DESTRUGE MAITIN ALCIDES

HUMANISTA.- Nació en Puerto Cabello, Venezuela, el 14 de julio de 1828. Hijo legítimo del doctor Juan Bautista Destruge, nacido en Francia en 1796 y compañero de Bolívar desde sus primeras campañas, Coronel, médico y “Cirujano Mayor de la Armada Independiente colombiana”, Miembro Activo de la masonería, vino a Guayaquil en 1833, miembro de la Comisión Médica para la epidemia de Fiebre Amarilla de 1842, autor del “Método curativo de la fiebre amarilla” adoptado en esa epidemia y el primero en descubrirla y denunciarla , Presidente de la Sociedad Filantrópica del Guayas en 1857, y de Rosa Maitin, venezolana.

De cinco años de edad, en 1833 vino a Guayaquil con sus padres. Poco después quisieron que siguiera la carrera de marino pero se negó a ello porque más le interesaba los estudios de Ciencias Naturales y Matemáticas “bajo la dirección del ilustre Teodoro Maldonado, quien lo apreciaba y distinguía como a uno de sus mejores discípulos”.

Luego pasó al colegio Seminario cursó la segunda enseñanza y en 1846 su padre lo envió a vivir con sus parientes en París, matriculándose en la Facultad de Medicina y siendo alumno del eminente profesor Martín Magron. Hablaba y escribía correctamente en inglés y francés, era estudioso, dedicado y daba gran importancia a la Botánica y Antropología.

Graduado de Médico en 1852 fue designado miembro correspondiente de la Sociedad de Antropología y activo y privilegiado de la Sociedad Americana de Medicina, ambas en París.

Ese año viajó a New York y se incorporó al cuerpo médico de esa ciudad; luego pasó a Cuba, hizo “importantísimos estudios sobre la fiebre amarilla” y dejó numerosos y buenos amigos. En 1856 estuvo de vuelta en Guayaquil después de casi once años de ausencia, con un extenso repertorio de conocimientos científicos y de experiencias valiosas y puso la Botica del Comercio en la plaza San Francisco.

En 1857 viajó a Quito, inscribió su título en la Universidad Central, empezó a colaborar en la revista literaria “El Album” de Vicente Emilio Molestina Roca, con trabajos en prosa y de carácter científico e ingresó a una de las Logias masónicas, a la que fue llevado por su padre.

En 1858 figuró en el cuerpo médico de Guayaquil “acreditándose por sus conocimientos y aciertos”, contrajo matrimonio con Carmen Illingworth Décima – Villa y recibió el nombramiento de Cónsul de Venezuela que le llegó por su familia venezolana, en virtud de su nacimiento en dicha república y con justa retribución a los méritos de su padre en las guerras de la Independencia. Meses después comenzó el bloqueo peruano a las costas de Guayaquil, fue el único Cónsul que protestó y su escrito salió en “El Correo de Ultramar” de París y en el periódico oficial peruano que se editaba en Lima.

En 1860 su amigo Ricardo Palma le dedicó desde Lima la tradición quiteña “El Cristo de la Agonía”. El 61 fue nombrado plenipotenciario en Lima por García Moreno pero el Presidente del Perú, Mariscal Ramón Castilla no lo aceptó sino como confidencial por ser ciudadano francés. García Moreno había intentado la colonización del Ecuador por Francia. Destruge regresó el 1 de Octubre sin siquiera ejercer el cargo confidencial en el vapor mercante Nueva Granada.

En la década de los 60 se dedicó a su profesión y fue Cirujano de Primera Clase del Ejército Nacional. Su vida se circunscribía a su familia y a escribir colaboraciones para “La Gaceta Médica” de Lima, donde apreciaron varias memorias científicas de su pluma y entre ellas “El Diafragma”, “La regeneración de los huesos” y “La Anacahuita”. En la hacienda Chonana de propiedad de su suegra descubrió varias plantas de la flora tropical que describió a su amigo el naturalista inglés Richard Spruce que herborizaba en nuestro país. En política profesaba ideas avanzadas y como literato poseía un estilo castizo, puro, elegante, enérgico y colaboraba en periódicos, diarios y revistas del país y del exterior.

En 1862 figuró en el periódico “Los Andes”, que comenzó bisemanal y luego se convirtió en diario, propiedad de Juan Antonio Calvo y Luciano Jaramillo y lo siguió haciendo aunque esporádicamente hasta 1891.

En 1863 fue electo Vicepresidente de la recién organizada “Sociedad de Comisión Médica”.

En 1864 el gobierno de Venezuela lo ascendió a la categoría de Cónsul General y al año siguiente fue Juez dirimente de la Comisión Mixta formada por los Ministros de los Estados Unidos y del Ecuador para resolver varios asuntos pendientes entre ambas naciones.

En 1867 ocupó la presidencia de la “Sociedad Médico Quirúrgica del Guayas” y suscribió el informe que se le pidió la Municipalidad de Guayaquil sobre la epidemia de fiebre amarilla de ese año, que felizmente no prosperó ni tuvo la morbosidad del 42.

En 1869 “comenzó a mantener una interesante correspondencia con el Presidente García Moreno sobre asuntos científicos, recibiendo constantes encargos relativos a la introducción de elementos para la enseñanza en el Ecuador”. Con el Dr. Sixto Liborio Duran, suministró los datos que sobre el clima y enfermedades de Guayaquil se publicaron en la Geografía Médica de Jaccoud y a mediados de año entró en polémica con el Abate Rodolfo Falb quie había pronosticado un terremoto de gravísimas proporciones en las regiones inter tropicales , especialmente en el Perú y las Indias Orientales, pues según sus cálculos astronómicos y vulcanológicos, el cataclismo se produciría el 23 de Septiembre. El folleto de Falb fue traducido del alemán al castellano y circuló ese año en forma masiva especialmente en Lima, de donde nos llegó a través de las páginas del diario “Los Andes”.

Destruge escribió unos Apuntes Geológicos en el mismo “Los Andes” sobre el estado candente del centro de la tierra origen y causa de la vulcanicidad y los temblores, todo ello en estilo comprensible y sencillo para convencer a la gente que no entrara en pánico pues era imposible predecir los terremotos, pero fue refutado por el padre Federico C. Aguilar quien manifestó que si era posible, pues los causantes eran los rayos solares que al incidir sobre la corteza terrestre causan esta clase de respuestas, al mismo tiempo le criticó por su falta de tono científico y entró en largas disquisiciones sobre la termo electricidad, a lo que Destruge replicó demostrando sus vastos conocimientos pues realmente era uno de los más cultos guayaquileños de su tiempo. En esta polémica, que a no dudarlo fue muy instructiva, también tomaron parte el General Tomás Cipriano Mosquera residente por entonces en Lima, el Coronel Lucas Rojas y Sixto Juan Bernal, y pasaron los días críticos sin ningún tropiezo, pero entonces se conoció una nueva predicción, en esta ocasión del Capitán Saxby, de los Estados Unidos, que por cálculos sobre la posición del sol, la tierra y la luna, anunciaba para el día 5 de Octubre las más grandes marejadas que se haya visto y también tempestades pero como en el caso anterior, también falló.

En 1870 fue nombrado Agente de la Junta Patriótica cubana y enarboló en su domicilio la bandera de Cuba por primera vez en el Ecuador junto a la de Guayaquil independiente, durante los festejos patrióticos de Octubre de ese año.

Desde Abril de 1871 fue redactor principal del periódico “El Guayas” que editó J. R. Chiari en su imprenta; Destruge escribía los artículos científicos y los estudios sociológicos que firmaba con sus iniciales o simplemente aparecían sin firma alguna pero “El Guayas” solo duró pocos meses, dando paso en enero de 1872 al trisemanario noticioso “La Prensa”, que lo reemplazó exitosamente por su carácter apolítico, donde también tuvo a su cargo la parte científica y una revista quincenal que se editaba en tres idiomas (francés, inglés y español) siendo la primera publicación trilingüe que se conoció en nuestro país. La Prensa tuvo sus talleres en los bajos de la casa de mi bisabuela

Carmen Aspiazu Andrade en la segunda cuadra de la Avda. 9 de Octubre esquina con Pedro Carbo, frente a la plaza San Francisco. En uno de los números de esa revista tradujo y republicó un artículo del astrónomo francés Camilo Flammarion titulado “Pluralidad de los mundos habitados”, que causó escozor al Obispo José Antonio Lizarzaburo, varón doctor por educado en Europa pero totalmente dominado por la rutina y el dogma, quien recurrió a García Moreno, pidiendo que intervenga ante Destruge para que no siguieran apareciendo tales artículos “que podrían corromper el criterio de las masas ignaras” y la cosa se llevó por el camino de la intervención privada del Presidente, amigo personal de Destruge, quien le respondió en carta que aún conservaba años después su hijo el historiador Camilo Destruge, recordándole que la ciencia y la religión no debían mantener pugnas si ambas circunscribían sus respectivos campos de acción, lo que no sucedía entonces por la ignorancia y el fanatismo imperantes; más, sea porque tuvo que ausentarse a Lima y “La Prensa” dejó de aparecer o porque decidió evitar nuevos enfrentamientos, dejó de escribir sobre los mundos habitados y el asunto no pasó a mayores, volviendo a reinar la paz entre los amigos.

El 3 de enero de 1872 fue nombrado Gerente del Banco de Crédito Hipotecario con doscientos cincuenta pesos mensuales de sueldo, compartiendo funciones con el doctor Clímaco Gómez Valdéz y allí se mantuvo hasta 1890.

En 1873 fue Comisionado del Comercio de Guayaquil conjuntamente con José Vivero Garaycoa y José Rosales y en la última semana de Diciembre se entrevistaron en Quito con el secretario del Ministerio de Hacienda y discutieron los términos de una emisión de bonos que efectuaría el gobierno para superar la crisis económica de entonces.

En 1874 se reestructuró la “Sociedad Filantrópica del Guayas” tras 16 años de receso y fue incorporado como miembro, por haber sido su padre uno de los socios fundadores. A los pocos meses, en 1875, fue electo presidente en reemplazo de Manuel Demetrio San Pedro y allí trabajó incansablemente y por espacio de siete períodos hasta 1882, regresando a la presidencia en 1883, en 1885 y el 88 – 89. En la Filantrópica su labor fue de lo más provechosa, abnegada y no cobraba sueldos. Durante su administración se fundó en 1881 la Escuela de Letras dedicada a la instrucción primaria y en 1882 la de Artes y Oficios.

En noviembre de 1874 fue designado uno de los dos Inspectores que tuvo la recién creada “Sociedad Financiera La Previsora”. El 1 ° de enero de 1875 fue Inspector de “El Porvenir Sociedad Financiera Anónima”. Desde el 1 1 de febrero de 1 876 presidió la “Sociedad Médica Quirúrgica del Guayas” y denunció al Municipio la mala organización del matadero y los perjuicios que ocasionaba la venta de carne de toro, como de reses enfermas o agotadas por el largo viaje y como naturalista descubrió las especies botánicas Borrería Spruce, Borrería Chuanensis, y Plenium Greville.

Ese año fue redactor de la “Revista del Banco de Crédito Hipotecario” que apareció por largo tiempo hasta Diciembre de 1886. En Septiembre de 1878 incursionó con un artículo de interés titulado “Curación de la lepra tuberculosa por el Hoang Nan”, publicado en la edición del 14 de dicho mes en “El Comercio”.

En Febrero del 83 ejercía dos consulados, el de Venezuela su Patria y el de Italia. Mas, como su hijo Camilo había huido de la ciudad para engrosar el ejército Restaurador del General Eloy Alfaro que tenía cercada a la ciudad, el dictador Veintemilla le retiró el reconocimiento como Cónsul de Italia, bajo la acusación de favorecer a los rebeldes. Ocurrió entonces que la piro corveta Caracciolo que se encontraba fondeada en Paita, recibió la orden de venir a Guayaquil para precautelar los intereses de los ciudadanos italianos Antonio Arrata y Giovanny Bardellini, acusados de informante de los rebeldes y de falsificador de moneda respectivamente, quienes estaban siendo torturados. El Comandante Carlos Amézaga solicitó la libertad de los detenidos, lo que se consiguió enseguida y en cuanto al Cónsul Destruge, éste envió un Informe al Canciller Pasquale Estanislao Mancini quien ofreció estudiar el caso, pero como el gobierno de Veintemilla finalizó con la toma de Guayaquil el 9 de Julio de ese año, al Cónsul Destruge no le ocurrió ninguna novedad y siguió en sus funcione.

La noche siguiente, esto es el 10 de Julio de 1883, tuvo lugar en su casa una conferencia entre los generales vencedores Eloy Alfaro, José María Sarasti, Pedro Lizarzaburo , también asistió Plácido Caamaño pretendiéndose arribar a un Acuerdo definitivo entre los dos gobiernos existentes en el país: El Pentavirato en Quito y el Regenerador en la costa. Los primeros propusieron a Alfaro la formación de un solo gobierno mediante la fórmula de un Sextavirato con Alfaro incluido pero éste se negó pues hubiera estado en franca minoría, pero a pesar de ello se mantuvo la cordura suficiente para no romper el orden, lo cual hubiera significado el principio de otra guerra civil.

Entre 1885 y el 90 fue Decano de Filosofía en el Colegio Seminario. En 1886 quedó viudo y fue electo Presidente de una Sociedad Médica cuyos fines principales eran mantener la armonía entre los profesionales, estudiar la patología regional y difundir los conocimientos por medio de un periódico que sería el órgano de la sociedad. En 1887 el Gobernador le encargó la redacción de las instrucciones para la fabricación del Hospital Militar que se levantó en las faldas del cerro Santa Ana y fue designado miembro de la Junta Municipal de Beneficencia de Guayaquil.

Desde el 1 de febrero de 1 887 había comenzado a escribir en el “Diario de Avisos” fundado por el doctor Manuel Martínez Barreiro, artículos científicos de su especialidad. Ese año apoyó la candidatura presidencial de Clemente Ballén y Millán, banquero liberal que residía en París y que poco después renunció a dicha postulación.

En 1889 y al amparo de las libertades públicas del gobierno del doctor Antonio Flores, formó parte de un selecto núcleo de liberales y fue prosecretario y miembro del Directorio de la “Sociedad Liberal Republicana”, que imprimió el periódico “La Reforma” para sostener las candidaturas para Senador de Pedro Carbo Noboa y para Diputados de César Borja Lavayen, Miguel Valverde Letamendi y José María Sáenz (de Viten)

En 1890 renunció la gerencia del Banco y dictó clases hasta 1892 en el “San Vicente del Guayas”. En 1891 había sidon nuevamente designado Cónsul de Italia y presidente honorario de la Sociedad de Beneficencia Garibaldi, después combatió por la prensa la candidatura presidencial del General Francisco Javier Salazar y a su muerte sostuvo la unión de los partidos liberal y conservador en apoyo de la Candidatura de Camilo Ponce Ortiz, para impedir la elección de otro progresista.

En 1895 y frente a la renuncia del doctor Luís Cordero Crespo, lanzó el nombre de su amigo José María Sáenz para la presidencia de la República; pero la revolución liberal del 5 de junio de ese año le entregó al poder a Eloy Alfaro. Mientras tanto y desde mayo, había figurado entre los redactores de “La Gaceta”, órgano oficial del comercio de Guayaquil.

Para el Incendio Grande del 5 y 6 de Octubre de 1896 perdió su hermosa casa de madera y numerosos bienes, quedando reducido a pasar duras necesidades. En los bajos de su domicilio conservaba la primera imprenta que tuvo el puerto, donde se había trabajado “El Patriota de Guayaquil” desde 1821 y que guardaba como una reliquia. Igualmente se quemó su famosa Biblioteca, la mejor del país por sus colecciones de impresos raros, hojas sueltas, folletos y libros nacionales y extranjeros que había venido coleccionando a través de muchos años. Una de las pérdidas más lamentables fue la destrucción de numerosos manuscritos inéditos de Simón Rodríguez, filósofo y maestro del libertador guardados en dos cajones, que tras su fallecimiento en la población peruana de Amotape, fueron traídos a Guayaquil por su discípulo Gómez. Parece que las autoridades los entregaron a Destruge y éste quiso dar dichos manuscritos a la publicidad durante la presidencia de su amigo Antonio Flores Jijón, pero no pudo hacerlo por trabas burocráticas de último momento.

Entonces entró en severa depresión – “fue atacado de una cruel enfermedad producida por dolores e irreparables golpes morales”- en 1897 renunció el Consulado de Venezuela. E1 Gobierno de esa nación premió sus servicios con la Cruz de Primera Clase de la Orden de los Libertadores y sus últimos años los pasó la mayor parte en su hacienda y bajo los cuidados de Herminia Vera que lo atendió con tanta solicitud y cariño, que cuando regresó a su nueva casa del barrio de San Alejo, contrajo matrimonio con ella el 18 de mayo de 1901 pero murió después de tres meses, el 3 de septiembre siguiente, a la edad de setenta y tres años, en modesta situación económica. Por eso sus hijos los Destruge Illiongorth siempre fueron pobres.

Poseyó una instrucción superior, era algo así como un civilizador, siempre respetuoso del prójimo y de la opinión ajena y como tenía un carácter suave y asequible que nunca le granjeó pugnas ni enemistades, gozó de inmensa popularidad en su tiempo y su paso por la Sociedad Filantrópica fue de enorme provecho y hermosas realizaciones.