PEREZ PAZMIÑO ISMAEL

PERIODISTA.- Nació en Machala el 30 de Junio de 1876 y fué bautizado con los nombres de Manuel de Jesús que nunca usó porque a su abuela paterna le gustaba más el de Ismael. Hijo legítimo de José Pérez Santander, nacido en Machala el 15 de Abril de 1837, comerciante establecido en El Guabo, provincia del El Oro, donde logró poseer varias casas y un floreciente almacén, casado en 1863 con Elena Pazmiño Gómez,, quien enseñó las primeras letras a sus hijos. 

En 1888 ingresó al Colegio “Nueve de Octubre” de Machala regentando por el párroco Dr. José Ochoa León, pero no logró culminar sus estudios a causa de un serio revés de fortuna sufrido por su padre. 

En 1889 su amigo Juvenal Franco Rosales escribía a pulso una hojita titulada “El Loro” de circulación entre la muchachada machalera. En una de ellas bromeó de Ismael, que en desquite editó “El Rifle” y de un tiro dejó al Loro tranquilo. Esta fue la primera de las muchas polémicas sostenidas a través de su vida. Posteriormente escribió otra hojita titulada “El Martillo”, tenía solo quince años de edad. 

A los diecisiete, en 1893, quedó huérfano de padre “Me puse entonces a trazar planes para ver cómo vivía. La única herencia que recibí de mi padre fué mi amor al trabajo sobre todas las cosas, la conciencia tenaz, el afán incesante de mejoramiento en lo moral y en lo material y cierta dosis de ambición muy humana y poco generalizada y otra dosis de amor a la gloria”. 

Entonces decidió viajar a Guayaquil y con un capital de cien sucres puso una fábrica de cigarrillos cuya envoltura hacia él mismo con planchas de madera y una especie de maquinita que fabricó imitando una que había visto en esta ciudad. 

El 9 de Diciembre de 1894 presenció el mitin de la plaza Rocafuerte, frente a la casa del Gobernador José María Plácido Caamaño, en protesta por el sucio negociado de la bandera. Se vivía un clima de agitación nacional propicio para que los jóvenes orientaran sus acciones hacia la política. El 5 de Junio de 1895 se proclamó en Guayaquil la revolución liberal y días después el caudillo Eloy Alfaro vino de Panamá, entró en Guayaquil, subió a la sierra y triunfó en Gatazo, instaurándose en la República el régimen liberal; pero, a los pocos meses, sus opositores tomaron la plaza de Cuenca. Hacia ellos fué Pérez Pazmiño enrolado en el batallón “Libertadores de El Oro”, hizo campaña con el grado de Teniente y figuró entre los vencedores en el combate del Cebollar. 

En 1897 fué licenciado del ejército y pasó a residir a la población de El Pasaje de las Nieves donde consiguió empleo como amanuense del Concejo Cantonal, casi enseguida ascendió a Secretario. 

En 1898 se empleó en la tienda de abarrotes de la hacienda “Pensilvania” propiedad de un pariente, ubicada en la parroquia Buenavista, y aprovechó el tiempo libre para completar su formación. De esa época son sus primeros versos; sin embargo, no se contentaba con llevar esa vida casi anodina, por eso abandonó la tranquilidad del campo para venir por segunda vez a Guayaquil y con dinero tomado en préstamo a varios amigos compró telas y otras mercancías que vendió en forma ambulante recorriendo las poblaciones que bordean los ríos Daule y Babahoyo, pero el negocio no fue bueno y lo abandonó. Nuevamente en Guayaquil, en 1900 fué corresponsal de “El Orense” de Machala y la lectura del libro “El Carácter” de Samuel Smiles abrió en su espíritu un camino de gran resonancia y desde entonces vió más claro y enrumbó definitivamente la modalidad de su carácter inconforme en un ambiente que se sentía saturado de contradicciones. Por eso se formó liberal radical 

El 1 de Enero de 1901 ingresó de amanuense a la Gobernación de El Oro. El 15 de Febrero fué ascendido a Oficial Mayor, luego será Secretario. Entonces colaboraba en “El Centinela de El Oro” editado en Machala bajo la dirección de Manuel Cruz Murillo y J. Camilo Mora, dirigiendo la sección Recreaciones, que se componía de jeroglíficos, charadas y logogrifos que el mismo dibujaba y escribiendo poesías como esta: Fragmento. // Mi verso es tan sencillo porque de mi alma brota / como brota la sangre de alguna arteria rota / porque mana espontánea de agua cristalina / que suavemente baja de la alta colina…./ 

El 23 de Diciembre contrajo matrimonio con su prima segunda Herlinda Castro Santander a quien dedicaría el siguiente poema: //Juramento // A mi esposa // Todo pasa en el mundo, todo dura / lo que dura una flor, un ave, un nido; / todo muere o se pierde en la oscura / y pavorosa noche del olvido. // Pero el amor inmenso y la ternura / en el que por ti, latido tras latido / arde mi corazón y han convertido / mi vida en una noche de dulzura / no pasarán jamás: podrán los años / rodar fugaces en veloz carrera / y apagar tus miradas y tus besos / Con un soplo mortal; los desengaños / exaltarán mi amor y, cuando muera. / ¡aún en la tumba te amarán mis huesos! // 

Días después instaló una tienda de abarrotes en Machala y el 10 de Agosto de 1902 fundó en esa ciudad el periódico “La Idea Libre” con un socio que se pasó de listo porque jamás puso su parte de capital ni trabajo alguno. “La Idea Libre” tuvo vida efímera y hasta le atrajo numerosas enemistades, se editó en la imprenta municipal a cargo del regente Robles y terminó en poco tiempo. I como el periodismo se hace parte de la vida de los escritores, en 1905 fundó “El Machaleño” con Podalirio Murgueitio y con su primo Juan Sebastián Pérez, periódico de un tinte político mucho más acentuado. 

En Agosto de 1903 fué electo Comisario Municipal de Machala, pero renunció casi enseguida para instalar una escuela primaria que también tuvo corta duración. En 1904 desempeñó la secretaria de la Intendencia de El Oro hasta el 23 de Enero de 1906 que fue reemplazado a causa del triunfo de la revolución de Alfaro. Desde ese momento se dedicó de lleno y de manera exclusiva al comercio y al periodismo. 

En 1905 había obtenido “regulares créditos” en Guayaquil y con ellos aumentó su almacén en Machala: más a causa de una malhadada crónica que no le gustó al gobierno, cayó preso el 5 de Junio de 1907 y fué confinado a Guayaquil con notable quebranto para su negocio, que tuvo que cerrar. 

En el puerto se instaló definitivamente porque comprendió que por razones políticas le sería muy difícil vivir en El Oro, de suerte que nuevamente se dedicó al comercio y prosperó. Hacia 1909 logró cancelar las deudas que aún mantenía en Machala y en tres mil sucres adquirió un pequeño solar en la esquina de las calles Sucre y Boyacá. Dos años después edificó una casa de madera; vivía en los altos, estableció su tienda de comercio de comestibles y licores nacionales en los bajos e ingresó a las logias masónicas. 

En 1913 montó una fábrica de licores en Daule a base de alcohol de caña utilizando las fórmulas químicas de su amigo el Dr. Roberto Leví Hoffmann, recién llegado de Alemania, y con el tiempo los exportó a Colombia y Perú, siendo éste el orígen de su fortuna. En 1914 fué diputado suplente por El 

Oro y escribió para “El Mercurio”, “El Sol”, “La Reforma”, “La Nación”, “La Reacción” y “Guayaquil Artístico”, en esta última publicación dió a la luz sus célebres “Chispas”, serie de pensamientos y disquisiciones de carácter filosófico sobre la vida diaria y común, que le dieron celebridad citadina. 

En 1915 giraba con un capital propio y el balance anual registraba un margen de treinta mil sucres de utilidades líquidas. En 1917 popularizó su seudónimo “Jorge Spero” en “El Cincel”, “El Censor” y “El Guante” de Guayaquil y en “La voz de la juventud” de Daule; también publicó “Recuerdos” folleto en 17 páginas con “Poesías, discursos y chispitas”. Entonces sufrió una agresión a mano armada de la que milagrosamente resultó ileso. Al siguiente año preparó un “Informe de los trabajos realizados en la Logia Sucre”, folleto de 23 páginas impreso en Guayaquil en 1918. 

Desde 1919 salió de la masonería y comenzó a colaborar en “El Universal” de Guayaquil que dirigía el periodista venezolano Luis Guevara Travieso, exiliado de la dictadura del Gral. Juan Vicente Gómez. 

El 14 de Septiembre de 1921, se enteró de la inminente clausura de El Universal; que ya no estaba circulando en esos días por razones económicas, concurrió a la casa de su amigo y le propuso la compra de todos los activos del periódico (talleres donde se diagramaba e imprimía) cerrando el trato; pero, tras recibir su dinero, Guevara le indicó que el uso del nombre también tenía su precio. Entonces Pérez Pazmiño renunció al nombre en ese mismo momento y al día siguiente preparó la primera edición del nuevo diario que ya mo llamó El Universal si no “El Universo” y salió el 16 bajo el epígrafe de “diario liberal de la mañana, órgano de intereses generales” con un aviso a dos columnas donde se informaba al público del cierre de El Universal para dar paso a “El Universo, “diario que laborará por la libertad, la justicia y la verdad” bajo la dirección de Ismael Pérez Pazmiño, que también escribe una columna titulada “Desde el mirador.” La administración general estaba a cargo del periodista español Nicolás Aguirre Bretón y la redacción del periodista chileno Augusto Peterson. 

Desde sus comienzos “El Universo” se imprimió en los bajos de una casa de madera y tres pisos ubicada en 

Chimborazo entre Vélez y Luque cuyo alquiler fue de ciento cincuenta sucres mensuales. En la parte frontal eran las oficinas y al fondo los talleres con los chivaletes y la prensa. Al poco tiempo arrendaron el entrepiso de una casa vecina para llevar allí las oficinas, abriendose una puerta en la pared divisoria de los dos edificios. Su director a veces tenía que dormir en la oficina para apresurar la salida de la edición diaria y poder lanzarla a las calles antes que la competencia. También se requería enviarla a Duran muy temprana los días en que el tren viajaba a la sierra. 

El diario mantuvo una política de independencia frente a los gobiernos y aunque los inicios fueron duros poco a poco enrumbó hacia el sitial que actualmente ostenta; para ello, requirió del capital de varios socios y el 7 de Agosto de 1923 firmó la escritura de constitución de El Universo S.A. que permitió montar una segunda prensa – marca Universal – y la segunda linotipia. En 1925 inauguró la tercera y alcanzó una circulación de dos mil seiscientos ejemplares, cifra respetable para la época. 

Después se trasladaron las oficinas a la casa del Director en Sucre y Boyacá, que finalmente fue copada, teniendo la familia Pérez Castro que ocupar una casa vecina, también de su progenitor, aunque de menor extensión. El Universo se editaba en ocho páginas con un tiraje de cinco mil ejemplares. El 27 envió a su hijo Sucre a estudiar periodismo en la Universidad de Columbia, en los Estados Unidos. El 29 adquirió la cuarta prensa – marca Vomag – y agregó dos linotipias más alcanzando una circulación de diez mil ochocientos ejemplares. 

En 1923 asistió a la Asamblea Nacional del partido Liberal. Para la revolución Juliana tomó la debida distancia en tratándose de un golpe militar de tinte regionalista pues su líder Luís Napoleón Dillon desde los inicios se las tomó contra Guayaquil, su banca, comercio y producción, pensando quizá con eso que lograría el liderazgo de los asuntos nacionales para Quito. En enero del 29 adquirió la gran rotativa y los accesorios que constituyeron lo que fue la poderosa maquinaria de “El Guante” clausurado meses tras por la tiranía del presidente Isidro Ayora. 

Parte del progreso en ventas de El Univeso se debía – a sus dos secciones, la nacional y la internacional, así como a la publicación de varias tiras cómicas, novedad que se estaba imponiendo en la prensa escrita de los Estados Unidos y que Pérez Pazmiño imitó enseguida. 

En 1931 realizó su primer viaje a Europa y los Estados Unidos con su esposa y su hijo Sucre y actuando en la gerencia su hijo Ismael se adquirió al Banco La Previsora el lujoso edificio de cemento ubicado en la esquina de 9 de Octubre y Escobedo que había sido templo masónico pues, como se vivían los peores momentos de la crísis económica de los años treinta, el edificio soportaba tres hipotecas, estaba embargado por La Previsora e iba a salir a remate. Víctor Emilio Estrada Schiacaluga llamó a Ismael Pérez Pazmiño y se lo dió a buen precio y con facilidades de pago, pues, a causa de la depresión, nadie lo quería comprar. Esta fue la tercera sede del diario, después se trasladaría al sur donde actualmente se encuentra.. 

En 1932 fué electo Senador por el Oro y concurrió a las sesiones del Congreso que descalificó al presidente electo Neptalí Bonifaz Ascázubi por su dudosa nacionalidad pues, durante la movilización armada de 1910 contra el Perú, había donado una suma de dinero (Diez mil sucres) a la Cruz Roja peruana. Ese año El Universo celebró sus once años de vida periodística con espectáculos montados en el boulevard Nueve de Octubre. 

En 1933 el diario contaba con tiras cómicas para distracción de la la niñez y adolescencia: Cástor y Pólux, Cuquita la mecanógrafa, el gato Félix, una nacional titulada Saetilla caradura dibujada por A. E. Santos y saldada todas sus deudas, realizó con su esposa un segundo viaje a Europa. De regreso en 1934 publicó en Guayaquil “La República del Ecuador, palabras de verdad y justicia” en 67 páginas. 

En 1935 editó “Desde Europa: el problema político del Ecuador” en 32 páginas, que firmó con el seudónimo de “Un Ecuatoriano”. Ese año viajó por Sudamérica siendo recibido por varios gobernantes a quienes se hizo presentar para entrevistarlos. El 4 de Mayo de 1936 y por iniciativa personal se fundó en Guayaquil el “Círculo de periodistas del Guayas”. En 1937 edificó la villa Concha en Salinas. 

La dictadura del Ing. Federico Páez clausuró “El Universo”, pero tras una explicación se consiguió finalmente su reapertura. Todo el embrollo se debió a una caricatura en la que aparecía Páez con la copa en alto y en medio de una cena, rodeado de sus Ministros y de los principales jerarcas militares, exclamando: Todo esta bien pero tengo el pálpito de que saliendo de aquí alguno me va a besar, como efectivamente ocurrió pues terminó siendo defenestrado por el Ministro de Defensa, General Alberto Enríquez Gallo, quien además era su ahijado de bautizo. Por eso dicen que Páez, al enterarse de la traición de su ahijado, dizque dijo: No me extraña el asunto, pues de chico me meó y de grande me cagó. 

En 1939 editó “La forzada clausura de “El Universo” en 282 páginas y “La ignorancia y otros azotes del hombre” en 69 páginas. En 1940 hizo construir una hermosa y elegante villa de cemento en 9 de Octubre y Carchi, barrio del Salado, que llamó Maria Elena por una de sus hijas, donde se trasladó a vivir con los suyos. En 1941 y durante la invasión peruana, fue miembro de la Junta de Defensa Nacional. En 1943 presidió la Cruz Roja Provincial del Guayas y escribió “Surcos de una Vida”. Poco después fallecía en Los Angeles, California, el 1 de Noviembre de 1944, a los sesenta y ocho años de edad, de cáncer generalizado, no sin haber escrito: // I // La muerte es buena y es útil / y llega a veces a tiempo / a poner fin compasiva al mal que parecía eterno. // II // Es benigna cuando cierra / con el misterio de un beso / de seda, los ojos mustios / y apagados de un enfermo. // 

Bajo de estatura, delicado en todos sus actos, blanco de tez, trato afable, mirada noble y apacible, paso suave y menudo, charla amena y variada, de pensar profundo, pero lo que más se destacaba de su robusta personalidad era una voluntas acerada y el ímpetu creador, pues siempre fue tenaz en sus impulsos y firme en sus resoluciones, por eso “ha dejado de herencia un diario y el ejemplo de una vida de trabajos, tensiones e ideales” y aunque no fue propiamente un literato tenía estilo y dialéctica para encantar a los lectores.