DURAN BALLEN SIXTO

COMISIONISTA.- Nació en Guayaquil el 16 de Octubre de 1861 y fueron sus padres legítimos el Dr. Sixto Liborio Duran Borrero, propietario de la hacienda Clementina, cuya biografía puede verse en este Diccionario, y Carmen Ballén Millán, guayaquileña. Fue el único hombre y tuvo seis hermanas.

Recibió las primeras letras en su casa, luego pasó a la escuela del pedagogo Tomás Martínez. En 1871 se trasladó su familia a París, terminó la primaria y comenzó el bachillerato. En 1882 fue matriculado en la Facultad de Humanidades de la Universidad de Bonn pero no pudo terminar.

Hablaba español, francés y alemán. Era un joven simpático, inteligente, jovial. Se hacia querer de todos por igual y siendo el único hijo varón regresó a Guayaquil a cuidar los intereses familiares en Tenguel, pero antes de viajar consiguió algunos poderes de los miembros de la colonia ecuatoriana en París.

En Guayaquil abrió una oficina de mandato y se dedicó a supervigilar las labores del campo en veintisiete haciendas de sus poderdantes. Con el tiempo llegó a adquirir una casa en Pedro Carbo y Víctor Manuel Rendón y dos pequeñas haciendas cacaoteras cercanas a Clementina llamadas San Clemente y Santa Clementina. En la década de los años 80 creció tanto su oficina que fue impotente para controlar todas las propiedades y sugirió a algunos de sus clientes que contrataran a sus amigos Juan Francisco y Carlos Marcos Aguirre. El primero fundaría su propia empresa en 1905 bajo la razón social de “Juan Marcos y Cía”.

En 1892 casó de treinta y dos años en Guayaquil con Isabel Romero Febres Cordero. La luna de miel fue en París y con el tiempo llegarían cinco hijos. Sus padres y hermanas seguían en dicha capital.

En 1894 ocurrió la bancarrota de la Casa Seminario y sus gerentes notificaron al Dr. Duran Borrero que sus créditos debían ser pagados de contado y para ello le consiguieron con los banqueros alemanes Schroeder y Beahrens, un préstamo de un millón de marcos, siempre y cuando transfirieren la hacienda a una compañía alemana formada para el efecto con el nombre de Plantagengesellchaft Clementina, o simplemente Clementina Plantagent como se la llegó a conocer en Ecuador, siendo esta la primera ocasión en que se optaba en nuestro país por la formación de una sociedad jurídica. El capital inicial fue de un millón de marcos, pero el préstamo tenía otras condiciones, pues debía ser pagado en quince años con intereses de lo que produciría la hacienda bajo la administración alemana.

El joven Sixto se hallaba en el Ecuador y no intervino en el contrato. Los alemanes empezaron eficientemente ese mismo ano sembrando una gran extensión de cacao y en cuatro años comenzaron a cosechar en grande, transformando la hacienda casi totalmente. Las acciones de la compañía fueron dejadas por la familia Durán Ballén en garantía del cumplimiento de la operación crediticia.

El 5 de Junio de 1895 fue uno de los firmantes del Acta de Pronunciamiento de Guayaquil y luego formó parte de la comisión pacificadora designada por el Ministro del Interior, Luis Felipe Carbo y Amador, que viajó a Quito a entrevistarse con el Encargado del poder ejecutivo para evitar un inútil derramamiento de sangre. Mas, el gobierno se negó a parlamentar y con el pretexto de que los Delegados corrían grave peligro, ni siquiera les dejó acercarse a la capital.

En 1901 pasó con los suyos a Francia, un poco por causa de la mala salud de su cónyuge y otro por el fallecimiento de su padre. Domiciliado en París, regresaba al Ecuador para las cosechas que controlaba personalmente. Entre 1907 y 1909 fue segundo secretario de la Legación del Ecuador en Francia. Este último año, pagada la deuda con el Barón Schroeder, acordó con sus hermanas que subsistiera la sociedad con dicho prestamista, error gravísimo que les costaría la pérdida de la fortuna.

En 1911 volvió a vivir en Guayaquil,
el 13 falleció su hijo Juan de fiebre amarilla y formó parte del comité para la erección de la columna a los próceres del 9 de Octubre. El 14 se inició la Guerra Mundial en Europa y las corporaciones alemanas fueron puestas en lista negra en el Ecuador. La “Clementina Plantagent” fue incluida a pesar de que sus accionistas eran todos nacionales, el producto de la venta del cacao no pudo ser utilizado libremente y fue depositado en una cuenta especial en el Banco Comercial y Agrícola hasta 1918, acumulándose alrededor de un millón ochocientos mil dólares como resultado de las exportaciones de un total de cien mil quintales de cacao en esos cuatro años.

Justamente en 1914 había comenzado a sentir una fuerte molestia en la garganta que atribuyó a su condición de fumador empedernido, pero que se le fue complicando con los meses y terminó por llevarle al sepulcro el 27 de Enero de 1915, de escasos cincuenta y tres años de edad, a causa de un cáncer en la base de la lengua. Por la guerra vivía en relativa pobreza en un departamento alquilado en una de las casas de Francisco Urbina Jado, ubicada en Chile y Vélez.

El dinero de la “Clementina Plantagent” fue transferido en libras esterlinas a Inglaterra en 1916 y luego a Alemania en 1918 convertido en marcos, donde la familia Duran Ballén empezó a gestionar el pago; sin embargo, como a partir de 1921 se inició en ese país un proceso de aguda inflación que llevó al marco alemán a perder íntegramente su valor, cuando en 1922 recibieron las citadas utilidades, a duras penas llegaron a cuarenta y siete mil dólares perdiéndose del monto total un 93% en calidad de depreciación.

Desilusionadas por este atraco económico legal las hermanas Durán – Ballén vendieron sus acciones a la familia Wallemberg una de las más ricas de Suecia y estos banqueros pasaron a controlar el 75% del capital tomando a cargo la administración. El otro 25% siguió en poder de los herederos Duran – Ballén Romero en Guayaquil.

En 1925 la hacienda generó ventas por 745.928 marcos y utilidades por 211.034, pero a causa de las pestes del cacao la producción de ese grano había
bajado de 25.000 quintales en 1920, a solamente 400 en 1930, defendiéndose la hacienda con cultivos de arroz y otros diversificados. A finales de la década de 1950 la hacienda Clementina fue adquirida por Juan X. Marcos y Luís Noboa Naranjo. Para entonces tenía una gran extensión de árboles de teca y los nuevos propietarios empezaron a sembrar banano a gran escala según opinión autorizada de Guillermo Arosemena A. que ha estudiado estadísticas mejor que ningún otro autor.

HACIENDA CLEMENTINA.- Año 2013 Se encuentra ubicada a doce kilómetros en sentido noroeste de Babahoyo y cuenta con 2.500 hectáreas sembradas de banano en las que trabajan más de 500 empleados y vive una población de 2.500 personas. En su interior funcionan seis escuelas y un Colegio para los hijos del personal, un dispensario médico con dos doctores y un cuerpo de enfermeras, diez camas para partos y atenciones de emergencia y una botica con medicinas subsidiadas.

Su temperatura ambiental oscila entre los 26 grados centígrados con buena luminosidad la mitad del año y precipitaciones pluviales anuales entre 80 y 95 pulgadas. La humedad bordea el 75%.

Cuenta con una pista asfaltada de un kilómetro de extensión para las avionetas Grumman de fumigación. El banano que produce es tratado con todos los adelantos de la técnica mundial para impedir que llegue deteriorado a los mercados del exterior.

El banano es una fruta cálida, tropical y completa en nutrientes para una adecuada alimentación. Conocido también con el nombre de guineo, por su origen en dicha región costera africana, su consumo se ha extendido por todo el planeta pues se trata de una fuente privilegiada de proteínas.

Los trabajos se inician a las 5 y 30 de la mañana, hora en que los tractores movilizan las carretas con el personal. La producción anual promedio llega a las 5.600.000 cajas, siendo mayor en la estación invernal. Tiene una casa de maderas preciosas y está surcada por varios
ríos y esteros de gran tamaño. La ganadería asciende a l0.000 cabezas de Cebú y Brahman para exportación y consumo. Existen potreros, un bosque protector de 2.200 hectáreas. y una empacadora con un funicular aéreo de 42 kilómetros de extensión para conducir la fruta a 8 kilómetros por hora. La plaga de la Sigatoka es combatida por fumigaciones aéreas. Como hacienda estaba considerada una de las mayores de Sudamérica.

A las siete de la mañana del día martes 21 de Mayo del 2013 y bajo una tenue garúa, el Servicio de Rentas Internas SRI. la ocupó militarmente con 500 soldados y bajo el supuesto que su propietario Alvaro Noboa Pontón, adeudaba la cantidad de ciento dos millones de dólares por impuestos no satisfechos durante el período del año 2005. La Glosa de esta intervención era materia de un Juicio de Excepción que se tramitaba en la Corte Nacional lo que suspendería toda acción coactiva, siendo la medida adoptada un atropello a la libertad y propiedad privada. El Gerente Ing. Agric. Bernardo Manzano – Torres Díaz y el Depositario Público Carlos Ordeñana explicaron que La Clementina cuenta con 2.500 hectáreas de banano, 2.200 de bosque protector, 12 empacadoras, 7 escuelas, 1 dispensario médico y 2 cementerios. La producción del Grupo Noboa en sus varias propiedades asciende a las 5.000.000 cajas anuales con un promedio de 18.000 a 20.000 cajas diarias pero también se produce piñas y otras frutas. El ganado suma 5.000 reses. Más, con la ocupación de la hacienda todo ello se perdió en pocos mes pues como es público y notorio en el país, los depositarios del gobierno de Rafael Correa en un dos por tres feriaron la hacienda.