ESPINOSA ALBAN ROBERTO

ESCRITOR.- Nació en Quito el 7 de Julio de 1842 y fueron sus padres legítimos el Dr. Nicolás Espinosa, nacido en Otavalo en Septiembre de 1813, abogado en 1836, miembro de la Sociedad Filotécnica en 1843, Secretario de la Corte Superior y Redactor de la Gaceta del Gobierno en 1846, Secretario de la Cámara de Representantes en 1848, Ministro Juez de la Corte Suprema de Justicia entre 1852 y el 60, Diputado por Loja en 1853, víctima de la sevicia de García Moreno en 1864, Senador y Presidente de esa Cámara en 1865 cuya biografía puede verse en este diccionario y de Mercedes Albán.

Estudió en la Escuela de los padres Mercedarios y luego en el Colegio de la Unión de Francisco Ortiz Becerra y Belisario Peña Gómez, donde aprendió las literaturas antiguas y modernas, la lengua francesa, inglesa y alemana pues tenía gran facilidad para los idiomas, y compuso numerosas poesías espontáneamente.

Muy joven partió con uno de sus hermanos mayores a Chile y de allí al Perú. En Lima trabajaron como profesores internos en el acreditado Colegio Inglés de Mr. Williams. El 64, mientras preparaban los programas de los Exámenes Públicos, García Moreno perseguía en Quito a su padre y al Dr. Antonio J. Mata Viten, contra quienes llegó a montar en el centro de la plaza de Santo Domingo un vergonzoso sainete de fusilamiento que asombró y entristeció a los habitantes de esa capital.

Cuando la guerra de España contra Chile y Perú tras el bombardeo de Valparaíso en abril del 66, la Armada del Almirante Casto Méndez Núñez se acercó al Callao y en la mañana del 2 de Mayo inició el ataque a esa plaza. La flota española estaba formada por las naves de guerra Numancia, Villa de Madrid, Almanza, Revolución, Blanca, Berenguela, Vencedora, Consuelo, Marqués de la Victoria, Matías Cousiño y el parque Maule con un total de 275 cañones. El Callao resistió valerosamente cinco horas con solo cincuenta cañones y aunque el fuerte quedó arruinado, la resistencia demostró el valor de sus hijos, muriendo en la torre de la iglesia de la

Merced el Ministro José Gálvez y otros ilustres compatriotas suyos. Espinosa figuró entre los heroicos combatientes cuyos nombres ha conservado la historia.

En 1866 falleció su padre en Quito. De regreso al Ecuador el 67 fue designado Oficial Mayor del Ministerio del Interior. El 72 fue Secretario de la Jefatura Política de Quito durante el segundo período presidencial de García Moreno. El 75 tradujo del inglés la novela “Carlota Temple o el arte de aceptar la desgracia universal” de Mistress Lawson, que hizo llorar las niñas sentimentales de la capital. Una segunda edición data de 1906, pero entonces no lloró a nadie pues había cambiado radicalmente el gusto literario y las lectoras exigían más para lanzar lágrimas.

En 1876 comenzaron sus traducciones a aparecer en público con “Una leyenda para todos” pues era su pretensión no crear sino solo reproducir artísticamente lo ya dicho. El 77 tradujo del francés la novelina “Alejandro de la Ferronays”, el 79 “Consolatrix Afflictorum” o Consuelo de los afligidos, el 1 de octubre leyó su discurso en la inauguración de los Cursos de la Universidad Central donde enseñaba lengua inglesa, apareciendo dicha pieza en 12 págs.

En 1880 figuró entre los fundadores del Banco de la Unión con una Acción Mayor de diez mil pesos y fue uno de los Directores con Federico Kusell. El 81 mantuvo una Disertación sobre la Literatura en general y la Poesía, y tradujo el artículo “La Amistad” del francés.

En 1885 ocupó la Subdirección de Estudios del Pichincha, el 86 editó “Leyenda del cielo” en 21 págs interpretación de la autora francesa madame Craven y mantuvo una activa correspondencia literaria con Honorato Vásquez que vivía en Cuenca.

El 2 de febrero del 87 se incorporó a la Academia de la Lengua. En su Discurso de ingreso demostró amplios conocimientos literarios especialmente en el teatro y la novela modernos y fue contestado por su Director Julio Castro Bastús. La Academia de Buenas Letras de Sevilla también le hizo miembro. En 1888 dio a la luz pública “Miscelánea Literaria” en 305 págs con numerosos artículos suyos y prólogo de Juan León Mera. Era conocido en el país como poeta fecundo en versos dedicados a la Virgen, que anualmente aparecían en las “Alboradas de Mayo.”

El 31 de enero de 1889 fundó la “Revista Ecuatoriana” donde publicó numerosas composiciones suyas y de otros poetas y literatos como Antonio C. Toledo y varios estudios críticos como “Trueba y sus libros”, un ensayo sobre la caridad titulado “Ozanam y Don Bosco” traducciones poéticas “Eu Denil” de Sully Prudhonme, cuentos originales e interpretados, leyendas “La Calderilla” y “El monje de San Bernardo”. Ese año salió a la luz su traducción en verso del “Intermezzo” del gran poeta romántico alemán Enrique Heine “que si fiel al sentido del original, en cambio no acertó en el tono, con el aliento pasional que los anima” porque ya en ese momento había en el Ecuador una nueva inclinación poética, chispeante, imitativa de los lied y de las doloras y rimas del sevillano Gustavo Adolfo Bécquer, su modelo. Y el público exigía más. De todas maneras, esta traducción, considerada como su obra de mayor aliento, “dio a conocer las fuentes de las cuales había ido a beber Bécquer, la flor producto del trasplante que había dejado la amargura del modelo, para convertirse en la expresión más depurada de un sentimiento melancólico”. En los medios literarios ecuatorianos, el romanticismo de vuelta al clasicismo hacía que el amor tomara dejos de pálida y melancólica sentimentalidad, mientras la elocuencia tribunicia caía en el desprestigio por falta de ideales y otros autores daban a conocer los modelos, las fuentes de inspiración verdadera.

Entre 1889 y el 90 ocupó la gerencia del Banco de la Unión realizando una agresiva política emisora y como los miembros de la Academia ecuatoriana de la Lengua se hallaban divididos en razón de sus ideales políticos entre conservadores y progresistas, fundó con Honorato Vásquez y Quintiliano Sánchez – todos progresistas como era Espinosa – el “Ateneo de Quito”, y el 3 de Abril del 90 pronunció el discurso de rigor que salió impreso en 49 págs.

Ese año fue designado Subdirector de Estudios del Pichincha y el 92 editó un Informe de Labores. Entonces se retrató con los miembros de la Academia que ya se habían amigado nuevamente. La foto apareció en la obra “El Ecuador en Chicago” y en la “Antología de Poetas” que dicha institución editó con motivo del IV Centenario del descubrimiento de América unos breves rasgos biográficos suyos y varias de las poesías de su autoría.

En 1893 fue designado Secretario de la Academia y ocupó el Ministerio de Instrucción Pública por renuncia de Carlos Pérez Quiñónez. El Prof. Daniel E, Proaño en su publicación “La Educación Popular” comentó su nombramiento en solfa, pero fue respondido con críticas gramaticales de poca monta pues “Los méritos que tiene como profesor no le dan derecho para no corregir lo que escribe”.

En la casa presidencial conoció a Clementina Cordero Dávila de solo veinte y tres años, hija mayor del Dr. Luis Cordero, con quien contrajo matrimonio el 26 de noviembre. Existía una diferencia de veinte y ocho años de edad pero se llevaron bien.

EI 94 ejerció el Consulado ad – honorem de Honduras y una de las vocalías del Banco de la Unión. En abril del 95 renunció su suegro a la Presidencia de la República y Espinosa dejó de ejercer la Cartera que venía desempeñando. El 96 fue electo Miembro de la Sociedad de Beneficencia Olmedo y dio a la luz “La Santa del hogar.”

A fines del siglo partió con su esposa a Cuenca llamado por su suegro. En 1900 publicó un importante folleto biográfico narrando los principales acontecimientos de la vida de su ilustre progenitor y en la “Miscelánea Popular” de Celiano Monge apareció su trabajo sobre “La Poesía.”

En 1902 salió electo Diputado por el Azuay y concurrió al Congreso. En 1903 ocupó la vicepresidencia de esa Cámara. El 4 editó “Elogio de las Bellas Artes” más como discurso que como ensayo. El 5 fue electo Senador y a la vuelta del Congreso pasó a ocupar la Dirección de Estudios del Azuay.

En 1909 apareció en la “Unión Literaria” de Cuenca su artículo “Un sabio ecuatoriano.” El 11 salió en Guayaquil, su leyenda íntima “A gran culpa, grande expiación” en 21 págs. El 12 fue designado profesor de inglés del Benigno Malo y también ocupó el vicerrectorado. Allí enseñó hasta 1917 “animando con su presencia de políglota y maestro traductor de escritores clásicos, el ambiente cultural cuencano.” El 13 fue designado Cónsul de Colombia en Cuenca.

Su vejez se acentuaba lentamente en el eglógico círculo familiar y tres hijos animaban sus últimos años, que fueron
relativamente tranquilos a pesar que se encontraba viejo, pobre y achacoso, aunque siempre con la pluma en la mano y el libro abierto.

Entre los años 10 al 20 compuso una historia sobre Catalina de Siena que llamó “La Esposa de Sangre” y leyendas tan bellas como “La Cuna vacía” y “Cuentos de Nochebuena,” interpretaciones originales de historias antiguas como “La Viuda y el Rabí” y otras últimas que su hija Clementina heredó y años después entregó al Dr. Julio Tobar Donoso. Hoy reposan en la Biblioteca de los jesuitas en Cotocollao.

En 1923 tuvo aún fuerzas para escribir un “Estudio Comparativo de la Crítica Literaria” urgido por la necesidad del alma a vivir de recuerdos, visitado a veces, conversando con viejos amigos, pues en la tarde de su vida no le faltaron hijos ni la dulce compañía de su fiel esposa.

Falleció en Cuenca el 29 de abril de 1926 de ochenta y tres años de edad. Su viuda le sobrevivió veinte años. Fue un escritor docto y castizo aunque no brillante, su especialidad fueron las tradiciones y las dulces historias más bien cortas. En lo físico era de pequeña estatura, blanco, pelo ondeado y bigotes café. Su trato sedeño y lo exquisito de sus modales le daba apariencia de gran señor y como en su juventud fue un héroe en el Callao, era querido y respetado en todo el país.