COMERCIANTE.- Nació en New York hacia 1848 aproximadamente, en el seno de una familia de la antigua nobleza
sefardita, judíos españoles anteriores a la expulsión decretada por la reina Isabel la Católica en 1492, trasladados los
Henriquez a Portugal, cuando se anexó esta nación a España en tiempos de rey Felipe II pasaron a los paises Bajos,
finalmente se establecieron en la actual New York. Legó al puerto de Guayaquil en el primer semestre de 1875,
acompañando a su hermano mayor Enmanuel H. Henríques Ponce de León y de su esposa Isabel Jones, con quienes puso un
comercio de ferretería en Pichincha entre 9 de Octubre y Luque bajo la denominación social de “E. H. Henríques” en el
sitio donde hoy se levanta un edificio de propiedad del Banco del Pacífico, prosperando a base de sacrificios y favorables
transacciones, hasta que en 1888 falleció su hermano Enmanuel a causa de la fiebre amarilla dejando su viuda y tres pequeños hijos: Betty, Víctor y Grace Henríques Jones.
Mientras tanto Arthur había contraído matrimonio en Montecristi en 1878 con Rosa González – Rubio Velasco y traído a
Guayaquil a su suegro Felix González – Rubio Vega y a sus jóvenes cuñados Félix, Tomás, Rafael, Lorenza (que casó en
Guayaquil con Mr. Hoeb) y Ricardo, quien caso en Guayaquil con Claudina Oldemburg, sin hijos, a quienes terminó de criar
y encauzó en el negocio de la ferretería.
Para el Incendio Grande de 1896 el almacén de “E. H. Henríques” fue uno de los primeros que se quemaron en la noche
del 5 al 6 de Octubre, perdiendo casi todo el capital, pero a los pocos meses hizo construir un Chalet de madera y reabrió
la firma bajo la denominación de “Sucesores de E. H. Henríques” en sociedad con sus sobrinos y cuñados.
En 1900 Isabel Jones, que había casado en segundas nupcias con el joven Félix González – Rubio Velasco, influyó ante la
familia para que pasara la gerencia a poder de su nuevo esposo, quien se asoció con su cuñado el señor Hoeb y con su tío
Ramón Acevedo en la dirección de la empresa.
Arthur prefirió separarse para evitar contrariedades y tras vender sus acciones y su casa ubicada en la esquina noreste de
las calles 9 de Octubre y
mis manos, dibujado sobre pergamino antiguo y pintado con sus respectivos esmaltes y metales.
Esta antigüedad venerable estaba en poder de mi amigo Bolívar Garaycoa Avllés esposo de Ámada
Henríques Calderón y jefe de la sección comercial del consulado norteamericano en Guayaquil.
Arthur, unibiografico, pertenecía a las familias judias lladamas fundadoras en New York y su
historial reposo en los archivos del museo de los Grandes, en Quinta Avenida y calle 57,
manhattan.