ESCRITOR. Nació en Portoviejo el lo de Enero de 1940 y fueron sus padres legítimos Filiberto Arteaga Menéndez natural de el sitio El Guabito cerca de Portoviejo, agricultor, dueño de la finca “Bonce” en el cantón Santa Ana y después comerciante en Jipijapa. Falleció en 1943 de cirrosis. Había casado con su prima hermana Monserrate Menéndez Briones y viudo con Carlota Parrales Alcívar, de Santa Ana.
Fue el menor de las dos largas familias de su padre compuestas de 14 hijos en total. Nació en la casa que alquilaban sus tías maternas Filadelfia y Ramona a Modesto Soledispa en la Av. Guayaquil, al llegar a la ciudadela Pacheco, donde falleció su padre. Entonces su madre y demás hermanos pasaron a “Bonce” en Santa Ana y quedó con sus tías que le querían y mimaban “A ellas les debo lo que soy” diría después.
En 1946 fue matriculado en la escuela Fiscal mixta Pacheco de la que pasó a la Vicente Rocafuerte al año siguiente. El 50 viajó con sus tías a Jipijapa donde ellas instalaron un taller de modistería y comenzó a estudiar en la escuela Daniel López. De regreso a Portoviejo el 52 fue matriculado en la escuela Roosevelt y al mismo tiempo aprendió el oficio de peluquero con Octavio Macías Miranda esposo de su tía Florentina Parrales Macías.
El 54 ingresó al Colegio secundario Olmedo donde permaneció hasta el Tercer Curso en que salió por razones económicas, para ayudarse con una peluquería propia en la Olmedo y Córdova, al lado de la Imprenta Alarcón, donde Franklyn Verduga Vélez editaba su periódico “’El Popular”.
Pronto hizo amistad con Francisco Verduga a quien pidió un espacio para publicar asuntos históricos que siempre le habían interesado y que empezaron a salir bajo el pseudónimo de “Madero primero”, tomado del nombre del presidente mexicano Indalecio Madero y Madero, líder de la revolución de ese país en 1910. I cuando cerró “El Popular” consiguió con Pedro Zambrano Izaguirre que le permitiera enviar colaboraciones a “El Diario Manabita” donde ya firmó con su nombre pues así se le exigió.
Mientras tanto, el 57 había sido nombrado Profesor municipal en Paján y de allí fue trasladado a la escuela del recinto Guachapelí en la parroquia Cascol con un sueldo mensual de S/. 300 que a veces no se lo pagaban o lo recibía con atraso. Fueron épocas duras pero formativas, tanto de su carácter como de su vocación de maestro primario.
En septiembre del 58 ascendió a Profesor fiscal en la escuela “Leonidas García” de la Parroquia Jama, Cantón Sucre y entre el 60 y el 70 estuvo enseñando en diferentes recintos del Cantón Jipijapa sin olvidar jamás el periodismo pues solía publicar en el diario “La Provincia” de Portoviejo, de propiedad de Saúl Morales, hasta que a su muerte fue vendido por la viuda a Ramón Fernández Cevallos quien lo cerró para evitarle la competencia al “Diario Manabita”.
Entre 1960 y el 64 hizo activa militancia en la Unión Nacional de Educadores como Vicepresidente de la UNE de Jipijapa y presentó un proyecto de ley para la profesionalización de los profesores sin título a base de cursos invernales con los que pudiera equiparar sus conocimientos.
Dichos cursos empezaron a realizarse en el Normal Rita Lecumberry de la ciudad de Guayaquil pero eran de difícil acceso al profesorado manabita. Por eso, cuando en 1964 ocupó la Subsecretaría el Prof. Ángel Polibio Chávez y era Director General de Educación Eloy Velásquez Ceballos, se iniciaron para Manabí en el Normal “Eugenio Espejo” de Chone, logrando en diversos años alcanzar los títulos de Profesor Primario de 2da. y luego de 1ra. clase. Por esa época edificó sobre un solar de su madre en la calle 12 de octubre de Portoviejo una casita de madera y hoy de revestimiento de cemento donde habitó con sus buenas tías.
El 67 fue designado Coordinador General de Concentración de Fuerzas Populares en Manabí CFP pues desde el 54 que vivía en Jipijapa con ellas, conocía a Assad Bucaram, quien vendía telas en los pueblos y a la manera sencilla. Posteriormente, el 57, Bucaram le volvió a encontrar en Portoviejo y hasta se cortaba el pelo en su peluquería. El 67 durante una visita a la Municipalidad de Guayaquil, se afilió al CFP, participando de la política provincial.
En 1970 ascendió a Director de la escuela “Leopoldo Chávez” de Jipijapa. El 71 ocupó la Vicepresidencia de la UNE de Manabí y en varias ocasiones se encargó de la presidencia. El 72 asistió al Normal “23 de octubre” de Montecristi. Entre el 74 y el 79 fue profesor de la escuela “Paul Harris” del Club Rotario en El Guabito cerca de Portoviejo. El 75 fue Bachiller en Ciencias de la Educación, principió en la Universidad Técnica de Manabí los cursos de Profesor de Segunda Enseñanza y logró la especialidad de Administración Educativa, Psicología y Orientación Vocacional.
En 1979 se graduó en dicha Universidad y por su amistad con Bucaram fue designado Director Provincial de Educación en Manabí. Entonces dio forma a un primer folleto aparecido en 1980 con el título de “Parrales y Guale, primer agrarista latinoamericano” y pasó a Supervisor de Educación para las escuelas nocturnas de Manabí donde aún sigue.
En la línea del periodismo había colaborado en “El Mercurio” de Manta y desde el 60 en la revista “Recado Cultural” del Núcleo de Manabí de la CCE, presidida por el Dr. Alejandro Cevallos Viten, quien la financiaba con Alberto Molina García y Francisco Villamar Castro hasta que a principios de los noventa la tomó el poeta Fernando Macias Pinargote, actuando Arteaga en la Subdirección, aunque desde el 93 ha dejado de salir.
En 1981 fue Tesorero de la Federación Nacional de Periodistas del Ecuador FENAPE. El 82, al fallecimiento de Bucaram, se desafilió del CFP, ocupó la Secretaría de Actas y Comunicaciones de la Federación Provincial de Trabajadores de Manabí y presidió la Comisión Nacional de Reformas de los Estatutos y reglamentos de la Unión Nacional de Periodistas del Ecuador UNE.
En 1988 formó parte de la Lista No. 17 del Partido Socialista Ecuatoriano en Alianza con Acción Popular Revolucionaria Ecuatoriana APRE y salió electo Concejal del Cantón Portoviejo, correspondiéndole la dignidad de Presidente Ocasional. El 89 esa Municipalidad editó su
folleto “Manabí en las luchas por la independencia” reuniendo sus artículos aparecidos en el semanario “EL Sábado” de Portoviejo, de Absalón Tola Barcia.
En 1992 ingresó a la “Sociedad amigos de la Genealogia” SAG y en las jornadas de trabajo en Esmeraldas leyó su ensayo “Eloy Alfaro y los negros” que fue muy elogiado.
En 1994 sacó un artículo genealógico sobre su Familia Arteaga en el Boletín de la Sociedad Amigos de la Genealogía titulado “El Tolinense José Arteaga y sus descendientes”, estructuró las jornadas Manabitas de la SAG y empezó a revisar los libros parroquiales más antiguos de Portoviejo. El 95 ocupó una de las Vocalías en aquella entidad y comenzó a trabajar varias obras- sobre Eloy Alfaro, las Constituciones del Ecuador, el folklore manabita y la desmembración territorial.
En 1996 edito “El Cura Ramírez y Fita”, recogió datos genealógicos de numerosas familias manabitas y logro editar el primer tomo de una muy completa biografía de Eloy Alfaro bajo el título de “El mártir del Ejido” en pags. El segundo tomo con la bibliografía está por aparecer. Esta es su mejor obra. (1)
Ese año también vio la luz “El Jipijapense Fidel Parrales Pisco y su Familia”. El 98 se jubiló tras cuarenta y dos años en el Magisterio.
De estatura más bien baja, rostro canela, ojos y pelo negros, de conversación agradable, sentenciosa, sin afectación. Es uno de los investigadores de Manabí.