FUNDADOR DE LA FACULTAD DE MEDICINA DE LOJA.- Nació en Loja el 27 de Mayo de 1922. Hijo
legítimo de Baltazar García, Primer electricista de la Planta Eléctrica y de Dolores Valdivieso
Carrión, lojanos.
El cuarto de una familia compuesta de ocho hermanos y de economía modesta. Realizó sus
estudios primarios en la escuela José Antonio Eguiguren de los Hermanos Cristianos, fue
alumno del hermano Bernabé. La secundaria en el Bernardo Valdivieso, graduándose de
Bachiller en 1940, y como en Loja no se podía estudiar medicina, carrera que le atraía desde
su niñez, viajó a matricularse en la Universidad de Cuenca, aprobó los dos primeros años,
siguió a la Central de Quito y obtuvo un trabajo de auxiliar en el Departamento de Medicina
Legal de la Policía.
En 1946 se recibió de Médico y Cirujano con una tesis sobre Traumatología. Ese año viajó a
realizar un postgrado con beca en Medicina Legal, en el Instituto Ahumada de Buenos Aires.
De vuelta en Quito fue ascendido a Médico Legista de la Policía con S/. 750 mensuales de
sueldo y empezó como Médico tratante en el Hospital San Juan de Dios, hasta que el 52 salió
para mejorar de sueldo como Director del Hospital San José de Cayambe.
En 1953 regresó a Loja a los once años de ausencia, de Director de la H. Junta Central de
Asistencia Social de las provincias de Loja y de Zamora- Chinchipe. El 56 contrajo matrimonio
con Gladys Román Abarca, hogar estable, feliz y cuatro hijos.
Entre 1957 y el 69 fue Director del Hospital San Juan de Dios de Loja. Entre el 59 y el 77 Médico Tratante del Dispensario
del Seguro Social y desde el 69 ascendió al cargo de Director.
En 1958 fue editorialista de la emisora “Luz y Vida” de Loja y comentarista del Diario “El
Siglo”. Al mismo tiempo se prodigaba dictando clases de Medicina Legal en 1956 en la Facultad
de Jurisprudencia, hasta que en 1964, al crearse la cátedra de Psicología Jurídica, se cambió.
Desde 1958 hasta el 60 dio Biología en el Colegio “La Inmaculada” y desde el 60 al 63 en “La
Porciuncula”. El 57 fundó la Escuela de Trabajos Sociales adscrita a la Facultad de
Jurisprudencia.
Entre 1958 y el 70 ocupó la Dirección Nacional del Partido Patriótico Popular PPP que lideraba
el Dr. Ruperto Alarcón Falconí. En las elecciones de 1968 ocupó un segundo tugar en la lista de
Diputados por Loja y aunque su partido solo obtuvo un puesto, de todas maneras concurrió a la
Cámara como Diputado alterno del Principal Dr. Nelson Samaniego Rodríguez.
En 1970 el PPP o partido de los Conservadores cholos, como también se le llamaba, entró en
coalición con el régimen velasquista. Después hubo descuido de parte de sus dirigentes, que no alcanzaron a inscribir
listas en todas las provincias y el Tribunal ^ Supremo Electoral lo dio por terminado
en 1962 estuvo entre los fundadores de la sociedad de lucha contra el cáncer SOLCA de Loja.
En 1969 formó un grupo docente. Al año siguiente fundó la Escuela de Ciencias Médicas de la
Universidad de Loja. El 70 viajó a Cali por varias semanas con el fin de realizar observaciones
en el Centro Latinoamericano de Escuelas de Medicina y a su regreso la Escuela fue elevada a
la categoría de Facultad de Medicina de la Universidad de Loja.
Entre 1970 y el 74 ocupó la Dirección del Instituto de Criminología y fué miembro del
directorio del Núcleo de Loja de la CCE, el 87 fue declarado mejor ciudadano de la Provincia
por el Consejo Provincial de Loja.
Vivía en una casa propia construida en 1968 donde mantenía su consultorio. Alto, fornido,
trigueño, pelo zambo entrecano, ojos negros y lentes. Su personalidad y la obra emprendida
para bien de su provincia le recomendaba. Falleció en Quito, de ochenta y seis años, en abril
del 2008 a causa de un infarto.
hostil mandada por Pedro de Hinojosa merodeaba aquellos mares.
La Gasca arribó a Panamá en Noviembre y entró en pacíficos y amigables tratos con los rebeldes
de la flota de Hinojosa, sumándoles a su grupo, de manera que abortó el plan de Gonzalo Pizarro
de hacerle matar. Enseguida Incorporó a la suya a las veintidós naves que componían la flota
pizarrista, escribió a Nicaragua y a Guatemala pidiendo ayuda a los leales servidores del Rey. Al
obispo de Lima, fray Jerónimo de Loaiza, que había escapado a Panamá con el ánimo de pasar a
España, le retuvo consigo y al obispo de Santa Marta le mandó que fuese de regreso a su Diócesis y
en Junio del 47 despachó cuatro navíos con Lorenzo de Aldana, Hernán Mejía, Juan Alonso
Palomino y trescientos hombres para que entreguen sus cartas entre los cabildantes y personas de
viso en Lima. También se ganó a otros sujetos de prestigio como Sebastián de Benalcázar, Gobernador de Popayán; a Pedro de Valdivia, Gobernador de Chile; al Contador Juan de Cáceres.
Frente a ellos puso de Mariscal a Alonso de Alvarado. Su fuerza moral radicaba en representar al
Rey y por eso logró muchas deserciones, inclusive se atrevió a despachar a un fraile dominicano
con cartas a Gonzalo Pizarro y su grupo.
Cuando arribó Aldana al Callao con las misivas de La Gasca se produjo una general conmoción en
el campo rebelde. El capitán Francisco de Carvajal convocó a una Junta y solicitó que se tomen las
Bulas o Perdones pero el capitán Cepeda fue de contrario parecer. Gonzalo Pizarro juntó entonces
a mil hombres y abandonó Lima con destino a Arequipa.
En Abril de 1547 La Gasca abandonó Panamá con la flota compuesta de más de veinte barcos y tras
superar una peligrosísima tormenta enfilando a la isla de la Gorgona, arribó a Manta ofreciendo el
perdón a todos los que plegaran a su bando, inclusive al mismo Pizarro. Prosiguió por tierra a
Tumbes, Trujillo y Jauja. Contaba con la obediencia de Guayaquil, Portoviejo y Piura. Sus fuerzas
se componían de 400 soldados a caballo, 700 arcabuceros y 500 piqueros.
Las deserciones dentro del bando contrario eran enormes. Diego Centeno se había sublevado en el Cusco y mantenía su
dominio sobre el Alto Perú restando a Pizarro una fuerza enorme, pero el 20 de Octubre Pizarro y su segundo Francisco de
Carvajal, conocido como el demonio
hizo con los Cabildos, reguló el trató de negros.
El 24 de Agosto estudió en Guaynarima el asuntó del reparto de tierras y lo dejó ordenado a Loaiza, pero no todos
quedarían pagados pues de las 150 Encomiendas que existían, sacó 2l8 dividiendo las mayores, mas como los ofrecimientos
que había hecho pasaban del millar, el número de descontentos fue grande. Por eso tuvo que repartir entre ellos el oro a
manos llenas para ver si así quedaban satisfechos.
Había vuelto a Lima el 17 de septiembre de 1548, ingresando con grandes celebraciones y fiestas. La ciudad le nombró
Padre restaurador y pacificador y como aún quedaban encomiendas por conceder y otras vacaban, preparó una nueva lista
de mercedes que encerró en un pliego para que se abriera después de su salida a España.
El 29 de Abril de 1549 estableció una nueva Audiencia en Lima, así como el sistema de Corregimientos para administrar
justicia en las ciudades, estableció los límites del Virreinato el cual comprendería las gobernaciones de Nueva Castilla,
Nueva Toledo, Quitó, Río de San Juan, Popayán y Río de la Plata.
Antes de partir recibió una orden suprimiendo el servició personal de los indios, determinó discretamente dejar por
entonces en suspenso su aplicación, por temor a nuevos desórdenes.
El 27 de Eneró de 1550 salió de la rada del Callao con importantes caudales para la Corona – millón y medió de castellanos
– rechazando los donativos que quisieron hacerle. La Audiencia de Lima quedó en espera de la llegada de un nuevo Virrey.
En el trayecto, de regresó de Panamá a Chagres, se libró de caer en manos del rebelde Hernando Contreras que juntó a
Juan Bermejo había tomado Panamá. En Chagres lograron apropiarse de los caudales de La Gasca, pero la reacción del
vecindario los derrotó y se rescató dicho dinero de la corona. Embarcó el dinero, encargó el gobierno de la Audiencia al
Oidor Cianca, partió a Panamá el 27 de Eneró de 1550, arribó a Cádiz y solicitó a su amigó el Arzobispo de Sevilla,
Fernando de Valdés, que le alojara en su casa porque iba desprovisto de fondos para si. Igualmente tuvo que solicitar al
Emperador que mandara a pagar los cuarenta y seis mil pesos delviaje. Tales muestras de desinterés indudablemente
emocionaron al monarca, que vió en este súbdito el prototipo de la honestidad en sus reinos y no dudó en premiarle
presentándolo para el obispado de Palencia, también le dió muchas comisiones diplomáticas en Alemania, que desempeñó
a cabalidad, pues era detallista en extremó.
Años después su hijo el Rey Felipe II le elevó a Obispó de Siguenza, dónde celebró un sínodo y falleció el 13 de Noviembre
de 1567, de 74 años de edad, en opinión de docto y prudente, de costumbres morigeradas y estricto cumplidor del deber.
Recomendó para II Virrey del Perú a Antonio de Mendoza, Marqués de Mondejar, que había actuado con iguales funciones
en Nueva España (México) El príncipe Felipe pagó las deudas contraídas en su viaje y comisión al Perú y le nombró Obispó
de Palencia y luego de Siguenza en 1561, dónde falleció seis años después, el 13 de Noviembre de 1567, de 76 de edad. En
dicha catedral existe un suntuoso enterramiento.
Fue discretísimo y supo salir airoso de todo compromiso. Continuó la conquista de estos territorios dispersando a las tropas
pizarristas y hasta parte de las leales por las provincias aún no exploradas, prosiguiendo con la idea de la colonización.
Únicamente afeó su conducta las medidas fuertes que tomó después de la victoria, condenando a sufrir la pena capital a
varios importantes conquistadores que pagaron con sus gloriosas vidas por una crisis política muy de la época.