BANQUERO.- Nació en Machala cuando esta ciudad aún pertenecía a la provincia del Guayas, el 12
de Octubre de 1864. Hijo legítimo de Francisco Modesto Game y Soler, Capitán del navío
Washington – antes Anne – que fue tomado como buena presa del gobierno por orden de García
Moreno tras la sorpresa naval de Jambelí, y de Belén Balarezo Gálvez.
Creció en Machala con sus hermanos pero en 1881, de catorce años de edad, se trasladó a terminar sus estudios en el
Colegio San Vicente del Guayas y
obtuvo el bachillerato a comienzos de 1883, ingresando el 4 de Mayo como Ayudante de Contador
al Banco de Ecuador, donde era accionista su abuelo materno Mateo P. Game, excónsul General de
los Estados Unidos en Guayaquil. En el Banco le correspondió recorrer todos los departamentos
hasta ascender a la primera posición por méritos. El 6 de Octubre de 1886 adquirió para su padre
cinco acciones en el nuevo Banco Territorial creado como banco agrícola por Eduardo M.
Arosemena Merino.
Era un joven de alta estatura, blanco, contextura regular, buenas maneras y muy cortesano.
Mientras tanto habitaba en la casa de su abuelo paterno ubicada en Pichincha entre Aguirre y
Luque y se llevaba muy bien con sus tíos los Game Jiménez.
En 1890 fue designado Miembro de la Cámara de Comercio pues realizaba importaciones para abastecer en Quito el almacén de su hermano Juan Francisco. El 92 ya desempeñaba una de las Gerencias del Banco,
junto a Pablo Arosemena. En Julio del 94 contrajo matrimonio con su prima hermana Ángela Castro Balarezo, fueron
felices y tuvieron larga descendencia. En 1897 era Colector de ^ los fondos pertenecientes al Cuerpo
contra Incendios de Machala, así como los de las obras (el muelle, la capitanía y el resguardo de
Puerto Bolívar).
Ese año 99 fue electo Concejal Municipal de Guayaquil y en la elección celebrada en Diciembre
para la presidencia de esa entidad obtuvo un voto frente a ocho de Emilio Estrada.
Mientras tanto hacía carrera como funcionario del Banco del Ecuador a la sombra protectora de
Eduardo Manuel Arosemena Merino. En 1899 fue ascendido a Gerente – secretario y en 1901 figuró
como activista de la candidatura presidencial del General Leonidas Plaza Gutiérrez, que al
ascender al poder designó Ministro de Hacienda a su hermano Juan Francisco Game Balarezo,
propietario en Quito de un célebre almacén frente a la iglesia de la Compañía, colaborando con él
en la solución de numerosos problemas nacionales.
El 9 de Mayo de l902 fue designado uno de los padrinos y asistió con su familia a la solemne
inauguración del muelle de hierro de Puerto Bolívar. En 1904 fue electo Vicepresidente del
Concejo Cantonal de Guayaquil e integró varias de sus comisiones, poco después salió electo
Diputado por el Guayas
hotel Wellington que funcionaba en 9 de Octubre y Pedro Carbo, alquilado y regentado por su
cuñado limeño Eduardo Barandearan – esposo de Rosa Game Balarezo – quienes tuvieron que
salir de la ciudad resguardados por la policía. Personas que presenciaron el ataque declararían
más tarde que no quedó nada del mobiliario, pues lo que no fue roto y lanzado a la calle se
esfumó en manos de los ladrones. Game era garante de los créditos contraídos y para quedar
bien con los acreedores tuvo que vender la casa de dos pisos donde vivía con los suyos,
ubicada en 9 de Octubre entre malecón y Pichincha. Con el saldo edificó un chalet igualmente
de madera, en la plaza Colón No.216, muy cerca de la explanada de Las Peñas.
En Enero de 1912 formó parte de un grupo de vecinos de Guayaquil que se trasladaron a
Yaguachi, portando un Memorándum del Jefe Supremo del litoral General Pedro J. Montero, a
tratar con los jefes del ejército constitucionalista acerca del ultimátum dado al puerto
principal. Con la contrapropuesta regresaron y finalmente se suscribió en Duran un arreglo
amistoso para la entrega de la ciudad al ejército Constitucional, que el General Leonidas Plaza
incumplió disponiendo la prisión de los jefes vencidos y todo esto a pesar de la protesta de los
Cónsules Herman R. Dietrich de los Estados Unidos y Alfred Cartwright de Gran Bretaña,
quienes habían intervenido como testigos de honor. I tan justo fue el reclamo, que el nuevo
Gobernador del Guayas Carlos Benjamín Rosales Llaguno, prefirió renunciar a sus funciones
antes que autorizar el envío de los presos a Quito, donde todo indicaba que serian masacrados,
como efectivamente ocurrió.
Ese año 12 fue electo Senador por la provincia de Los Ríos y asistió a la legislatura. Entonces ingresó a la Junta Municipal
de Beneficencia de Guayaquil. El 17 formó parte de la recién creada Junta Consultiva de Cambios, integrada por los
representantes de las Cámaras de Comercio de Quito y Guayaquil, de la Asociación de Agricultores, de cada Banco emisor
y del Comisario Fiscal de Bancos, para tratar de impedir que continúe subiendo la cotización del dólar, que de S/1,70 en
1900 se llegó a pagar en 1917 a S/2,50, alza originada en la baja mundial del precio del cacao pues a causa de la Guerra
Mundial se encontraban cerrados los puertos de Londres y Hamburgo, considerados desde siempre losmejores compradores
de la pepa de oro.
En 1918, por el fallecimiento – el año anterior – de su protector Arosemena, le correspondió ocupar la gerencia general del
Banco del Ecuador y reabrió las operaciones que estaban cerradas. La cartera se elevaba a dos millones ciento setenta y
cinco mil sucres pues habiéndose normalizado el comercio occidental tras la Gran Guerra, la expansión crediticia se volvió
parte del auge económico imperante. En 1921 fue miembro de la Junta Consultiva de Finanzas. El 22 ejerció la
presidencia de la Junta económica y fue Vocal de la Junta del ferrocarril a la costa. Esta fue su mejor época. La cartera
del Banco se estabilizó en nueve millones cuarenta y cuatro mil sucres sin desmedro de la posición de la caja que se
mantenía siempre por encima de los dos millones seiscientos mil sucres.
Los depósitos ascendían a S/. 10.981,868 seguido del Comercial y Agrícola con S/. 4.109.267, de la Previsora con
S/.2.413.798, del Descuento con S/. 2.240.603.
Mientras tanto la crisis económica nacional se había agudizado al punto que en Octubre del 22 ocurrió la huelga de la
Empresa de los ferrocarrileros en Duran. Los obreros fueron asesorados por el joven abogado Dr. Carlos Puig Vilazar y
lograron el reconocimiento de sus reivindicaciones el 26 de ese mes.
A principios de Noviembre, los empleados de la Empresa de Luz y Fuerza Eléctrica y de Carros Urbanos, consiguieron el
apoyo de sus compañeros de Duran y Guayaquil y lograron tras varios días de marchas y manifestaciones, la paralización
de la ciudad. Tenían de abogado al Dr. José
El Gerente de la Previsora, Víctor Emilio Estrada, abogó por la incautación de giros y por la moratoria regulada
gradualmente para el pago de letras de cambio vencidas en moneda extranjera, diciendo que no serviría decretar el
aumento de los salarios si seguía incrementándose el costo de la vida a causa del dólar, lo cual era verdad, pero eso era otro problema muy diferente al que habían planteado los obreros, quienes nada tenían que ver con las políticas de los
dirigentes de la economía del país, de manera que al desvirtuarse el justo reclamo con otros asuntos ajenos al movimiento
obrero, se desvió la atención del público y se debilitó la acción laboral.
Los delegados obreros cometieron el error de aceptar la tesis de Estrada en una Gran Asamblea Popular realizada el día
lunes 13 de Noviembre y se dirigieron en manifestación al chalet de Game en la plaza Colón a pedirle que tome en sus
manos problema tan grave para el pueblo. Este salió al corredor y a solicitud del abogado de los obreros de la compañía
de Luz y Fuerza Eléctrica, José Vicente Trujillo, dijo que las dificultades que los Bancos tenían acerca del problema del
cambio se debían a que las empresas norteamericanas asentadas en el país obtenían todas las licencias de importación, sin
dejar ninguna para los negocios locales.
Al día siguiente, martes 14 de Noviembre, el gobierno nombró una comisión de banqueros para que prepare un proyecto
de ley relacionado con la cotización del dólar norte americano. Ese mismo día se lo remitió a Quito por telegrama. La
comisión estuvo presidida por el propio Game y conformada con Víctor Emilio Estrada y José Rodríguez Bonin y recién el
viernes 17 se dictó el Decreto, dos días después de ocurrida la masacre de pueblo y obreros en Guayaquil, para colmos no
resultó como se esperaba.
En el interim el ejército había salido a las calles el miércoles 15 de Noviembre y habiendo comenzado la persecución de
los manifestantes a las tres de la tarde, esa noche se contaban más de trescientos muertos, nunca se sabra el número de
heridos, muchos de los cuales fallecerían en los días siguientes. Este episodio sangriento ha pasado a la historia como la
matanza de pueblo y obreros del 15 de Noviembre de 1922.
Game había logrado aumentar la cartera del Banco del Ecuador a nueve millones de sucres, pues se trataba de superar con
créditos, la gravísima crisis iniciada en 1916 a causa de la brusca caída de los precios mundiales y de las exportaciones de
cacao. El Banco gozaba de liquidez y sus billetes tenían premio en relación a los emitidos por el Banco Comercial y
Agrícola que gerenciaba Francisco Urbina Jado, personaje que la revolución del 9 de Julio de 1925 sacó del país y su banco
fue cerrado por disposición del nuevo gobierno.
Entonces el Banco del Ecuador pasó a ocupar el primer sitial permitiendo “a Guayaquil y al país entero sobrellevar la crisis
política y económica.” De allí en adelante el Banco soportó la competencia de nuevas instituciones crediticias tales como
los Bancos de Descuento y La Previsora, recién fundados en 1920.
El 4 de Mayo de 1923 recibió un homenaje del comercio de Guayaquil por cumplir cuarenta años de su permanencia en el
Banco, mientras su salud se iba deteriorando a causa de una severa hipertrofia de la próstata, dolorosa y molestosa en
extremo, que le dificultaba la micción y restaba movimiento.
Entre los años 25 y 27 mantuvo a sus hijos Fanny, Esther, Guillermo y Francisco Game Castro paseando especialmente por
España, pero también recorrieron otros países como Francia, Bélgica, etc.
Desde 1924 venía respaldando con su buen nombre y desde las funciones meramente representativas de Presidente, a la
“Bancaria del Chimborazo,” institución fundada en Riobamba por su hijo mayor Luís Eduardo, que realizó numerosos
préstamos e inversiones de dudosa rentabilidad en pro del desarrollo urbano de esa ciudad. Mas, se dio el caso, que el
joven Game tuvo que ausentarse a New York a obtener líneas de crédito, dejando encargada la gerencia a un judío,
pulidado Leví, que oficiaba de asesor financiero, quien cargó con el santo y la limosna y fugó del país. Cuando el Gerente
de la Bancaria volvió encontró que se había producido un desface de aproximadamente seis millones de sucres. Corría el
año 26, la Bancaria se sostuvo dos años más pero en condiciones adversas y finalmente el 28 cerró sus puertas, El
Encargado de Negocios de Francia solicitó al presidente Ayora que asumiera las medidas conducentes a precautelar los
bienes e inversiones que aún le quedaban a la Bancaria, el joven e inexperto banquero también pérdida al sistema
bancario nacional salió del país, su padre tuvo que paliar las pérdidas aportando dinero de su propio peculio y quedó
pobre.
Tras la revolución del 9 de julio de 1925 la junta de gobierno incautó el oro físico de los bancos pagando el irriso valor de
diez sucus la onza y ocasionando una doble.
Para 1929 la situación del Banco del Ecuador seguía sin mayor problemas pero el 29 de Octubre se produjo la quiebra de la
Bolsa de Valores de Wall Street en New York, llamada también con el nombre de Viernes Negro, y cerraron sus puertas
numerosísimos bancos norteamericanos, entre ellos
Ios cuatro donde mantenía el Banco del Ecuador sus depósitos oro y por ende quedó desprotegido
y sin fondos para garantizar cartas de crédito, A ello se sumó la recesión mundial consecuencia de
esa catástrofe financiera y que acabó por arruinar el comercio internacional sumiendo a los países
de occidente en la más dura crisis económica que recuerda la historia, La libra esterlina fue
devaluada y eso también afectó la liquidez de la banca,
En Guayaquil se dio el caso que Víctor Emilio Estrada mandó a varias docenas de amigos a sacar
cuentas corrientes en el Banco del Ecuador y cierto día giraron numerosos cheques de un sucre
cada uno, enviando a cobrar en medio de gritos y pifias. El público, que jamás había presenciado
este tipo de escándalos, reaccionó con miedo pensando que el Banco estaba quebrado y hasta los
ahorristas comenzaron a retirar sus fondos,
El Banco del Ecuador no contaba con las reservas suficientes para devolver la totalidad de los
depósitos a sus clientes dada la gravísima crisis que azotaba al país, que vivía la peor etapa de la
depresión económica mundial, tampoco el Banco Central que había adquirido la totalidad de la
cartera redescontable calificada y la que quedaba era de dudosa recuperación pues el mayor
deudor era la Bancaria del Chimborazo, La Superintendencia de Bancos decidió intervenir y proceder a la liquidación, El Banco del Ecuador cerró por decisión voluntaria de sus accionistas el
7 de Mayo de 1931. Designado para este desempeño Luís Vernaza Lazarte que no era banquero y se
tomó dieciséis años con sueldo en esas funciones, que recién terminó en 1947, entregando treinta
mil sucres a cada accionista, Cabe indicar que Game había pagado la totalidad de los depósitos en
menos de una semana de manera que nadie resultó perjudicado, al liquidador solo le correspondió
sentarse y cruzar activos y pasivos, resultando un saldo a favor, como ya se dijo,
Al poco tiempo fue designado Tesorero de Hacienda, funciones que desempeñó con su proverbial
honorabilidad hasta el 16 de Febrero de 1937 en que pasó a ocupar la dirección de la Pagaduría
Provincial del Guayas, por haber sido dividida la Tesorería en dos secciones: Pagaduría y
Recaudación,
En 1938 fue operado en la clínica Guayaquil de la vieja dolencia prostática por el gran urólogo
norteamericano Dr, Oswald Swermey
pues sirvió al comercio de la plaza y a las colonias extranjeras, sobre todo a la china, a la que
protegió,
Propugnó el adelanto del país y el nacimiento de su industria, Fomentó el establecimiento de
la primera fábrica de cemento que tuvo el Ecuador y que hasta hoy se llama “San Eduardo” en
su honor, Igualmente la fundación de la “Sociedad Bancaria del Chimborazo” con sede en
Riobamba y la reapertura en 1928 del Ingenio San Pablo cerca de Babahoyo,
Gustaba pasar vacaciones en Salinas con todos los suyos en un chalet de madera con amplio
corredor que daba a la playa, situado en la Loma de ingreso al balneario, justamente al lado
de la casa de su yerno José Rodríguez Bonín, quien era quien se lo prestaba, Tenían por
costumbre desayunar mariscos, de preferencia langostas, que compraban a los pescadores y
las depositaban en un barril de madera lleno de agua salada para que se conserven vivas,
Siempre fue un buen padre y un excelente esposo, dejando gratísimos recuerdos entre sus
numerosas relaciones, En su trato era llano, mesurado para conversar, gustaba oír más que
hablar pero a la hora de las decisiones y actuaciones lo hacía con gran empeño y creyendo
siempre alcanzar sus objetivos porque era severo y enérgico en su forma de ser,
Modesto en todo, prefería la íntima satisfacción que dejan las buenas acciones a la propaganda
con fines de ostentación egoísta y supo hacer el bien sin que los demás se enteraran,
I cuando los hermanos de las escuelas cristianas arribaron a la ciudad, se convirtió en el
generoso mecenas de ellos junto a Adelina Morla de Parducci,
Jugaba billar y tenía una mesa en el primer piso del chalet donde se reunía con amigos y
parientes, fumaba cigarros habanos que mantenía en una cajita y cuando salía del Banco
acostumbraba abrir las chazas y sentarse a mirar la plaza Colón, saludando cordialmente con
los vecinos para quienes siempre tenía una frase amable, Muchos proyectos y hasta algunos
créditos salían de esos encuentros, pues era común que los interesados le fueran a buscar,
Sus nietas mayores recuerdan que hacía dos jornadas de trabajo como era usual en Guayaquil hasta bien entrada la
década de los años setenta en el siglo XX, Que tras el almuerzo entraba un ratito a su dormitorio y arreglaba sus
colecciones de estampillas, monedas y billetes, algunos de los cuales había firmado como
Gerente General del Banco del Ecuador. Al volver por las tardes les llevaba golosinas y hasta
pequeños juguetes, las sentaba a su lado en una butaca de la galería que daba a la calle y
organizaba juegos. En invierno les pagaba cinco centavos por cada cinco grillos que arrojaran a
una gran lavacara con agua.
Muy arreglado en su persona, su esposa le pintaba los bigotes y hasta se los rizaba con una
tenaza. Entre sus mejores amigos estaba Pablo Arosemena Merino, los Rivadeneira y los
hermanos Rodrigo y Gonzalo Icaza Cornejo a quienes protegió en el Banco y recomendó como
técnicos a las nuevas instituciones (La Previsora y Descuento) que se formaron en Guayaquil en
1920. Sus recomendados habían sido preparados en el Banco del Ecuador y con los años
ocuparon las gerencias de sus respectivos bancos.
En su chalet conservaba numerosos adornos de porcelana, muebles y alfombras porque siempre
le agradaron los placeres estéticos. Finalmente no está demás indicar que durante su período como Gerente del Banco del
Ecuador le tocó sortear los ^ peligros propios de la crisis económica
más larga del país, la de 1916 al 46, con el levantamiento del pueblo guayaquileño en 1922, la
revolución Juliana de 1925 que atacó a la banca de nuestra urbe inmisericordemente y la caída
de la bolsa de valores de Wall Street en New York el 29 que inició la depresión mundial.