Mascote Joaquín


En Julio de 1823 se nombra para atender la botica a Joaquín Mascote previo el examen que debía hacerle el cirujano Bernal.
El farmacéutico Joaquín Mascote celebró en 1836 un contrato con el I. Concejo Municipal, según el cual el contratista se obliga a reformar la casa del hospital construyendo en ella una sala alta y otra baja con una pieza para velorio, otra para el enfermero, otra para sirvientes, una pieza para ropería y despensa, y todas con “desahogo, ventilación, decencia y aseo”, treinta camas para hombres en el piso alto y doce para mujeres en el piso bajo con todo lo necesario. Hechas las mejoras que se estipulan en el anterior contrato, el hospital abrió sus puertas al público el 1° de agosto de su local del Astillero.
No habiendo enfermero mayor se encargaron sus funciones al hermano que atendía la botica; esta a su vez, debía ser manejada por Joaquín Mascote hermano del médico José Mascote y del futuro regidor Gregorio Mascote. El nuevo boticario, después de ser examinado por el Dr. Bernal, debía recibir las existencias por inventario que se practicaría con intervención del síndico y del regidor José Antonio de Vera. Boticario de Guayaquil en 1832, de 30 años de edad.