ILLESCAS ALONSO

GOBERNADOR DE ESMERALDAS.- Nació hacia 1528 en la región del Cabo Verde en las costas del río Senegal en Africa. De diez años fue capturado por los negreros quienes le llevaron esclavo a España y fue bautizado con ^ el nombre de Enrique.

Al poco tiempo fue vendido en Sevilla al mercader Alonso de Illescas quien lo crió en su casa y en la confirmación le dio su nombre. Pasó a América con su amo y en el mes de Octubre de 1553 partió de Panama con otros esclavos rumbo al Callao, pero pasados treinta días de navegación, al llegar al cabo de San Francisco, en una ensenada que se hace en aquella parte que se llama Portete y después fue asiento del pueblo de Canoa, tomaron tierra los marineros para descansar, sacando a diecisiete negros y seis negras a que les ayuden a buscar algo qué comer, dejando el barco sobre un cable. I estando en tierra se levantó un viento y marea que hizo que el barco fuera a dar contra los arrecifes de aquellas costas destruyéndose totalmente. Los treinta y tres esclavos negros aprovecharon la ocasión para internarse en las selvas sin propósito de regresar a la servidumbre.

Alonso, hizo buena amistad con los indios Niguas que entonces habitaban desde Santo Domingo hasta Esmeraldas. Estos le dieron por mujer a una india hermosa, hija de un principal y muy emparentada, con cuyo fervor de parientes vino a tener mando y señorío entre los negros y los indios, aunque para ello y ofreciendo volver se retiró el viernes 27 de Septiembre para traer a mas gente.

El 8 de Octubre regresó en una corpulenta canoa seguida de una flota de balsas y desembarcaron cincuenta indios y dos mulatos llamados Enrique y Sebastián, hijos de Alonso de Illescas. Uno de ellos estaba casado con la hija de Chiliandauli. También tenía una hija casada con un esclavo de Andrés Contero, otra hija llamada Justa que Andrés Contero la pudo sacar a Guayaquil y la casó con un esclavo suyo, otra hija Maria que vivía con Gonzalo Dávila y muchos hijos más, pues disponía a su haber de catorce o quince mujeres, según testimonio de Cabello Balboa. En este segundo encuentro se volvieron a leer las Reales Provisiones y el Presbítero quiso catequizarlo pero este contestó: “Esto no lo puedo tener ahora, mientras ando ocupado en la redención de estas gentes”. Fue la última entrevista que sostuvieron porque los indios se levantaron en armas y los expedicionarios españoles tuvieron que retirarse hacia el sur, arribando a Manabí en penosas condiciones.

En 1583 la Audiencia volvió a tratar la pacificación de Esmeraldas y envió con tal objeto al religioso trinitario fray Alonso de Espinosa, quien arribó a las costas y fue recibido por uno de los numerosos hijos de Illescas, a quien dieron nuevamente el tratamiento de Gobernador. También se conocen como hijos de Alonso de Illescas al Capitán Alonso Sebastián de Illescas, señor de la región de Campas y Coache, y a Baltazar Antonio de Illescas, también mencionado en la Relación de 1600 que escribió en Quito el Capitán Pedro de Arévalo para conocimiento del Oidor de la Audiencia, Dr. Juan del Barrio Sepúlveda.

Hijo de Alonso Sebastián era Juan de Illescas, por entonces mozo de dieciocho años. Igualmente era su cuñado el Cacique Juan Mangache, hijo del negro Andrés Mangache y de una india nicaragüense su mujer, quienes llegaron a la provincia de Esmeraldas huidos de un barco español anclado en la bahía de San Mateo y fueron al puerto de Dobe donde reinaba el Cacique Chiliandauli. Posteriormente Alonso de Illescas asesinó a Andrés Mangache para consolidar su dominio absoluto sobre la zona.

El Capitán Francisco de Arobe, era hijo de Andrés Mangache y había sido bautizado en 1577, en la doctrina de San Mateo por fray Juan Salas, miembro de la expedición de Cabello Balboa. En 1599 viajó a Quito con dos de sus hijos mayores llamados Pedro de veintidós años y Domingo de Arobe de dieciocho. Fueron bien recibidos por los Ministros de la Audiencia y retratados por el notable pintor Andrés Sánchez Gallque para que el Rey Felipe III tuviera en la Corte la prueba fehaciente de la pacificación de los negros y zambos de la provincia de las Esmeraldas y mostrar la nueva raza que surgía en sus reinos. El retrato del Capitán Francisco de Arobe y dos de sus hijos es una notable obra de arte fechada y firmada en 1599 y constituye un valioso documento etnográfico, pues los tres personajes aparecen elegantísimos en sus ropas de Corte que se compone de (capa, sombrero, gorgeras) y al mismo tiempo portan lanzas, usan narigueras, collares y aretes de oro fino, demostrándose un proceso de aculturización. Bien entendido que en sus tierras andaban medios desnudos por el clima y vestían solamente unas mantas que ellos mismos confeccionaban. Este retrato se conserva en el Museo Etnográfico de América, Sala II, Madrid, España.

En 1600 los hermanos Alonso Sebastián ^ y Baltazar Antonio de Illescas también pasaron a Quito en compañía del Capitán Alonso Sánchez de Cuellar y diez o doce españoles y negros que se habían perdido. El Oidor del Barrio les envió caballos y bastimentos y la exótica comitiva entró en la ciudad ante la curiosidad del vecindario. El objeto del viaje era hacerse cristianos y dar la paz y la obediencia al rey. El Obispo los confirmó en la iglesia de San Blas en presencia del Presidente de la Audiencia, los Oidores y el Fiscal, así como del General Diego de Portugal, Corregidor de Quito y de los Regidores de ese Cabildo y del Eclesiástico, y de numerosos religiosos de las órdenes. El Dr. del Barrio hizo de padrino de Alonso Sebastián y el Fiscal Blas de Torres Altamirano de Baltazar Antonio de Illescas y a todos se les brindó alojamiento y comida, así como numerosos regalos y tras permanecer doce días, obtuvieron licencia para volver a Esmeraldas, como efectivamente lo hicieron el 19 de Julio de 1600, en compañía del Capitán Pedro de Arévalo y de Fray Juan Bautista de Burgos, nombrado Vicario de San Matheo.

En 1620 el Capitán Martín Fuica informaba que los negros y mulatos que se dicen Illescas han prevalecido en esas costas de Esmeraldas, por a quienes les acostumbraba pasar una renta, porque así era de generoso.

Graduado de bachiller en 1919 en el Colegio Nacional Vicente Rocafuerte ingresó a la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Guayaquil y por su carácter alegre y expansivo, amplio, elocuente y brillante, ganó inmediata popularidad y el 21 fue Presidente de la Escuela de Derecho, el 26 logró la Licenciatura y el 29 de Enero de 1927 sustentó su tesis sobre asuntos bancarios alcanzando el doctorado y el 23 de Febrero inscribió su titulo de Abogado en la Corte Superior de Justicia de Guayaquil.

Ese año fue designado por su amigo el dictador Isidro Ayora para las funciones de Abogado de la Aduana, en cuyo desempeño se mantuvo varios meses a pesar de la oposición de algunos comerciantes que vieronse obligados al cumplimiento estricto de la ley. Tal conducta, ajustada siempre al derecho, le granjeó el agradecimiento de Ayora, que le hizo elegir Diputado por Manabí a la Asamblea Nacional Constituyente instalada en Quito el 9 de Febrero de 1928 y salió electo Secretario mientras tanto había un cursionado en el negocio de cines y llegó a ser propietario de los teatros Olmedo y Edén.

Entonces ocurrió que el gerente del Anglo Ecuadorian Oil, William Barry, requirió sus servicios profesionales por considerarle un abogado influyente y lo hizo nombrar en la Compañía. Meses después Illescas formó con Barry dos empresas ecuatorianas: la Petrópolis Oil Co. y la Carolina Oil Co. que devinieron en propietarias de los pozos de petróleo en Santa Elena a través de una serie de negociaciones con sus dueños originales, y vendían el oro líquido al Anglo para su refinamiento en el Campamento de Puerto Rico, ubicado al lado del puerto de la Agujereada (ya conocido como La Libertad) y desde allí se exportaba a Inglaterra.

Tenía su estudio en Pichincha No. 710, casa de la Sociedad de Beneficencia de Señoras, habitando en los altos. El 32 hizo un viaje de negocios a Europa para entrevistarse con los personeros del Anglo en Londres. Hablaba francés e inglés a la perfección. De regreso por Francia volvió a tratar a María Mercedes Ycaza Pareja a quien ya había conocido a la ida. Ella era huérfana de madre y vivía con su tía Josefina Pareja Avilés, esposa de su padrino de bautizo Carlos Benjamín Rosales Llaguno en un departamento de la Rué Víctor Hugo. En 1933 contrajeron matrimonio y retornaron a Guayaquil, naciendo al año siguiente el primogénito Francisco, pero la unión no funciono por el mal carácter de él que siempre fue impetuoso y avasallador y ciertos remilgos de ella. Ambos eran de la misma edad. María Mercedes era nacida en Guayaquil el 16 de Junio de 1900 en una casa del malecón propiedad de su abuela Virginia Carbo.

En 1945, a instancias de su amigo Jorge Montero Vela, ministro del presidente Velasco Ibarra, fue designado Ministro Plenipotenciario en la Argentina durante los primeros meses del régimen de Juan Domingo Perón. El matrimonio se reunió nuevamente en Buenos Aires, viviendo en el suntuoso hotel Alvear, pero la situación política interna de ese país y una petición del Presidente Velasco Ibarra, que aplaudía los numerosos convenios comerciales que Illescas lograba, le hicieron aceptar la Plenipotencia en los Estados Unidos en 1946. En Washington vivieron en Bancrof Place.- A los pocos meses Illescas acusó de nazi a Leonardo Stagg Durkof porque había estado en lista negra debido a su ancestro materno alemán para impedir que fuera designado Ministro de Economía. Conocido el asunto en Cancillería se hizo la respectiva consulta a la Secretaria de Estado norteamericano donde llevaban el listado de los nazis en Sudamérica, que no se opuso a esa designación. El asunto fue comentado por el Canciller José Vicente Trujillo al Presidente Velasco Ibarra, quien se disgustó mucho con Illescas y firmó la designación de Stagg, produciéndose lógicamente, la renuncia del primero Nuevamente en Quito el 47 de inmediato se entendió con el General Carlos Mancheno Cajas, Ministro de Gobierno, que dio el golpe de Estado que destituyó al Presidente Velasco Ibarra y cortó el paso al Canciller José Vicente Trujillo, quien se perfilaba como posible sucesor presidencial. Durante los pocos días de la dictadura de Mancheno se mencionó varias veces el nombre de Illescas para la presidencia pero al final se prefirió a Carlos Julio Arosemena Tola por ser un personaje apolítico, mas, como Illescas era su amigo personal, le designó Ministro Plenipotenciario en Chile y luego en Panamá.

En 1948 regresó a su profesión de abogado. El Anglo le abrió nuevamente las puertas pues durante sus años de ausencia no se habían cortado las relaciones comerciales y tuvo por clientes, entre otros, a numerosas empresas norteamericanas como Panagra, cuya central sudamericana iba a funcionar en Guayaquil pero se opusieron los burócratas quiteños alegando que la sede debía estar en la capital; los técnicos yanquis llegados exprofeso al Ecuador vieron que ese aeropuerto no servía porque permanece nublado la mayor parte del tiempo – en esos tiempos aún no se inventaban los sofisticados aparatos de radar de ahora – y para no herir susceptibilidades se fueron al Perú, recomendaron el aeropuerto de Lima, que también queda en la Costa y toda querella terminó en forma salomónica, pues la sede no estuvo ni en Quito ni en Guayaquil, perdiendo nuestro país la oportunidad de ser el centro de la navegación aérea de entonces.

El 50 fundó en Quito el periódico “El Sol” con sus amigos Benjamín Carrón y Alfredo Pareja Diez – Canseco. Era un diario liberal y culto, tuvo gran éxito pero cerró sus puertas en 1951 a causa de una mala política económica. Mientras tanto su esposa había vueltoa vivir con su hijo en New York.

En 1951 consiguió varios permisos especiales para importar harina y el 52 fundó al sur de la ciudad una de las industrias más importantes del país, los molinos de “Harinas del Ecuador Inc.” que manejó a través de buenos amigos como Miguel Angel de Ycaza Gómez y Clemente Duran – Ballén Romero.

Guillermo Arosemena, que ha conversado mucho con Francisco Illescas Ycaza ha escrito: Illescas Barreiro propuso a la empresa propietaria de la Anglo, la compañía inglesa Balfour Williamson, asociarse para construir un molino de trigo. Los inversionistas ingleses estaban familiarizados con tal negocio. Uno de los fundadores de la citada empresa en el siglo XIX se había iniciado en la molinería en Chile y con los años compraría molinos en Perú. La empresa Balfour Williamson analizó la oferta y preocupada de que en aquellos años se habían nacionalizado empresas de extranjeros en la América Latina, concluyó que por tratarse de un producto político en un país subdesarrollado, declinaban la participación accionaria, pero ofrecían financiarlo, como efectivamente ocurrió. Así nació en 1952 Harinas del Ecuador (HDE) con una inversión de veinte y dos millones de sucres (1.470.000 dólares) y con capacidad para fabricar treinta mil toneladas de harina, cantidad que lo ubicó como el más grande molino del país. Miguel Angel Ycaza, gerenció la industria y se convirtió en su asesor permanente. Dentro de las instalaciones montó una línea para fabricar la tela de algodón o yute usada en los sacos donde se envasaba la harina. Se establecieron puestos de ventas en diversos sitios de la ciudad. La Balfour, Williamson tenía una muy buena impresión de illeseas, quien la había servido extraordinariamente bien, eon sus contactos políticos que tenía Quito. illeseas había alcanzado gran poder y conseguía lo que quería.

Con la asesoría de técnicos extranjeros, HDE operaba con costos más bajos que los competidores de los molinos situados en la Sierra y aprovechaba los subproductos, que por falta de mercado interno eran exportados. Durante los primeros años de operaciones de HDE, illescas tuvo que recurrir a la Anglo para el capital de trabajo. Toda decisión de importancia debía ser consultada con Harry Shephard, gerente general de Anglo en Guayaquil.

Illescas logró conseguir la prohibición de importación de harina y en esa forma garantizó el monopolio para su empresa en el mercado guayaquileño. En pocos años hizo el suficiente dinero como para cancelar las deudas que contrajo al montar los molinos.

A partir de 1955 estableció algunas otras empresas. Las utilidades del molino fueron invertidas en compañías de comercio, industria y agricultura. Unas resultaron rentables y otras fracasaron. Este período de expansión que cubre hasta 1963 causó malestar en la familia illescas Ycaza. En una entrevista sostenida con su hijo, comentó que nunca estuvo de acuerdo con las múltiples inversiones que su padre realizó, y recordó los trágicos momentos que vivió con su madre cuando se enteraron que había perdido mucho dinero en la diversificación. Buscando la integración vertical, Illescas estableció Panificadora Nacional (PN) modelo de panadería ubicada en la calle Rocafuerte. El tuvo en mente convertirla en la más importante de la ciudad, para lo cual envió al gerente a estudiar panadería a los Estados Unidos. En teoría, la inversión era favorable pues así integraba su negocio, al igual que lo habían hecho los grandes empresarios estadounidenses en la industria del automóvil, acero, etc.

Los panaderos de la ciudad no vieron con buenos ojos a illescas pues pensaron que se convertiría en competidor de sus propios clientes. Preocupado de que perdería su clientela illescas optó por cerrar la panadería al año de haberla inaugurado. Su hijo me comentó que las pérdidas que incurrió su padre en PN se aproximaron a los trescientos mil dólares.

Como tuvo inclinación política, instaló un periódico en Quito, Diario Ecuador, adquirió una imprenta con el nombre de Prensa Ecuatoriana, estableció un molino en esa ciudad con la razón social de Molino Royal y en Guayaquil compró una fábrica de alimentos balanceados. También constituyó Ecuadorian Timber y Ecuabalsa. Adicionalmente fue dueño de la isla Santa Ana y tuvo intereses en la hacienda Venecia. La mayoría de esas inversiones se hicieron con fondos de HDE y para financiarlas recurrió al endeudamiento, que terminó restando severamente la liquidez de la empresa principal.

En 1961 representó al Ecuador en las primeras reuniones que se realizaron en México para organizar la Asociación Latinoamericana de Libre Comercio, conocida como ALAC. Su tiempo lo distraía en realizar numerosos viajes, su Gerente Ycaza Gómez falleció el 55. El local del teatro Edén había sido vendido años antes a Víctor Emilio Estrada pero aún continuaba con el Olmedo, tradicional en la urbe. El 57 adquirió una casa de seis pisos en el Malecón donde vivió sus últimos años.

A principios del 63 empezó a sentirse cansado y habiendo efectuado un chequeo médico en el New York Hospital le diagnosticaron un cáncer pulmonar, raro en él porque jamás había probado un cigarrillo, a consecuencia del cual falleció, acompañado de su esposa e hijo, el 12 de Julio de ese año, de solamente sesenta y tres de edad.

Alto, blanco, ojos y pelo café y al final terminó canoso. Genial en muchos aspectos, hablaba y entendía las malas palabras en alemán porque siempre fue hombre chistoso que aprendía bromas.

Está considerado uno de los grandes ejecutivos empresariales del país en el siglo XX dejó un imperio, bien es verdad que al morir dividió su fortuna pues tenía una hija fuera de matrimonio casada con un norteamericano y viviendo en Quito.

Guillermo Arosemena también ha escrito: Cuando falleció, los diarios de Guayaquil reseñaron sus logros en los siguientes términos: “Se distinguió por su talento e iniciativas creadoras que fueron atributos esenciales de su personalidad… en el campo de los negocios destacó siempre por su acierto y sus cualidades de visionario, de robusta mentalidad, enfocó no solamente los problemas inherentes a la orbita de la empresa privada que el dirigía, sino que alcanzó con orientación debida, todo aquello que se relacionaba con los destinos de la Patria, a la cual sirvió con desinterés y decisión”.

En 1965, la esposa de illescas y su hijo, con la ayuda y consejos del gerente general de HDE, Clemente Duran Ballén Romero, iniciaron conversaciones con la empresa multinacional “Continental Grain” y la “Seaboard” para vender la empresa. En la negociación también intervinieron los asesores Félix Hidalgo White su concuñado y Teodoro Arizaga Vega su abogado de confianza. Un año más tarde, fue vendida en una importante suma de dinero que permitió cubrir las elevadas deudas y dejar un considerable capital a favor de los herederos. Los nuevos accionistas cambiaron la razón social a Molinos del Ecuador (MDE)

Francisco Jr. recuerda que, “las negociaciones fueron muy complejas porque el pasivo hacia casi imposible la venta.” Al referirse a la transacción, un alto funcionario del Bank of New York, en carta a su madre le escribió diciendo “.ha tenido usted una gran suerte al poder deshacerse de esa industria que tantos desvelos le producía…todos los que mediaron en la operación y muy especialmente Pancho (Jr.) merecen una felicitación calurosa por su excelente actuación y por el éxito obtenido.” La decisión de la venta fue en el momento correcto y al precio correcto.

Molinos del Ecuador pasó a ser gerenciada por Willins Black, estadounidense que se ganó la confianza y respeto de los círculos comerciales de Guayaquil, ocupó el cargo por más de una década, habiendo regresado a su país a fines de los setenta. En la actualidad la empresa continúa operando bajo los mismos accionistas.