MINISTRO DE ESTADO.- Nació en Guayaquil el 2 de Marzo de 1913. Hijo legitimo de Francisco Jurado Cali, propietario de la hacienda cacaotera “San Francisco” en la parroquia Montalvo, Cantón Babahoyo, Provincia de los Ríos, y de Aurora González Rumbea, guayaquileños.
Nació en la casa paterna frente al parque Montalvo y fue el último de una familia de nueve hermanos. Las señoritas Salcedo le enseñaron las primeras letras y continuaron su educación hasta el cuarto grado. El quinto lo realizó con el pedagogo Pedro Martínez Guerrero en Chile entre Aguirre y Clemente Bailen, quien tenía fama de ser un excelente matemático y haber escrito un texto muy popular sobre aquella ciencia. El sexto en la Escuela Modelo a cargo de los miembros de la Segunda Misión Alemana.
En 1924 ingresó al Vicente Rocafuerte donde destacó como buen deportista, excelente alumno y compañero, siendo muy popular. En 1930 se graduó de Bachiller y empezó a jugar en el Club Oriente de centro del equipo de Basket y miembro del de Baseball. Igualmente comenzó sus estudios de Jurisprudencia en la vieja Casona de la Universidad de Guayaquil que terminó con honores en 1936, graduándose de Licenciado. Abogado y Doctor. Su tesis versó sobre “La Posesión en el Derecho Civil” y fue recomendada su publicación.
En 1938 formó parte del equipo ecuatoriano que intervino en el Campeonato Sudamericano de Basket de Lima, pero la experiencia sirvió para que se mejoraran las técnicas en ese deporte.
Mientras tanto vivía con sus padres y hermanos una vida sumamente desahogada, pues sus abuelos matemos habían gozado de excelente situación económica por ser dueños de la hacienda La Maravilla, en Babahoyo, con 300 hectáreas de cacao en plena producción.
El rector del Vicente Rocafuerte Dr. Teodoro Alvarado Olea le ofreció en 1936 la cátedra de Historia en el tercer curso, que Jurado aceptó y desempeñó por diez años consecutivos.
El 10 de Septiembre de 1946 intempestivamente fue designado Gobernador del Guayas por el Ministro de Gobierno de entonces, quien había obtenido muy buenos informes de Jurado y como era serrano, no conocía a muchas personas de viso en la provincia. Una mes después arribó al puerto el Presidente Velasco Ibarra y se conoció con Jurado, que aún no era velasquista, entonces se produjo en el despacho la siguiente anécdota. El Obispo de Guayaquil, Monseñor Heredia Zurita, le suplicó que ordenara a quien correspondiera, se le autorizara la postergación de una rifa benéfica. Velasco pidió al Gobernador que lo hiciera; pero éste, ante el asombro de todos, se negó a ello, pues adujo que a quien la había autorizado, debía corresponder en derecho postergarla y que él no se prestaba a nada. Velasco lo felicitó y al día siguiente muy temprano le nombró Ministro de Previsión Social y Trabajo, indicándole que lo estimaba un hombre honestísimo. Al día siguiente viajaron juntos a Quito y Jurado González, que no tenía antecedentes políticos, comenzó a hacerse conocer como un Ministro de orden y organizó la función laboral con tanto éxito que todas las huelgas finalizaban por acuerdo entre las partes, merced a su tinosa mediación personal, y no por sentencias. De subsecretario llevó al Lcdo. Alejandro Jaramillo y de Subdirector Nacional de Trabajo al Lcdo. Ramón Yulee Taising, quienes habían sido sus discípulos en el Rocafuerte; y cuando se cayó Velasco por la revuelta de Mancheno, esperó siete días a que se posesionara interinamente Carlos Julio Arosemena Tola, para entregar el despacho y regresar a Guayaquil, donde instaló por primera ocasión un estudio profesional, que pronto se llenó de clientela, especialmente en la rama del derecho civil, De esa época recuerda las sucesiones de bienes de Carlos Philips Román en Guayaquil y de Carlos Hidalgo en Manabí.
Ya vivía por entonces sólo, en Colón entre Chimborazo y Boyacá en un departamento ubicado en la casa familiar de los González Rumbea, por haber sido de propiedad de su abuela Mercedes Rumbea Drouet.
En Octubre del 49 fue reincorporado como Rector profesor del Vicente Rocafuerte en la materia de Geopolítica para el Sexto Curso. El nombramiento le fue firmado por el Dr. José Miguel García Moreno, su exprofesor universitario.
En el Vicente estuvo hasta el 28 de Julio de 1953, en que pasó nuevamente al Ministerio de Previsión Social y Trabajo, a petición de su amigo personal el Dr. Velasco Ibarra, con quien había mantenido magníficas relaciones de amistad desde la campaña política del año anterior, en la que Jurado había tomado parte muy activa. Ese año viajó a Suiza como delegado por el Ecuador a la Conferencia mundial de la Organización Internacional del Trabajo OIT y aprovechó para conocer Europa. En Octubre pasó al Ministerio de Educación Pública, uno de los más controvertidos de entonces, pues era la piedra de toque del gobierno y la oposición, que manejaba por lo bajo a los alumnos secundarios del país; sin embargo y para sorpresa de todos, los Vicentinos que siempre habían sido los mas alborotadores, respaldaban en todo a su querido ex-rector, que desde el Ministerio se vivía preocupando por el adelanto del Colegio, dotándole de una modernísima piscina que aún sigue en funcionamiento y planificando la construcción de un pabellón para albergar la extensa biblioteca El 54 visitó la Argentina, el 55 se produjo una huelga nacional de estudiantes.
En Guayaquil los alumnos del Aguirre Abad se parapetaron en el edificio ubicado en Chimborazo entre 9 de Octubre y Vélez y el presidente Velasco Ibarra comenzó a lanzar declaraciones incendiarias que mantuvieron el fervor estudiantil en aumento. De todos lados se clamaba por la paz. Jurado González renunció varias veces pero Velasco insistía en su permanencia y así las cosas, al final de casi quince días de “guerra”, el Ministro optó por irse a su casa, (1) ante la perspectiva de una inminente revolución y caída de todo el gobierno.
Entonces fue premiado por Velasco, que se mantuvo en sus trece y no daba su brazo a torcer, con la Gerencia General de la Caja del Seguro Social, que Jurado González desempeñó hasta el final del período en Agosto de 1956.
Nuevamente en Guayaquil, el Ing. Leonardo Carvajal Huerta le construyó una casa de dos pisos al frente de la piscina Olímpica e instaló nuevamente su estudio encima de la botica H.G., calle Pedro Carbo, frente a la plaza de San Francisco.
Para la campaña electoral del 60 formó parte del bureau político velasquista del Guayas y ocupó la Presidencia del Instituto Nacional de Previsión en Agosto de ese año, hasta la revolución de Carlos Julio Arosemena Monroy el 61, en que renunció.
Desde entonces volvió a la profesión que dejó el 68 para acogerse a la Jubilación por límite de edad, vendió su casa y se fue a una villita en la ciudadela Miraflores.
Viajando cuatro veces a los Estados Unidos, leía y tenía negocios particulares. Su estatura alta, ahora está delgado y tiene el pelo canoso. Cuando joven era alegre, extrovertido y rozagante, con tendencia a la robustez. Su sonrisa fácil, sus ojos negros. Fallecío en Guayaquil, soltero.