FELIX LOPEZ LUIS

POLÍTICO Y ESCRITOR.- Nació en Calceta, Manabí, el 25 de Agosto de 1932 y fueron sus padres legítimos Jacinto Félix Rezabala, dueño de un almacén, piladora, fábrica de hielo, flota de camiones, dos granjas avícolas y Jacinta María López Loor, naturales de Calceta y Junín respestivamente (1) “Mi madre era una mujer bonita y educada, de mucha fuerza interior. Fui su consentido, nos llevábamos bien. Falleció en un accidente de tránsito en 1990 mientras venía de Manabí con un sobrino. El vehículo fue chocado por un camión”.

El mayor de trece hermanos que vivían en la casa familiar de la calle principal de Calceta, donde recibió las primeras letras de la Profesora Santa Rezabala hasta los doce años que pasó al Colegio Eloy Alfaro de Bahía de Caráquez. El 47 viajó interno al San Gabriel de los Jesuítas de Quito y empezó a escribir versos que leía a sus compañeros. El 50 se graduó de Bachiller en Químico- Biológicas e ingresó a la Facultad de Medicina de la Universidad Central. Recibía de su padre una pensión mensual para alimentación y vestuario, vivía en residencias familiares. Los versos de esta época formaron su poemario “El Eco interminable” aparecido en 1977 en 70 págs. en la colección Jacinto Collahuaso de la Casa de la Cultura Núcleo de Portoviejo.

El 54 participó con crítica en la revista de El Ateneo Ecuatoriano que dirigía Luis Cornejo Gaete. Allí escribían César Dávila Andrade, Pedro Jorge Vera, César Dávila Torres. Presidía El Ateneo Guillermo Bossano Valdivieso. Cristóbal Garcés Larrea, recién llegado de Colombia, trajo el cuento “Ojos de perro azul” de su amigo Gabriel García Márquez, que salió publicado en la Revista del Ateneo por primera vez, aunque después lo han recogido numerosas Antologías del Cuento Latinoamericano.

El 55 hacia vida bohemia en la cafetería “Bambi” de la plaza del teatro y en “La Lonchería italiana” de la calle Venezuela. En ocasiones se reunía con amigos en “El Bodegón” que funcionaba en el interior del antiguo Cuartel Real de Lima. En la “Bambi” frecuentaba Dávila Andrade con Manuel Monard, Carlos y Vicente Bravomalo, Pedro Jorge Vera, César Dávila Torres. Se hablaba de todo, especialmente de poesía. El 57 asistió al proceso de creación del Boletín y Elegía de las Mitas, pues “el Fakir nos leía el avance de su producción”.

El 55 Cornejo Gaete le había presentado al Dr. Germán Alarcón Jaramillo, “abogado de filiación política cefepista, que me solicitó que al día siguiente diera un discurso en el recibimiento del Dr. Carlos Guevara Moreno, Capitán del pueblo ecuatoriano, quien me dijo al oírme: “Vamos a ibarra”, pues tenía que continuar su gira hacia esa población y quería que le acompañara. Desde entonces me favoreció con su amistad. En CFP tuve a cargo la organización interna de los comités en Quito y el 56 intervine en la campaña presidencial en la que Velasco ibarra apoyó al candidato conservador Camilo Ponce Enríquez, que triunfó frente al liberal Raúl Clemente Huerta por estrecho margen, Guevara Moreno, que en un comienzo había sido alentado por Velasco, terminó siendo víctima del maquiavelismo político, pues le utilizó para debilitar en la costa a Huerta.

“Entre el 56 y el 58 gané una plaza de interno en la Clínica del Seguro con S/. 750 mensuales de sueldo, fue mi primera ocupación con sueldo, conocí y me enamoré de Sara Grijalva Grijalva que trabajaba allí de laboratorista. Por las noches visitaba y organizaba los Comités Cefepistas mientras el gobierno apoyaba la huelga de los basureros contra la administración municipal guayaquileña del cefepista Luis Eduardo Robles Plaza, quien finalmente tuvo que convocar a un Cabildo Abierto y renunció”.

El 58 se graduó de Médico con la tesis “La Esplenoportografía” en 85 págs. bajo la dirección de los Dres. Jaime Ricaurte y Max Ontaneda, conteniendo sus experiencias y estudios radiográficos del Sistema Porta, del tracto digestivo. Ese año contrajo matrimonio con su novia Sara, viajaron a Guayaquil, e instaló su consultorio en la Clínica San Gabriel en Santa Elena y Aguirre. Vivían en la Ciudadela Naval Sur, luego construyeron una villa en Urdesa Central.

El 60 volvió Velasco ibarra a ganar las elecciones presidenciales. Luis Félix López fue candidatizado a tercer Diputado por el Guayas en la lista de CFP que encabezaron Assad Bucaram y Julio Maestre Celi, quienes resultaron electos y como quedó de primer suplente, solo concurrió al Congreso por poco tiempo.

Un buen día Guevara Moreno fijó su residencia en México y encargó la dirección del CFP a José Hanna Musse, pues comprendía que había pasado su momento histórico. Asaad Bucaram se perfilaba como el nuevo líder populista del país. Efectivamente, el 62 ocupó la alcaldía de Guayaquil. La lista de Diputados cefepistas estuvo conformada por José Hanna Musse, Luis Félix López, Jaime Aspiazu Seminario, Eliecer Pérez Jurado, etc. que resultaron electos. Entonces fue designado Consejero de Estado y representante a la Junta de Defensa del Artesanado, participó en el juicio político iniciado por la compra de armamento inservible y con sobreprecio, llamado por eso mismo El negociado de la chatarra, del cual salieron algunos inculpados, principalmente el Vicepresidente de la República, el Ministro de Defensa Nacional y hasta el Comandante del Ejército. Hizo oposición al Presidente Carlos Julio Arosemena Monroy y cuando en Julio del 63 se instauró la dictadura de la Junta Militar de Gobierno y Asaad Bucaram partió al exilio en Panamá, Guevara Moreno comprendió que se cernía sobre la República un largo período de opresión y no realizó la Convención Nacional Cefepista en Ambato como se lo había propuesto. Allí pensaba expulsar a Bucaram.

En tan difíciles circunstancias Félix López fue nombrado Director Supremo del CFP, el 64 interesó a los dictadores en la expropiación de la hacienda “El Guasmo” al sur de Guayaquil y para ganarse la vida consiguió la gerencia de los Laboratorios “J. M. Alemán” y las cátedras de Biología y Anatomía en los Colegios Cinco de Junio y Ciclo Educativo Tarqui. Caídos los dictadores el 66 ascendió interinamente al poder Clemente Yerovi indaburo, quien no buscó la colaboración cefepista pues seguía las directrices políticas de Galo Plaza, enemigo jurado del partido. El 67 Guevara Moreno quiso boycotear la Asamblea Nacional Constituyente y no presentó candidatos a las elecciones para Diputados. Fue un error, Bucaram salió electo Vicepresidente de la Asamblea y tuvo lucida actuación, haciéndose conocer y respetar del país.

Ese año adquirió una finca en el recinto El Carmen. Su amigo el Ministro de Gobierno Benjamín Terán Varea, le nombró primer Presidente de ese Concejo Cantonal y trabajó para poner fin a la confrontación entre las provincias de Manabí y Pichincha, originada en el abusivo cercenamiento de El Carmen a la primera de las nombradas. En las elecciones del 68, el guevarismo, como grupo minoritario del CFP, volvió a apoyar a Velasco ibarra a la presidencia de la República. La campaña fue muy dura y el triunfo reñido. Velasco derrotó por escaso margen al candidato liberal Dr. Andrés F Córdova quien contaba con el apoyo del CFP bucaramista.

Entre el 68 y el 69 Félix López fue Director del Consorcio de Municipios Manabitas, que como no había Consejo Provincial estaba a cargo de la construcción de carreteros y caminos vecinales de la provincia. También fue designado Director del Centro de Rehabilitación de Manabí. Durante su gestión se construyó la presa de Poza Honda, el sistema regional de agua potable de la Estancilla, y se iniciaron los estudios de la cuenca del río Carrizal donde se construiría años después la presa La Esperanza.

El 70 fue designado segundo candidato a Diputado de la lista oficialista de Manabí detrás de Ricardo Bowen Cavagnaro, hijo del Cacique Emilio Bowen; mas, en Julio de ese año, Velasco ibarra rompió el orden constitucional y no se reunió el Congreso, pero debido a su amistad con el dictador, sorpresivamente ocupó en Agosto la Gobernación de Manabí y allí se mantuvo por dos años, tiempo en el cual se terminaron las obras del hospital de Portoviejo, la tercera etapa del puerto de Manta y su aeropuerto, etc.

El 15 de Febrero del 72 el general Guillermo Rodríguez Lara derrocó a Velasco ibarra. Las autoridades seccionales fueron cambiadas y lo reemplazó un amigo. Entonces, cansado de los continuos vaivenes de la política nacional, decidió ausentarse a México con su familia compuesta de tres hijos. En Abril ingresó a la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM. Volvió a la Medicina, siguió estudios de Gastroenterología y Endoscopia, hizo cirugía transendoscópica y ocupó la jefatura del Servicio de Endoscopía en el Hospital General de ciudad Netzahualcoyot, un suburbio aledaño al Distrito Federal.

Ese año participó en el Concurso “Premio internacional de Novela México” con su trabajo “Los designios” y quedó finalista. Publicada el 74, se conocen dos ediciones más, la de la Colección Letras del Ecuador del Núcleo del Guayas de la CCE del 78 en los tomos 80 y 81 en 165 y 170 págs. respectivamente y la del 93 de la Matriz de la CCE del realismo mágico, la historia de un Cholo del pueblo de Charapotó llamado Pedro Panta, que contrabandea sal y muere arrejuntado a la ñata Demetria Lino, sucedido por Rafael Fernández que toma a la ñata y continúa la historia.

El 73 se presentó a la Editorial intersistemas como Editor médico, fue contratado de free lancer para varias publicaciones médicas, tenía que entrevistar, obtener informaciones,etc. El 74 ascendió a editor de la edición mexicana de “Patien Care” -Atención Médica- una de las más importantes revistas especializadas de Medicina del mundo, pues contaba con 26 ediciones internacionales. El 76 se hizo cargo de la edición española en Madrid y el 78 de la venezolana en Caracas. Su trabajo se volvió muy intenso, escribía los editoriales de todas ellas, modelaba las mesas redondas, controlaba las traducciones, el estilo y todo muy profesionalmente. El 80 fue copropietario de la revista cuando se amplió el capital de la empresa que la editaba, pero el 84 vendió sus acciones y volvió a Guayaquil aunque sus hijos permanecieron hasta terminar sus preparaciones profesionales. En el puerto le hicieron un hueco en el techo del container donde traía sus cosas para robarlas y como demoró ocho días en tramitar la sacada, llovió y le entró agua. Destruyéndose la mayor parte de sus libros. Nuevamente habitó su villa en Urdesa Central y sus amigos Antonio Gagliardo Valarezo y Cristóbal Verduga Cevallos lo llevaron a la Izquierda Democrática en la campaña electoral que Rodrigo Borja perdió ante León Febres Cordero, también instaló la compañía de transporte Aviopacífico y la ^ camaronera Río Hondo en la isla Puná, que terminó vendiéndolas en 1995 para que sus hijos se independizaran.

En 1986 publicó en la Editorial El Conejo su novela “El Gorrión canta en la obscuridad” en 123 págs. donde relata varias historias como si fuera una polifonía coral y toman la palabra un desquiciado que opina desde un hospital Psiquiátrico, un gorrión de ala rota que quiere volar en pareja, una lisiada de poliomielitis que se ama con Pedro Pablo el psiquiatra escribiente que abre y cierra el libro. A veces las historias no se enlazan debidamente, pero en todo caso, sin ser una novela erótica trata siempre del amor con tonos reflexivos.

En la campaña presidencial del 88 formó parte de la cúpula de la I.D. que triunfó con Rodrigo Borja. Designado Subsecretario del Ministerio de Gobierno con Andrés Vallejo Arcos continuó con su sucesor César Verduga Vélez, permaneciendo todo el período de Borja en tales funciones. Como Subsecretario le tocó participar activamente en la pacificación del país a través del pacto con el grupo armado “Alfaro Vive Carajo” que terminó deponiendo su actitud y entregando las armas. Realizó el censo de las obras inconclusas detectando dos mil.

En el Vicente tuvo por compañeros a Modesto Apolo Ramírez, Jorge Swett Palomeque, José Vicente Iturralde, Alberto Jalil Tobar y a otros jóvenes que luego formaron filas en la izquierda ecuatoriana. Carlos era un intelectual arielista y combativo, que aspiraba a la redención nacional a través de la acción política y el estudió de las doctrinas filosóficas de Carlos Marx. Algo tímido, blanco, alto, espigado, de pelo negro, ojos melados, ambicionaba secretamente estudiar medicina pero comprendiendo que los textos eran demasiado caros para sus escasas posibilidades, prefirió la Jurisprudencia por el apoyo de su tío el Dr. Alberto Blum Flor, conocido abogado que llegó a ocupar la presidencia de la Corte Superior de Justicia.

Durante el primer Curso alcanzó el segundo lugar en su clase, fue sorteado para el premio La Filantrópica y en los días posteriores a la gloriosa revolución del 28 de Mayo de 1944 participó del espíritu cívico del momento y formó parte de las Brigadas Universitarias que con el fusil al hombro patrullaron las calles de Guayaquil. El 45 fue secretario particular del Ministro del Trabajo, Lic. Santiago Roldós Soria.

En Julio del 46, al finalizar el período de Antonio Gil Gilbert, sonó su nombre para ocupar la presidencia de la FEUE en Guayaquil. Realizadas las elecciones triunfó y le tocó defender la autonomía universitaria menoscabada por la Constitución velasquista de ese año.

En 1947 fue electo Presidente de la Asociación Escuela de Derecho y comenzó sus prácticas como secretario de uno de los Juzgados del Crimen. El 48 asistió al V Congreso de la FEUE realizado en Quito. El 2 de Octubre del 49 obtuvo la Licenciatura en Ciencias Sociales.

Su ideología habíase vuelto francamente izquierdista y sus contactos con los sindicatos de obreros le abrieron las puertas del Derecho Laboral. Ese mes fue designado Vocal por los trabajadores del Dpto. de Parques de la Municipalidad en el Conflicto Colectivo iniciado contra el Cabildo y en Noviembre actuó en el Conflicto de los trabajadores del Campamento petrolero de la Carolina y Petrópolis Oil Co. en La Libertad. Mientras tanto formó parte de la comisión que agasajó al primer alcalde socialista de Ambato Neptalí Sancho en el salón Fortich de Guayaquil y se integró en la agrupación política de izquierda “Alianza Popular” que lideraba el Dr. Alfredo Vera Vera, candidato a la alcaldía, figurando en esa lista como segundo Concejal, pero no salió.

En 1950 fue electo Censor Municipal de Espectáculos. El 51 contrajo nupcias don Isabel Vivar Franco y tuvieron tres hijos: María Isabel, Juan Carlos y Marcel y escribió su tesis doctoral sobre los Salarios, que mereció el Premio Universidad de Guayaquil por haber sido considerada entre las mejores que se presentaron ese año. Igualmente obtuvo el “Premio Contenta” consistente en la exoneración de los derechos de grado, que rindió el 30 de Enero del 52.

Ese año instaló su Estudio Jurídico en la esquina de Luque y Pedro Carbo y se dedicó de lleno al libre ejercicio profesional, prefiriendo siempre la defensa de los trabajadores y obreros, aunque es fama que el primer caso que trabajó fue el divorcio de su madre a quien trajo a vivir en Guayaquil. El 58 defendió el derecho a la huelga de los Internos y enfermeras del Dispensario Médico del Seguro Social ubicado en Chile y Colombia y soportó el embate de la policía, recibiendo un salivazo en pleno rostro, de parte de un cuñado del Gobernador, incidente que salió reseñado en los periódicos, le dio justa notoriedad y ocasionó la inmediata reacción de sus colegas que decidieron constituirse nuevamente en el Colegio de Abogados a fin de lograr las garantías debidas. Esta fue la segunda época del Colegio en Guayaquil.

En Abril del 59 fue designado Profesor de Derecho Financiero de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Guayaquil. En Noviembre comenzó a dictar la cátedra de Técnica Legal en la Facultad de Ciencias Matemáticas y Físicas.

Ese año fue Conjuez permanente de la Corte Superior de Justicia. El 67 desempeñó la Asesoría Jurídica de la Municipalidad. El 68 ocupó el Subdecanato y luego el Decanato de la Facultad de Jurisprudencia hasta el 70 y todo ello en medio del intenso trajín de una vida dedicada por entero al desempeño profesional que siempre fue el fin mayor y la meta mejor lograda de su vida.

En Abril del 70 surgió su candidatura para el rectorado de la Universidad de Guayaquil, pero a última hora las fuerzas se unificaron alrededor del Dr. Fortunato Safadi Emén, quien resultó candidato único y salió electo. El hecho de que la izquierda y sus amigos más antiguos hubieran preterido su nombre, le ocasionó una decepción de la que sin embargo pronto se repuso, pues amaba su profesión, vivía cada momento de ella en toda su intensidad, se daba plenamente a las causas de sus clientes sin importarle las consecuencias. Era uno de los mejores abogados del país y sus opiniones y alegatos, escritos en un hermoso estilo forense, se copiaban en los Juzgados y luego circulaban entre sus colegas.

En 1968 empezó a sufrir de una Escoliosis a la columna y trasladó su estudio a Luque entre Pedro Carbo y Chile, altos de la Librería Científica. En Agosto del 70 fue Expositor en el I Seminario de Derecho Laboral Ecuatoriano organizado por el Colegio de Abogados de Guayaquil con el tema “El Contrato Individual del Trabajo” En Marzo del 71 comenzó a enseñar Derecho Procesal Civil en la Universidad de Guayaquil.

Entre el 72 y el 79 fue Director del Departamento Legal de la Universidad. En Noviembre del 72 dictó Procedimiento Civil en la Universidad Católica.

El 73 defendió a la Sra. Judy Mc. Collum en su juicio de divorcio y se ganó la animadversión de un condueño del Diario El Universo, que le borró de sus páginas por largo tiempo.

En Abril del 74 asistió al VI Congreso Mexicano de Derecho Procesal celebrado en Toluca y desempeñó la presidencia en la primera sesión de trabajo. En Junio participó como Expositor en el I Seminario de Derecho Bancario organizado por el Colegio de Abogados de Guayaquil y se relacionó con el City Bank, en cuyo edificio instaló su Estudio. En Noviembre fue conferencista en el Seminario sobre “Proceso Ejecutivo” organizado por la Asociación Escuela de Derecho de la Universidad Católica.

Ese año había fallecido su hija mayor y a raíz de ello se dedicó a poner en orden varios apuntes y notas que había venido recopilando sobre la reforma de 1970 al Código Civil, que publicó un año después bajo el título de “Igualdad de Derechos de hijos y cónyuges” en 245 págs. con prólogo del Dr. Gil Barragán Romero y que dedicó “a la memoria de mí hija María Isabel. Una ofrenda en su tumba abierta prematuramente”.

La obra tocó aspectos de Derecho Procesal y Constitucional de Interés, tratando de rescatar la verdad jurídica y de orientar la opinión pública en general y la de la mujer en particular, hacia la situación en que esta se encontraba a partir de la reforma”

El 77 fue electo Síndico del Colegio de Médicos y de la Sociedad Médico Quirúrgica del Guayas. El 78 fue por segunda ocasión Conjuez Permanente de la Corte Superior y el Vicealmirante Alfredo Poveda le propuso una de las vocalías de la II Comisión Jurídica del Estado que preparó el segundo proyecto de reforma a la Constitución de 1945. Reunida la Comisión fue electo Vicepresidente y tras cuatro meses de intensos trabajos redactaron un Proyecto, que sometido al Plebiscito, resultó escogido por la mayoría del país.

El 79 concurrió a la Asamblea Nacional de Abogados y presidió el Frente Profesional que trabajó por el binomio formado por el Ab. Jaime Roldós Aguilera para la presidencia de la República y el Dr. Oswaldo Hurtado Larrea para la Vicepresidencia. Con la familia Roldós le unía una antigua amistad y Jaime había sido su alumno en la Universidad de suerte que al triunfar en la primera vuelta creyó por delicadeza que ya no eran necesarios sus servicios y viajó con su esposa a Europa. En Frankfurt se enteró de la abrumadora mayoría obtenida en la segunda vuelta y le puso un Cable de felicitación.

De nuevo en el país le fue propuesto el Ministerio del Trabajo que desempeñó brillantemente desde el 10 de Agosto del 79 hasta el 7 de Febrero del 80 en que por renuncia del titular Roberto Dunn Barreiro pasó a ocupar la cartera de Gobierno en medio de un general estado de agitación política; pues, el líder populista Asaad Bucaram, desde la presidencia del Congreso Nacional, hacía una tenaz oposición al régimen y el país se encontraba políticamente dividido por esta pugna por el Poder.

Feraud Blum heredó la contienda y su posición ideológica francamente izquierdista definió la política del régimen, pero fue atacado duramente por Bucaram quien le tildó de jefe de los Chuchumecos (partidarios de Roldós) mientras éstos contestaban acusando a sus contrarios de Bucaramecos. Entonces Roídos empezó a amenazar con un Plebiscito que indudablemente hubiera desestabilizado la democracia que empezaba a vivir el país. “Los Patriarcas de la Componenda”, es decir, los jefes de la oposición en el Congreso, siguieron impertérritos y en tales circunstancias el 24 de Mayo de 1981 ocurrió el trágico fallecimiento del Presidente Roldós en un accidente de aviación y subió al poder el Dr. Oswaido Hurtado Larrea, quien le mantuvo en el Ministerio de Gobierno, pero sin el apoyo férreo que antes había gozado durante la presidencia de Roldós pues así era la postura política del nuevo mandatario.

Esa circunstancia hizo que algunos congresistas denominados de la convergencia democrática, capitaneados por el Ing. León Febres Cordero, plantearan un Voto de Censura al Ministro Feraud Blum, aduciendo para el efecto el affaire de las muñecas de trapo “compradas por el Ministerio de Gobierno en la navidad del 80 para reparto en la policía y que habían sido rechazadas por éstos debido a su escaso valor.” Lo que no se pudo probar fue la existencia de peculado en la compra de manera que la honorabilidad del Ministro salió incólume.

Un Asunto tan trivial, que en cualquier país del mundo hubiera pasado desapercibido, sirvió de detonante político y a la postre la oposición logró el tan ansiado voto. Feraud Blum tuvo que renunciar el 14 de Septiembre de 1981 y volvió a su actividad profesional, acatando una injusta resolución con la entereza moral de los espíritus superiores. Formal, frió, a veces demasiado objetivo, flemático, así le definió un periodista tras sostener un diálogo en su elegante estudio profesional, reconociéndole, eso sí, su sincero y decidido patriotismo. Entonces el partido Demócrata le solicitó que encabezara la lista para Diputado Nacional por el período 198488 y realizadas las elecciones salió triunfador con la más alta votación. Posesionado de su curul no intentó tomar desquite contra el nuevo Presidente Febres Cordero, autor de su destitución como Ministro, por el contrario, brilló a gran altura por la dinámica que impuso al desarrollo de la legislación con un sentido innovador y altamente humanista y fue designado Vicepresidente del Congreso. Luego ocuparía la Vicepresidencia de la Comisión de Codificación y las presidencias de las Comisiones de Excusas y Calificaciones, y la de lo Civil y lo Penal.

Su figura había adquirido características excepcionales y se rumoraba con insistencia su candidatura presidencial. El candidato de la Izquierda Democrática Dr. Rodrigo Borja Cevallos buscaba con insistencia formar binomio con Carlos Feraud Blum. Tal su popularidad y general aceptación y respeto. Mas, en Septiembre del 87, comenzó a sentir una ligera inflamación al cuello y aprovechando la celebración de un Congreso Internacional de Juristas en La Habana, viajó en representación del Ecuador y al término de las sesiones se hizo examinar en el Hospital de los hermanos Ameijeiras de la calle de San Lázaro, habiéndosele localizado un pequeño nódulo cerca de las glándulas tiroides. Cuando ingresó se hallaba en la plenitud de sus facultades. Yo le fui a visitar pues me encontraba en esa capital como adjunto de prensa por el diario “Expreso” de Guayaquil, en la gira que realizaba la primera dama, Maria Eugenia Cordovéz de Febres-Cordero, quien subió hasta el piso 11 donde se encontraba asilado y conversaron breves minutos.

Al día siguiente fue operado por el Dr. René Vallejo quien le extirpó un tumor canceroso, de los más malignos, en la glándula tiroide posterior. Cinco días después le dijo: “Carlos. Haz salido muy bien de tu operación y quiero que te hagas unas radiaciones por si acaso hayan quedado algunas células degenerativas,” dorándole la píldora, pues bien conocía el galeno que el caso era perdido y sometido a una radiación diaria durante veinte días, al llegar al décimo segundo notó que le faltaban las fuerzas.

Desde su operación se había venido expresando por escrito y como presintiendo algo malo le susurró a su esposa “Yo no le tengo miedo a la muerte pero me preocupa dejarte”. A los pocos días le visitó el Presidente del Congreso Dr. Jorge Zavala Baquerizo en compañía de su esposa Carolina Egas Núñez. Las dos parejas pasearon por la ciudad que el ilustre enfermo no había tenido tiempo de conocer y al llegar el momento de despedirse él exclamó “Compadre. Su visita me ha servido de gran consuelo” y no pudo seguir porque empezó a llorar. A todos se les saltaron las lágrimas, la escena fue conmovedora.

Al día siguiente amaneció afiebrado y el Dr. Vallejo le internó nuevamente en el Hospital. Isabel llamó a sus hijos, que se trasladaron en un avión de la presidencia de la República, arribaron la tarde del viernes 27 y el sábado 28 le trajeron en camilla a su casa en Guayaquil.

El fallecimiento ocurrió dos días después, el lunes 30 de Noviembre de 1987. Tenía solamente sesenta y cuatro años de edad. El Plenario de las Comisiones Legislativas resolvió designar con su nombre a la Sala de Sesiones de la referida Comisión de lo Civil y lo Penal, como justo reconocimiento por las importantes acciones que había cumplido. Fue un abogado valeroso y a tiempo completo que aprovechaba las noches, los sábados enteros y los domingos de mañana para poner en orden su oficina y estudiar las materias que dictaba con mucho amor en las Universidades. Tuvo talento, contracción para el estudio, carácter amable y trato gentil. Gracioso en sus ratos de expansión pero exigente y serio con sus alumnos, como debe ser un buen profesor. Amaba la vida y disfrutaba cumpliendo con su deber. En  los Congresos legisló sobre la mujer para lograr su independencia dentro del matrimonio.

Las muñecas de trapo jamás fueron importadas por el Ministerio de Gobierno como todo el país lo supo. Cuando se produjo la protesta de los policías porque no les gustaron las muñecas de trapo, la honorabilidad de Feraud Blum quedó a salvo y su extrema caballerosidad le hizo guardar silencio, llevándose el “secreto a voces” a la tumba pues quien cambió los juguetes importados por el Ministerio por las muñecas de trapo para los Policías fue nada menos que una persona de la Casa Presidencial. Finalmente cabe aclarar que los juguetes pasaron a poder de los comités roldosistas del suburbio guayaquileño y que las muñecas de trapo habían sido importadas por orden de la Primera Dama de la nación.