Mascote José


El último graduado de la Facultad Médica de la Universidad Central Grancolombiana fue el Doctor José Mascote, que recibió investidura en 1829.
La Memoria Sobre la Fiebre Amarilla que apareció en Guayaquil el año de 1842 – por el Doctor José Mascote- se publico en 1844.- el doctor José Mascote fue guayaquileño nacido el 3 de Diciembre de 1794, de padres del lugar, acomodados, que quisieron darle a él y a sus dos hermanos una Esmeraldas educación en Lima, a donde fue a estudiar Filosofía y Matemáticas en el Real Convictorio Carolino, elegido por los padres acomodados de toda Sudamérica para la preparación de sus hijos. Allí recibió su educación el poeta Olmedo. En 1814 ingreso Mascote al Real Convictorio de Medicina y Cirugía de San Fernando de Lima, en donde siguió seis años de estudios hasta 1819, en que recibe la investidura de Doctor y obtiene licencia de ejercer. Tuvo dos hermanos titulados en Lima: El Doctor Francisco Mascote, Medico, Profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de San Marcos en 1822, y el Doctor Joaquín Mascote, Farmacéutico de la Botiva del Hospital de Guayaquil en los años 1823 al 1826. 
El 1820 vino a Guayaquil y presento su titulo limeño en el Cabildo comenzando a ejercer la profesión sin estar incorporado en la Republica de su nacimiento. Su personalidad y prestigio de médico graduado en Lima le permiten que siga ejerciendo, con la confianza de todos, durante diez años, en los que su numerosa clientela no le dio tiempo para ir a Quito a incorporarse en la Facultad, viaje y con felicidad. Llega el año de 1830 y no hay tiempo para el viaje, pero si hay interés por incorporarse al cuerpo médico ecuatoriano, viéndose obligado a encargar al Presbítero Antonio Ruiz Bernal tuvo algo más efectivo en todos los tiempos: influencias, da la casualidad que iba de viaje a Guayaquil el director de la Facultad de Quito, Doctor José Manuel Espinosa, a quien le facultan para que complete en Guayaquil un tribunal que examine y gradué el Doctor Mascote. Algo claramente ilegal que se cumple religiosamente como todo lo ilegal el 19 de junio de 1830. Felizmente por rara ocasión, la ilegalidad favoreció en quien tuvo merecimientos. El Doctor Mascote ejercía su profesión como es debido, porque fue un médico de vocación y porque fue humanitario y se entrego a su profesión, que la ejerció durante veinte años seguidos de un trabajo que no le dejaba vacaciones disponibles. Por Guayaquil pasaba todo el día visitando los barrios y recibiendo los agradecimientos de todos. Fue un ejemplo de profesional dedicado a su trabajo, del que hizo la finalidad de su existencia, labor que ha hecho tradición y es honra para muchos médicos guayaquileños.
Desempeño la directiva de todas las Juntas de médicos de su tiempo: de la Junta de Sanidad en 1821; fue Asesor Médica del Cabildo de Guayaquil, Miembro de la Junta de la Vacuna, Médico del Hospital de la Caridad, lo nombraron Director del Hospital Militar de Santo Domingo en1852 y no acepto por no dejar el hospital de la caridad; fue Censor de la Sociedad Médica de Guayaquil, organizada por Rocafuerte en 1835. Su prestigio lo llevo a intervenir en la vida política y administrativa; miembro de la Junta Electoral Municipal en 1825: Miembro de la convención Nacional en 1835 en donde defendió el federalismo: Conjuez de la Corte Superior de Justicia de Guayaquil en 1836, Senador Suplente por el Guayas en 1839.
Fueron sus más meritorias labores las que cumplió durante la epidemia de fiebre amarilla de 1842 y sus largos años de servicios en el Hospital de la Caridad.
Escribió su Memoria Sobre La Fiebre Amarilla de 1842 y dos Informes sobre la misma. Al ser nombrado Censor de la Sociedad Médica del Guayas para los periodos 1837 a 1839, en su discurso de posesión expuso sus ideas sobre la salud pública, que siempre supo defenderla con entusiasmo. Comenzó diciendo: “El decreto que ha ordenado esta reunión es uno de los mas benéficos y paternales del Ecuador: en el esta designado el Ministerio de la Salud Público: Pues, dictando la organización del cuerpo médico del Guayas de los elementos más sanos para su conservación: y promoviendo el honor de sus miembros, facilita el desarrollo del germen de la dicha y de la prosperidad”. Hablo sobre Historia de la Medicina y al tocar la cirugía nacional, dijo: “me limitare a decir que este rama de la Ciencia Médica ha sido mantenida por el gobierno español de que dependimos, en la obscuridad a que, desde siglos atrás, la relegó el sacerdocio, que era solo arbitro de las ciencias”. Hizo un elogio de la Farmacia y manifestó su confianza en los resultados que se va a obtener por los progresos de la Medicina con la sociedad que acababa de establecerse. En 1844 fue nuevamente electo para dirigir la Sociedad, dignidad que la ocupo hasta 1850. El Doctor Mascote fue un médico ecuatoriano preparado en una Universidad peruana de prestigio, ya para finalizar el coloniaje. Ejerció la profesión durante la Republica en su ciudad natal, de clima tropical, acosada por las enfermedades, con alta morbilidad, y mortalidad, en la que el paludismo, plan, anquilostomiasis, disenterías sífilis, linfogranuloma venéreo, blenorragia, tuberculosis y las pestes ofrecían un vasto campo de actividad para un médico dedicado. Al contrario de la mayoría de los médicos de su tiempo, no limitó sus conocimientos, sino que su diaria labor le dio experiencia y dominio sobre sus pacientes, a los que atendió con verdadero interés de médico. En sus discursos e Informes vemos al profesional ilustrado, preparado y siempre atento a observar casos y situaciones. Hubo el médico con buena enseñanza universitaria, voluntad de servir y hacer progresar el ejercicio profesional, como así lo hizo demostró con su labor infatigable y humana en la epidemia de fiebre amarilla en el año de 1842.
La Junta de Sanidad de Guayaquil venía haciendo su labor sin entrar en discusiones de ley sobre a quién le corresponde costear las campañas contra las epidemias. En 1850 la Junta quedó integrada por los Doctores José Mascote, Presidente de la Sociedad Médica del Guayas; Pedro Avellaneda y presidida por el Gobernador Miguel García Moreno.