CUVI SANCHEZ PABLO

ESCRITOR.- Nació en Quito el 11 de Junio de 1949 y fueron sus padres Edmundo Cuvi Redín, quiteño, liberal, Gerente del ferrocarril Bahía-Chone, comerciante exportador en Manta (cacao e higuerilla) y distribuidor de los productos de la Jabonería Nacional, volvió a Quito viudo el 69 y falleció años después. Su hijo le recuerda con afecto por haber sido un
padre inteligente, tolerante y cordial, y Gulnara Sánchez Caamaño, natural de Quito. Pablo fue el segundo de una familia de economía media compuesta por cinco hermanos llevados a Manta en 1950 donde terminaron de criarse.

Inició sus estudios en el Colegio “Stella Maris” de monjas que era mixto y tenía una educación confesional y represiva pues a la primera falta pegaban a los niños con el puntero y a la segunda iban a un calabozo bajo las gradas, habitado por un perrazo llamado “Medor”, que aunque tranquilo y bonachón, asustaba a los niños con su gran tamaño. Medor, por supuesto, era una víctima, pues permanecía preso todo el día y solo lo aflojaban de noche. Pablo, en cambio, utilizaba las tardes y las noches para leer obras de literatura e historia, motivado por su hermana Maria, mayor a él en tres años, quien también era una gran lectora.

En el tercer grado fue cambiado al Colegio San José de los salesianos. Al año siguiente, 1959, que fue de contienda entre los últimos liberales y conservadores, el profesor aseguró muy en serio que García Moreno era un santo y hacía milagros. Allí permaneció hasta el 64, que fue enviado con sus hermanos a vivir en casa de la abuela materna Elisa Caamaño Vda. de Sánchez, en la Colombia y Pasaje Solano (1) y le matricularon en el Colegio Americano, que era mixto para la clase media y alta y cuyo ambiente de una cierta libertad inocente, casi provinciana, le causó agradable sorpresa. Entonces empezó a descollar como el mejor alumno de Matemáticas y todos le consideraban muy inteligente, pues se creía equivocadamente que la única regla para medir el cuociente intelectual era la cabal comprensión de las matemáticas.

Bachiller en 1968 y poseyendo el dominio del idioma inglés, decidió estudiar Matemáticas Puras y viajó a San Francisco donde su prima Silvia Torres Peñafiel vivía, desde que el tío Carlos Cuvi Redín, después de la II Guerra y casado con una gringa, había levantado una gran fortuna. Por entonces el tío estaba retirado en México.

(1) La abuela Elisa había casado joven con Sánchez, que le ganaba en muchos años de edad y era alfarista. Ella, por el contrario, beata conservadora. Nunca se llevaron bien y de viuda solo tenía su casa, viviendo del alquiler de los bajos. Su otra abuela Hortensia Redín, natural de Iquitos, ya era fallecida el 64 Viuda de Peñafiel contrajo nupcias con el quiteño Dr. Carlos Cuvi, abogado de buena posición económica y social. Con sucesión en ambos enlaces: Peñafiel Redín y Cuvi Redín.

Matriculado en el San Francisco State College un semestre, se encontró con un panorama sobrecogedor pues era

el centro educacional más rebelde de los Estados Unidos y todos sus alumnos unos hippies. Fue, pues, un cambio muy brusco, al punto que viajó a la casa de su primo Patricio Fernández Sánchez, casado en Miami con Joice Gilbert, donde estudió otro semestre en el Daly Junior College, tratando de iniciar la carrera de ingeniería, pero se dio cuenta que no tenía vocación. Entonces volvió el 69 a Quito, maduro en experiencias de la vida y convertido en un hippie de efectos retardados, como se verá después y comenzó un período de búsqueda. El día que iba a matricularse en la Escuela de Periodismo de la Universidad Central vio un gran letrero en un pizarrón que anunciaba las clases de la Escuela de Sociología y movido por una decisión interior decidió inscribirse inmediatamente. Finalmente no sería mi periodista ni sociólogo.

La Escuela estaba dirigida desde el año anterior por Agustín Cueva Dávila, quien le había dado un gran impulso con profesores pro comunista de la categoría de Alejandro Moreano, Gonzalo Abad Ortiz, Alfredo Castillo Bujase y Rafael Quintero López. Se vivía un ambiente de estudio e investigación bajo el método Estructuralista y la llamada Teoría de la dependencia de los estados latinoamericanos, pronto llegaría la Teoría de la liberación de tanta trascendencia para Latinoamérica. Había mucha actividad intelectual y política hasta que a principios de 1970 el presidente Velasco Ibarra se proclamó dictador como era su costumbre y clausuró la U. Central, terminando con todo aquello. Agustín Cueva fue a dictar clases en Concepción (Chile) y de allí siguió a México donde permaneció casi hasta su muerte.

El 4 de Septiembre ascendió a la presidencia de Chile el Dr. Salvador Allende inaugurando el primer gobierno comunista en Sudamérica, experimento político que llamó poderosamente la atención y que tantos abusos comenzó a ejecutar contra el comercio y la industria en ese país hasta que advino la dictadura de Pinochet y terminó con tal “experimento”. El 72 Pablo se encontraba dictando cursos de Introducción a la Historia en el preuniversitario con un sueldo de hambre de S/. 250, quizá por eso decidió el 73 viajar a Santiago. Allí
vivió en la pensión de Dña. Eliana N. en la calle Bellavista al otro lado del río Mapocho, ingresó a la Escuela de Sociología del Pedagógico de Chile hasta que el 11 de Septiembre el General Alfredo Pinochet dio un golpe de estado y el 15 la policía rodeó la manzana donde existían tres pensiones allanó dos de ellas y se llevó detenidos a más de 30 estudiantes extranjeros, aunque milagrosamente no entraron a la de Pablo , quien tuvo que asilarse en la Embajada del Ecuador en Pedro de Valdivia y Providencia, encontrando a 75 compatriotas en iguales circunstancias, pero a los ocho días un avión militar ecuatoriano les transportó al aeropuerto de Quito donde la mayor parte quedaron detenidos por efectivos de la dictadura militar de Rodríguez Lara y conducidos al Panóptico sufrieron diversas penas. Como no tenía antecedentes políticos pudo terminar sus cursos de Sociología tranquilamente.

A fines del 73 viajó a Colombia llamado por dos amigos a quienes había conocido en Santiago, Germán Latorre y Mily Rodríguez, con quienes organizó el grupo de teatro “Deambulante” y en las calles presentaron La Pancarta, adaptada por Pablo de una obra del mismo título, del autor chileno Jorge Díaz. De Bogotá bajaron al valle del Cauca a dedo. En el Ecuador estuvieron en la sierra. En Abril del 74 arribaron a Piura, sacaron el permiso municipal, pero al segundo día fueron detenidos por representar una sátira burlesca, fueron investigados, les condujeron a Lima y recobraron la libertad casi enseguida; mas, como la dictadura del General Velasco Alvarado, aunque se decía de izquierda perseguía a los hippies, el trío se disolvió. Pablo estuvo viajando a dedo por la sierra peruana hasta Octubre que volvió a Quito. Entonces cayó en sus manos el primer best seller internacional de Dale Carnegie titulado !How to stop worring and to start living! que preconiza entre otras simplezas el conformismo total como meta inteligente para que la humanidad pueda alcanzar la plena felicidad y contra ello escribió la pieza de teatro “Sale de Garnagie está entre nosotros”, que representó en la U. Católica con enorme éxito y la gente se rió del gringo Carnegie, convertido en multimillonario vendiendo consejos a los simplones de su país, que como bien se sabe, también abundan en el resto del mundo.

A fines del 74 dictó clases de Historia socioeconómica del Ecuador y América Latina en la facultad de Economía. Vivía con su padre, viudo desde el 69; pero en Abril del 75 quizo realizar su sueño de estudiar la literatura argentina y armado únicamente de una mochila siguió al Perú y Bolivia. En Córdova trabajó dos meses en una imprenta, finalmente arribó a Buenos Aires. Unos amigos le dieron posada en un departamento en Hurlingham, barrio de los antiguos ingleses llegados para la construcción del ferrocarril y con una grabadora prestada fue a visitar al Dr. Velasco Ibarra, quien le atendió con mucha seriedad. Así fue como inició una serie de entrevistas grabadas de dos horas cada una, donde Velasco habló habló con esa elegancia que tanto le distinguía porque era un orador nato aunque lamentablemente como gobernante siempre dejó mucho que desear. Dos veces le invitó a almorzar junto a sus amigos de la aristocracia argentina. Pablo concurría en camisa y los otros de terno de casimir oscuro y corbata de seda. Velasco presidía la mesa con sobriedad y le presentaba diciendo “Un joven ecuatoriano, señores, muy inteligente…” de suerte que los demás comensales pasaban por alto la falta de un atuendo adecuado.

El 1 de Septiembre, caminando por Corrientes, vio en un televisor un flash informativo de que el General Rodríguez Lara avanzaba desde Riobamba con una columna blindada para atacar a las fuerzas revolucionarias del General Raúl González Alvear. Finalmente casi no pasó nada pero se decidió a regresar trayendo en la mochila los casetes de sus conversaciones con Velasco. Primero estuvo en la provincia de Misiones, pasó a Bolivia, siguió a Río de Janeiro donde estaba su amiga Milly Rodríguez, con quien volvió a Quito en pareja.

El 76 se dedicó a hacer transcripciones textuales, no cambió ni una sola palabra ni frase y para ayudarse trabajó como Profesor-investigador en la Facultad de Economía, ganando S/.       2.500 y 10.500 mensuales,

(2) Al Dr. Velasco no le hizo nadita de gracia el subtítulo y como en la portada se le veía hablando con la mano en alto, increpó a varios partidarios que le visitaban: “Han utilizado mi fotografía para hacer propaganda maoista señores, pero la culpa es de Uds. que nunca han escrito un libro de mi persona. Y este muchacho tan inteligente, mire Ud. Señor….” El libro se siguió vendiendo, existen en la actualidad cuatro ediciones que arrojan un total de 10.000 ejemplares. Pablo escribió un libro oportuno, tal su éxito pero no fue enteramente leal a su “su amigo el Dr. Velasco” pues por su afán de buscar notoriedad es capaz de pasar por alto cierto principios y hasta sorprender y atropellas viejas amistades. En síntesis, no sé portó bien con quien se sentó en su mesa.

respectivamente. En Agosto del 76 casó con Milly y al año siguiente nació su hija Manuela que hoy vive en Chile. El libro “Velasco Ibarra, el último caudillo de las oligarquías” salió en Abril del 77 con las entrevistas y un ensayo largo. (2) Pronto se convirtió

en el libro más comentado de ese momento y con la venta de los 300 ejemplares que recibió por derechos de autor, viajó dos meses con su esposa por Europa.

El 78 escribió diversos reportajes para la revista “Caskabel” que representaba en Quito Milton Alava Hormaza. En Julio del 79 fue enviado por Tomás Rivas Mariscal a cubrir las noticias de la revolución sandinista en Nicaragua y tuvo que actuar de corresponsal de guerra. De regreso experimentó nuevamente una crisis de aburrimiento aumentada por una incontenible ansia de cambiar de ambientes y volvió a caminar por las rutas del país. Entonces salió de la Facultad, volvió a hacerse hippie y hasta se produjo su divorcio.

El 80 viajó por dos años a Estados Unidos y Europa para leer “Las ilusiones perdidas” de Honorato de Balzac en francés (sic.) El 81 volvió a dedicarse al periodismo, trabajó para la revista “Ariel”, reanudó sus cátedras, hasta dio rienda suelta a sus afanes fotográficos y casó con Martha Escobar Konanz, pero el 82 vivía en la Mañozca sufriendo estrecheces y escribiendo obras de teatro. En Mayo estrenó “El hermano menor de Marlon Brando”, colección de obras de teatro y cuentos cortos más bien cinematográficos. El 83 ingresó a la redacción de la revista “Dinner s” realizando viajes a diferentes localidades ecuatorianas, de preferencia rurales, que al publicarse han servido para atraer el turismo mundial, pues son un fiel testimonio de la belleza de nuestros paisajes y la abundancia del folklore. Después ampliaría su serie con visitas a otros países. Ese año editó “En los ojos de mi gente” con relatos y fotografías de viajes por el Ecuador que alcanzó el éxito y se agotó en poco tiempo por ser una obra en inglés y español. También y solo como editor sacó “Gangotena”, antología en francés y español del poeta de ese apellido.

Con posterioridad ha realizado, también en gran formato, el libro “Artesanías del Ecuador” y para la editorial colombiana Norma la guía bilingue “Ecuador paso a paso” que ha sido distribuida por América y España. Entre 1990 y el 94 realizó numerosos trabajos documentales para el Canal “Teleamazonas” de Quito, entre los cuales se puede citar el video l2 que trata sobre las “Tejedoras de los Andes”.

En 1996 publicó “Viajes por la Costa”,
conteniendo un largo e intenso recorrido por las cinco provincias del litoral ecuatoriano. En Diciembre “Una Aventura cultural en la mitad del mundo”, libro en el que cumplió la función de director y editorial, al tiempo que narraba la historia de Librimundi y su creador Enrique Grosse Luemern y finalizó una investigación sobre la comida tradicional del Ecuador.

Algunos de sus cuentos y obras de teatro constan en diversas antologías con traducciones al inglés y al alemán. Ha filmado numerosos reportajes para el programa “La Televisión” y suyos son algunos guiones de cine como el de “La Ultima escapada” que fue llevado a la pantalla. Su participación en Exposiciones de fotografías, que es otra de sus pasiones dominantes, se complementan con sus editoriales que aparecen en el diario capitalino “Hoy”.

Tan variados trabajos le ha hecho merecedor de algunas distinciones como el Premio Nacional de Cuento en el Concurso de la Sociedad ecuatoriana de escritores de 1985, una Mención de Honor en el Concurso Nacional de Teatro de la CCE de ese año, el Primer Premio en el Concurso Nacional de guiones para cine y televisión convocado por la Televisión de Bavaria y el Premio a la Mejor Entrevista del Diario El Comercio, ambas en 1991 y la Mención de Honor en la II Bienal Nacional de Cuento celebrada en Quito en 1993. También ha editado Agendas con textos y fotografías propias.

Como entrevistador es malicioso, goza haciendo preguntas indiscretas, malintencionadas y hasta capciosas pues se motiva por el escándalo y la notoriedad sin preocuparse del daño que puede causar a sus amistades y en general a todas las personas.