CAMPEON NACIONAL DE AJEDREZ.- Nació en Machala el 18 de Octubre de 1880 cuando dicha ciudad aún pertenencia a la Provincia del Guayas y fueron sus padres Francisco X. Galvez Ramírez, Conservador, agricultor en Máchala y exportador de productos en Guayaquil, con Casa en el Malecón entre Abdón Calderón y Gutiérrez, fallecido después del Incendio Grande de 1896 y Semira Usubillaga Robles, naturales de Zaruma y Guayaquil respectivamente. En el bautizo le pusieron por nombre Arnaldo Federico.
Fue el cuarto de una familia compuesta de cinco hijos, estudió la secundaria en el Vicente Rocafuerte y aprendió ajedrez con su padre, juego ciencia que le entusiasmó tanto que lo practicó toda su vida, con una asiduidad verdaderamente infatigable.
Por entonces el Ajedrez estaba poco desarrollado en Guayaquil y solamente de cuando en cuando, al regresar los ecuatorianos de Europa, especialmente de París, como Antonio Seminario Marticorena y Eduardo Seminario Hant, se oía que allá se jugaba con furor y existían locales y clubes especializados, mientras aquí se te tenía por simple distracción de personas más bien de edad.
En 1900 se afilió al Partido Liberal llevado por su tío segundo Ignacio Robles Santistevan y empezó a colaborar en “El Grito del Pueblo Ecuatoriano” con artículos fáciles de leer, que trataban temas sociopolíticos y de actualidad.
En 1901 formó parte del “Círculo Juan Montalvo, cuya prosecretaría ocupó en 1902. Era un joven simpático y Jovial, le agradaba la política y cuando podía, hacía de orador improvisado, pues tenía gran facilidad de palabra y buena voz. Ese año ingresó al Cuerpo de Bomberos como Ayudante de la Compañía “Guardia de Propiedad”.
Entre 1903 y el 4 fue Jefe Político del Cantón Pasaje donde existían varias propiedades agrícolas de la familia, herencia del tío Apolinarío Gálves que falleció sin hijos. Regresó al año siguiente para contraer matrimonio en Guayaquil con Otilia Villafuerte Triviño, pues la vida del campo no le atraía. Las propiedades quedaron administradas por terceros y al final se perdieron en manos de invasores cuando aparecieron las plagas.
Ese año intervino en la campaña presidencial y fue designado Secretario privado de Lizardo García, con quien viajó en Julio a Quito. Al triunfar la revolución de Enero de 1906 volvió a Guayaquil.
En 1907 comenzó a escribir para “El Ecuatoriano” de Ricardo Cornejo. Era antialfarista moderado. En septiembre de 1911 dio el discurso de bienvenida a Guayaquil al general Leonidas Plaza. El 12 fue interventor Fiscal por nombramiento del presidente Leónidas Plaza y escribió en el Guante” que apoyaba al gobierno. El 14 enfermó su esposa de tifoidea y falleció a los pocos días, dejando siete niños pequeños que nuestro biografiado tuvo que cuidar.
Acostumbraba jugar ajedrez a la caída de las tardes en su casa del Malecón, con amigos y conocidos. A tan interesantes reuniones asistían Heleodoro y Francisco Avilés Minuche, Miguel y Ernesto Seminario, los Oyala González, Medardo Pimentel Marín, etc. En 1918 obtuvo el título de Campeón de Ajedrez, siendo el más poderoso jugador del país pues ganó en 1921 el Campeonato Nacional realizado en Guayaquil.
Desde Enero de 1919 escribió para “El Nacional” y en Julio para “E\ Telégrafo”, en ambos diarios bajo el seudónimo de “Ángel F. Salvador”. En las elecciones de 1920 trabajó ardorosamente por la candidatura presidencial de su amigo J. Federico Intriago que perdió. El ganador, José Luis Tamayo, quien también le conocía y apreciaba desde hacía muchísimo tiempo, le llamó a su lado para que colaborara con él en la Gobernación de Manabí, que Gálves desempeñó con lucimiento y general beneplácito por tres años, hasta 1923.
Ese año publicó “Algo de Ajedrez” en 444 págs. La obra contiene historia, literatura, anécdotas, ejercicios, prácticas, técnicas, ejemplos, enseñanzas y encuentros ajedrecísticos, cuidadosamente escogidos y compilados, fotograbados y estudios, problemas y fines de partida. Un apéndice de 35 págs. con el Match Lasker-Capablanca jugado en 1921 y un moderno método de ganar con alfil y caballo contra el rey solo. Fue el primer libro en su género que se editó en el Ecuador y se ha convertido en un clásico de las letras nacionales.
En 1925 editó un volumen con Leyes, Decretos y Ordenanzas y desempeño la secretaría de la Asamblea Liberal. El 26 ocupó la secretaría de la Municipalidad de Guayaquil El 27 se quemó la casa familiar de los Gálvez, que estaba hipotecada en La Previsora y tuvieron que vender únicamente el terreno para no perderlo. El daño económico fue muy grande pues se trataba de un edificio antiguo y cómodo que aún era útil. Como parte de pago recibió un chalet en General Gómez y Coronel, que habitó con sus hijos desde entonces.
Su economía se hallaba deteriorada. Su gran tienda de venta de cigarros y cigarrillos llamada “La Cubanita”, en Colón y Pedro Carbo, cambió de dueño a raíz de que un compadre lo estafó. El comprador fue su amigo Miguel Seminario Marticorena.
Como Secretario Municipal editó en 1930 una Codificación de Ordenanzas Municipales abarcando un extenso periodo desde 1883 a 1929. Ese año pronunció un discurso en la inauguración del Centro de Investigaciones históricas. El 31 lanzó a la venta una Codificación y Colección de Reglamentos Municipales. Dichos trabajos llenaron un vacío en la existencia jurídica de la comunidad y fueron altamente elogiadas y apreciados en su tiempo.
En 1932, fuera de la Secretaria Municipal por enfermedad y sufriendo una afección a la laringe producto de sus muchos años de fumador empedernido, pasó en su chalet. Estaba muy decaído y falleció el 19 de Marzo de 1933, posiblemente de cáncer. Tenía 52 años de edad solamente.
Más bien alto, blanco, de ojos y pelo negro, bigotes. Contextura media. Fue en su tiempo el mayor ajedrecista del Ecuador pues nadie le podía batir ni dar mates como se estila en dicho juego, que ha tenido tan pocos cultores serios en nuestro país.
Dejó numerosos versos inéditos que acaban de salir en 1983 impresos por sus nietos en un tomo. Poesía romántica, sentimental y decimonónica que no aportó ninguna novedad en su tiempo pero reveladora de un lirismo y una sensibilidad poco común. También brilló como orador patriótico.