GILBERT ARACELI

PINTORA.- Nació en Guayaquil el 14 de Mayo de 1914 y fueron sus padres legítimos el Dr. Abel Gilbert Pontón cuya

biografía puede leerse en este Diccionario y su primera esposa Leonor Elizalde Bolognesi naturales de Guayaquil.

En 1927 quedó huérfana de madre. Ella había estado muy enferma por años, de suerte que Marcía creció a la sombra de su

padre primero en un departamento alquilado en el centro de la urla y desde 1937 en un departamento ubicado en el

tercer piso del nuevo edificio de cemento de la Clínica Guayaquil donde él había fijado su residencia y moraba con sus dos

hijos Roberto yAraceli. Años más tarde también fue incorporada su nieta la niña Marcia Gilbert Baquerizo.

“Tradiciones hogareñas de afecto a las manifestaciones de la cultura y el arte despertaron tempranamente su sensibilidad

estética, que la encausaría hacia la pintura cuando decidió estudiar, entre tanto había vacilado entre la intención de dedicarse a la enfermería para proseguir la saga familiar o a la danza clásica para dar salida a la

vocación estética. Optó por la plástica y ya nunca la abandonó”.

En 1930 intervino en el primer Concurso Nacional de Belleza organizado por el diario El Telégrafo y en el que resultó

triunfadora Sarita Chacón Züñiga. El 32 empezó a concurrir a la Academia de Pintura que mantenía el maestro José Maria

Roura Oxandaberro en un departamento alto situado en Boyacá entre Clemente Ballén y Diez de Agosto. El 33 su fama de

recitadora era reconocida en Guayaquil. Joaquín Gallegos Lara en carta a Nela Martínez Espinosa le indica que ha

escuchado a Emma Esperanza Ortiz, a Aracely Gilbert y a Bertha Singerman, ésta última solo en disco, mujeres que recitan

muy bien.

El 36 fue enviada por su padre a estudiar en la Escuela de Bellas de Santiago. En Santiago y tuvo de profesores al

paisajista Jorge Caballero Cristi y a Hernán Gazmurri que estimulaba a sus alumnos hacia el cubismo. Vivía en el hogar de

Hernán de Ycaza y Concepción Gómez Gault. Su óleo sobre lienzo titulado “Mujer sentada” del 37, le muestra cubista

ponderada. Su estancia en Chile duró dos años y coincidido con el gobierno del Frente Popular y su pensamiento político se

había estructurado en la lucha anti fascista iniciada durante la guerra civil española; además, las ideas de su padre eran

de tendencia socialista y su primo hermano Enrique Gil Gilbert, con quien se llevaba muy bien, figuraba en la plana mayor

del comunismo porteño; todo ello la sensibilizó hacia la dura realidad social del país y simpatizó con el comunismo sin

estar afiliada. En esa época se sustrajo una silla de ruedas de la clínica Guayaquil propiedad de su padre, para dársela a su

amigo el escritor Joaquín Gallegos Lara pero como la silla no pasó por la estrecha puerta de la habitación del escritor,

retornó a la Clínica.

En 1940 – ya divorciada – intervino en la Exposición colectiva realizada por la Asociación de Escritores y Artistas

Independientes en el edificio del antiguo Correo y en honor al muralistamexicano David Alfaro Siqueiros de visita en el

puerto y como no era costumbre que el público concurra a este tipo de eventos, se situó con otras artistas en la vereda

del edificio para invitar a los transeúntes. De todas maneras la Exposición resultó un acontecimiento. De ese año es un

paisaje urbano sin título. La Asociación se reunía los sábados de mañana en el salón Gutiérrez. Los domingos de tarde sus

miembros concurrían a las tertulias de Miguel Angel de Ycaza Gómez donde se daban cita las personalidades del mundo

artístico e intelectual de la ciudad. Eran reuniones íntimas, realizadas en una amplia y cómoda sala en la villa que

ocupaban en el barrio del Centenario, se conversaban temas políticos y culturales al calor de la gentil anfitrionía de

Conchita Gómez Gault viuda de Ycaza, dama educadísima y discreta, que había vivido en Europa y hablaba idiomas, su

hijo Miguel Angel no podía caminar ya que era inválido.

Araceli era una joven algo frágil pero serena, segura, distinguida y cautivadora, que sostenía sus concepciones con un dejo

de paciencia y de ironía en el rostro y practicaba una pintura figurativa y preferentemente de temas sociales muy del

gusto de entonces.

En 1942, ingresó a la Escuela Municipal de Bellas Artes y fue alumna de Hans Michaelson “apreciando el valor del dibujo, la

forma y el color en cuanto a elementos suficientes de la expresividad.” El 43 concluyó sus estudios y ganó los primeros

Premios de Pintura y Escultura, en el examen final le correspondió disertar sobre la Historia del Arte y fiel a la corriente

del realismo social imperante produjo óleos como una “Cabeza de india”, “La Cholita”, “Casas de Carboneros”, etc. A

finales de ese año ambas residieron una corta temporada en Quito.

Araceli se movía en los medios sociales y culturales con total desenvoltura, esa libertad la distinguía entre las jóvenes de

la sociedad de su tiempo, sus amigos la admiraban, sus amigas como la periodista alemana Lilo Linke la seguían. Era, lo

que se dice, una líder en todo sentido.

El 43 fue enviada por su padre a New York, se maravilló con sus museos y matriculó en la Ozenfant Art School del maestro

Amedeo Ozenfant – uno de los padres del purismo post cubista – donde valoró lo poscubista y lo abstracto. Entonces

contrajo nupcias con German Jost, matrimonio que terminó en divorcio sin hijos y volvió al Ecuador el 46.

Entre el 46 y el 47 produjo sus óleos “Lomas”, “Del Mar”, “Composición con máscaras”, “Cargador” y “Músicos” que

muestran ambas influencias. Por un lado lo abstracto que ya se había iniciado en Europa después de la primera guerra y

llegó a los Estados Unidos, Argentina y Uruguay a mediados de los años cuarenta, por otra parte pervive lo figurativo. De

regreso a Quito expuso en 1947 en el Museo de Arte Colonial, única sala existente en la capital. El 48 conoció al fotógrafo

Rolf Blomberg en casa de Olga Fisch durante una reunión de amigos que hablaban de temas taurinos y como ambos sentían

fobia a los toros se alejaron del grupo y casi sin querer se pusieron a tratar otros temas, naciendo una mutua simpatía.

Rolf estaba de paso haciendo un documental sobre Quito ciudad de contrastes e incluyó a dos artistas jóvenes: Araceli y

Oswaldo Guayasamín. “Sin duda quedó deslumbrado por la belleza y talento de Araceli.”

El 50 Araceli viajó a Paris y participó en la Antibienal Hispanoamericana organizada por Pablo Picasso en la Galería Henri

Tronche. El 5l siguió un Curso de tecnología de la pintura con el gran artista francés Jean Dewasne, uno de los precursores

de la abstracción geométrica. El 52 trabajó en el taller de Arte Abstracto de Dewasne y Pillet y aprendió el uso del color

en su máxima pureza y que las formas y el ritmo constituyen un lenguaje por sí mismo suficientemente expresivos para

dar vida a la potencia creadora.

Araceli no se limitó solamente a pintar, también fue asistente de los directores, integrando al poco tiempo la corriente del

abstraccionismo geométrico en el taller de Auguste Herbin (1882-1960) jefe del grupo “Abstracción – Creación” fundado en

1931 en Paris, para contrarrestar la influencia del Grupo Surrealista de Ándré Bretón.

Herbín postulaba que la obra de arte debía ser concebida y formada en el espíritu antes de su ejecución, no debe recibir

datos formales de la naturaleza ni de la sensualidad, ni del sentimentalismo. El cuadro será construido con elementos

puramente plásticos, es decir, planos y colores, en consecuencia no tiene significado más que en sí mismo y su

construcción así como la de sus elementos debe ser simple y visualmente controlable, la técnica debe ser mecánica,

exacta, impresionista y debe dar al espectador una emoción lírica, desvinculada de la fácil realidad de los objetos. La

abstracción no era, pues, una nueva escuela de pintura, sino una nueva concepción que no podía detenerse porque

también estaba sujeta a perpetuo cambio según las leyes de la dialéctica.

El 51 participó en la Ánti bienal Hispanoamericana organizada por Pablo Picasso, apareció en hermosísima edición su

Álbum de litografías hecho por el célebre Christian Sorensen y abrió una Muestra personal en la Galería Árnaud, donde

también presentó el 54 un Álbum con ocho de sus litografías en color, realizado por su amigo Christian Sorensen esposo de

la pintora guayaquileña Pacífica de Ycaza Áspiazu y prologado por Leon Dagand. Fue un año muy atareado pues participó

en las Colectivas de Viena, Paris, Estocolmo y nuevamente en el Salón de las Réalités Nouvelles donde su amiga la

periodista alemana Lilo Linke anotó que tres de sus obras colgaban al lado de las del pintor francés más famoso del

mundo, entre los abstractos.

Esta fue su mejor época, pues sus cuadros eran fáciles de ver y difíciles de hacer, eran ritmos de color y según Álfredo

Pareja Diez – Canseco el ritmo y la idea se advertían muy poderosamente en la concepción calculada de la forma,

balanceada por un sentido ornamental extraordinario. Eran ritmos puros que iban directamente a la sensibilidad del

espectador. Árte de forma sintética y clara, tarea plástica ejemplar y honestamente realizada, fácil de ver y difícil de

componer pues es terriblemente complicado obtenervolúmenes sin cuerpos animados y sin que intenten representar cosa

alguna. Esa es la virtud de los elementos primeros.

También incursionaba en las formas planas de la escultura. Sus óleos de grandes dimensiones sobre tela “Formas en

equilibro”, “Contrapunto”, “Diapasón “, “Frialdad”, “ Variaciones en rojo” , “Ritmos coloreados”, “Pour réver” , “Pour

vivre” llamaban poderosamente la atención.

El 55 estuvo nuevamente en el Ecuador y con Manuel Rendón Seminario introdujo el llamado abstraccionismo geométrico,

tendencia artística nacida en Rusia a la que Áracely logró darle con sus hermosas y coloridas obras, una identidad tropical

ecuatoriana.

El 12 de Abril contrajo matrimonio en Guayaquil con Rolf Blomberg (19121996) quien estaba viudo, calificado por su amigo

Álfredo Pareja Diez Canseco y por todos aquellos que tuvieron el gusto de tratarlo como el hombre más bueno del mundo.

Fueron a vivir en la pequeña casita de la calle Santa María en Quito y tuvieron un matrimonio feliz. Ámbos terminaron de

criar y educar a Marcela y a Ándrés, hijos de Rolf en un matrimonio anterior. Ese año expuso en el Museo de Árte Colonial

de Quito y en el Salón de las Réalités Nouvelles de París donde también concurrió el 56.

El 57 representó al Ecuador en la Bienal de Pintura de Sao Paulo y en la Ásociación Brasileira de Prensa de Río de Janeiro.

El 58 vivieron en Estocolmo. El 59 visitó el Ecuador, expuso en el Centro Ecuatoriano Norteamericano de Quito y en el

Núcleo del Guayas de la Casa de la Cultura Ecuatoriana. De regreso a Estocolmo presentó varios cuadros en el Museo de

Árte Lijevallchs. El 60 permanecieron en Guayaquil, obtuvo el II Premio en el IV Salón de Octubre, expuso en el Núcleo del

Guayas y realizó pequeñas esculturas metálicas El 61 volvió a representar al Ecuador en la Bienal de Pintura de Sao Paulo y

ganó el Primer Premio en la Mariano Águilera de Quito. El 63 participó en una Exposición colectiva de la Álianza Francesa

de Quito y el 64 en las de Río de Janeiro y Sao Paulo.

A partir de entonces afirman loscríticos que su estilo se consolida. Entre el 65 y el 68 vivió tres años en Estocolmo, luego

se establecieron definitivamente en Quito y trabajó en su taller de pintura infantil. Poco después se cambiaron a una

hermosa casa en la Urbanización Miravalle con el majestuoso Cayambe al fondo, que estuvo siempre abierta para viejos y

nuevos amigos, sin discrimen social ni de creencias. Más de una ocasión fue el refugio temporal de perseguidos o sin casa.

Áraceli amó la vida y la libertad, según autorizada opinión de Lenin Oña.

En 1975 incursionó en el diseño de joyas inspirándose en modelos escandinavos, las confeccionó en plata y las expuso en la

Galería Caspícara. El 81 inauguró un gran mural de acero inoxidable de veinticuatro metros cuadrados a la entrada del

auditorio del Banco Central en Guayaquil, de gran efecto cinetista, para lo cual pidió consejos a Estuardo Maldonado,

experto en el uso del acero inoxidable de colores y al Árquitecto Mario Solís quien lo armó de óptima manera, único mural

de acero realizado por un artista en el Ecuador contemporáneo. El 89 recibió el Premio Nacional de Cultura Eugenio

Espejo en actividades artísticas.

Los últimos años le fueron duros dado su progresivo deterioro físico y mental y falleció en su casa de Quito el miércoles 17

de Febrero de 1993 a los setenta y ocho años de edad.

Se la considera una de las primeras mujeres artistas que navegando en un medio y en una sociedad no muy despierta, se

manifestaba con entereza y libertad en los afanes culturales y estéticos de su tiempo, de suerte que abrió rumbos a las

feministas de fines del siglo XX con su personalidad tan definida, increíbles ansias de vivir, su desarrollo cosmopolita,

inclinaciones políticas y su obra novedosa y profunda. Fue, pues, una adelantada a su tiempo.