El seminarista Manuel Cuesta, se deshacía en ingenio para dictar lecciones en una aula del ruinoso convento de Santo Domingo.
En febrero de 1869 en Cuenca resulto una como Jarama monacal: los principales subscritores del acta, casi no son sino prebendados, curas y presbíteros: Miguel León, prebendado; Manuel A. Alvares, prebendado; mariano Borja; prebendado; Manuel H. Hurtado, Vicario General; Justo León, prebendado Manuel M. Cuesta, Capellán de coro; José Tomas Cordero, cura de Llaceo; Bernardino iglesia, Cura de Quinjeo Ignacio Alvear, Cura de Pagcha; Ignacio Sigüenza, cura de Molleturo; José R. Astudillo, Presbítero; José A. Ruiz, Presbítero; Javier Polo, presbítero, Carlos Crespo, presbítero, etc. Entre tanto sacerdote, asoman Juan Bautista Vásquez, José Manuel Rodríguez, José Antonio Rodríguez Parra, José Miguel Ortega, José Cordero Machuca.