Poetisa ecuatoriana, nació en Guayaquil el 6 julio de 1888 y falleció en Quito el 4 de marzo de 1962 a la edad de 74 años. Se inicio en la literatura muy joven teniente como profesores a eximios maestros de la talla de Manuel J. Calle y José Antonio Campos, quienes eran redactores del diario “El Telégrafo” de Guayaquil dirigido por Don José Abel Castillo, padre de la poetisa. En ese mismo diario hizo sus primeros pinenos periodísticos escribiendo gacetillas y sueltos. Más tarde fue redactora de planta y corresponsal del diario familiar en Paris donde vivió de 1910 a 1914 y en Estados Unidos donde residió largas temporadas en diversas oportunidades, entre 1933 a 1950. Su primer triunfo literario lo obtuvo en 1910 al ser galardonada con el primer premio consistente en una “Lira de Oro” por su poema “a Colombia” presentado al con curso internacional promovido con motivo del primer centenario de la independencia de ese país. Entre 1910 y 1911 publico tres folletos de poesías contenido sus poemas “A Colombia”. “El abanderado” y “las Campanas de la catedral” En su primera juventud continuo cultivando la poesía y publicando sus producciones tanto en el diario “El Telégrafo”, como en las revistas “Hogar Cristiano”, “El Telégrafo Literario”, “Patria”, “Renacimiento”, “la Ilustración”, etc. de Guayaquil y “Letras” de Quito. Más tarde fue de nuevo laureada con “La Montura de Oro” en el con curso sobre temas montubios y en los juegos Florales la revista radial “Vida Porteña” de Guayaquil en la que obtuvo premios en los años 1947 y 1948. Publico varios otros opúsculos de poesía y finalmente, sus familiares recopilaron la mayor parte de sus poemas en un voluminoso libro titulado “Poemas de ayer y de hoy”, aparecido en 1962 unos pocos meses antes de su muerte, y cuando ya se hallaba gravemente enferma. El estado de inconsciencia en que permaneció los últimos meses de vida le impidió ver reunidos en un solo volumen toda o la mayor parte de su vida le impidió ver reunidos en un solo volumen toda o la mayor parte de su vasta producción lirica. Actuó muchos años como Delegada oficial adhonorem del Ecuador a la comisión Interamericana de mujeres en cuyo seno realizo gran obra social. Fue proclamada “Mujer de las Américas 1955” por la Unión de mujer Americanas….(UMA) con sede en New York y concurrió personalmente a recibir el diploma. Fue amiga personal de la eximia poetisa chilena Gabriela Mistral a quien alojo en su fastuosa residencia “Quinta Piedad” de Guayaquil: de Juan Ramón Jiménez, a quien conoció en Washington; y se mantuvo siempre en contacto con poetas y escritores ecuatorianos desde su juventud hasta su serena senectud. Falleció en Quito, tras varios mese de penosa enfermedad, el domingo de carval, día 4 de marzo de 1962.
Con su poema “A Colombia”, con motivo de su independencia, premiado con medalla de oro en un certamen literario de Quito, se dio a conocer como valiente e inspirada trovadora ecuatoriana Luego obtuvo otro triunfo con su Canto al Montubio en el que supo pintar admirablemente la psicología de este hijo de muestras selvas. “El abanderado”, “la memoriam”, “A la sentida muerte de Mercedes Gonzales de Moscoso”, y otras igualmente bellas poesías han salido del fecundo plectro de nuestra inteligente e ilustrada compatriota.
Nació en 1898 (julio6) creció en los Talleres del telégrafo junto a metros de la talla es Manuel J. Calle y José Antonio Campos. Escribió gacetillas y sueltos.
Más tarde fue redactora de planta. En 1910 triunfo con su poema “Colombia”, premiado con una Lira de Oro en un certamen internacional celebrado con motivo del centenario de la independencia de ese país. Entre el 10 y el 11 publico tras folletos de poesías titulados “A Colombia”, “El Abanderado” y ” las campanas de la catedral”. El año 10 había viajado a parís. Fue la primera poetisa en usar versos eneasílabos en el Ecuador, lo hizo para su poesía “japonesa”, también uso octosílabo en rima ternaria en “otoñal”, de suerte que puede ser considerada una de las primeras modernistas del país. Murió en Quito el 4 de marzo de 1962, de 73 años de edad.
pero antes que Pareja, María Piedad Castillo, si bien era poetisa de la capilla romántica, antes que del modernista no obstante que fuera la primera que usara el eneasílabo en Guayaquil, en “El Telégrafo Literario”, 1913, en su soneto “Japonesa”, en el mismo año, publicaba su composición “Otoñal”, en octosílabos y en rima ternaria:
“Caen lentas, musitas, rojas de los arboles las hojas mientras rimo mis congojas”
Dicha composición está dedicada a los poetas Granado, Falconi Villagómez y Manuel Eduardo Castillo.
En 1952 se quejo de la falta de poder político entre las mujeres ecuatorianas. A pesar de constituir la mayoría de la población y a pesar de haber sido las primeras que recibieron el derecho al voto (1929) los políticos persistían en pasae por alto al electorado femenino. Asimismo, sus nombres no aparecían en las listas políticas y no había una representación oficial de intereses femeninos nacionales. Ella era periodista, ex Presidente de la comisión Interamericana de Mujeres.
Y pues mas venturosa que el Fénix de los Ingenios, tiene la poetisa guayaquileña una gallarda, deliciosa Quinta, poblada de árboles frondosos y esmaltada de flores acariciador del olfato; y el suelo tapizado de suave, diminuta hierba. Entre la fresca y primaveral verdura, levantase airosamente el palacio donde vive con su esposo el ilustre químico, doctor Roberto Levi, y con sus muy estimables hijos. Adentro campean en ricos salones, cuadros de pintura, de elegancia, de espiritualidad, con una sensación de subyugadora poesía, en su conjunto armonioso, Es un paraíso, convertido en cielo por las virtudes de la Musa. (1920)
María piedad Castillo, esa gran poetisa ecuatoriana, quien se inicio con su romance “El Abanderado”, en 1910, publicaba en la pagina literaria de “El Guante”, de 25 de Mayo de 1912, un soneto en eneasílabos, que no lo habían usado ante nuestros modernistas y del que damos un cuarteto:
“Oh mi dulcísima mousme de rostro frágil y sutil y ojos de ensueño que se fue cual un recuerdo juvenil”.