EDUCADOR.- Nació en Quito el 17 de Abril de 1825 de padre colombiano se educó hasta
obtener el grado de Maestro en Filosofía. Entre sus profesores más conocidos tuvo al padre
José María Parreño y al Dr. Manuel Angulo.
En 1846 pasó a la costa, comenzó enseñando en Babahoyo donde se dio a conocer como un
profesor hábil y de vastísimos conocimientos en el ramo de las matemática. El 50 resolvió
establecerse en Guayaquil y fundó su primera escuela que se acreditó enseguida, al punto que
la mayoría de los niños de la ciudad buscaban sus enseñanzas y aún venían otros de fuera,
tanto logró acrecentar su fama y prestigio. Fue el primer maestro que enseñó el Sistema
Métrico Decimal en el Ecuador que recién adoptó nuestro gobierno en 1884. El 65 desempeñó
la tenencia política de la parroquia del centro de Guayaquil.
En sus ratos de ocio componía música. En 871 editó su “Compendio de Sistema Métrico
Decimal” que mereció la felicitación del Presidente García Moreno, quien le mandó a llamar
expresamente. También se le conoce una “Lecciones Elementales de Aritmética” aparecidas en
1877 y que por haber sido declaradas texto oficial para la enseñanza en las Escuelas de la
República, conoció nueve ediciones hasta 1909.
El Concejo Cantonal de Guayaquil le premió en la Sesión Solemne del 9 de Octubre de 1894
con una Medalla de Oro, ocasión propicia para retratarse con ella al pecho. La Asamblea
Nacional Constituyente reunida en Quito le jubiló el 4 de Junio de 1897 con motivo de sus
cuarenta y siete años de servicios, señalándole la renta que por Ley correspondía a los
Institutores de Primera Clase.
En marzo de 1900 la revista El Crepúsculo (mensual ilustrada de letras, artes, ciencias y variedades) honró sus columnas al
publicar el retrato de este varón esclarecido, apreciando su estatura más bien elevada, el rostro blanco, grandes bigotes,
pelo negro, mirada pequeña
pero penetrante. Era el semblante del viejo maestro de varias generaciones, que veía el
presente, satisfecho de la misión cumplida, descripción que se complementaba con el
comentario siguiente: Afecto fervoroso por la difusión de la luces a la vez que una pasión
decidida por el engrandecimiento de la juventud. Dotado de los caracteres de un excelente
pedagogo, se ha hecho acreedor al afecto de sus compatriotas por el entusiasmo y constancia
infatigables con que ha perseverado en la noble y provechosa tarea de instruir a la juventud.
Qué juicio tan recto, qué conciencia tan justa, qué talento tan luminoso, qué carácter tan
enérgico al mismo tiempo que dulce y delicado, qué erudición tan vasta la de este eminente
patricio. ¿Quién no le estima? ¿Quién no le respeta?
Falleció anciano en Guayaquil, de un cáncer lento y con dolores en su etapa final, el 2 de
Marzo de 1903, a los setenta y ocho años de edad.