PROCER DE LA INDEPENDENCIA. –
Nació en Quito el 9 de Junio de 1779 y fue hijo legítimo del español José Ignacio Checa y Carrascosa de la Torre, nacido en Baeza, Andalucía, España, en 1723, Abogado de la Cancillería de Granada en 1742, casado en Madrid con Catalina Fernández de la Calle pero no tuvieron hijos, Corregidor y Justicia Mayor de Loja y de Zamora en 1757 por cinco años, propietario de la estancia Yaguarcuna en el valle de Punzara (Loja) Comisionado de Visitas en Cuenca en 1763, Contador Mayor
General de indios para el cobro de los tributos y Corregidor de Loja, Oidor de la Audiencia de Quito en 1781 – 85, Comisario de Visitas en Cuenca el 85, falleció en Quito el 88 y fue enterrado en la iglesia de San Agustín; y de Josefa Barba y Pérez – Guerrero, quiteña, casados en 1760 en Quito, ella era hija de la III Condesa de Selva Florida y heredera de su abuela paterna Juana Arauz y Rojas, que había sido propietaria de varias haciendas en la actual provincia del Pichincha.
Estudió las primeras letras en Quito y muy joven ingresó a las Milicias Reales donde alcanzó el grado de Subteniente. La noche del 9 de Agosto de 1 809 se tomó el Cuartel Real con el Coronel Juan Salinas y otros próceres, siendo ascendido dos día después a Capitán de fusileros y enviado a Latacunga con el fin de resguardar la zona de Zapotal, Ventanas y Ventanillas en el Camino Real a Guayaquil, por donde se pensaba que podrían subir las tropas realistas del Gobernador Bartolomé de Cucalón y Villamayor. Los posteriores sucesos políticos de Quito y la reposición del Conde Ruiz de Castilla en la presidencia de la Junta, hicieron que en Octubre de 1809 el Fiscal Tomás de Aréchaga iniciara causa criminal contra los próceres acusándolos de haberse sublevado contra la corona. Checa fue perseguido y permaneció escondido en una hacienda cercana a Quito pero salió el 2 de Agosto de 1810 para tomarse el Cuartel Real de Artillería.
Fracasado el intento de liberación de los próceres volvió a su escondite y en Octubre siguiente estuvo entre los quiteños que recibieron jubilosos al Coronel Carlos Montúfar y Larrea, enviado de la Junta Suprema de Regencia establecida en Sevilla para gobernar España y los territorios de ultramar. Entonces fue ascendido a Capitán y poco después viajó a Guaranda con doscientos hombres a vigilar las vías de acceso a la costa. En Chunchi mandó una de las columnas patriotas que detuvieron a las guerrillas cuencanas.
El 15 de Octubre de 1811 recibió los despachos de Teniente Coronel por la Junta Soberana de Quito establecida por segunda ocasión bajo la presidencia del Conde Ruíz de Castilla y la vice presidencia del Obispo Dr. José Cuero y Caicedo, aunque poco después murió el Conde a causa de las heridas que le propinó el pueblo quiteño, que le arrastró desde El Tejar hacia el centro de la ciudad, donde fue finalmente rescatado. Después fue jefe de una de las tres divisiones del ejército quiteño que se organizó para atacar al Gobernador realista General Tacón, que derrotado en Palacé por Nariño, se había replegado a las montañas de Pasto a fin de sorprender Quito. Las dos divisiones restantes estaban mandadas por el Coronel Pedro Montúfar y el Cap. Luis Arboleda, quienes coadyuvaron al triunfo después de cuatro días de intensas luchas, entrando en Pasto el 22 de Septiembre de 1811 y hallando un botín de cuatrocientos trece libras de oro que los españoles tenían para comprar armamento.
Alborozados por el triunfo los quiteños pidieron una condecoración especial para Checa consiste en un medallón que llevara grabado el río y sitio de Guaítara, con una torre que simbolizaba la ciudad de Pasto y una inscripción a su alrededor que diría: “Vencido el Gibraltar Americano”. La Junta accedió después de conocer el informe favorable del Vicepresidente Mariano Valdivieso, disponiendo que la condecoración le fuera entregada con una espada con su hoja grabada y empuñadura de oro. La inscripción decía: “Al vencedor de Pasto, por su virtud y patriotismo.”
Desde Abril del 12 estaba casado con su prima hermana Alegría Barba y Borja y en julio combatió en el sitio de Paredones al lado del Coronel Francisco García, que pidió su ascenso a Comandante General.
Poco después libró junto a Antonio Ante y en el sitio de San Miguel de Chimbo una desesperada acción contra las fuerzas superiores del General Toribio Montes, Presidente de la Audiencia de Quito, que venía subiendo desde el Sur. Entonces retrocedió ordenadamente hacia Quito, donde tomó el mando Carlos Montúfar y Larrea, produciéndose nuevos combates en El Panecillo, De allí al Imbabura y en Diciembre se dio la última batalla de la “Patria Boba” en San Antonio de Caranqui, fatal para las armas quiteñas.
Derrotado huyó hacia los montes y estuvo pasando hambre y penurias hasta 1813, que habitó una hacienda de la provincia del Pichincha trabajando en labores del campo por ocho años. El 16 vendió su hacienda Tumbaco que limitaba desde el rio San Pedro hasta el valle del Quinche por no poderla atender debido al bandolerismo que azotaba esa zona, pues no había labriegos y los indios estaban retirados en las montañas.
En 1820 y sabedor de los triunfos patriotas, luchó en el primer Huachi a las órdenes del Capitán Luis Urdaneta y de allí fue a Pujilí a encontrar al General Antonio José de Sucre, sorprendió en el camino el parte que enviaba Aymerich a Quito avisando su victoria y pudo salvar al resto de las fuerzas patriotas estacionadas en El Calzado, de caer entre dos fuegos.
Sucre lo hizo su Ayudante de Campo y juntos pelearon en Noviembre de 1821 en el segundo Huachi que también fue fatal a los patriotas, que replegados a Guayaquil se rehicieron y tomaron la vía de Cuenca para avanzar a Quito, donde el 24 de Mayo de 1822 triunfaron en Pichincha.
De Coronel Efectivo sirvió en la Gran Colombia como Juez Político y Comandante Militar en Latacunga y luego Comandante de Armas y Gobernador de la Provincia del Chimborazo hasta Junio de 1828, que pasó a Colector del ramo de Contribuciones de indígenas y Corregidores de Quito, siendo comisionado en 1830 para actuar frente a la sublevación de las tropas del General Luis Urdaneta en Guayaquil.
En Diciembre de 1830 el General Manuel Matheu le ordenó organizar la Milicia hasta con dos mil hombres para evitar que prosperen los desórdenes surgidos con motivo de la separación del Distrito Sur de la Gran Colombia.
Desde el 2 de Junio de 1832 hasta el 30 de Abril del 35 fue Prefecto del Departamento del Ecuador. El 22 de Enero del 36 Rocafuerte le concedió las Letras de retiro con honores y las dos terceras partes del sueldo de su grado pues había servido veinte años y diez meses en el ejército.
El 24 de Abril del 37 fue Juez Militar de la Corte Superior Marcial y allí seguía el 6 de Marzo del 45 que se produjo en Guayaquil la Revolución Marcista.
El 46 adquirió la hacienda Panzaleo y el Presidente Vicente Ramón Roca le suspendió el goce de sus Letras de Cuartel, golpe moral que le ocasionó una grave enfermedad y a la postre la muerte el 46 cuando contaba sesenta y siete años de edad. Su viuda elevó una protesta a la Convención Nacional reunida en Cuenca, informando que se encontraba con sus hijos en la indigencia. El asunto pasó a los diputados Francisco Javier de Aguirre Abad y Pio Bravo Vallejo y Cobos y el 7 de Noviembre se acogió favorablemente sus dictámenes y se declaró que “El
Coronel Feliciano Checa y Barba había sido uno de los más distinguidos Próceres de la Independencia ecuatoriana, exaltándose su Memoria post mortem. Ante esta indefensión económica la viuda tuvo que vender la hacienda El Galpón o Guasaya el año 48, para tener efectivos con que sustentar la educación de sus siete hijos, siendo el último el Dr. José Ignacio Checa y Barba. Arzobispo de Quito, que falleció envenenado en 1877, quedándose únicamente que con San José o El Obraje propiedad que vendieron sus herederos en 1860.