COLETI JUAN DOMINGO

ESCRITOR.- Nació en Venecia el 27 de Septiembre de 1727, en el seno de una noble y antigua familia. Inició su educación en el colegio Barbarini de Rávena y tuvo por maestro al ilustre jesuita Camilo Berardi. Después continuó sus estudios en Venecia hasta doctorarse en Derecho Civil y Canónico y dueño de dos títulos académicos y de una seria preparación científica, decidió ingresar al noviciado de la Compañía de Jesús el 22 de Julio de 1753.

Cuatro años más tarde fue destinado a las misiones de Quito, profesando en Latacunga el 15 de Agosto de 1756; entonces fue nombrado profesor de Teología Moral y bibliotecario de Colegio Máximo de San Ignacio de Quito.

Diez años permaneció entre nosotros, tiempo en el cual se ocupó de tareas científicas de investigación; pues, al ser conocida la orden de expulsión, tenía muy adelantado un Diccionario Histórico, del que se extractó el capítulo relacionado con la Vida de San Juan Evangelista, escrita en latín y publicada anónima, en castellano y en Lima en 1761 por mano del Dr. Agustín Zambrano, Canónigo Tesorero de la Catedral de Quito.

En 1767 salió de Quito con sus hermanos de religión, bajaron a Guayaquil y embarcaron a Panamá, Cartagena y La Habana. Finalmente, el 18 de Abril de 1768 luego de un largo e incómodo viaje arribaron a Cádiz en la nave “San Ciro” o “Amable María.” De España pasó a Italia y se estableció en Bagnacavallo, pequeña población de la baja Romaña a pocas leguas de Ravena, en cuyo Colegio regentó la cátedra de Teología Moral y terminó sus trabajos iniciados en América, gozando de la paz y tranquilidad que le proporcionaba vivir en los estados Pontificios, donde aún la Compañía de Jesús tenía existencia legal.

En 1771 dio a la luz pública en Venecia, con licencia de los superiores, en idioma italiano, un volumen en cuarto, dividido en dos tomos de 196 y 194 páginas respectivamente, titulado “Dizionario Storicogeográfico dell “América meridionale” en la imprenta de Coleti, que contiene un prólogo erudito, un Mapa de la América del Sur perfectamente bien dibujado por el autor, en cuyo pie, al lado izquierdo, lleva la siguiente leyenda: “Delinéala de G. D. Coleti, 1770” y al lado derecho está dibujado el Escudo Ibérico. Este Dizionario sirvió de mucho a el autor Felipe Scifoni, en su “Diccionario Biográfico” publicado en Florencia en 1842, quien dice de Coleti: “Todos los más ilustres italianos de su tiempo lo estimaron y admiraron. Era elocuente en el discurso, elegante en la poesía latina e italiana, puritísimo en la lengua española en la que dejó varios escritos y dibujaba a pluma con mucha gracia”.

Suprimida la Compañía de Jesús el 27 de Julio de 1773 secularizados sus miembros y confiscados sus bienes, abandonó el Colegio de Bagnacavallo y regresó a Venecia, donde continúo con sus labores intelectuales, literarias y científicas.

Tuvo allí dos cargos honoríficos y ocupó varias dignidades, falleciendo a la edad de setenta y un años el 28 de Diciembre de 1798.

Varios autores italianos traen noticias biográficas suyas. Dezos de la Roquete dice “De genio vasto, fértil y lleno de vivacidad, cultivó con éxito la arqueología y las bellas letras y fue al mismo tiempo buen poeta latino y toscano. Se consagró también al estudio de las inscripciones y de las piedras antiguas en lo que hizo grandes progresos y se hizo estimar de los literatos no solo por sus investigaciones, sino también por sus escritos.

Los padres Backer y Sommervogel hacen mención de veintidós obras impresas y diecinueve manuscritos del Padre Coleti cuya mayor parte se conservan en la Biblioteca Marciana de Venecia.

El General Ignacio de Escandón, bibliógrafo, indica sobre el padre Coleti: Este sutilísimo jesuita es el anónimo que escribió con tanta y tan exquisita erudición la vida del amabilísimo Benjamín de Cristo, San Juan Evangelista, dedicada a los señores de este ilustrísimo y floridísimo coro por el señor doctor don Agustín Zambrano, dignísimo Tesorero del de Quito, que se imprimió el año 61 en esta capital y que por humilde se ocultó siendo digno de ser conocido de todos por esa singular producción.