LADRON DE GUEVARA DIEGO

XIII OBISPO DE QUITO.- Nació en Cifuentes, Castilla, España, en 1641. Hizo sus estudios en la Universidad de Alcalá de Henares, se graduó de Doctor y regentó la cátedra de Derecho Civil. Posteriormente obtuvo la silla de Canónigo Doctoral en la Catedral de Sigüenza y pasó por oposición a la de Málaga con la misma prebenda.

Hallábase allí cuando recibió la noticia de su promoción al Obispado de Panamá, consagrándose en Cartagena de Indias. En Panamá, encontró que la Catedral había sido destruida por los piratas y que su antecesor había reunido algunos materiales para comenzar las nuevas obras, de suerte que pidiendo recursos al Rey, la edificó desde sus cimientos. También reformó el único monasterio que existía, el de la Concepción, estableciendo la observancia con mucho rigor.

Entre 1691 y el 93 recorrió el itsmo y denunció los abusos que cometía el Presidente de la Audiencia, Marqués de la Mina, a quien el Consejo de Indias destituyó. Entonces le sucedió como Presidente interinó y abrió proceso, levantó los muros de la ciudad y fortificó el Castillo de Chagres, gastando gruesas cantidades de su peculio.

Cuando en 1696 arribó el nuevo Presidente, se había mal quistado con algunas familias por impedir sus abusos y pidió que se le aceptara su renuncia, pero fue trasladado con iguales funciones a Huamanga en Abril de 1699 y arribó a Lima de pasó para su iglesia el 31 de Eneró de 1700.

Desde Julio de ese año gobernó la nueva Diócesis, realizó la restauración de la Universidad de San Cristóbal que había dejado de funcionar por falta de rentas, redactó nuevas constituciones que mandó agregar a las dejadas por

Cristóbal de Castilla y se proveyeron las cuatro cátedras. Igualmente costeó la construcción de un puente.

El 15 de Octubre de 1703 inauguró el monasterio de Santa Teresa con las Carmelitas descalzas que provisionalmente habitaban en un Hospicio.

También llevó a cabo algunas reformas en la Catedral y el 13 de Agosto de 1704 entregó el gobierno pues recibió noticias de su traslado a la Diócesis de Quitó, a la que arribó en Octubre del año siguiente y en 1706 recibió las Bulas pontificias y tomó posesión del Obispado. De inmediato salió a realizar la visita, llegando por el norte a Pastó.

A su vuelta costeó la construcción de los dos grandes arcos de cal y ladrilló que unían las manzanas del convento de la Concepción; mas, su “munificencia como de Rey y cierto orgullo por la grandeza de las familias a que pertenecía, “por ser pariente de los Duques del Infantado, le enfrentaron casi enseguida con el Presidente de la Audiencia, Lic. Francisco López – Dicastillo, pues desde las primeras visitas de rigor y etiqueta se empezaron a molestar con insignificancias impropias de las altas funciones que ostentaban; sin embargó, la pronta ausencia de López- Di castillo, designado miembro del Consejo de Indias, impidió mayores escándalos.

En su reemplazo fue designado el Capitán Juan de Sosaya, quien entró en Quitó en Marzo de 1707 cuidándose mucho de no disgustar al Obispó, cuya fama de melindrosos en puntó de honores y prebendas, habíase extendido.

Tres años después en 1710, al fallecer Manuel Oms de Senmenat, Marqués de Castel dos Rius, XXIV Virrey del Perú, fue llamado á Lima a posesionarse interinamente del cargó por estar en el tercer lugar de la tema y haber fallecido los dos primeros.

Salió en Junio y el 29 de Agosto hizo su entrada en la capital del Perú, no sin dejar en Quitó de Vicario General del Obispado al Dr. Pedro de Sumárraga, Arcediano de esa Catedral, En Lima celebró la consolidación del gobierno de Felipe V como rey de España con la representación de la comedia en versó “Triunfos de amor y poder” del poeta Pedro de Peralta y Barnuevo. Posteriormente logró ahuyentar a un pirata inglés que había apresado en las costas a tres buques mercantes. Comisionó al Marqués del Tajó para que destruyese a los negros cimarronesque enseñoreaban en los montes de Huachipa, habían establecido fortificaciones y osado presentar batalla a las tropas reales. Protegió a la Universidad de San Marcos, construyó templos, puentes y caminos.

En 1712 renunció alegando tener mas de setenta años y no queriendo regresar a Quitó por la inconveniencia del clima, aunque la razón principal bien pudó ser la falta de armonía con la Audiencia y el creer que rebajaría su posición, solicitó se le aceptase la renuncia del Obispado a cambió de diez mil pesos anuales de renta de por vida. El Rey le propuso únicamente cuatro mil y el Obispó pidió entonces la designación de un auxiliar que gobernase en su nombre. Finalmente se transó en ocho mil pesos anuales tomados de las rentas de la Diócesis quítense y terminado su gobierno interinó en 1717 y “excusado el rubor de regresar a Quitó” se embarcó rumbó a España y al llegar a México falleció el 9 de Noviembre de 1718, de causas naturales, debido a los achaques de su edad y a lo rudo del viaje, de 77 años de edad.

Su retrató se conserva en Lima, aparece de cuerpo enteró, estatura alta, blanco y de buen ver, contextura normal, ropaje fino y magnificante como correspondía a su alta calidad de Virrey-Obispó.