Viviré sin alma / seguiré pecando / y te olvidaré. // Quizá algún día / si volviera a verte / te diré tan solo / quería conocerte / pero nunca amarte. // Julio se picó inmediatamente pues jamás le habían cantado las verdades como lo había hecho esta chiquilla menor de edad y comprendiendo que estaba frente a una mujer de extraordinarias cualidades decidió volver.
Semanas después, por contratos artísticos, regresó a Caracas, alojándose en la elegante residencia Taormina, de varios conjuntos de departamentos amoblados. Se presentaba los fines de semana y los martes volaba a Puerto La Cruz donde permanecía tres días alojado en el hotel Pelícano para verse con Nancy y cuando esta cumplió los dieciocho años, se despidió de su madre y fue a vivir con su esposo Julio en Caracas, iniciando una vida enteramente feliz pues se querían y congeniaban haciéndose bromas.
Julio cambió por completo, se alejó de una jorga de amigotes y dejó de farrear y beber, adquirió un vehículo de lujo último modelo, tomó la vida con mayor responsabilidad que antes, tratando de no pasar malas noches para preservar su voz; pero como siempre había sido travieso para el amor, de vez en cuando le era infiel aunque a los pocos días volvía al hogar con el buen humor de siempre, como si no hubiera pasado nada, de manera que jamás se le veía arrepentido. Nancy aprendió a soportar esta conducta pues era imposible desprenderlo de las admiradoras que se le insinuaban y hasta lo perseguían por todas partes, al punto que Julio dejó de concurrir a sitios públicos para evitar el escandaloso comportamiento de sus histéricas fanáticas. Las había de toda edad y condición, desde simpáticas quinceañeras hasta respetables damas de sociedad.