POLITICO. – Nació el 8 de Agosto de 1890 en Riochico, Manabí y fue el menor de una larga familia compuesta de doce hermanos. Hijo legítimo de Baltazar Caravedo Navia, cuya biografía puede verse en este Diccionario y de Dorila Barreiro Vera. Fue educado en la escuela que mantenía en Montecristi el Profesor Aníbal San Andrés, quien se especializaba en dictar las materias de Contabilidad y Teneduría de Libros,
En 1916 fue designado Escribano Público de Jipijapa. En 19l9 fue Interventor de Correos en Portoviejo. En 1920 contrajo matrimonio con Zeneida García Cedeño, fueron felices a pesar del carácter reservado de ella y tuvieron cuatro hijas. El 2l editó con otros jóvenes el semanario “La Alborada” de índole literaria. El 22 se trasladó con los suyos a Manta y junto a Efraín Alava Loor, Aquiles Paz, Sergio Domingo Dueñas, Luís Teodoro Cantos, etc. gestionó y consiguió la cantonización.
Entonces se asoció con Leonidas Sión y pusieron en los bajos de su casa el salón “La Colmena” que llegó a ser el mejor de su género en Manta pues aparte del ramo de refrescos, confitería y dulces era salón de billar donde se reunía la juventud mantense en busca de esparcimiento y de solaz por ser el único sitio en su género en toda la población.
Tras la revolución Juliana de 1925 fundó con su amigo Luis Sánchez el diario “La Unión Manabita”, de índole comercial, literaria e ideológico para la defensa de las ideas liberales, pero fueron clausurados por la dictadura del Dr. Isidro Ayora al impugnar el negociado del estanco de fósforos.
Para ganarse la vida trabajó como Contador en la Casa Comercial de Sarquiz y Hanze que compraba café y otros productos para su exportación a Europa. El negocio iba bien, sobre todo en el ramo de sombreros de paja toquilla, pero el 35 naufragó el barco que llevaba la carga y vino la quiebra. Entonces pasó contratado por Rafael Franco Diaz que acababa de llegar de España casado con Ana Barba, a administrar la Casa Comercial de su compatriota Vicente Gallo. Poco después le dieron una agencia en el recinto Bajo Grande hoy llamado Alajuela, donde compró una casa de madera con gran patio para el secado del café que mantuvo desde el 35 y como Alajuela solo quedaba a 40 kilómetros de Manta, se iba los días de feria en burro para adelantar dinero a los campesinos por las cosechas de productos y regresaba dos o tres días después. El 39 trasladó el almacén a Manta y desempeñó por tres ocasiones la Jefatura Política del Cantón, ese año también fue miembro de la Cámara de Comercio y Agricultura de Manta.-
Hombre estricto y de carácter fuerte pero de nobles sentimientos y valores, se hacía querer y respetar en los sitios donde vivía y fue electo por dos ocasiones Presidente del
Concejo Cantonal de Manta. Entre sus principales obras aún se recuerda el bosquejo del muelle y puerto artesanal, la creación de las primeras escuelas municipales, el antiguo puerto que unía Tarqui y Manta, un mercado que funcionaba donde luego fue la plaza cívica, el alumbrado eléctrico de la zona central, la ampliación de la red de agua potable y la fundación del Club de Leones de Manta en 1950 que presidió durante dos períodos. El 54 ingresó a la Orden internacional Eloy Alfaro con sede en Panamá. En 1960 ocupó la presidencia del Banco Nacional de Fomento.
Poseía casa propia de cemento y pisos de madera en la Avenida Cuarta y Calle Trece, cercana a la iglesia de la Merced, en Manta. Al final de su vida vendió la casa de Portoviejo pues ya no pudo seguir trabajando a causa de una diabetes incipiente y aunque los médicos le prohibieron ingerir azúcar, como siempre había sido muy dado a los dulces de Rocafuerte que comía a escondidas, no se cuidó.
En 1965 se le agravó su condición y empezó a sentir dolores muy fuertes en las piernas, ya no pudo caminar ni salir a la calle, pero se refugió a leer en su hamaca porque poseía una de las mejores bibliotecas privadas de Manabí y hasta tenía pensado escribir un libro sobre la provincia a principios de siglo, pospuso el plan de trabajo, ni siquiera lo comenzó.
Falleció en Portoviejo el 5 de Febrero de 1966 a los setenta y cuatro años de edad, de diabetes medular. Estatura normal y algo grueso al final de su vida, tez canela, ojos y pelo negro y lacio. Parsimonioso y callado casi de contínuo, tuvo en el servicio público la meta fundamental de su vida.