EDUCADOR Y PERIODISTA.- Nadó en Esmeraldas el 6 de Junio de 913 en la casa de los Avila ubicada en el malecón entre Salinas y Mejía y fue hijo legítimo del Dr. Leonidas Mario Drouet Avila, cuya biografía puede verse en este Diccionario y de Leticia Calderón Díaz, esmeraldeña.
Fue el sexto de una larga familia compuesta de siete hermanos. Su niñez y juventud fueron felices, se educó en la escuela Juan Montalvo cuyo director era Pedro Alfonso Galindo y tuvo de profesores a Carlos Enrique Portés y a Filocles Muñoz. De doce años fue enviado donde sus primos los Checa Drouet que vivían en Quito y eran hijos de su tía Julia. Estudió en el Instituto Mejía donde encontró un excelente ambiente académico y tuvo de profesores a Augusto Arias en Literatura y a Isaac J. Barrera en Gramática, y por su ideario avanzado se relacionó epistolarmente con intelectuales de la categoría de Joaquín Gallegos Lara, asimiló sus ideas izquierdistas, colaboró con artículos en el periódico “Esmeraldas” que editaba Tácito Ortiz Urriola, también publicó en “El Comercio” de Quito y se graduó de bachiller en Filosofía y Letras en 1934, hablando inglés y francés, aprendidos con Diccionarios.
De regreso a Esmeraldas se hizo conocer en “El Cosmopolita” de Jorge Jalil con artículos de variada índole, el 34 fue nombrado Secretario de la Gobernación por el titular José María Tello Taborda pero como al poco tiempo se cayó el gobierno del Presidente Velasco Ibarra tuvieron que presentar la renuncia, siendo designado nuevo Gobernador el Capitán César Concha Andrade. En 1935 fundó con su amigo Nelson Estupiñán Bass la revista cultural “Hélice”, cuyos tres primeros números se imprimieron en Guayaquil y el cuarto y último fue incautado por la dictadura del Ing. Federico Páez cuando se encontraba en los talleres de la Imprenta Nacional en Quito.
Ese año había sido nombrado Profesor Director de la escuela México de la población de Borbón que era una granja y tenía nueve profesores donde permaneció muy contento hasta el 36 que fue cambiado a la escuela de Artes y oficios Luís Tello con S/. 200 mensuales de sueldo.
El 37 también fue Secretario de la Municipalidad de Esmeraldas durante la presidencia del Dr. Luís Prado Viten. Meses más tarde mejoró de sueldo a S/. 250 como profesor de la escuela Veintiuno de Septiembre. En Abril del 38 por Decreto del dictador Enríquez Gallo se estatuyó la sindicalización obligatoria del magisterio nacional. En Mayo fue designado director de la primera Asamblea de Maestros de Esmeraldas y luego pasó a Secretario General del Sindicato. El 43 casó con Alicia Aparicio Alomía natural de Esmeraldas y alquilaron en la Sucre entre Salinas y Ricaurte.
Tras la revolución del 28 de Mayo de 1944 el nuevo Gobernador Roberto Luís Cervantes le llevó de Secretario pero al poco tiempo el Director de la escuela Juan Montalvo, Nelson Torres, le convenció para que tome la carrera de profesor normalista y como se le ofreció la oportunidad con el Ministro de Educación, Alfredo Vera, de salir en comisión de servicios, se matriculó en el quinto curso del Juan Montalvo de Quito graduándose en 1946.
Nuevamente en Esmeraldas fue designado Director de la Escuela granja Dieciocho de Septiembre en Montalvo y el 47 el Director Provincial de Educación, Julio Estupiñán Tello, le llevó de Supervisor Escolar. En tales funciones recorrió las escuelas de toda la Provincia hasta el 55 que renunció porque Estupiñan le dejó encargado de la Dirección pero el nuevo Ministro José Baquerizo Maldonado le mantuvo, permaneciendo cuatro años hasta 1960 que el Ministro Sergio Quirola le designó Profesor de Literatura del Colegio Cinco de Agosto, posteriormente también dictó la misma materia en el Nocturno Esmeraldas hasta acogerse a la jubilación en 1983.
En 1948 comenzó a colaborar en el periódico “Tierra Verde” órgano del Núcleo de la Casa de la Cultura. El 81 viajó a París con su esposa, a visitar a una hija que vivía allí. El 83 viajaron a San Francisco de California donde una cuñada. Viudo y más por gastar su tiempo, inició el 93 una serie de artículos – uno por semana – para “La Hora” de Esmeraldas, que dirigía Tomás Rueda Chaux.
Habitaba una casa antigua de madera de su propiedad donde se distraía con su nieto. Maestro envejecido en las cátedras de literatura. Lector en lenguas extranjeras, sencillo, humano, perfeccionista, más bien de estatura elevada y de contextura delgada, tez canela clara y modales decimonónicos.
CLEMENTE DURAN-BALLEN ROMERO
EJECUTIVO.- Nació en París el 9 de Octubre de 1904 y fueron sus padres legítimos Sixto Duran Ballén cuya biografía puede verse en este Diccionario e Isabel Romero Febres- Cordero.
A los siete años fue traído a Guayaquil a bordo del buque Perú de la Cía. Trasatlántica Francesa con escala en Colón junto a sus hermanos Sixto, Juan, Leticia y Carmen y como aún no existía el Canal de Panamá, atravesaron el istmo en tren y en Balboa transbordaron a un vapor de la Pacific Steam Co., hablaba español y francés, y fue puesto en la escuela de los Hermanos Cristianos atrás de la Catedral.
En enero del 15, al fallecer su padre, decidieron vacacionar en Riobamba por el intenso calor invernal. Allí estudió en la escuela de las madres de la caridad cuya rectora era Sor Gabriela. Alquilaba la familia una villa de propiedad de Isidoro Cordovez Ricaurte.
Entre 1916 y él 18 vivió en un departamento de su tío Segundo Martín Echeverría del barrio ubicado en la 72st. y Amsterdam Ave. en New York y asistió a otra escuela de monjas mientras Sixto, su hermano mayor, se iniciaba en la Universidad.
“Mamá recibía préstamos de la casa comercial de su primo político Lorenzo Tous a buena cuenta de lo que tenía que percibir por concepto de las rentas de la hacienda Clementina, que se encontraban congeladas por la Guerra Mundial. De eso vivíamos, pero las liquidaciones demoraron hasta el 22, que por efectos de la inflación se redujeron a sólo cuarenta y siete mil dólares, yo había regresado a Guayaquil. El 18 estudié en el San Felipe Neri y en el Maldonado de Riobamba El 19 viajé con mi madre y dos hermanas a Boston. Vivimos en un departamento en Brooklyn, mientras Sixto estudiaba en el Instituto Tecnológico de Massachusset M.I.T.” “Yo entré al Franklyn Unión College y el 20 mi madre y hermanas volvieron a Guayaquil”.
“Y como la situación económica seguía incierta, conseguí un empleo en el departamento de contabilidad del diario “The Boston Post” por $ 9 semanales. El 22 ya percibía $ 25 pero decidí cambiarme a la United Fruit para aprender agricultura pues había la posibilidad de trabajar en la hacienda Clementina, así fue como me enviaron a Centroamérica con $ 115 semanales, de los cuales abonaba $ 27 en el edificio de los solteros y ahorraba el saldo. Hasta 1 924 estuve en el departamento de valorización de embarques liquidando a los productores de banano en Puerto Limón, Costa Rica, y tras veinte meses en estas labores pasé a Guayaquil de vacaciones”.
“Mi amigo Robert Aland Reed me convenció para que trabajara en el departamento de traducciones, correspondencia e informes económicos de las oficinas del consulado de los Estados Unidos por $ 80 mensuales, sueldo inferior al que recibía en la United Fruits, pero como aquí estaba mi madre y hermanas, acepté la oferta”.
“Con Julián Coronel Espinosa alquilé a medias un departamento bajo, en casa de Roberto Espíndola en Roca y Rocafuerte y tuve unos meses de sana bohemia. En 1925 Heriberto Orces Mendoza me llevó a trabajar como su ayudante al Anglo Ecuatorian Oild Field y atendí las necesidades del campamento de Ancón iniciado en 1919. Las oficinas estaban en Malecón y Roca y era gerente general L. W. Berry”.
En 1928 conoció en casa de Juan G. Vallarino a Aurora Wright Vallarino y contrajeron matrimonio en 1930. Ese año le encargaron las labores de abastecimiento de comida del campamento y tuvo a su cargo el control de desposte de reses en el camal, la administración de los víveres, etc.
La vida en Ancón era muy agradable, pues siempre había un mínimo de veinticinco familias inglesas y como sus contratos de trabajo duraban tres años, con derecho a tres meses de vacaciones en Inglaterra al final de ese tiempo, casi todos volvían. El comisariato era famoso en todo el país por lo bien surtido y barato y se podía conseguir toda clase de productos extranjeros, tales como vinos, galletas, chocolates, conservas y licores. Numerosas familias guayaquileñas frecuentaban el sitio, se veía un constante movimiento. Por eso permaneció diez y seis años en dichas funciones y fue por tres ocasiones administrador civil.
En 1946 decidió ausentarse con su esposa a New York a fin de matricular a sus dos hijos – Clemente y Gilda – El embajador ecuatoriano en Washington, Dr. Francisco Illescas Barreiro le propuso una de las consejerías en asuntos económicos en esa capital.
Entonces obtuvo licencia en el Anglo por un año, fue a Quito a tratar sobre su nombramiento con el canciller José Vicente Trujillo, quien le remitió al presidente Velasco Ibarra, pero éste prefirió enviarle de Cónsul general en New York, desempeñando tan importantes funciones entre 1947 y el 55, en el piso 16 del No. 30 de Rockefeller Center, pleno corazón de Manhattan. Vivía en Park Ave. y la 91 y también era delegado alterno de la misión ecuatoriana en la ONU. Fueron años de gratas experiencias y trabajos incesantes con una colonia ecuatoriana que crecía desmesuradamente.
El 55 casó su hija Gilda con el ingeniero norteamericano Richard Foxen, matrimonio estable y cinco hijos.
Ese año el Dr. Illescas le trajo a Guayaquil de gerente de “Harinas del Ecuador S.A.” pues había adquirido un molino de grandes dimensiones requería de una persona amiga y de confianza. El sueldo fue inicialmente de S/. 15.000 y $1.000 de comisiones al mes.
En 1960 adquirió una villa en Miraflores al Ing. Ranaldi. El 63, por fallecimiento de Illescas, al comenzar su hijo a trastocarlo todo con ese carácter tan difícil y contradictorio con que se manejó siempre, lleno de exabruptos y altibajos y que finalmente la condujeron a la misantropía, presentó su renuncia. Jubilado y retirado de todo negocio, viajó con su esposa entre los años 60 y 70 por diversas partes del mundo y habiendo un selecto núcleo de socios del Club de la Unión, presentado su candidatura a la presidencia de dicha entidad, “perdí frente a Rodrigo Ycaza Candel que meses después tuvo que abandonar el país apresuradamente tras la escandalosa quiebra de La Previsora, banco que gerenciaba desde la muerte de su padre”.
Alto, delgado, ojos plomizos, pelo entrecano que fuera negro en sus años mozos. De personalidad social, muy inglés, era uno de los más representativos caballeros de su ciudad.