Militar.- Nació en Loja el 22 de Marzo de 1898 y fue hijo legítimo del Capitán Virgilio Guerrero
Becerra, del liberalismo alfarista, Comandante de Armas de Loja entre 1899 y 1901, Jefe Civil
y Militar de Loja desde el 21 de Enero de 1906, ese año fue promovido a Gobernador de Loja y
Rosario Espinosa Alvarez, viuda de Ezequiel Valdivieso. Malherido en 1895 durante la campaña
militar que terminó con los gobiernos progresistas, fue internado en el hospital hasta donde le
fue a visitar una de sus hermanas en compañía de su amiga Rosario. El amor surgió entre Virgilio y Rosario, que a poco decidieron contraer matrimonio.
Los padres de ella trataron de
desanimarla, por los sacrificios que implicaba un matrimonio con un militar en servicio activo,
pero ella rápido les replicó “No hay Rosario sin cruz” y se casó. El Coronel Virgilio Guerrero
Becerra era hermano del Teniente Coronel Lauro Guerrero Becerra, natural de Catacocha en
Loja y muerto gloriosamente en 1.904 en el sitio de Angoteros a la orilla izquierda del río
Napo, pues al recuperar el puesto militar ecuatoriano que había sido tomado por los peruanos,
fue acribillado a disparos cuando arriaba el pabellón enemigo para izar el tricolor ecuatoriano.
El niño Virgilio recibió las primeras letras de su madre, estudió la primaria en el Bernardo
Valdivieso de Loja y en 1912 pasó al Colegio Militar Eloy Alfaro de Quito. Pronto destacó en
ejercicios gimnásticos y en estudios, recibió la Primera Antigüedad de su clase y fue enviado al
The Field Artillery School en Fort Still, Oklahoma, USA a realizar un curso para Comandante de
Batería. Luego pasó a los campamentos de Camp Stanley y a Fort Houston, ambos en Texas.
En 1922 volvió al país con el grado de Teniente. Era un militar joven, de buena presencia, alta
estatura,
la dictadura de isidro Ayora le permitió acceder a la intendencia General de Policía del Pichincha,
donde pudo reformar el Código de Policía, fundar la revista de Policía y una escuela de trabajo
para la niñez abandonada con el nombre de Correccional de Menores, que luego cambió a Escuela
de Trabajo y que hasta hoy lleva su nombre en Quito.
En Quito casó con Josefina Cassola Rivas con sucesión.
En el desempeño de sus funciones dictó algunas medidas contraproducentes como prohibir el
consumo de alcohol, lo que se dio en llamar la Ley Seca, que aplicada en demasía sirvió para
perseguir al comercio y a la industria y no evitó el consumo de licores. También prohibió el ingreso
de menores descalzos a los parques, pero al mismo tiempo logró que la industria nacional abarate
los zapatos de niños de suerte que se puso de moda calzar “los virgilitos” en toda la república.
Durante la presidente del Dr. Carlos Alberto Arroyo del Río volvió a ocupar la intendencia General
de Policía del Pichincha, cayendo con dicho régimen al ocurrir la revolución del 28 de Mayo de
1944. Esa madrugada tuvo que esconderse pero fue tomado preso y tras varios meses en el
Panóptico se le impuso la pena de un año de prisión y el pago de cincuenta mil sucres de multa,
suma apreciable por entonces.
Retirado a su provincia volvió al campo político en 1947 y salió electo Diputado por Loja,
concurriendo al Congreso hasta 1950.