SUCEDIO EN lA CHALA
LA VIOLACION FATAL
Desde cuando los anegadizos terrenos de la Chala fue vendida por los hermanos Robles Chambers allá por 1.955, ese extenso sector suburbano comenzó a poblarse con las villitas que hizo construir el Arq. José Carrión y numerosas familias se instalaron a gozar de la paz que ofrecía tan alejado sector, pero una mañana apareció en la esquina de la calle C el cadáver de una mujer joven de no más de veinte años, terriblemente acuchillada y presumiblemente violada a la que habían cortado la cabeza, que jamás se encontró.
El asunto tomó gran revuelo en los periódicos y las radios también se hicieron eco con tremendo éxito publicitario para el sector, que pasó a ser conocido como “el barrio de la violada sin cabeza”. Para colmos, nadie sabía quien podría ser la víctima de tamaña monstruosidad pues ninguna de las mujeres se había perdido. Tenía que ser por fuerza, una extraña, traída de algún sitio cercano, para luego abandonar su cadáver en la Chala.
I pasaron las semanas y nada más se conoció del crimen, las gentes olvidaron el asunto y un velo de silencio cubrió el crimen.. Juan Chalén, que vivía en la esquina, una noche vio pasar por la calle la cabeza de una mujer que daba alaridos o mejor dicho, una cabeza cortada que gritaba horrorosamente y hasta se le veían las órbitas huecas de los ojos. Era algo espantoso, una visión del infierno, pero nadie más vio y oyó nada.
La noche siguiente volvió a repetirse el fenómeno que solo Juan presentía, pues algo lo llevaba a la ventana cuando iba a suceder. I así por varias noches seguidas, hasta que una comadre le recomendó visitar a una médium famosa del sector, que pudiera aclarar el misterio.
La médium entró en trance, largo y profundo y con voz de mujer joven empezó a contar que había sido asesinada en el centro de la urbe, que luego la habían metido en un maletero y tirado su cadáver en la Chala, no si antes cercenar su cabeza que fue arrojada al estero salado para que no pudieran reconocerla, pero nada más sacaron a la médium por que el espíritu la abandonó.
Una semana después volvieron a invocar a la cabeza y entonces dijo como se llamaba, que ya estaba convertida en calavera y hasta dio el sitio exacto del sector del estero Salado donde podían encontrarla, pero no quiso hablar de la violación, pues esta acción había sido ejecutada en pandilla y de la manera más soez y brutal y el espíritu no quería recordar siquiera ese episodio.
Desde entonces Juan dejó de ver la terrorífica cabeza y las cosas volvieron a 1a normalidad; solamente que una noche se escuchó un disparo y un sujeto apareció muerto en la esquina, con un revólver en la mano pues se había suicidado y luego como a los dos meses, otro más se suicidó allí, tomando esa esquina la triste fama de ser sitio destinado para muertes.
Poco a poco el vecindario se empezó a enterar de que los suicidas eran hampones que posiblemente estarían complicados en la violación, pues se contó hasta cuatro el número de los sujetos que se mataron allí. Luego volvió la calma tan rápidamente como aparecen las fuerzas después de una pesadilla, como si el espíritu de la mujer violada hubiera encontrado por fin el reposo de sus penas con el castigo de sus asesinos.