ABOGADO Y POLITICO.- Nadó en Guayaquil y fue bautizado en la Iglesia Matriz el 10 de mayo de 1783, hijo legítimo del Sargento Mayor de Infantería Nicolás Gómez-Cornejo de la Flor y su primera esposa María Luisa de Avilés y Ramírez de Arellano, de quien enviudó.
De temprana edad viajó a Quito donde recibió una esmerada educación obteniendo el grado de Licenciado en 1804, practicando pocos meses en el despacho del Dr. Francisco Javier Salazar, pero habiendo pasado a Guayaquil trabajó cuatro años en el estudio del Dr. José Luzcando Murillo, en mayo hizo información de natales ante el Cabildo guayaquileño; de regreso a Quito, el 28 de julio de 1808 rindió su examen de abogado en el Colegio de San Luis Gonzaga y el 4 de agosto ante la Corte.
Un año después estalló la revolución del 10 de Agosto de 1809, actuó de agente secreto del Gobernador de Guayaquil, Cor. Bartolomé de Cucalón y Villamayor para intrigar y obtener datos de Quito y colaboró con su amigo José María Cucalón y Martínez de Aparicio, hijo del mencionado Gobernador.
Por esta época había contraído nupcias en Guayaquil con Josefa de Castro y Mainer de familia oriunda de Gibraltar, avecindada en el puerto. (1)
(1) Fue su hija Dolores Gómez-Comejo y Castro casada con José María Caamaño y Arteta, que en 1.821 intentó sublevar la plaza de Guayaquil contra las autoridades patriotas presididas por Olmedo. El Presidente del Ecuador Plácido Caamaño y Gómez Cornejo, es nieto del Dr. Bernabé Cornejo y Avilés. |
Pasada la guerra de 1811 y 1812 en que los realistas vencieron a los Patriotas de Quito, el Dr. Cornejo ejerció su profesión de abogado con mucho éxito en Guayaquil, administró las propiedades heredadas de sus padres y adquirió una sólida situación económica, en 1812 se quemó su casa y perdió sus títulos. En 1813 fue miembro del cabildo y suscribió una petición al Virrey del Perú pidiendo la libertad del comercio del cacao. En 1814 fue comisionado para restablecer la paz en Portoviejo y Jipijapa. El 5 de diciembre de 1 81 7 el Cabildo de Guayaquil le confirió un certificado de su conducta y linaje (desempeño de su profesión de abogado, empleos públicos y calidad). En 1819 fue Asesor del Cabildo de Guayaquil, en 1820 Regidor y con tal calidad se vio forzado en la mañana del 9 de octubre de ese año a concurrir al Cabildo y firmó con desgano el Acta de Independencia pues el populacho tenía copada la sala
en actitud amenazante, por eso figura su nombre en el fuste de bronce de la Columna de los Proceres ubicada en el parque del Centenario.
El 11 de Noviembre de 1820 fue miembro del Colegio electoral e intervino en las discusiones del Reglamento Provisorio de la Provincia Libre de Guayaquil. El 24 informó a la Junta Gubernativa sobre los trámites seguidos como requisor, en 1822 fue Juez de Letras, en 1823 renunció el cargo de Regidor.
En 1825 el Libertador lo designó Fiscal de la recién creada Corte Superior de Justicia de Guayaquil y en abril del año siguiente se posesionó ante el Intendente General del Departamento, Gral. Juan Paz del Castillo y Díaz – Padrón, cargo que desempeñó por algunos años. No se tienen más datos sobre su vida pública.