BOWEN PLUTARCO

GUERRILLERO.- Nació en el antiguo asiento de Vuelta Larga, hoy Santa Ana, provincia de Manabí, en 1871. Su padre era dueño de una pequeña propiedad en el sitio Bonce. Su madre debió enseñarle las primeras letras y las cuatro reglas de la aritmética, como era usual en esos tiempos en Manabí, donde las escuelas rurales eran escasísimas.

Muy joven – cuando tenía catorce años – viajó a Centroamérica. Primero residió en Panamá bajo la protección de Eloy Alfaro. Después pasó a Costa Rica y El Salvador. En Septiembre del 92 luchaba en Honduras durante la revolución liberal contra el Pre3sidente Ponciano Leiva y alcanzó el grado de Coronel. El 5 de Septiembre intervino en el combate de Corpus y quedó herido. El 93 se sumó a la revolución liberal del General José Santos Zelaya López en Nicaragua cuyo ejército se enfrentó al de los conservadores el 21 de Julio, pero solo el fue el día 25 que logró el triunfo gracia a la ayuda recibida del

General Joaquín Gutiérrez, con quien ocupó Managua.

Enseguida Zelaya llamó a Eloy Alfaro y declararon la guerra al conservador General Domingo Vásquez, presidente provisional de Honduras, a quien derrotaron y sustituyeron por un presidente liberal. De igual modo Bowen participó en el derrocamiento del General Carlos Ezeta, déspota de El Salvador, sustituido por el liberal José Antonio Gutiérrez.

A fines de 1894, al conocerse en el país el vergonzoso negociado de la venta de la bandera, empezaron a constituirse diversos núcleos de resistencia al gobierno progresista del Presidente Luís Cordero. Se encontraba Bowen en Costa Rica tratando un negocio de armamento, cuando las autoridades le obligaron a abandonar ese país. Con tal motivo viajó a New Orleans y al conocerse las primeras noticias del vergonzoso negociado de la venta de la bandera ecuatoriana, viajó precipitadamente a Manabí, arribando de incógnito a principios de Abril del 95.

Su primera acción fue enviar la cantidad de un mil sucres al Dr. Miguel Pachano, como contribución económica al Comité pro Alfaro constituido en Ambato. El 23 de Abril Carlos Concha Torres atacó la población de Esmeraldas y depuso al Gobernador Ricardo Cornejo. En este clima de intranquilidad Bowen se trasladó a Guayaquil y se alojó en casa del matrimonio Hidalgo Gamarra donde planificó una campaña relámpago, para lo cual se entrevistó en Babahoyo con Virgilio R. Escudero y recibió el aporte de numerosos jóvenes liberales que escapados de Guayaquil se sumaron al movimiento insurgente, entre ellos Pedro Concha Torres y su sobrino Enrique Valdés Concha.

El 10 de Mayo lanzó unas Proclama y atacó el cuartel militar de Babahoyo en las primeras horas de la mañana del día 17. Sus defensores opusieron resistencia pero finalmente se desbandaron y los montoneros ocuparon la plaza. Enseguida dispuso que Juan Miguel Triviño con parte de sus montoneros amagaran por la zona de Daule, población que finalmente ocupó el 4 de Junio. Esta acción descontroló a las autoridades progresistas de Guayaquil que decidieron entregar la ciudad.

El 5 de Junio una Junta de Notables proclamó la revolución liberal en Guayaquil. El nuevo Gobernador

Ignacio Robles Santisteban llamó a Bowen para reforzar la plaza e iniciar la campaña militar contra la sierra. Este partió de Babahoyo a las dos de la mañana del 6 de Junio a bordo del vapor San Pablo y llegó al muelle frente a la Municipalidad a las doce del día donde le aguardaba una enorme multitud de entusiastas y curiosos que lo aclamaban frenéticamente con una carroza descubierta (landeau) tirada por mulas, entre hurras y los disparos de fusilería. El joven héroe estaba herido a consecuencia de un balazo y llevaba el brazo izquierdo en cabestrillo. Era de buen ver, trigueño, baja estatura, grandes ojos, cabellera negra. En síntesis, un muchacho simpático, valiente, y bastante desmañado, vestía modestamente y en la mano libre llevaba un sombrero saludador. Se le veía bastante tímido. Bajó lentamente y caminó entre la marea humana, le aconsejaron que tome el landeau y se haga acompañar por el Doctor Francisco Martínez Aguirre, médico y cirujano liberal que había decidido cuidarle. Ambos tomaron asiento y enfiló la carroza hacia el edificio de la gobernación acompañada de una inmensa muchedumbre. El entusiasmo era indescriptible, las Vivas al partido liberal, a Bowen, al General Eloy Alfaro se sucedían a cada momento. Una escolta del Cuerpo de Bomberos le hacía guardia de honor.

En el edificio de la Gobernación le esperaba Ignacio Robles con quien cruzó unas breves palabras. Varios jóvenes universitarios desengancharon las mulas y en el colmo del entusiasmo arrastraron la carroza varias cuadras, por lo cual y desde entonces fueron conocidos con el remoquete de las mulas de Bowen.

Siguió la carroza su trayecto por las calles Aguirre y Pedro Carbo recibiendo coronas, guirnaldas y mixturas que arrojaban las señoritas desde las chazas y balcones de sus casas (de las Payeze, Carbo, Destruge, Noboa). En la calle Colón fueron las Guerrero, las Granados. Bowen recogía las coronas y las devolvía al pueblo diciendo Es el pueblo el que las merece. El recorrido finalizó en el chalet de los esposos Eduardo Hidalgo Arbeláez y María Gamarra Elizondo, a) La Ñata, situado en el barrio del Astillero, donde reposará el héroe. Al día siguiente asumió las funciones de Jefe Militar, lanzó una Proclama e intentó abrir inmediatamente campaña pero el Gobernador Robles se opuso y telegrafió el particular a Alfaro, quien le contestó que debía reunir una Junta de Oficiales. Bowen no halló asidero en sus planes y se dedicó a enamorar a Mercedita Monteverde Romero, bella señorita de sociedad, hija del pudiente comerciante italiano José Monteverde Bonino y a pacificar la ciudad pues se sucedieron varios disturbios graves con saldo de veinte muertos y treinta heridos. Manuel S. Reina compuso una hermosa pieza musical dedicada “Al valiente General Bowen” para ser entonada por las mejores voces femeninas del Guayas. Numerosos liberales arribaron a la ciudad para entrevistarse con Bowen, sobre todo de la sierra. Las Agencias Internacionales de Prensa daban cuenta de estos sucesos y se conoció el triunfo de la revolución liberal.

El día 15 de Junio hizo su arribo Alfaro a bordo del vapor alemán Pentaur y compartió con Bowen un mismo alojamiento en la Comandancia de Armas, llegando a estimarle tanto que aprobó todos sus actos, le entregó su bastón con empuñadura de oro y designó Jefe de la Primera División que marcharía a la sierra, de manera que Bowen actuó en Gatazo los días 14 y 15 de Agosto y con Alfaro entró triunfador en Quito.

El 17 de Septiembre a las once de la noche se insurreccionó el Batallón Daule No. 1 y a las tres de la mañana el Daule No. 2 con más de quinientos oficiales y soldados, pero en dicho motín no se registraron enfrentamiento de tropas, ni hubo muertos y heridos. Cinco horas más tarde Bowen estaba preso en el panóptico en unión del General Juan M. Triviño y dado de baja del ejército, aunque en un remitido del día 20 Bowen aclaró que renunció a su puesto en el servicio activo de las armas porque no siendo útil por el momento al General Alfaro, debía tan solo ocuparse de la herida que padecía. Esta aclaración la hizo en respuesta a un suelto sin firma aparecido en el No. 7 de El Pichincha, con el nombre de Cuestión Palpitante, relacionado a una conspiración que se decía haber sido descubierta.

Mientras tanto la noche del 21 se llevó a cabo en la plaza Rocafuerte de Guayaquil un gran miting de apoyo al gobierno de Alfaro, al que asistieron casi cinco mil personas que pidieron la ejecución sumaria de los Generales traidores (Bowen y Triviño) y tras varios discursos vehementes la chusma atacó las instalaciones de El Globo, a cuyos redactores se acusaba de haber publicado noticias falsas y favorables a los conspiradores, posiblemente para acallar la voz de ese diario.

Iniciado el Consejo de Guerra contra ambos militares el día 23 bajo la presidencia del General Juan Francisco Morales y actuando de Fiscal el Dr. Emilio María Terán, se sucedieron varias renuncias entre los miembros del Tribunal hasta que fue designado nuevo Presidente al General Manuel Antonio Franco que lo instaló el 5 de Octubre a la una de la tarde.

El 1 de Octubre Bowen lanzó una Carta Abierta por la prensa titulada “A mis Detractores” defendiendo sus puntos de vista y en su parte medular dice: No se puede negar que el Batallón No. 2 de Línea llegó en momentos oportunos al lugar más reñido de la lucha, no habiendo efectuado lo cual, indudablemente el ejército enemigo no hubiera llevado la peor parte…

I tras varios incidentes, algunos de ellos jocosos, en horas de la mañana del día 10 se condenó a ambos acusados a la pena de muerte por traición, delito inexistente en el Código Penal, de manera que las acusaciones que se esgrimieron fueron otras, demora en entrar en batalla cuando lo de Gatazo, supuestos motines, insubordinaciones, desobediencias y hasta intento de asesinato de Alfaro; sin embargo, por la tarde, los mismos jueces visitaron a Alfaro para solicitarle la conmutación de la pena, que consiguieron enseguida y fue cambiada por la expulsión del país. Bowen permaneció preso en el Panóptico hasta el 5 de Diciembre que logró fugar por Esmeraldas a Colombia.

En realidad de todo lo acontecido quedó en claro que Alfaro estaba distanciado de Bowen porque éste demoró la tarde del 14 de Agosto en entrar en combate, poniendo en peligro el resultado de la batalla de Gatazo.

I habiendo salido del país por el puerto de Esmeraldas, se instaló Bowen en Bogotá con el nombre ficticio de Policarpo Salavarrieta (no sabemos porqué) la prensa dio amplia cobertura a su persona, lo cual disgustó muchísimo a las autoridades ecuatorianas. A poco siguió a Panamá donde intervino en asuntos de política interna. Su situación económica era precaria, vivía pobremente en una pensión familiar y adeudaba las mesadas, el 6 de Mayo de 1896 Alfaro solicitó su expulsión de ese país. Bowen se trasladó primeramente a Venezuela y luego recorrió diversas naciones centroamericanas.

El 9 de Septiembre del 97 el Coronel Próspero Morales se insurreccionó en la población de San Marcos, cercana a la ciudad de Quetzaltenango, contra el gobierno del Presidente de Guatemala José María Reyna Barrios quien debía terminar su período en Marzo del 98, pero como había perdido la mayoría legislativa había disuelto el 10 de Junio del 97 la Asamblea Nacional y asumido todos los poderes públicos.

Morales no era un desconocido pues había integrado el Gabinete de Reyna Barrios. Primero había desempeñado la Cartera de Guerra y luego la de Instrucción Pública, a la cual renunció para postularse al solio presidencial con el visto bueno del propio Presidente Reyna Barrios. I cuando todo parecía marchar sobre ruedas, este último le designó para el ínfimo cargo de Jefe Político y Comandante de Armas del Departamento de San Marcos, donde mandó a espiarle para hacerle la vida imposible. Morales renunció en varias ocasiones pero el Presidente no le aceptaba poniéndose la situación más tirante entre ambos hasta que el 30 de Agosto una Asamblea Nacional ad-hoc prorrogó el mandato presidencial de Reyna Barrios por cuatro años más, es decir, hasta 1902, perpetuándole en el poder.

Al estallar la revolución el Licenciado Feliciano Aguilar quien había presidido la Asamblea Nacional recientemente disuelta y el Coronel Morales asumieron el mando político del Departamento de San Marcos y decidida la toma de la vecina ciudad de Quetzaltenango marcharon sobre ella y la ocuparon; pero, un contraataque efectuado el 4 de Octubre por las fuerzas gobiernista les hizo salir de dicha plaza para internarse por San Marcos en las montañas y por allí huir a México.

Sobrevinieron tiempos difíciles, las casas de los revolucionarios fueron asaltadas y saqueadas, sus familias perseguidas y apresadas, mientras el Presidente Reyna Barrios cometía todo género de abusos y arbitrariedades, desaciertos y desmanes, hasta que el 8 de Febrero de 1898 cayó asesinado por un disparo de un señor llamado Oscar Zollinger efectuado al momento de saludarle. La bala le perforó la boca matándole de contado. Entonces subió al solio presidencial de Guatemala el Licenciado Manuel Estrada Cabrera y los emigrados de la revolución del año anterior retornaron a Guatemala en un segundo intento revolucionario de Morales, en esta ocasión contra el nuevo presidente.

Entre estos arribó Bowen a San Marcos, demostró ser un valiente como siempre, pues en la toma de esta ciudad comandó al primer contingente. Mas, la enfermedad grave del Jefe revolucionario Coronel Morales y la defección de algunos de sus principales hizo que este nuevo intento también fracasara. Varios jefes decidieron no rendirse y habiendo emprendido la huida a través de la montaña se internaron a la población de Tapachula en México. Bowen habitó en la misma casa donde vivía el Coronel Felipe Pineda, también emigrado político y su amigo de siempre.

En los primeros meses de 1.899 arribó a dicha población un anarquista francés llamado Hipólito Lambert con varios acompañantes (Mateo Ramírez vecino de Tapachula, Vicente Alvarez, de Comitán, Juan Urzúa, de Colima) Lambert llegó a la misma casa donde vivían Pineda y Bowen y se hizo amigo de Bowen a quien invitó a cenar con Pineda, que más cauto, se negó a ello. De allí en adelante menudearon los convites a beber en la tienda de Isidro Barragán Chávez o en otras. I así por el estilo, la supuesta amistad de Lambert se fue haciendo más estrecha. El 11 de Junio abandonó Bowen su alojamiento a las seis de la mañana con el objeto de dar un paseo como de costumbre y no volvió más. Posiblemente le narcotizaron y llevado en un carruaje le hicieron cruzar la frontera con Guatemala, donde le esperaba en la hacienda La Blanca vecina a Ocós, una fuerte escolta armada, que le condujo atado de pies y manos en un remolcador a Champerico. De allí se le remitió a Retalhuelen, y tras varias vueltas por Quetzaltenando, terminó en San Marcos donde le juzgaron y condenaron a muerte “por disposición superior” por los delitos de sedición, rebelión contra el orden público, comprobados legalmente y se les preparó el fusilamiento. Numerosas peticiones llegaron a Estrada Cabrera pidiendo la vida del ilustre General ecuatoriano pero éste hizo oídos sordos. El gobierno de la República de México reclamó oficialmente al de Guatemala por el plagio del General Plutarco Bowen, asilado en ese país por motivos político. Plagio que fuera cometido por agentes comisionados del gobierno de Guatemala.

El 21 de Junio hizo testamento a las cuatro de la tarde ante el Notario Público, Adolfo Altamirano, declaró ser soltero, de veinte y siete años y General de Brigada, que en la dama española Dora Estrella Novoa residente en Santa Ana República de El Salvador, tuvo un hijo, que no sabe el sexo y como no tiene bienes le deja solo un nombre ilustre. Que tuvo amoríos con la señorita Dolores Aguirre y Salinas, de San Miguel, también en El Salvador, a quien le deja su apellido si es que desea llevarlo.

A las siete de la mañana del siguiente día 22 de Junio le condujeron a la plaza de San Marcos. Cuando trataron de taparle los ojos rechazó la venda y de frente a sus verdugos dijo “Muero por combatir a los tiranos y juro que si en los cielos les encuentro allí los seguiré combatiendo”. Una descarga cerrada cortó su vida. El cadáver fue recogido en una tosca caja de pino y enterrado en el mismo sitio de la ejecución.

En 1924 el Licenciado Germán Scheel Aguilar – tras seguir el expediente legal de exhumación – junto a Aniceto Aguilar, David Schlarme y Daniel Sandoval, abrió la fosa y apareció el cuerpo de Plutarco Bowen vistiendo el uniforme de gala de General ecuatoriano. Era de noche y se procedió a depositarlo en el cementerio familiar de la familia Scheel en la vecina población de San Marcos. Sobre su corazón se halló un peso de plata mexicano abollado pero no perforado por una bala.

Plutarco Bowen, el joven manabita de familia pudiente, valiente, temerario e inexperto, está considerado un mártir de los principios e ideales liberales y su memoria se recuerda con veneración en la historia de Guatemala, ese hermano país centroamericano. En su Patria en cambio, ha sido injustamente olvidado aunque últimamente varios familiares están tratando de repatriar sus restos y acaba de salir en Mayo del 2017 un libro con sus principales aspectos biográficos, de la autoría de su pariente Daniel Bowen García.