RECTOR DE LA UNIVERSIDAD.- Nadó en Guano el 24 de octubre de 1841. Hijo de Agustin Guerrero
Dávalos (Ambato 1803)y de Margarita González Vega, natural del anejo de San Bartolomé,
propietaria de la hacienda Pinyu en Alóag.
Estudió las primeras letras en Ambato, en 1852 viajó a Quito y prosiguió su educación en el
antiguo Colegio de San Fernando, donde fue compañero de Federico González Suárez y de Luis
Felipe Borja en las clases de Infima, Media y Suprema y destacó en Latín y Filosofía con los
profesores Buenaventura Proaño y Manuel Angulo respectivamente, completando
su formación con Matemáticas, Física, Meteorología, Cosmografía y Geografía, Física y Política. Era rector
el doctor Gabriel García Moreno, quien hizo estallar en mayo de 1859 la revolución contra el
Presidente Francisco Robles, originando una Guerra civil de dos años y durante ella los alumnos
anduvieron a salto de mata para evitar que los enrolaran en las milicias.
Graduado de Bachiller debía optar por las únicas facultades que existían: Jurisprudencia, Medicina
y Teología y escogió la primera cursando la carrera de abogado con notable aprovechamiento hasta
el 22 de noviembre de 1867 que se incorporó ante la Corte Suprema de Justicia.
De regreso a Ambato fue designado Alcalde Municipal, cargo equivalente al de Juez Civil; sus
amistad con Juan Montalvo y las ideas liberales que siempre tuvo, le perdieron, pues fue
descubierto cuando hacía circular subrepticiamente varios ejemplares de “La Dictadura Perpetua”
en 1872.
Detenido por algunos días sin fórmula de juicio, el Presidente García Moreno ordenó su confinio
político por tiempo indefinido en Guayaquil, pensando que con este castigo le ocasionaría perjuicios; pero, al contrario, le
hizo un bien, pues al poco tiempo de arribar al puerto se vinculó con varios
grupos antigarcianos que lo llevaron a la “Sociedad Humanitaria del Guayas”, institución benéfica
fundada por el Dr. Francisco Campos Coello y ocupó su presidencia en 1875 al 76, realizando una
intensa labor social, al mismo tiempo que se ganaba la vida como abogado y muerto el tirano fue
designado Síndico Municipal de Guayaquil en 1876.
El 20 de abril de 1880 contrajo matrimonio con Emma Martínez Izquieta (Hija legítima de Agustín
Martínez Samaniego, natural de Loja y de Francisca Izquieta Barreiro, guayaquileña, quien se casó
en segundas nupcias con un señor Viten’ de Quito). La novia llevó de dote el inmueble esquinero
de Pichincha N° 38 y 9 de octubre, donde se levanta el edificio de la Previsora, fueron felices y
tuvieron seis hijos.
El 1883 fue nombrado Ministro de la Corte Superior de Justicia y en el juicio que sostuvo el Banco
del Ecuador contra el gobierno, por el asalto de Veintemilla a las bóvedas, actuó como árbitro
dirimente; pues se le consideraba uno de los más honestos y capaces abogados y su opinión era
escuchada respetuosamente.
Club de la Unión, donde ocupó la Vicepresidencia en 1906, jugaba una mesa de billar pues era
aficionadísimo a esa actividad, y siete y media en punto regresaba a su hogar, donde se servía
una copita de cognac y cenaba.
De carácter amable, conversación amena y trato educado, parco en el reír y enemigo de los
chismes y comentarios personales, pasaba por uno de los más respetables vecinos. En 1912 fue
designado abogado del Banco Comercial y Agrícola y en la sesión del 15 de febrero de ese año,
la Junta de Profesores lo eligió Vicerrector de la Universidad de Guayaquil, y figuró durando
casi dos años en esa elevadas funciones, pues el 27 de enero de 1914 fue reemplazado por el
doctor Cesáreo Carrera Padrón.
El 5 de noviembre de 1917 ascendió al Rectorado y lo desempeñó hasta el 13 de enero de
1919. Durante su período se llevó a cabo el III Congreso Internacional de Estudiantes de la Gran
Colombia y comenzaron las obras de construcción del Paraninfo de la Vieja Casona.
En 1927 se retiró de su estudio pues se encontraba enfermo del corazón y hasta se asfixiaba,
pero quedó de Procurador jubilado de la Beneficencia por tres años más hasta su retiro
definitivo en 1930. Falleció el 17 de febrero de 1933, perfectamente lúcido y a la avanzada
edad de 92 años.
De estatura más bien elevada, tez blanca, cabellos claros que luego se hicieron canosos y nariz
perfilada. Fue padre del doctor Alberto Guerrero Martínez, encargado de la Presidencia de la
República en 1932.