CALVO DIAZ BARTOLOME

POLITICO Y PERIODISTA. Nació en Cartagena de Indias el 24 de Agosto de 1815, muy niño quedó huérfano y con su hermano mayor José Antonio se dedicaron a trabajar en el taller que les legó su padre, uno de los más antiguos impresores en la costa colombiana del norte; sin embargo se dio tiempo para concurrir a la Universidad de Magdalena donde realizó estudios de Jurisprudencia, sobresaliendo como poeta y orador. En 1848 dirigió el periódico “La República” pero la exacerbación de las pasiones políticas le obligó a emigrar al istmo de Panamá donde obtuvo una plaza de cajista y luego la redacción de la parte española de la empresa “The Panamá Star” que refundió mas tarde con “The Panamá Herald” para constituir “The Star and Herald “ que luego dejó para fundar por su cuenta “El Correo del Istmo”, de cuya redacción se le distrajo para llevarlo a la Asamblea Constituyente de Panamá, a la Secretaría General y a la Gobernación del Estado, función política esta última que renunció en 1858 para trasladarse a Bogotá como Jefe del Ministerio Público y en tal carácter actuó como Procurador General de la Nación el día 31 de Marzo de 1861, en vista de haber expirado el cuatrienio del Presidente conservador Mariano Ospina Rodríguez sin que el Congreso se hubiere instalado por falta de quórum, anomalía producida por la guerra civil que se había desatado en todo el país, entre liberales y conservadores, entonces asumió la presidencia interina de la Confederación Granadina, antes llamada Nueva Granada.

Mas, tan grave era la situación, que se vio obligado a organizar los ministerios apuradamente: En la secretaría de Hacienda Ignacio Gutiérrez Vergara. En la de Gobierno y Guerra Juan Crisóstomo Uribe. En la de Relaciones Exteriores Manuel María Mallarino y continuó al frente del Ejército de la Confederación el General Joaquín París, quien, a los pocos días se retiró del mando por enfermedad y fue encargado el General Ramón Espina, que no pudo impedir que el día 18 de Julio, luego de una lucha de seis horas, las fuerzas liberales al mando del General Tomás Cipriano de Mosquera, asaltaran y tomaran la capital. Entonces cayeron prisioneros el presidente Calvo y varios ciudadanos principales. El Secretario Juan C. Uribe pereció en el combate y entre los militares leales José María Plata y otros muchos más. El ex-presidente Ospina había caído prisionero en un combate librado en la Mesa días antes.

Mosquera hizo fusilar sin fórmula de juicio el día 20 al Intendente de Cundinamarca Dr. Andrés Aguilar, al Prefecto de Bogotá Plácido Morales y al Coronel Ambrosio Hernández. Ospina y su hermano Pastor escaparon por influencias del cadalso, pero fueron llevados detenidos con el presidente Calvo y otras personalidades al castillo de Bocachica en Cartagena; mas a fines del año siguiente escaparon los Ospina y Calvo, quien recorrió las Antillas ejerciendo en situaciones de apremio económico la tipografía y la abogacía hasta que finalmente se estableció en San Juan de Puerto Rico como cajista en la imprenta del historiador José Julián Acosta.

Allí permaneció algunos años pero las autoridades españolas le tomaron entre ojos y resolvió viajar a Guayaquil en 1867, acogiéndose a un llamado de su hermano Juan Antonio, que desde hacía cinco años estaba desterrado en el puerto en compañía del prestigioso pedagogo colombiano Dr. Luciano Jaramillo, con quien había fundado la imprenta de Calvo y Compañía en la calle Bolívar No. 134 y desde el sábado 14 de Marzo del 63 venían publicando un semanario vespertino denominado “Los Andes”, en formato grande de cuatro planas a cuatro columnas e impresión nítida, cuya línea política era neutral, a pesar que sus propietarios profesaban el credo conservador, dedicado a proporcionar información sobre el movimiento marítimo y comercial, tales como los precios diarios de los productos del mercado, y crónicas sobre los países sudamericanos y de ultramar.

Ni bien arribó al puerto el Dr. Bartolomé se colocó como Gerente de la Empresa de Gas y se asoció a su hermano en la imprenta y el periódico pues era un escritor, que según opinión autorizada de Andrés Bello, sabía la lengua que hablaba. Además era miembro de Número de la Academia colombiana y en Guayaquil ocupó diferentes funciones honoríficas, el 74 la presidencia del Comité cívico para la estatua de Bolívar; sin embargo su estadía en el puerto no fue muy larga pues para 1876 figuró como Diputado al Congreso de su Patria y como candidato a la presidencia de la Unión para el período 1876-78 cuyo resultado por estados fue: Aquileo Parra 5 votos. Dr. Rafael Núñez 2 votos. Bartolomé Calvo 2 votos y 1 voto en blanco, y como no había mayoría absoluta se pasó a la elección en el Congreso, con el siguiente resultado: Parra 48 y Núñez y Calvo 18 cada uno, resultando electo el primero.

En 1884 fue designado por el Presidente Rafael Núñez para el desempeño de las funciones de Ministro Plenipotenciario de Colombia en Quito. Sus amigos colombianos y muchos residentes ecuatorianos le obligaron a aceptar, pero la revolución que estalló en Colombia lo hizo retardar el viaje a Quito, que emprendió el 18 de Abril de 886 y en esa ciudad murió el 2 de Enero de 1889.

El periódico Los Andes por ese tiempo estaba arrendado pues su propietario el periodista Juan Antonio Calvo había preferido el negocio de la imprenta hasta ocurrir su fallecimiento en Guayaquil el 28 de Agosto de 1880. Desde entonces sus hijos mantuvieron el periódico, pero el 2 de Octubre del 86 lo alquilaron, pasó a ser dirigido por José Luís Tamayo y lo administraba Manuel Tama Ponce en la misma Imprenta Los Andes.

La Publicación se convirtió en trisemanal y prestó mayor atención a las noticias de la localidad, ramo que imponía el avance del periodismo, pero al producirse en Marzo del 87 el fusilamiento del Coronel Luís Vargas Torres en Cuenca, el claro ideario liberal imperante en Los Andes hizo que protestara y su director fue confinado a Quito. Entonces se hizo cargo del periódico el poeta Numa Pompilio Llona y Echeverry, mediante arrendamiento de un año que se cumplió en Abril del 88. En ese período se editó bisemanalmente y con marcado carácter literario, con versos y prosa, acompañándole en la redacción su hijo Gonzalo Llona Marchena y José Antonio Campos Maingon.

Desde Mayo del 88 figuró como Director Amadeo Izquieta, en la administración José Julián González quien también asumió la dirección en 1891, y los talleres se trasladaron a un local ubicado en P. Ycaza entre Pichincha y Olmedo.

Para ese tiempo Los Andes era vespertino y figuraban en su plana de redacción el Economista José Gómez Carbo, Francisco de Paula Avilés Cerda, Rafael María Mata, Manuel J. y Ezequiel Calle, Rómulo Norero y Rosendo Avilés Tolosano.

Desde el 13 de Julio de 1891 Los Andes fue convertido en diario manteniendo su condición vespertina. Trabajaba en él Nicolas Augusto González Tola, Ramón Pérez, José Demetrio San Pedro, Luís Maria Calvo Peña, Sixto Juan Bernal, Ignacio Casimiro Roca Molestina, Alcides Destruye Maitin.

Numerosos avisos e inserciones daban una idea de su éxito económico, pero el 7 de Enero de 1895 dejó de salir a causa de la agitación política reinante en el puerto por la venta de la bandera, cuando casi había alcanzado la cantidad de cuatro mil ejemplares. Hacía algunas semanas que se publicaba en formato mayor al original, a siete columnas por página, luego cambió a cinco columnas hasta su fin a los treinta y dos años de vida. Sobre Los Andes han escrito Gustavo Arboleda y Camilo Destruge.