Dice Nicolás Augusto González Tola
En 1827 efecto de esos trabajos políticos fue la sublevación de la tercera división del ejército Colombiano, que el libertador había dejado en Lima a Ordenes del General Lara, con el objeto de apoyas el Vasto plan de la confederación del onírico al Potosí, con la Presidencia vitalicia de Bolívar. Fue el alma de este movimiento el Capitán Mariano Castillo, a quien hemos hecho figurar como este movimiento el Capitán Mariano Castillo, a quien hemos hecho figurar como protagonista en el drama histórico titulado “Amor y Patria” que escribimos en 1880, en colaboración con el notable poeta señor Alfredo Baquerizo, uno de los jóvenes de más avanzadas ideas de la actual generación, en el Ecuador. Nació Castillo en Ambato y fue uno de los próceres del 10 de Agosto de 1809 en Quito. Se encontraba preso con los demás patriotas, cuando ocurrió el degüello espantoso del 2 de Agosto, de cuya matanza se libro fingiéndose muerto y confundiéndose entre un montón de cadáveres. Castillo se incorporo, poco después de los sucesos de 1810, al batallón “Numancia”, en calidad de cadete. Antes había estado oculto algún tiempo en el convento de San Agustín de Quito. Ese mismo batallón “Numancia”, fue el que luego, en el Perú, a virtud de las patrióticas gestiones de la hermosa guayaquileña doña Rosa Campuzano, llamada “la protectora”, por sus relaciones con San Martin, Desplego la Bandera de la Independencia, cambiándosele su glorioso nombre histórico con el de “Voltigeros”, que se hizo tan celebre en nuestros fastos. Castillo puso fin a su existencia en Piura, suicidándose al recibir la noticia del fracaso de sus aspiraciones y del triunfo de las ideas que había combatido.