POLITICO Y ESCRITOR. Nació en Guaranda el 22 de Febrero de 1855 y fueron sus padres legítimos Benedicto Chávez y Soledad del Pozo, naturales de esa población.
De ocho años fue enviado a estudiar a Quito; aprendió a leer, a escribir las cuatro reglas, aprobó la primaria, en la Secundaria comenzó a escribir poesías fluidas y armoniosas dentro de un sano ideario liberal, que le impulsó a detestar todo género de tiranías, especialmente las tenebristas o teológicas, aborreciendo los crímenes que se cometían a nombre de un catolicismo ortodoxo y oficial.
Estudiante aún de literatura en 1874 hizo su primer ensayo con un soneto y lo envió con nombre y apellido a su amigo Federico Proaño editor de “La Nueva Era” en Guayaquil, apareciendo únicamente con la inicial “C” para evitarle retaliaciones, como bien le informó Miguel Valverde. //Ayer y Hoy // Nuestros padres ayer, la sien erguida, /dando a los aires sonoroso canto, / en puñado se alzaron, sin espanto, / y nos dieron la Patria con su vida. / / Y a vosotros!Oh prole envilecida! / hoy os alegra de la Patria el llanto, / y rasgáis en jirones su albo manto, / arrojándole en fosa corrompida. // I forjáis de su cetro su cadena / y el puñal asesino para herir…/ Mas, la venganza por los cielos truena:!Sacrílegos! temed se alce a esgrimir / la espada de Bolívar, que os condena, / ¡Pueblos! jurad ser libres o morir! //
Graduado el 75 de Bachiller comenzó el estudio de las Leyes en la Universidad Central y sabedor de la muerte de García Moreno pronunció un vibrante discurso en la Sociedad Republicana del Chimborazo declarando que su sepulcro era necesario para la supervivencia de las instituciones republicanas. En enero del 76 editó la hoja titulada “La Nigua” y fue partidario del Dr. Antonio Borrero. Al poco tiempo fundó “El Pichincha” con sus amigos Carlos R. Tobar e Ildefonso Zar del Castillo y con motivo de la revolución del General Ignacio de Veintemilla en Guayaquil se alistó en las filas Constitucionales y asistió al combate de Galte, realizando tales actos de valor que le fueron concedidos por los Generales Julio Sáenz y Antonio Martínez Pallares dos ascensos aunque se perdió la acción.
En Julio de 1877 cuando cursaba el cuarto año de Jurisprudencia, renunció un puesto que desempeñaba en el Ministerio del Interior, se alistó entre los expedicionarios del norte y luchó en las calles con denuedo, pero al ser rechazados fue tomado preso y llevado al Panóptico con grillos. Los esbirros de Veintemilla destruyeron sus manuscritos y tras siete meses de prisión fue escoltado a Guayaquil y expulsado en el vapor “Bolivia” arribó a Tumbes.
En diciembre editó una Carta Abierta al General Veintemilla que tituló “Al señor Jefe Supremo y Gran Capitán General en Jefe de sus Ejércitos” y al saber que los Generales colombianos Rosas y Figueredo habían talado la zona norte del Ecuador, con Francisco X. Salazar sacó el periódico “El Ecuador en Colombia” tronando contra esa invasión de mercenarios traídos del norte por el gobierno, para tomar por dos frentes a las tropas conservadores de Manuel Santiago Yépez que sitiaban Quito.
El 78 dio a la luz dos poemarios: “Ecos de la Cárcel” que gentilmente dedicó a las señoras de Quito que le habían auxiliado durante su prisión y “Cantos del proscrito” con poemas a su amigo Miguel Moreno, quien también se hallaba en Lima.
Con motivo de la fecha nacional de la Independencia peruana recitó su “Canto al Dos de Mayo”. Sus amigos le ofrecieron un suntuoso banquete en el hotel Metropolitano y se reprodujo el Canto por la prensa. Ya era alumno de la Facultad de Ciencias Políticas y Administrativas de la Universidad de San Carlos recién fundada por el Presidente Manuel Pardo, quien había traído de París al sabio francés Fradier Foderer. Con él aprendió las ventajas del sistema del gobierno que imperaba en la Confederación Suiza.
En 1879, en circunstancias que se rumoraba una inminente guerra con Chile, arribó a Lima el nuevo Ministro Plenipotenciario de Bolivia y el Convictorio Carolino decidió
ofrecerle una Gran Velada Literaria. Designado con su compañero Germán Leguía Martínez para tomar la palabra, reuniose a discutir el tema con el resto de los proscritos que por unanimidad se pronunciaron por la paz. No siendo dable atacar a Chile, pronunció una oda a Sucre, totalmente alejada del frenesí patriótico del momento. Ese año dio a la luz su poema “Homenaje a mi Patria”.
En 1880 se ganaba la vida dictando clases en diversos Colegios de Lima y a través de Ricardo Palma conoció un discurso del literato José Antonio Calcaño sobre el prócer guarandeño Coronel Manuel de Echeandia cuya figura nadie recordaba en el Ecuador. Ese año editó “Ensayos Políticos”
En 1882 a causa de la situación imperante en la capital peruana, capturada por la soldadesca chilena, se había trasladado al norte y estando de Rector del Colegio Nacional de Lambayeque, arribó a esa población la División del Ejército chileno del general Lynch, que llevaba el contagio de la mortífera fiebre amarilla. Chávez se contagió y estuvo a un tris de morir, salvandose aunque muy debilitado. Entonces recibió una Nota del Comité Ecuatoriano de Lima invitándolo a sumarse a la expedición que estaban preparando al Ecuador.
Ilusionado con el retorno a la Patria se trasladó a Piura donde tuvo que escapar a Suyo, pues el Subprefecto peruano Carnero no permitía ningún movimiento revolucionario y tras casi cinco años de ausencia cruzó la frontera, llegó a Loja y fue asimilado como Secretario de Francisco X. Salazar, residiendo en casa de Manuel Eguiguren, cuyas dos lindas hijas le mantuvieron ocupado en inocentes flirts.
Entonces fue escogido para comandar un Destacamento a Zaruma pues había el peligro de que algunas tropas guayaquileñas les atacaran por la retaguardia; pasó a esa población y propuso a los vecinos la fundación de la Provincia de El Oro, así llamada por el metal de sus minas y con capital Zaruma. Acogida la idea con entusiasmo, enteróse que había pasado el peligro de un ataque y con algunos fusiles Winchester obtenidos del Coronel Peiger, Gerente de las Minas, volvió a Loja; con el Dr. Darío Palacios el 18 de Noviembre fundó el
periódico “La Voz del Sur” y avanzó con el ejército Restaurador hacia Quito.
Sitiada la capital ecuatoriana fue tomada el l0 de Enero de 1883 y el día 12 publicó Chávez el prospecto del diario “Los Principios”, cuyo primer número salió tres días después, transformándose en Diario el 11 de Noviembre y editándose en una pequeña imprenta de Víctor Montoya. Ese año ejerció por cortos meses una subsecretaría de Estado.
“Los Principios” atacaba a Veintemilla y gozaba del auspicio del gobierno, luego se dedicó a notificar los acontecimientos de la Convención manteniendo por varios meses el favor popular, pero a fines de año dejó la dirección a Numa Pompilio Llona que le dio un marcado carácter literario hasta el 31 de Mayo de 1884 que se suspendió en el No. 163. Se había hecho un periódico útil pero la necesidad del gobierno del Presidente Plácido Caamaño, por editar nuevas leyes, le dejó sin imprenta.
Allí había editado la “Memoria” de Miguel Valverde, Secretario General del gobierno del Guayas al Congreso Nacional y presentado el Vale en la Tesorería de Hacienda se lo rechazaron y al protestar con un furibundo artículo fue replicado por el Pentaviro Pablo Herrera. Finalmente Luis Cordero ordenó su pago. Elegido Diputado por la Provincia de Los Ríos a la Convención Nacional, con Gabriel Ignacio Veintemilla y Jesús Baquero Dávila, concurrió a ella, formó parte del grupo mayoritario y olvidándose de sus sanos inicios liberales terminó volviéndose progresista y hasta defensor de la pasada tiranía de García Moreno.
En 1884 mocionó con Francisco X. Salazar la implantación del sistema de gobierno plural igual al de la Confederación Suiza y junto a Gabriel Ignacio Veintemilla logró la creación de la Provincia de Bolívar con los cantones Guaranda, Chimbo, San Miguel y con capital en Guaranda. Igualmente propuso la concesión del voto para la mujer, se opuso a la construcción de la Basílica del Voto Nacional en Quito, le fueron reconocidos sus ascensos ganados en Galte, obtuvo el grado de Coronel de la República, y fue designado primer Gobernador de las provincias recién creadas de El Oro y Bolívar, prefiriendoserlo de esta última pues inauguró su administración el 15 de mayo.
Como primer Gobernador de Bolívar dotó a Guaranda de una Casa de Gobierno, se trazaron sus calles y plazas, creó el Colegio de señoritas regentado por las madres del Buen Pastor, construyó hospitales, escuelas y caminos. Fundó el pueblo de San Simón en Yacoto, etc. (1)
En 1885 dictó clases en el Colegio Pedro Carbo de Guaranda y editó en Quito “Cantos del Proscrito”. El 86 implantó el Sistema Métrico Decimal en Guaranda con su folleto sobre esa materia, presentó la revista de los alumnos de las escuelas que hicieron ejercicios militares y recibió al Presidente Caamaño, a quien acompañó al sitio donde se había realizado en 1820 el combate de Camino Real. Ese año, acogiéndose al Decreto de Facultades Extraordinarias logrado por el ejecutivo para usarlo contra los liberales, confinó a cierto individuo acusado de conspirador y dio su grado de Doctor en Jurisprudencia en la Universidad de Cuenca.
El 10 de Agosto de 1887 inauguró el periodismo en su provincia con el semanario “’El Bolivarense” donde colaboraron Rafael María Lemus y Jorge Y. García, que después seria Deán de la Catedral de Guayaquil, hasta que el 2 de Julio lo sacó como bisemanario en Quito bajo el nombre de “El Ecuatoriano” para defender al gobierno del Presidente Plácido Caamaño. Allí insertó la cronología de los Obispos y Presidentes de la Audiencia de Quito y al término del mandato de Caamaño editó un folleto con datos sobre su obra y gobierno.
(1) La trayectoria de progreso de Guaranda se terminó en 1908 con la inauguración del ferrocarril Guayaquil-Quito, transporte que se llevó la carga; desde allí ha languidecido dicha ciudad como simple capital de una zona agrícola de segundo orden por el éxodo masivo del elemento poblacional hacia la costa. |
En Febrero del 88 colaboró en el “Diario de Avisos” de Guayaquil a pesar que dicha publicación era de tinte liberal y en Julio editó “El Ibero Americano”. Por tal motivo el 89 le dispensó una Medalla de Oro la Unión iberoamericana con sede en Madrid. El 21 de Mayo el Presidente Antonio Flores puso bajo su dirección un periódico de pequeño formato llamado “El Telegrama”, que siendo progresista no era órgano oficial de ese partido. Publicaba noticias del cable y de la prensa extranjera y por confinar en Ambato a dos vecinos de Guaranda le iniciaron un juicio administrativo y tuvo que renunciar la gobernación por delicadeza. Las Municipalidades de su
provincia reconocieron públicamente su labor, En Diciembre dio a la luz en Quito “El Independiente” como hoja bisemanal y editó la “Monografía de San Miguel de Bolívar”.
Ese año 1888, de treinta y tres años de edad, contrajo matrimonio y poco después quiso viajar a Cuba portando un cargamento de sombreros de paja toquilla para su venta pero el agente de Panamá le refirió que encontraría mejores precios en Caracas. En Barranquilla vendió algunos y en la capital venezolana el resto, tras un romántico affaire con una hermosa tiple argentina a quien no engañó, pues le dije que era casado.
En 1890 fue electo Senador por la provincia de Bolívar y concurrió al Congreso. Ese año fue nombrado profesor del Colegio Militar, dirigió la “Revista Militar” en la que combatió los abusos introducidos en las milicias por las autoridades superiores y fue enjuiciado. Al terminar el gobierno del Presidente Antonio Flores dejó de salir “El Telegrama” en el No. 759, ya lo dirigía Leonidas Pallares Arteta.
El 93 ganó el Juicio Administrativo que se le seguía en la Corte Suprema, pero el Consejo de Estado presidido por el conservador Arístides Rivadeneira Ponce revocó la sentencia condenándole a treinta días de prisión que comenzó a cumplir en el piso inferior del Cuartel de Artillería de Quito, pero se levantó en su auxilio la opinión pública y el propio Consejo le conmutó la prisión por una multa de treinta sucres que pagaron sus amigos. En octubre salió a la luz “El Atalaya” que en Diciembre dio paso a “El Guía Militar”, periódico que apareció varios meses destinado a la educación del ejército y la Guardia Nacional, pues se temía un conflicto armado con el Perú a causa del ya secular litigio de fronteras.
En 1894 se siguió Juicio contra los ex Ministros de Hacienda Dres. Vicente Lucio Salazar, Gabriel de J. Núñez y Francisco Andrade Marín, acusados del delito de malversación al no haber depositado Íntegramente en el Banco del Ecuador los fondos producidos por el ramo de sales, contraviniendo lo dispuesto en el Decreto Legislativo del 6 de agosto de 1892, dinero empleado en los gastos comunes del gobierno, según denuncia del Tesorero de Hacienda del Guayas. El asunto se prestó a largas discusiones y como Presidente del Tribunal de Cuentas los absolvió, dio a la luz un folleto sobre la Acusación y la Defensa.
Ese año aparecieron varias Composiciones suyas en la Antología que con motivo del IV Centenario del descubrimiento de América editó en Quito la Academia Ecuatoriana de la Lengua y fue uno de los tres Delegados ecuatorianos que viajaron a los festejos Conmemorativos celebrados en Caracas por el Centenario del nacimiento del Gran Mariscal de Ayacucho, logrando los datos biográficos del prócer Echeandia y al despedirse de Caracas, en un Concierto del Hospital declamó con sentimiento y maestría un Soneto suyo muy aplaudido y partió a New York donde hizo buena amistad con el Cónsul ecuatoriano, Modesto Solórzano, ya comprometido en el negociado de la bandera.
Después del 5 de junio de 1895 regresó al Ecuador y el 96 publicó una recopilación de sus “Versos” en 440 págs. tomados de los cuadernos de dos amigos suyos que los habían coleccionado. Entonces reprodujo sus “Ecos de la Cárcel” y “Cantos de un Proscrito” así como otras varias composiciones de diversos géneros y el 97 dio a la luz su “Monografía del Cantón San Miguel de Bolívar”.
En 1899 fue desterrado por el gobierno del Presidente Alfaro debido a sus ideas políticas que de progresistas habían involucionado a conservadoras. Ese año editó una Colección de “Artículos” bajo ese título en 400 págs. y participó en la revolución de los Conservadores ecuatorianos desterrados en Panamá. El General Albán, Jefe del Istmo, les facilitó todo género de auxilios bélicos para invadir las costas de Esmeraldas y Manabí, mientras los conservadores ecuatorianos exiliados en la frontera con Colombia tomaban la población de Tulcán, pero a última hora fracasaron los planes y nada se pudo realizar.
En mayo de 1901, nuevamente en Quito, fue capturado con noventa conservadores más y llevado al Panóptico; su Director Carlos López le trató bien pues le conocía y consiguió que todos los presos recobraran su libertad el 13 de junio, día de San Antonio de Padua. Entonces pasó a la casa del Dr. Ezequiel Muñoz, pero el mismo López le hizo saber que nuevamente se había dispuesto su prisión y tuvo que huir a Guaranda, permaneciendo oculto hasta que viajó a San José de Costa Rica donde editó su “Canto Secular”.
En 1903 una de sus composiciones en prosa logró el Primer Premio en el Certamen Artístico Literario promovido por el Comité Diocesano de Guayaquil con motivo de las Bodas de Plata de León XIII, desarrollando el tema “Influencia de León XIII en la política moderna.
En 1904 recibió de sus compañeros conservadores una artística Medalla de oro y se encontraba residiendo en Babahoyo para las elecciones de Senadores y Diputados cuando el Jefe Político, Augusto N. Martínez Holguín, que se hallaba de Gobernador accidental, inscribió su nombre en las listas de candidatos y salió electo primer Diputado Suplente, asistiendo al Congreso por excusa del titular. También fue electo por la Provincia de Bolívar pero no le calificaron por ser deudor del Fisco. Subido el asunto en apelación al Senado le defendió el Coronel Emilio María Terán exitosamente y poco después fue nombrado con Honorato Vásquez miembro de la Comisión de Excusas y Calificaciones.
Entonces fue presentado un proyecto suprimiendo los monasterios de religiosas y el noviciado de mujeres, pero con otros miembros del Congreso logró que no pasara. Mas, el Ministro del Interior, Gonzalo S. Córdova, elaboró un proyecto de Ley de Cultos, que aprobado por un voto de diferencia ocasionó una alarma espantosa. Al concluir el Congreso las damas de Quito le confirieron una medalla, lo mismo que a Honorato Vásquez y a Remigio Crespo Toral.
En ese Congreso y en el de 1905 hizo oposición al régimen liberal del General Leonidas Plaza, presentó un proyecto de preservación de los monumentos arqueológicos que no pasó y durante la corta presidencia de Lizardo García intervino para que se esclareciera su actuación ante los tenedores de Bonos de la Deuda Inglesa, asunto denunciado por Eloy Alfaro, comprobándose que García arribó a Londres cuando ya la Casa Glyn, Milis Courier y Co. había cumplido las comisiones recibidas de los fideicomisarios, de lo que resultó su total inocencia.
En 1905 editó “La Voz de Guaranda”, fue declarado “Hijo Predilecto de la provincia de Bolívar” y apareció su biografía en la revista “Pedagogía y Letras” de Guayaquil. La noche del viernes 20 de abril de 1906 a eso de las ocho, su hijo Jaime fue el primer niño interno del colegio jesuita “San Gabriel” que “observó” el parpadeo de una oleografía de la Virgen Dolorosa colocada en una de las paredes del comedor. Desde entonces padre e hijo se convirtieron en panegiristas del prodigio. Ese año editó “Versos” con varias composiciones poéticas suyas. En septiembre apareció el diario “El Orden” en Quito, que tuvo poca duración. En 1907 editó el folleto polémico titulado “El Doctor de los Invisibles” sobre la afición espiritista del Dr. Felicísimo López, y en 1908 dio a la luz en Guayaquil sus “Nociones de Pedagogía”.
En la Exposición Nacional de 1909 obtuvo Medalla de Oro por haber editado “Los Principios” y por su obra “La Urbanidad de Señoritas” tratado de buenas costumbres dentro de la línea mariana que condenaba a la mujer a vivir obediente en el hogar, vedándole las profesiones liberales y el desarrollo de su personalidad social. En la Exposición Escolar de la Sociedad Filantrópica del Guayas fue premiado por sus “Nociones de Pedagogía”.
En 1910 apoyó desde Guaranda el Manifiesto lanzado por la Junta Patriótica Nacional, el 11 encabezó una Adhesión. Se le tenía por el sujeto de mayor nombradía en la provincia de Bolívar que había ayudado a fundar, era un orador académico, poeta galardonado y periodista que se multiplicaba sobre los más variados temas.
En 1912 fue Procurador Sindico de la Municipalidad de Guaranda y lamentó el deceso de su amiga la señora Lorenza Galdós de Velasco. El 14 dio a la luz el folleto titulado “El Pontífice Reinante”. El 15 se burló de la prohibición dictada por el Presidente Baquerizo Moreno contra las chamarascas y procesiones, publicó su cuento “Obsequio de Padrinazgo” y el 16 “Salmo en la muerte de mi nietecita Chanita Torres” en 6 págs. En junio, volviendo de Ambato a Guaranda tras un corto confinamiento por razones políticas, agradeció a esa ciudad por la muestras de solidaridad recibida y pidió a Dios que alejara de sus contornos a la “terrible bubónica”, enfermedad que hacía estragos en Guayaquil.
En 1917 apareció su “Boletín Pro Hermanos”, en noviembre dirigió una Carta Abierta al Coronel Ricardo Cornejo Naranjo, Director del diario “El Ecuatoriano” de Guayaquil, manifestándole sus opiniones sobre la real situación del partido Conservador ecuatoriano.
En 1918 comentó una disposición del Dr. Carlos Monteverde Romero Director de Estudios del Guayas, tendiente a proteger a los animales “en un país donde se trataba a la clase indígena peor que a seres irracionales” y dio a la luz su “Discurso pronunciado en la inhumación del cadáver del Sr. Dn. Virgilio Vela” en 4 págs. y “El Prócer Manuel de Echeandia” en 17 págs. El 1 de enero de 1919 sacó “El Retallo” en Guaranda y en el Concurso promovido por la revista “Pectoral Revieu” fue premiado su cuento ‘Talión”, que como todo lo suyo relata historias moralizantes no exentas de interés dada su fértil imaginación.
En septiembre de 1920 editó “El Petit” periódico de reducidas dimensiones. En noviembre de 1921 enfermó gravemente del reumatismo que había adquirido durante una de sus prisiones en el Panóptico y no pudo trasladarse a visitar a su hija Victoria que falleció en Quito a consecuencia de un ataque final de uremia. El 22 editó una corona fúnebre “A la santa Memoria de la Sra. Dña. Victoria María Chávez de Torres en el primer aniversario de su fallecimiento” en 131 págs.
Estaba pobre, vivía en Ambato y trabajaba como Ministro Juez de la Corte Superior de Justicia del Tungurahua. El 23 ocupó la presidencia de tan alto organismo.
El 6 de enero de ese año había aparecido en esa ciudad su periódico “Labor” en el que dirigió una carta abierta a Matilde de Fernández Salvador, propietaria de la hacienda Leito, donde se había producido una feroz matanza de agricultores en su mayor parte indígenas, a causa de reclamaciones de tierra. El asunto, tornado azas escandaloso, a pesar de su ideología conservadora, le motivó a mostrarse solidario con los más pobres, los desarraigados de la tierra.
Ese año elogió la admisión de su amiga la escritora Zoila Ugarte de Landivar en la I Asamblea Nacional del partido Liberal realizada en Quito convocada para lograr la unificación. El 24, con motivo del centenario de la batalla de Ayacucho, comentó un artículo del Dr. Thelmo R. Viteri sobre el origen, desarrollo y evolución de las leyes militares ecuatorianas.
El 6 de septiembre recitó ante el Embajador chileno que pasaba con su hija en el tren, una sentida composición en verso, que fue muy aplaudida por la numerosa concurrencia que llenaba la estación, aunque algunas partes no agradaron al gobierno. Esther de Irrazábal, hija del diplomático, le pidió el original para conservarlo siempre.
A las pocas semanas ocurrió el combate de San José de Ambi, entre una facción de elementos conservadores y las tropas constitucionalistas del gobierno, que lograron una fácil victoria. El Presidente Gonzalo S. Córdova persiguió a los principales políticos de derecha y Chávez fue apresado por orden de Francisco N. Cobo, Gobernador del Tungurahua, acusado de haber conocido el levantamiento, lo cual era verdad, aunque Chávez se había negado a manejar los fondos enviados a Ambato para que levantara a esa población. Desde entonces, comprendiendo la inutilidad de toda acción armada en contra del liberalismo, usó sus influencias ante Rafael María Arízaga, encargado de la dirección de ese partido, para evitar nuevas aventuras bélicas.
En 1925 apoyó los postulados de la Revolución del 9 de Julio y cuando el Coronel Ildefonso Mendoza Vera quiso imponerse en Guayaquil, le acusó de socialista y como si se hubiere arrepentido vaticinó que el socialismo era el futuro del Ecuador. Aún dirigía el diario “Labor” de Ambato y mantenía excelentes relaciones con los jóvenes Ministros de la Junta de Gobierno.
En Julio del 26 fue designado por la Corte Suprema para el desempeño de las funciones de Juez II de Letras de Guaranda, entró en pendencias con el Gobernador de Bolívar, Pablo Burbano de Lara, porque su hijo Jaime Chávez había fundado el periódico “La Reacción”, denunciando robos e incorrecciones en algunas dependencias fiscales. Entonces se vio obligado a instaurar un Sumario contra los contratistas de la carretera San Juan – Guaranda. Burbano de Lara confinó a su hijo a Azogues, apresó al Secretario del despacho judicial y con escolta armada allanó el domicilio de Chávez e incautó el proceso. Escondido en la casa parroquial de Yaruquies, halló generoso descanso pero enfermó y de su pierna izquierda horrorosamente hinchada con un empeine comenzó a salirle sangre y parece que eso le mejoró. Entonces presentó una denuncia a la Corte Suprema que nada hizo y como varios jóvenes guarandeños protestaron por tanta persecución contra un anciano y achacoso Coronel de la República, escritor y poeta, ante el escándalo que ya se iba tornando nacional, se le dejó en paz.
Ese año había resucitado “El Bolivarense” para protestar por el Tratado secreto Salomón – Lozano suscrito entre Perú y Colombia y realizó una encuesta titulada ¿Qué debe hacer el Ecuador en la era presente? Pero
no logró respuestas y en Diciembre, al llegar al No. 124 le suspendieron la circulación acusado de “remover las especies lanzadas por el corresponsal de “El Día” de San Miguel. El Ministro de Gobierno, Julio E, Moreno, tuvo el desparpajo de enviarle un telegrama avisándole que utilizaría medidas coercitivas en su contra, tuvo que esconderse en Yaruquíes y recibió una Postal negra con diversos signos que nunca pudo descifrar lo cual le intrigó mucho pues no se explicaba cómo le había podido llegar por correo, porque casi nadie sabía de su escondite. Una broma quizá.
El 24 de mayo de 1928 escribió un artículo muy fuerte contra el gobierno de Isidro Ayora y el liberalismo imperante. En octubre volvió a sacar “El Bolivarense” pero el 27 de ese mes se impidió su circulación y fue clausurado, entonces recurrió a “La Prensa”, exigiendo derechos y libertades y le giraron boleta de captura que solamente fue revocada a instancias de un alto Jefe Militar que intercedió a su favor.
En 1930 escribió sobre la famosa tarjeta que aún le intrigaba y cansado de tantas luchas y afectado de un reumatismo doloroso se despidió del pueblo de Guaranda el 28 de junio diciendo “’este será el punto final de mi vida periodística y que conste que he escrito por Dios, por la Patria y por mi amada provincia, hasta cuando la pluma se me ha caído de las manos rotas por el hielo de la muerte. La ruta queda abierta… I tal como lo había previsto falleció a poco en Guaranda al lado de su hijo y nietos, el 11 de septiembre, de setenta y cinco años de edad, aunque aparentaba menos.
Fue un patriota en circunstancias difíciles. Dinámico, templado de carácter, de austeras costumbres, quiso lo mejor para su provincia y hasta escribió sobre las dos rutas del ferrocarril para que Guaranda no quedara aislada como efectivamente sucedió. Físicamente era alto, blanco, pelo y ojos negros, tenía don de mando y llevaba el canto adentro para las composiciones líricas, pero su estilo permaneció romántico a destiempo y no conoció los cambios provenientes de Francia ni sus nuevas tendencias alucinantes.