ORADOR.- Nació en Azángaro, Departamento de Puno, en el virreinato del Perú, el 4 de Agosto de 1792. Hijo legítimo de don Roque Choquehuanca y de doña Mercedes León y Béjar, mestizos honrados de esa apartada región.
Los Choquehuanca de Azángaro son de sangre Imperial del Perú pues descienden en línea recta de varón directamente de los antiguos Incas. El padre de nuestro biografiado llamaba don Roque, era hijo de don Diego, enemigo y contendor de José Gabriel Kondorcanqui, a) Tupac Amaru, a quien combatió y por ello fue premiado por el gobierno español; nieto de don José, bisnieto de don Manuel, tataranieto de don Melchor y chosno de otro don Diego, quien probó en el siglo XVII ser tataranieto a su vez del Príncipe Imperial Tupac Inca bautizado como don Cristóbal Baco, hijo a su vez del Inca Huayna Cápac Emperador del Tahuantinsuyo y por lo tanto hermano de padre de los Incas Huáscar y Atahualpa. El dicho Don Cristóbal Baco Tupac Inca recibió de los españoles el Cacicazgo de Azángaro para sí y sus descendientes que lo mantuvieron hasta principios del siglo XVII que los indios de ese común se dispersaron por los contornos.
En 1802 partió a educarse a Arequipa pero al poco tiempo murieron sus padres y fue adoptado por su tío paterno el Canónigo don Gregorio Choquehuanca, de donde se ha originado el equívoco de creerle también sacerdote, quien lo llevó a Chuquisaca y matriculó en el Colegio de San Juan Bautista y allí estudió Latinidad, Filosofía y Teología hasta graduarse de abogado a los veinte años de edad en 1812.
En 1814 estalló en el Cusco la rebelión del Cacique Tadeo Pumacagua que duró un año hasta que fue sofocada. En ella actuaron los heroicos Curas Béjar y Muñecas, el primero era pariente muy cercano de Choquehuanca, quien comenzó desde entonces a pensar en la libertad de América.
Entre el 12 y el 17 practicó su profesión de abogado en Chuquisaca. Ese último año regresó a Puno a reunir su fortuna dispersa y comenzar una vida política activa, pues fue designado Justicia Mayor de Azángaro; el 22 integró el primer Congreso Constituyente del Perú como Representante por el Departamento de Puno y cuando el Libertador en 1825, después de las batallas de Junín y Ayacucho, pasó por esa zona con fama y talla de Dios Americano para afianzar la independencia del Alto Perú y amagar sobre Buenos Aires, le salió al paso en la villa de Pucará con una comitiva de lugareños, y con el ánimo subyugado por el entusiasmo y con estilo admirable leyó su discurso panegírico, escrito a la antigua usanza, como para loar a los Virreyes, que le ha inmortalizado por su estilo admirable, poder de síntesis, transparencia crítica y dice así:
“Quiso Dios de salvajes formar un grande imperio y creó a Manco Cápac. Pecó su raza y lanzó a Pizarro. Después de tres siglos de expiaciones ha tenido piedad de la América, y os ha creado a vos. Sois, pues, el hombre de un designio providencial: nada de lo hecho atrás se parece a lo que habéis hecho; y para que alguno pueda imitaros, será preciso que haya un mundo por libertar. Habéis fundado cinco repúblicas que en el inmenso desarrollo a que están llamadas elevarán vuestra estatua a donde ninguna ha llegado. Con los siglos crecerá vuestra gloria como crece la sombra cuando el sol declina”.
El remate de esta pieza heroica ha sido infinitamente reproducido y elogiado por su brillantez, imaginación y fuerza. Bolívar quedó prendado del talento de su partidario y sus numerosos acompañantes prácticamente lloraron al escuchar tan hermoso saludo. Por eso le premió al año siguiente haciéndole elegir Diputado por Azángaro, en cuyo asiento legislativo apoyó su política, la dictadura y la constitución boliviana. Por ello mereció una Medalla de Oro del Libertador. Cabe indicar que el manuscrito original de tan emocionante discurso se conservó firmado por Choquehuanca durante muchísimos años en poder del anticuario limeño Jorge Corbacho, según dato proporcionado por el historiador Enrique D. Tovar, en su folleto “Trébol de América”, publicado en Lima, en 1933.
Al estallar la revolución de 1827 se separó de la política y desde entonces fue miembro de la Junta Departamental de Puno, trabajando por el progreso de esa región y presidiéndola por tres años consecutivos.
En 1828 volvió al Congreso. El 30 terminó de escribir su obra de carácter sociológico titulada “Ensayo de estadística completa de los ramos económico – políticos de la provincia de Azángaro del quincenio 1825 -1829” que publicó en 1832, con elogiosos comentarios del cosmógrafo Gregorio Parrales.
El 32 había vuelto al Senado y se desempeñó al mismo tiempo como Secretario privado de esa presidencia. Consiguió la erección del Obispado de Puno. El 35 fue Subprefecto de la provincia de Huancané pero no se pudo posesionar, ni tampoco como Diputado por Puno, pues el Congreso no logró reunirse por la revolución del General Felipe Santiago Salaverry. El 36 volvió a ser designado Senador por el Departamento de Puno. El 38 regresó de Subprefecto de Huancané.
De allí en adelante se retiró de la política activa viviendo en Azángaro del desempeño de su profesión de abogado y al cuidado de sus intereses particulares. El 45 viajó al Cusco y editó “Complemento al régimen representativo” dedicado al Mariscal Ramón Castilla y en 1854 falleció de solo sesenta y dos años, pero su nombre se repite con cariño por la clarividencia de sus pensamientos y la elocuencia de sus palabras en el tan divulgado discurso a Bolívar.
En 1889 la escritora Clorinda Matto de Turner elaboró su biografía que un año después incluyó en su libro “Bocetos a lápiz de americanos célebres.” Tal su fama de orador conservada incólume desde el siglo XIX.
También cabe indicar que tuvo por hermanos enteros al padre Diego Choquehuanca, cura de Licuasir en el Perú y después Canónigo Maestrescuela de la Catedral del Cusco y al Coronel Manuel Choquehuanca, miembro distinguido de los Ejércitos Libertadores.
Como periodista colaboró por muchos años con “La Reforma” de Arequipa, enviando artículos notables por su sincero culto a las ideas republicanas.
Fue un modelo de virtudes domésticas, hombre sagacísimo y desprendido. Su tez oscura, cabello negro, lacio, grueso, estatura pequeña, abdomen pronunciado, voz firme, voluntad de acero.