MAESTRA.- Nació en la hacienda “La Clara” a orillas del río Puebloviejo, provincia de Los Ríos, el 11 de junio de 1910. Hija legítima de Alberto Herrería Cuesta, natural de Portoviejo, combatiente alfarista y luego administrador de las haciendas “La Clara” y “La Aurora” de Martín Avilés Elizalde, y “La Estrella” de Luis Orrantia Cornejo y de su prima hermana Ney María Herrería Ureta, natural de Charapotó, huérfana muy niña y criada por sus tíos paternos que después fueron sus suegros. Ella fue tierna compañera y esposa ejemplar -su hijo Alejandro le escribiría después- “por la ternura de tus besos se modeló el áspero bronce de mi padre”.
Isabel fue la sexta de una familia de catorce hermanos y recibió las primeras letras de su madre en la verde campiña de Puebloviejo. El mismo Alejandro agregó: “sobre tus musgos y tus pastos, bajo la sombra de tus árboles de cacao, la viste guiar a un grupo de muchachos enamorados del ideal”.
El padre les proporcionaba buenos libros y profesores, entre los que sobresalió el célebre andariego español Arturo de Baanantes y Cortázar, quien les enseñó educación y cultura, corrección y propiedad al hablar, modales en la mesa, raíces latinas, a dibujar, a jugar ajedrez y en fin, todo cuanto se requería para brillar en sociedad. Era una cultura elitista. “Vivíamos en la hacienda inmersos en nuestra propia familia, sin siquiera conocer la realidad social del campo que nos circundaba, pero como yo era muy curiosa me escapaba a conversar con los campesinos y hasta aprendí sus dichos y costumbres”.
De doce años viajó varios meses a Posorja con los suyos. Su madre había comprendido que era necesario vivir en Guayaquil y de regreso alquilaron una casa central. Ella dispuso para Isabel una educación de primera; debía concurrir al “Vicente Rocafuerte”, que era mixto, pero el natural temor de muchacha de hacienda se lo impidió. Entonces Mercedes Moreno Irigoyen, directora de la escuela municipal No. 4 “Manuel María Valverde” y muy amiga de su madre, la llevó a sus clases y quiso ponerla en el séptimo grado, pero Isabel prefirió el sexto, donde fue la mejor alumna y al final del curso dictó clases de alfabetización en la Sociedad de Carpinteros ubicada en Huancavilca entre Chimborazo y Coronel”.
En 1930 conoció en casa de amigos comunes al joven Pedro Saadd Nigaim con quien en novió; pero los avatares propios de los tiempos políticos se interponían en dicha relación.
“En 1939 de 29 años de edad, contraje matrimonio con Pedro, después de ocho de amores y al nacer mi primer hijo en 1940, renuncié al empleo de profesora y comencé a estudiar taquigrafía para ayudar como secretaria a mi esposo, quien me dictaba diariamente, y así salieron documentos muy valiosos para la historia del país, como las declaraciones de principios de la FEUE y de la Confederación de Trabajadores del Ecuador”.
En 1940 realizó junto a su esposo líder de los comunistas en Guayaquil una activa labor sindical entre el Campesinado y especialmente en la zona del Ingenio San Carlos. El 41 su esposo sufrió una prisión de varios meses.
“Entre 1942 y el 44 Pedro Saad cayó varias veces preso y fue perseguido por los pesquisas que no lo dejaban ni a sol ni a sombra. Vivíamos modestamente, de una módica pensión mensual que nos pasaba mi suegro Kalil Saad, quien siempre quiso a su hijo y nunca lo dejó de proteger, porque vivía orgulloso de él”.
“En 1943 entré de lleno a la política antiarroyista y ayudé a la formación de los Comités Populares de Guayaquil, dictaba cursos nocturnos de orientación, fui miembro del bureau político del partido y contribuí a organizar el I Congreso de la Confederación de Trabajadores del Ecuador, que se realizó en la clandestinidad porque lo prohibieron las autoridades”.
“Al triunfar la revolución del 28 de mayo Pedro fue designado Diputado a la Asamblea Constituyente del 45, por el Congreso Nacional de Trabajadores del Ecuador que se reunió en Quito. Ya era Secretario General del Partido Comunista Ecuatoriano y a mi me consideraban la primera dama del Partido”.
El Presidente Velasco Ibarra dio el golpe dictatorial del 30 de marzo de 1946 y su Ministro de Gobierno Carlos Guevara Moreno inició una de las mayores persecuciones políticas que registra la historia del país. Pedro Saad estaba de Presidente de la Confederación de Trabajadores del Ecuador y tuvo que esconderse. Guevara ordenó el secuestro de nuestro hijo Pedrito
-que sólo tenía 4 años- para obligarlo a presentarse ante las autoridades. A Pedrito lo sacaron con engaño del interior del Hotel Savoy mientras yo me encontraba ayudando al Sindicato de la fábrica de tejidos La Internacional, que había declarado la huelga. Cuando mi hijo era conducido al vehículo de la Intendencia del Pichincha, de placas 0-002 se dio cuenta de la estratagema, logró soltarse y salió corriendo, entonces los pesquisas cometieron el crimen de lanzarle el carro y lo tumbaron al suelo sangrando y mal herido y como lo creyeron muerto huyeron del lugar. Pedrito fue recogido y llevado a la Clínica del doctor Isidro Ayora donde estuvo algunas semanas entre la vida y la muerte, con fracturas múltiples en el cráneo y contusión cerebral. El asunto se hizo público y la opinión nacional censuró acremente al gobierno. La señora Corina del Parral, esposa de Velasco Ibarra, mandó a su médico personal; que, por supuesto, fue cortésmente rechazado. ¡Así eran de duros esos tiempos!”.
“Por otra parte, entre 1944 y el 46 surgieron tremendas contradicciones dentro del Partido Comunista Ecuatoriano. Algunos quisieron seguir la línea de Earl Browder, Secretario General del comunismo norteamericano; quien, después de la Conferencia de Teherán en 1943, había renunciado a la vida del partido y hasta publicó dos libros. Blas Roca recogió ese planteamiento para América latina y en el Ecuador tuvimos muchas desafiliaciones. Joaquín Gallegos, Ana Moreno, algunos compañeros y yo luchamos contra la desviación de Browder; después aconteció que en Rusia iniciaron el culto a la personalidad de Stalin, a la que varios compañeros nos opusimos, así como también a otras tácticas del Partido, sin que por eso dejáramos de ser marxistas, pero esta nueva pugna se agudizó desde 1948 y era causa de frecuentes roces internos”(1)
“En 1950 Pedro fue electo Senador por los Trabajadores y viajó a Quito
para asistir al Congreso. Nuestro matrimonio se deshizo en su ausencia a causa de sus amoríos. Me separé del Partido y entré a trabajar a LEA, como Jefe del Departamento de Estadística con S/.3.000 mensuales de sueldo. En 1952 advino el divorcio. En 1953 me instalé en Quito y puse la lavandería “La Rápida” con maquinaria moderna, pero el negocio arrojó pérdidas hasta que lo cerré en 1960. Entonces me convencí que no sirvo para industrial ni para comerciante”.
“En 1962 viajé por primera vez a Rusia, como profesora de idioma español y enseñé durante seis años en el Instituto Lenín de Moscú con
180 rublos mensuales de sueldo, al lado de mis hijos Pedro e Isabel, que estudiaban becados”. En su ausencia falleció su madre. En 1966 regresé a Guayaquil y como había concluido la dictadura militar decidí quedarme en casa de mi hermana Violeta de Cuesta. El Ministro de Educación Cicerón Robles Velázquez me ofreció un empleo de Supervisora, pero nunca cumplió y me fue difícil hallar trabajo; al fin mi amigo Luis Albizuri me dio algo en Radio Bolívar. Por dos años hice el papel de suegra cargante en el programa cómico comercial denominado Desayuno Familiar que se trasmitía de lunes a viernes entre las 8 y 9 de la mañana”.
“A eso de las seis de la mañana me trasladaban gratis a la radio y percibía S/.500 mensuales de sueldo; así es que, para mantenerme, tuve que promocionar libros para la Librería Cervantes, luego vendí antigüedades y dirigí muchísimas Monografías de segundo y tercer nivel, investigando en archivos y bibliotecas en lo que restaba del día, documentándome sobre la problemática social, política y económica del país y pude salir adelante en la lucha por la vida. vendiendo libros a profesionales y llegué a colocar hasta diez al día entre 1969 y el 72”.
“En 1969 volví al magisterio municipal después de 27 años de ausencia, como profesora de la escuela mixta nocturna No. 13 “Manuela Cañizares”, situada en Maldonado y la Dieciséis, donde trabajé catorce años consecutivos hasta 1985, siempre con niños del suburbio”.
“En 1972 fui por pocos meses empleada supernumeraria de la Empresa de Teléfonos y luego ocupé la Secretaría del Departamento Municipal de Educación”. En 1973 el concejal Otton Chávez Pazmiño le entregó la responsabilidad de llevar a la práctica un programa de teatro a las escuelas primarias. Entre 1973 y el 76 desempeñé la coordinación ad-honorem del Centro Municipal de Cultura y me tocó realizar el Congreso Latinoamericano de escritores que se celebró en Guayaquil”.
“En 1976 obtuve el primer premio en el concurso biográfico convocado por el Programa Radial “Antena Pedagógica”, con un trabajo sobre el profesor Fermín Vera Rojas, en 7 páginas, que presenté bajo seudónimo y salió publicado en 1979 con mi nombre”.
“En 1977 volví a triunfar, esta vez en un concurso organizado por el C.M.C. con una “Historia de la Literatura Infantil” en 40 páginas, aún inédita. En 1980 la Dirección Municipal de Educación abrió un concurso y escribí “Situación actual de las escuelas primarias en Guayaquil” en 62 págs. Ese fue un año de grandes realizaciones, dí a la luz tres ensayos titulados: 1) “Crisis de la educación” en 4 págs., publicado en el segundo tomo de la serie “Debate Pedagógico Ecuatoriano” 2) “El Arte y la Formación Escolar” en 4 págs., presentado como ponencia en el seminario de Análisis pedagógico sobre la educación del C.M.C. y 3) “Los medios de comunicación y la alienación” en 30 págs. ponencia en el Congreso de profesores realizado en Cuenca”.
“Igualmente,” en 1980, pasé a formar parte del Directorio del C.M.C., por la sección de artes infantiles.
“En 1983 me acogí a los beneficios de la jubilación y aunque no me he reintegrado al Partido comunista, sigo dictando cursos de teoría marxista a hombres y mujeres sindicalizados. Escribí mis experiencias a nivel de profesora primaria en el suburbio oeste de Guayaquil, donde existe una cultura marginal que se esta introduciendo lentamente al centro y ciudadelas periféricas de la urbe, con problemas de difícil solución, y un trabajo sobre pedagogía titulado “Proyecto para un nuevo modelo de Guarderías infantiles” en aproximadamente 30 págs. para la revista de la “Academia Ecuatoriana de la Educación”.
En 1990 recibió la Medalla al Mérito Educacional de Primera Clase. En 1991 salió impresa en el núcleo del Guayas de la CCE su autobiografía” Cartas a Paula” en 159 págs. en cuarto, dirigida a su nieta Paula. El libro fue adquirido en su totaliad por el Estado y practicamente no circuló entre el pueblo.
De estatura mediana, tez muy clara, ojos y pelo negro y un fuego interior que se vislumbra en su mirada. Intelectual sin afectación, femenina, dulce, inteligente y de principios indeclinables marxistas.
Sus últimos tiempos fueron penosos pues su hermana Violeta, con quien vivía y siempre había sido muy unida, falleció atropellada en la esquina de su villa en el barrio del Salado, por una buseta que se trepó a la vereda. Entonces fue recogida por su hija; su hijo vivía en Quito. Isabelita falleció al poco tiempo en Guayaquil, rodeada del aprecio y la consideración de sus numerosas amistades.
- (1) El Browderismo, entre 1944 y el 46 circularon dos libros de Earl Browder que dieron lugar a una corriente política que adoptó su nombre. Esos libros fueron: 1) “Victor y and alter” (Victoria y Post Guerra) y 2) “Teherán”. El 43 llegaron al Ecuador a través de la editorial Páginas, de La Habana, traducidos del inglés por José Antonio Carretier y con Prólogo de Juan Marinillo; en síntesis, ambas obras Preconizaban la unidad contra las Fuerzas del Eje (Nipo-Nazi- Fascismo) indicando que el marxismo-leninismo era una guía para la acción, más que un dogma. En el Ecuador el browderismo fue acogido con entusiasmo hasta que en 1.946 el dirigente francés Jacques Duclos denunció al browderismo como una tendencia que debilitaba la lucha y habiendo ganado los aliados la Guerra Mundial, el browderismo desapareció, mientras el mundo contemplaba cómo se iniciaba la guerra fría, y se polarizaban las fuerzas entre los Estados Unidos y Rusia.