CONTERO PONCE ANDRES

Debió nacer hacia 1550 y fue su madre la española Ana Ponce. A principios de 1568 fue nombrado Gobernador de las Esmeraldas por título de Lope García de Castro, quien le encargó una expedición hacia esas regiones, pero le disputó el derecho el Capitán Álvaro de Figueroa que había entrado a dicha provincia con anterioridad, enviando una expedición al mando del Capitán Álvaro López de Zúñiga. El asunto pasó a conocimiento de la Audiencia de Lima y se resolvió a favor de Contero que de vuelta a Guayaquil, en Octubre de dicho año, con cuarenta hombres subió aguas arriba por el río Babahoyo, hasta tocar el punto denominado Huili donde encontró un poblado de indígenas vestidos y adornados con joyas de oro en las narices, orejas y labios de abajo que le recibieron en paz y contaron historias de lavaderos de oro y minas de esmeraldas. En Enero de 1569 fundó en ese valle una ciudad a la que llamó Castro en honor del Gobernador García de Castro, posiblemente donde hoy está ubicada la ciudad de Quevedo.

Contero creía equivocadamente que estaba en terrenos pertenecientes a su gobernación de Esmeraldas y sin embargo todavía se encontraba en lo que hoy es la parte norte de la actual provincia de Los Ríos, pero era tal su deseo de encontrar las minas, que según los indios estaban cerca de Angamarca en las estribaciones de la Cordillera, que por hallarlas había perdido el rumbo. Después se supo eso y la Audiencia ordenó a Juan Puente deshacer la fundación de Castro por antijurídica y éste, al frente de cuatrocientos nativos Sichos, se encargó de destruir la ciudad a mediados de 1569, influyeron en tal hecho Ana de Haro, encomendara de Sichos y Luís Procel encomendero de Angamarca, quienes temieron que la ciudad originase el despoblamiento de sus encomiendas.

A finales de Febrero de 1569 Contero había encargado a su cuñado el Capitán Martín González de Carranza
(1) que continúe la reducción más abajo de Portoviejo, pero a mediados de Julio se encontraron ambos en Guayaquil y acordaron salir juntos, ya no por la montaña sino por la playa, para no perderse. La salida fue a mediados de Agosto. En Coaque ordenó Contero a Carranza que se adentre con treinta y dos soldados. El 28 de ese mes Carranza tuvo un enfrentamiento con los indígenas de Campaz, el 2 de Septiembre tuvo otro y solo le quedaron doce hombres en capacidad de tomar las armas, estando los restantes lisiados de brazos y piernas, con los cuales sin embargo pudo reunirse con su cuñado Contero.

En 1570 Contero prosiguió su expedición y llegó a la Tolita en la actual provincia de Esmeraldas donde tomó prisionero al Cacique negro Alonso de Illescas y a su familia, amistó con ellos y hasta les hizo bautizar. Su cuñado Carranza continuó el viaje y penetró a la bahía de San Matheo donde por la poca diligencia de sus soldados, todos murieron a manos de los indios en la desembocadura del río Santiago, pero Illescas y sus secuaces enterraron a Carranza y aún vengaron su muerte. Contero salió de Esmeraldas y vuelto a Guayaquil se trajo a una de las numerosas hijas de Illescas, a quien casó con un esclavo suyo y los liberó.

Años después volvemos a encontrarle pues el 15 de Julio de 1584 desde Guayaquil solicitó al Rey que le conceda el derecho a traspasar el título de Gobernador de Esmeraldas al Capitán Rodrigo de Rivadeneyra, compañero de sus primeras aventuras y con quien tenía firmado un contrato, dividiéndose a medias las riquezas que este último pudiera descubrir. El Rey concedió lo pedido y mediante Cédula del 1 de Agosto del año siguiente premió los servicios de Contero, ordenando a los oficiales de Quito que le pasen cuatrocientos pesos anuales sacados del ramo de minas, como retribución por los gastos que le ocasionó la Expedición a las Esmeraldas. Contero el mozo – así era conocido para diferenciarlo de su padre, pues su abuelo jamás vino a estos territorios – murió viejo en Guayaquil, “Era un patriarca que contaba sus aventuras de juventud con mucha gracia y detalles”.