GANDARA AGUIRRE ASENCIO

MEDICO Y CIRUJANO.- Nació en Quito el 17 de Octubre de 1829. Hijo de Antonio Gándara y de Natividad Aguirre y Pazmiño,

naturales de Quito. Huérfano de corta edad, fue educado en grave pobreza por su abuela materna en los Colegios de San

Fernando y San Luis. En el primero fue su profesor de Filosofía el Dr. Manuel Angulo, en el segundo el mercedario fray

Tomás González.

Años después su discípulo Isidro Ayora decía: Aún me parece verle y escucharle anciano venerable, cuando nos refería que

desde niño poseyó cualidades naturales de perspicaz observador y en determinadas ocasiones hizo acertados diagnósticos

entre las verdaderas y disimuladas enfermedades de sus compañeros de colegio, valiéndose sin saberlo de datos y signos

perfectamente científicos.

En 1847 fue Maestro de Filosofía e ingresó a la Universidad de Santo Tomás de Aquino a estudiar medicina. Allí recibió

clases de Buenaventura Rodríguez, intervino en los Certámenes de Clínica Interna y Cirugía. En 1850 protestó contra la

revolución del General José Maria Urbina en Guayaquil, ofreció sus servicios médicos a la tropa leal pero el presidente

Manuel Ascázubi prefirió renunciar.

En 1853 se graduó de Doctor en Medicina y Cirugía. Habiéndose distinguido en los últimos años de estudio por su notable

apasionamiento práctico por la medicina pues veía claro y en el fondo veía con luz propia, por la rapidez de sus aciertos.

Instalado una corta temporada en Latacunga, se dedicó al estudio del inglés y del francés para leer a los sabios europeos

de esos tiempos, tales como Pasteur, Roux, Koch, Laveran, Borrel y Femase.

En 1855 regresó a Quito como Cirujano del Hospital de San Juan de Dios, cargo que renunció en 1861 y fue reemplazado

por el Dr. Nicolás Espinosa. El 58 sus tías abuelas Nicolasa y Dominga Pazmiño y Flores le donaron una casa antigua en la

calle de la Ronda y allí tuvo su domicilio por algunos años.

En 1862 fue profesor de la Facultad de Medicina. El 64 ocupó la dirección del Hospital Militar y “gracias a su celo y

actividad alcanzó en poco tiempo grandes mejoras en su regimen y administración”. También trajo numerosos textos de la

escuela inglesa de medicina (Brigth, Áddison, Hodkin, Parkinson) recibiendo con regularidad el magazine médico “The

Lancet” publicado en Londres.

En 1870 figuraba entre los Médicos de Primera. El 73 su amigo el Presidente García Moreno le solicitó que extienda un

certificado sindicando de alcoholismo crónico a Mr. Corin, Ministro Plenipotenciario de Inglaterra, por cuanto a veces se

pegaba sus tragos y en muchas ocasiones había concurrido medio alegrón a los oficios religiosos solemnes, a los que asistía

todo el gobierno. Gándara se resistió a firmar tamaño despropósito y el tirano le dijo: “Asencio. Siento tenerte que hacer

encarcelar” y lo envió detenido por varios días al Panóptico, que estaba recién terminado, siendo el segundo preso en

ocuparlo pues el primero fue el constructor Ing. Reed por haberse demorado en la entrega varios días (1).

Entre 1876 y el 78 fue Consejero de Estado por designación de su amigo personal el General Ignacio de Veintemilla,

Presidente del Ecuador.

El 78 asistió al Congreso como Diputado. Entre el 79 y el 83 desempeñó la Gobernación de la provincia del Pichincha. En

1880 fue designado Rector y profesor de Ginecología y Obstetricia de la reorganizada Universidad Central.

Para los sangrientos sucesos de Enero de 1883 sirvió abnegadamente en las calles de Quito a su amiga la Generalita

Marieta de Veintemilla y al ejército gobiernista como Cirujano Militar, aún a costa de poner en peligro su integridad física.

Estuvo en los últimos momentos en el Palacio y cayó prisionero de los Restauradores, que lo llevaron al Panóptico donde

permaneció por espacio de tres meses como prisionero político. I así como perdió su libertad, la recobró sin fórmula de

juicio.

En 1897 volvió a sus cátedras de Materia Médica y Clínica Interna y al rectorado de la Universidad Central que ocupó por

segunda ocasión, llamado por el gobierno liberal de Eloy Alfaro. Entonces se preocupó de continuar la publicación de Los

Anales, suspendida desde la revolución del 95. La juventud reconoció en él al director de las facultades humanas por los

senderos de la ciencia porque era un carácter y el maestro abnegado y perfecto que se daba por entero.

En 1899 terminó su período pero continuó de profesor y en 1901 le eligieron Decano de la Facultad de Medicina. Entonces

sonó su nombre en Quito como precandidato a la Presidencia de la República por el Partido Liberal, tal su nombradla, el

aprecio que gozaba y su buena fama.

Parco en recetar, sostenía que no existía mejor cura que la propia naturaleza, para lo cual había que ayudarla expulsando

los malos fluidos del cuerpo del enfermo. Su método preferido consistía en recetar cataplasmas, emplastos, frotaciones y parches, muy rara vez un jarabe, píldora o sangría. Cuando visitaba a sus enfermos los observaba con gran atención hasta

descubrir la causa del mal, entonces decía: “Ele, ahí está la condición” (la causa) pasando al ataque con mucha sagacidad

para no agravarla.

En sus comidas era sumamente cuidadoso y solo tomaba una media copita de vino tinto al día, rehusando beber líquidos.

También se decía que cuando le servían locros de papa se ponía muy serio y sacando una varita de papel tornasol procedía

a medir su grado de acidez o alcalinidad. Si el locro estaba alcalino lo ingería con gran placidez, pero si por desgracia

estaba ácido debido al quesillo que contenía, montaba en santas furias y lo desechaba con rabia diciendo: ¡Esto es veneno, esta fermentado! Pues era muy escrupuloso.

En 1901 su amigo personal el Presidente Eloy Alfaro quiso candidatizarlo a la presidencia de la

República por el partido Liberal pero ya se encontraba muy enfermo. Murió en Quito el 30 de Julio

de 1902 de 72 años de edad, posiblemente deshidratado y pocas horas después le siguió a la

tumba su esposa, por lo que ambos fueron sepultados al día siguiente en el cementerio de San

Diego. El 22 de Octubre de ese año se celebró una sesión solemne en la Universidad Central,

dedicada a exaltar su memoria.

(1) García Moreno no aceptaba que Inglaterra le hubiere enviado un Ministro Plenipotenciario de religión protestante y por eso quería que se lo cambiaran por

otro católico. Así era de atrabiliario.