BORJA Y BORJA RAMIRO

CONSTITUCIONALISTA. –    Nadó en Quito e! 23 de Junio de 1920 en la casa de la Montúfar entre Rocafuerte y Junín que había sido de su abuelo Luis Felipe. Fueron sus padres legítimos Benjamín Borja y Pérez, funcionario de la Contraloría hasta que llegó a Contralor por poco tiempo en 1938 designado por la Asamblea Nacional Constituyente, luego trabajó en la hacienda Chaupicruz unas tierritas heredadas por su esposa y prima hermana doble María Borja y Pérez, que solo producían coles y cebollas por secas y heladas. Ella había sido secretaria de su ilustre padre para la edición de los siete tomos de los Comentarios al Código Civil Chileno.

Hijo único y niñez pobre y desolada por la separación de sus padres que después de algunos años volvieron a unirse y vivieron en paz. Alquilaba su madre una pequeña quinta en la Diez de Agosto frente a la Circasiana, a su dueño el Comandante Ballesteros. Había días que no tenían para el sustento, fue una época extremadamente gris de la que aún guarda un penoso recuerdo.

De seis años asistió al Jardín de Infantes de las Madres de los Sagrados Corazones en Santo Domingo. Después cursó la primaria en el pensionado de La Salle en las Caldas y Vargas, la secundaria en el Colegio La Salle hasta cuarto año y de ahí en adelante en el San Gabriel, en la especialidad de filosofía, descollando siempre como el Mejor alumno porque leía incansablemente y poesía la inteligencia abstracta. En 1940 se graduó de Bachiller con el Primer Premio. Era toda una promesa intelectual. Tímido, bajito y nervioso, aunque no exagerado. Casi Insignificante por su extrema sensibilidad. Bastante huraño, le desagradaban las reuniones sociales y prefería encerrarse a estudiar en silencio, abstraído por largas horas en su mundo intelectual, rico en temas de la más variada índole, difíciles,
profundos, al punto que años después, en las librerías quiteñas, su figura era conocida porque compraba los libros más complicados y abstrusos. Aquellos que nadie entendia.

Enseguida empezó estudios de Jurisprudencia y leyó las obras de sus dos abuelos abogados: José María y Luis Felipe. El primero, autor de un Epítome de Derecho Romano hoy injustamente olvidado y de El Manual de Procedimientos Judiciales en 864 págs. 8vo. con el Código de Enjuiciamientos civiles, la Ley de Timbres y el Reglamento de Inscripciones con sus reformas. Desde la Pág. 431 del Manual comienzan las anotaciones y concordancia de dichas leyes y reglamento, entre si o con la Constitución y Códigos Civil, Penal, de Minería. de Comercio y el de enjuiciamientos en materia criminal, así como las leyes de Elecciones, Régimen Municipal y de Aranceles. El estuidio y segundo, autor de los siete tomos de Comentarios al Código Civil Chileno de Andrés Bello.

El 41 rompió una vieja tradición familiar y se afilió al partido Conservador pues era un rebelde de derecha, decisión que molestó a algunos miembros de su familia.

En 1943 su padre hizo un esfuerzo y lo mandó de vacaciones a Chile para ver si distrayéndole un poco dejaba de ser tan introvertido. En Santiago buscó al Dr. José María Velasco Ibarra en la calle Morandé, presentándose como un joven universitario y desde entonces quedaron de excelentes amigos. De regreso salió electo Concejal del Cantón Quito por la minoría conservadora en la presidencia municipal de su primo Rafael Pérez y Pérez.

Por las noches acostumbraba resumir sus lecturas del día para probarse a sí mismo que había comprendido dichas
materias, insólita costumbre que ha conservado hasta ahora. (1)

También solía colaborar en las revistas de la Asociación Escuela de Derecho, en la Universitaria redactaba apuntes de Derecho Constitucional y localizó en los Archivos del Poder Legislativo con tal propósito, el original de la Constitución quiteña de 1812. Documento importantísimo para la historia ecuatoriana.

En 1945 fue Director General de Inmigración y Extranjería solamente por tres meses, renunciando como protesta por una ilegalidad del todopoderoso Ministro Carlos Guevara Moreno. Entonces contrajo nupcias con su compañera Augusta Gallegos Ruiz, que estudiaba Química en la Universidad Central. Han tenido una larga familia de 8 hijos.

En 1946 salió electo Consejero Provincial del Pichincha y egresó. El 49 se graduó de Abogado y Doctor con el Gran Premio de la U. con una tesis que constituye libro fundamental para el país y logró una beca del Instituto de Cultura Hispánica en la Universidad de Madrid.

En España vivió con su señora por tres años pero no le agradó el ambiente fanatizado y falangista de esos tiempos de post guerra porque siempre ha sido un sujeto respetuoso de la libertad y del derecho. En 1950 público su tesis doctoral sobre “Derecho Constitucional Ecuatoriano” en 3 tomos de 845, 748 y 746 págs. y “Las Constituciones del Ecuador” en 699 págs. y a petición de la Comisión de Legislación Extranjera de España “Raíces históricas de las ideologías políticas del pueblo del Ecuador”. Igualmente tomó apuntes que le servirían en 1955 para editar en la Casa de la Cultura “El Régimen Interno de España y su actitud en lo internacional” en 260 págs. que resultó muy controvertido por ARNE
y el diario “El Debate”. (2). Tales trabajos lo situaron en el primer plano Intelectual del país, convirtiéndole en el mayor Constitucionalista del Ecuador de todos los tiempos.

En 1952 abrió su estudio profesional en el edificio de la Fundación Pérez Pallares especializándose en casos civiles, ocupó la secretaría de la Cámara de Diputados candidatizado por la coalición velasquista conservadora y el 53 empezó a enviar colaboraciones a la Revista de la Casa de la Cultura.

Entre 1954 y el 56 ocupó la dirección del Departamento Jurídico de la Contraloría General del Estado llevado por Gonzalo Dávalos. El 56 trabajó por la candidatura presidencial del Dr. Camilo Ponce Enríquez.

En 1958 fue designado Vocal de la Comisión Legislativa y le solicitaron que codifique la Ley de Hacienda. El 60, al ser ratificado por el nuevo presidente Velasco Ibarra, pasó a ocupar la presidencia de dicha Comisión, efectuando una labor verdaderamente gigantesca pues entró a reformar toda la estructura jurídica del país en largas sesiones de trabajo que no han tenido reprise. Lamentablemente, la inestabilidad política que sobrevino a consecuencia de la pugna entre los grupos castristas y anticomunistas y la subsiguiente etapa dictatorial de la Junta Militar de Gobierno, malograron tan importantes reformas, que en su mayor parte no llegaron a ser aplicadas en el país.(3)

(1) Dichos Resúmenes en 26 grandes tomos mecanografiados y en limpio, se dividen por grupos atendiendo al objeto sobre el que recaen. Los grupos se ordenan según la relación de materia, es decir, por la jerarquía de las formas. Cada uno de los grupos, así constituidos y ordenados, se inicia por un estudio que refuerza su unidad. Durante mi visita a su estudio profesional tuve la oportunidad de examinar y constatar que entre los tratadistas resumidos están Marx, Ortelan, Einandi, Marshatl, Oppenheimer, Jiménez de Azúa, Cantú, MerkI, Schmitt, Savigny, Kelsen, Hegel, San Agustín, Toynbee, Vanni, Laski, Goetz, Ihering, Botti, Fiore, Posada, Santa María, etc. la lista es interminable y muy selecta por cierto. Es la primera ocasión que me encontraba con una tan prolija Guía y Resumen de Lecturas, comparable a los Mil libros de Luis de Nueda, publicado por la Editorial Aguilar de Madrid en 1955. El Dr. Borja se mostró muy orgulloso de su labor y me confesó que tantos volumen solo prueban que sus lecturas han sido suficientemente digeridas y aprovechadas y con ese tono zumbón que tiene y su risa picara que alterna en su rostro con los bellos ojos melados -herencia de la familia Boria- me aseguró que jamás saldrán a la luz, quedando solamente para el recuerdo de su descendencia.
(2) Tal fue el revuelo que ocasionó esta obra que el Embajador de España Villacieros se permitió recriminarla en privado, estando de visita en la casa de Mariana Borja de Fernández – Salvador, con las siguientes palabras: “Qué pensaría Ud. si después de estar en su casa, escribiera contra ella?” Como el acto era puramente social, nadie quiso responderle por educación. I el mal rato de disipó a poco cambiando el tema de la conversación; sin embargo, cabe preguntar ¿Hasta qué punto un becario debe asentir con todo lo malo, equivocado o extraño que encuentra en el país de la beca? ¿Es moralmente lícito convenir con el error solo por agradecimiento?En 1961 dio a la luz una “Exposición de Motivos y el texto de la Reforma del Código Penal ecuatoriano” en 138págs. Meses antes había informado a la Comisión Legislativa sobre la Ley de Tránsito Aéreo en 25 págs. sobre la Ley de Control de Compañías de Capitalización en 9 págs. sobre la Codificación de Derecho Mercantil Ecuatoriano en 1 págs. sobre el Código de Policía Marítima en 5 págs. sobre la Codificación de la Ley de Aviación Civil en 17 págs. sobre la Ley de Contadores en 9 págs. sobre la Codificación de la Ley Orgánica de Hacienda e índice en 43 págs. trabajos que realizó sin ayuda alguna, solo por interés intelectual y patriotismo, lo cual sirve para la valoración objetiva de la obra jurídica realizada por este gran ecuatoriano.

En 1960, mientras preparaba un texto de Derecho Constitucional para sus alumnos de la U. Central, profundizó en la Constitución quiteña de 1812 y decidió darle su debida importancia, publicando el 62 “La Constitución quiteña de 1812” en 115 págs. trabajo histórico y jurídico calificado como único, por su profundidad y novedad.

En 1963 el Congreso resolvió nombrar una Comisión Mixta para reformar la Constitución de 1946 por entonces en vigencia, pero sus miembros no llegaron a reunirse y Borja, como siempre, solo, preparó un proyecto de Reforma de mucho mérito y al producirse el 11 de Julio la caída del régimen constitucional, renunció a sus funciones, a pesar que ellas era meramente de asesoría, no políticas.

En 1966 se le pasó por alto cuando se constituyó la Comisión Jurídica para presentar un proyecto Constitucional, error que fue acremente criticado por todo el país, pues “lo confundieron” con su deudo Rodrigo Borja, según se supo enseguida. Ese año fue electo Procurador Síndico de la Municipalidad de Quito por el Alcalde Luis Pallares Zaldumbide. Seis meses después renunció para ocupar la Fiscalía de la Corte Suprema de Justicia con mejor sueldo, S/. 6.000 mensuales, por nombramiento de la Asamblea Nacional Constituyente, que así enmendó ‘’el olvido” del Dr. Armando Pareja Andrade, secretario de la presidencia de Clemente Yerovi.

En 1976 aceptó ser Ministro Juez de la Corte Suprema por designación del Consejo Supremo de Gobierno debido a que ya estaba en marcha el Plan de Retomo Constitucional. El 77 editó en Buenos Aires su “Teoría General del Derecho y del Estado” en 741 págs. obra de consulta escrita al más alto nivel, como síntesis de sus estudios de Derecho y Filosofía. También presidió una de las dos Comisiones de Reestructuración Jurídica, la que preparó el Proyecto No 1 de la nueva Constitución, que no ganó en el Plebiscito por razones estrictamente políticas, pues el contexto de la ganadora contenía muchísimos errores, incluso algunos de semántica, gravísimos por cierto, como Borja lo anotó en diversas ocasiones, sin que ninguno de los “juristas” autores de ella se atreviera a contradecirlo o a polemizar por la prensa, pues hubieron quedado mal ante la opinion.

En 1979 salieron los cuatro tomos de la segunda edición de “Derecho Constitucional Ecuatoriano”. El 81 asistió al Congreso de Derecho Político reunido en Buenos Aires. El 84 al Congreso de Derecho Público celebrado en Bogotá.

En 1985 volvió a sorprender al país con la aparición de su “Teoría General del Derecho Administrativo” en 619 págs. que como los anteriores significa un gigantesco esfuerzo personal de síntesis y comprensión de ambas ramas del Derecho. Estas ediciones son elegantes y bien presentadas y fueron realizadas merced a la ayuda que le prestó su amigo el Profesor Jorge Vanozzi, quien influyó en la Editorial Depalma de Buenos Aires para sus publicaciones.

En 1988 fue designado por el Congreso, Ministro Juez de la Corte Suprema, por dos años. El 89 el Presidente de la Corte el Dr. Ramiro Larrea Santos, y conociendo la profundidad de sus conocimientos, le encargó el “Proyecto de Reforma del Código Penal” que a pesar de haberse publicado no llegó a discutirse.

En 1993 fue designado Ministro Juez de la Corte Suprema de Justicia para la Sala de lo Constitucional y lanzó su libro “Criticismo y Voluntarismo” en 260 págs. con interpretación y resumen de los trabajos filosóficos – Síntesis de los Sistema de Kant y Schopenhauer, a lo cual sigue una selección de sus páginas más famosas.

Al constituirse la Comisión Cívica contra la corrupción CCCC fue designado Vocal y la presidió desde el 2004.

El 2005 apareció su obra magna, de reconstrucción del derecho, en diez volúmenes, bajo el título de “Síntesis del pensamiento humano en torno a lo jurídico” intento erudito y único de organizar el conocimiento de la humanidad a través de lo jurídico, y del acontecer histórico especialmente de Occidente. La obra admira y embelesa la inagotable imaginación fervorosa del autor ha logrado con maestría conservar el tono y la altura y unir ciencias consideradas dispersas.

“Toda la obra es una secuencia uniforme en profundidad, sobresaltandose el lector en cada párrafo por los enfoques insólitos y novedosos, únicos, propios del genio que le anima y que le agita sin desmayar jamás y que le permite describir con naturalidad lo escabroso, lo exótico, lo profundo y lo difícil.”

El autor, “en su intrépida madurez ha desafiado uno de los temas más abstractos y universales como es el Derecho, lo explica a través del acontecer humano y al mismo tiempo define las formas del pensamiento jurídico desde las más antiguas hasta las últimas”, que por novedosas ni siquiera se las conoce en nuestro medio y todo a través de lo anecdótico y de lo humano, de manera que esta obra puede ser aprehendida hasta por las mentalidades juveniles, porque está escrita para estudiantes y maestros, para el lector curioso, para el culto y para el neófito en general.

Libros de estas características, tan raros en nuestro medio más bien literario, permiten apreciar el desarrollo del pensamiento jurídico nacional.

Habita un departamento alquilado en el edificio Salazar Gómez junto a las Torres de Colón, es abogado de consulta y simpatiza con el grupo ultraderechista de “Tradición, Familia y Propiedad” aunque no se pertenece. Su vida, como la ha definido en varias ocasiones, es una constante entre la ansiedad y el hastío, yendo angustiado tras lo que anhela y cuando lo consigue se aburre. Por eso no cesa de leer, estudiar y producir, lo cual esperaba hacer hasta el momento final, cuando cansado pero no vencido, renuncie a sus preocupaciones intelectuales. Se le consideraba uno de los más importantes juristas de la República, sabio maestro en el entero sentido de la palabra, ejemplo de dignidad. El Dr. Ramiro Borja y Borja constituia una de las más altas cifras intelectuales del Ecuador.

Retirado de toda actividad murió en su casa el 9 de agosto del 2012 a los 92 años de edad, a compañado de los suyos y con la misma sereniedad de siempre.

Con Juan Larrea Holguín está considerado el mayor jurista ecuatoriano del siglo XX sin ninguna duda.