AROSEMENA AROSEMENA GUILLERMO

HISTORIADOR. Nació en Guayaquil el 23 de octubre de 1945. Su padre Guillermo Arosemena Coronel fue un brillante ejecutivo hasta su muerte ocurrida en 1973 habiendo ocupado la gerencia de la Sucursal Mayor del Banco Central desde 1961. Su madre Leticia Arosemena Monroy vive aún y es hija, hermana y prima de los tres Presidentes de la República de apellido Arosemena en el Ecuador.

Estudió la preparatoria con una profesora en casa, la primaria en el Colegio Salesiano Cristóbal Colón y la secundaria en el Javier de los jesuitas. Buen deportista, sobresalió en las pruebas de 50 y 100 metros planos estilo mariposa en la piscina de natación del Guayaquil Tennis Club con el profesor Leopoldo Pérez.

Desde los once años y durante los períodos vacacionales, para crearle hábitos de trabajo su padre le llevaba a las bodegas y mostradores de la compañía Arosemena Hermanos donde cumplía rígidos horarios por cuarenta sucres semanales. Como dato curioso cabe mencionar que en la trágica noche en que se hundió la Pangora en aguas poco profundas del Estero Salado, estuvo entre los náufragos y como buen nadador ayudó a salvar tres vidas.

En 1961 logró una de las becas del American Field Service, realizó el sexto curso en The Jamestown High School, New Jersey, obtuvo el bachillerato y tras dos meses en Guayaquil volvió a los Estados Unidos, ingresó a la Facultad de Administración de Negocios de la Georgetown University de Washington de los jesuitas y tras cuatro años de intensos estudios obtuvo el Bachelor in busines adminístration, en la especialidad de Finanzas Públicas con
la tesis “Proyecto para montar una fábrica de etiquetas en el Ecuador” en 30 págs. (1)

Su estadía en el país del norte también le sirvió para adquirir experiencias de vida pues fueron los años de la Guerra Fría y sus peligrosos enfrentamientos como el de los misiles nucleares en Noviembre del 62, el movimiento nacional de los Derechos Humanos y la integración de la gente de color entre 1963 y el 64, la llegada de los Beatles a New York que marcó el inicio de la revolución de los jóvenes, los duros años de la guerra del Viet Nam entre el 64 y el 67 y sus catastróficas consecuencias por el uso indiscriminado de drogas.

Su padre le disciplinaba con una economía sobria y austera y como entonces era muy caro hacer llamadas internacionales, solo se comunicaban una vez al año por Navidad. En la Universidad sus profesores le obligaban a leer incansablemente, a investigar de continuo, a redactar notas para formar criterios, costumbre que luego practicó en sus empresas, mediante Informes anuales que servían de referentes muy completos a sus ejecutivos y socios.

Al finalizar sus estudios en 1967 recibió una oferta formal de parte del grupo transnacional de la GRACE de New York para trabajar inicialmente en Bolivia pero optó por volver a Guayaquil a contraer matrimonio con su novia Susana Salcedo Benítes y poco después comenzó a ayudar a comisión a su suegro Jorge Salcedo, quien tras el fallecimiento de su hermano Marco acababa de adquirir la totalidad de los activos de la firma “Salcedo Hermanos”, empresa que venía exportando desde hacía veinticinco años cacao en grano a los mercados europeos y norteamericanos, pero que entonces arrojaba pérdidas porque el precio del cacao había sufrido una abrupta baja y los contratos de plazos largos, precios fijos y otras condiciones se había hecho onerosos en extremo.

El 68 viajó un mes por Europa y propuso a sus compradores de Suiza la suscripción de nuevos contratos con cláusulas más flexibles que anularan los anteriores. Ellos comprendieron la situación y aceptaron. Entonces viajó a Italia, Alemania e Inglaterra con igual éxito y como las exportaciones de “Salcedo Hermanos” superaban los dos millones de dólares anuales en pocos meses se logró la recuperación
total de la empresa, cuyo prestigio en el exterior , acumulado en un cuarto de siglo, hizo posible las propuestas. Como el año 66 su suegro había vendido sus acciones en INEDECA S.A. al grupo Maspons, el 68 fundó SALCO S.A. para la fabricación de chocolates, manteca, pasta y polvo de cacao. Guillermo ayudó a la organización de la nueva empresa y en 1970 SALCO inició la producción con maquinaria nueva de fabricación italiana, que sumada al resto de los activos fijos dio un total de un millón de dólares de capital real, fue designado Gerente y aunque era una empresa de elaborados de cacao con actividad diferente a las de Salcedo Hermanos no se alejó de su suegro.

En sus viajes había detectado que las exportaciones de elaborados se realizaban a ciertos comerciantes intermediarios que retenían gran parte de las ganancias y no directamente a los fabricantes, usuarios finales de los elaborados; decidido a terminar con este monopolio, visitó las fábricas en los pueblos más alejados con el propósito de convencerlos de la bondad de los elaborados. En esta ardua labor consiguió nuevos clientes y mejores precios, pero lo más interesante fue que por primera vez el Ecuador vendía directamente su cacao a los consumidores.

La década de los años 70 coincidió con el boom petrolero. El país creció y las oportunidades también, de suerte que dando rienda suelta a su afán creativo, se dedicó a promocionar nuevas industrias y así surgieron: 1) INDETA, productos BIC, la empresa industrial de mayor producción de bolígrafos descartables. 2) El Núcleo de Ejecutivos, que resultó ser el primer club para hombres de negocios en el Ecuador, 3) industrias F.D.E. la fábrica de muebles infantiles mayor del Ecuador, 4) Distribuidora SALCO Quito, que se dedicó a la comercialización de alimentos, 5) EDECA fábrica procesadora de desperdicios de cacao y adicionalmente estuvo vinculado como promotor de las siguientes 1) mEfRUCO para la exportación de melones, 2) INDUAGRO para la limpieza y clasificación de productos agrícolas, 3) San Jorge, intermediaria de productos agrícolas,

  • Transportadores Asociados, para la movilización de la carga terrestre,
(1) En 1969 fundó “Productos Adhesivos C.A.” con Juan Mayo, Juan José Vílaseca, Ramón Arosemena Benítes y Fausto Sánchez. La compañía se transformó después en “Industrial ALFA S.A.” aumentó sus capitales y ventas y hoy es la primera en su tipo en el país.

Sociedad productora de alimentos solubles, fabricante de productos LIPTON, 6) “Villas y Jardines” e

“Inmobiliarias, Construcciones y Viviendas”, vinculadas a los negocios de bienes raíces, que construyeron departamentos en Los Ceibos y un par de edificios en el casco urbano de Guayaquil, aparte del edificio SALCO, uno de los mayores de la urbe.

En estos afanes conoció cuarenticinco países del mundo y presidió una delegación de industriales de cacao que viajó a Europa y a Japón, a impulsar la venta del licor, manteca y polvo de cacao.

En 1976 fue socio fundador de la Asociación de Industriales de Cacao ASEICA para la exportación del cacao y sus derivados y dentro de ella el Consorcio AFINCO (Arriba afine cocoa products ) organización enteramente comercial con oficinas en Londres y New York. (2)

Desde el 74 colaboraba con el Cuerpo Internacional de Servicios de Ejecutivos CISE. que funciona con dinero de empresas privadas y se encarga de distribuir gratuitamente por el mundo, a ejecutivos jubilados de gran experiencia y conocimientos. Entre el 76 y el 78 desempeñó la presidencia del Comité de Gestión para Guayaquil en tiempos de Aldo Sparzani.

El 77 trajo a Thomas G. Olivo, Presidente de las Escuelas Vocacionales del estado de New York y educador internacionalmente reconocido, para asesorar a la Escuela de Artes y Oficios de la Sociedad Filantrópica del Guayas en la preparación de profesionales intermedios tales como electricistas, gasfiteros, etc.

Desde el 74 y a raíz del fallecimiento de su padre formaba parte del directorio de la Sociedad de Lucha contra el Cáncer SOLCA, ocupó la Vicepresidencia desde el 75 al 79 asesorando en el área económica a las Comisiones de Finanzas y Construcción del hospital Oncológico. En fin, le dedicó muchas horas de trabajo semanal hasta que el 96 renunció para dar paso a las nuevas generaciones pues jamás le ha agradado eternizarse en ninguna parte pues esto ocasiones daño a las instituciones.

Igualmente, desde el 74, fustigaba al directorio del Banco de Descuento
para que modernizara sus servicios y empezó a adquirir acciones hasta llegar a un monto de cuarenta millones de sucres, con el fin de captar la mayoría que sin embargo siempre escapó a su control porque los obstinados gerentes hicieron un frente común para no perder el poder, lo que a la postre les resultó fatal, agudizados los problemas administrativos , advino la crisis y el cierre final en tiempos del Presidente León Febres Cordero, que hasta llegó a disponer sus capturas.

Desde el 75 colaboraba esporádicamente con escritos sobre temas económicos y financieros en El Universo y en El Telégrafo. El 76 propuso fundar la Financiera del cacao pero la idea no prosperó porque el General Guillermo Duran Arcentales resultó ser enemistado con el Economista designado para gerenciarla y se opuso a la concesión del permiso de funcionamiento. ¡Así se manejaba al país en esa dictadura! Entonces se habló de fundar una Financiera en Panamá que pudiera operar libremente en territorio ecuatoriano. (3)

Mientras tanto realizaba a través de sus industrias numerosas exportaciones de productos elaborados y de frutos del país beneficiando a la economía nacional y durante 17 años defendió sin desmayos ni claudicaciones al cacao ecuatoriano en los mercados internacionales, donde la competencia de otros países llegó a poner en serio peligro y por varias ocasiones a este importante rubro nacional.

A fines del 81 su intensa actividad bajo presión y en áreas tan diversas le ocasionó un serio quebranto. Había levantado una fortuna personal calculada en cuatro millones de dólares en activos y la situación económica del país se iba deteriorando cada vez más. El 6 de enero del 82 viajó a Houston, Texas, aquejado de un fuerte stress y se sometió a un tratamiento ambulatorio de un mes y medio de duración para reordenar sus ideas. De regreso a Guayaquil comenzó una nueva vida a través de la crisis que se desató sobre el país desde el día 12 de marzo cuando el dólar se elevó bruscamente de 28 a 40 sucres. Entonces vendió sus empresas gravemente endeudadas en moneda extranjera y que hubieran podido recobrarse con la ayuda y comprensión de una banca experta que lamentablemente no existe en
nuestro país donde los bancos son simples maquinitas de hacer dinero fácil y situado en mitad de la vida Guillermo empezó a tentar nuevas actividades y como en esto de escribir tenía bastante práctica desde la Universidad, por su costumbre de tomar datos y luego de redactar Memorias anuales en cada una de sus empresas para consumo de socios y ejecutivos, pensó que solo requería de espacios de movimientos pues el escritor ya estaba en ciernes y en 1983, tras emprender en una fábrica de muebles infantiles en Panamá y en un Instituto de medicina preventiva en Guayaquil con la asesoría del Hospital Metodista de Houston, dio a la luz la primera de sus obras titulada “Gerencia de elite, estrategia para lograrla” en 192 págs. dentro del ámbito de la planificación y la organización empresarial, con capítulos claves dirigidos al individuo, al gerente, para lograr una buena gerencia a través de la planificación operativa, las clases de inversiones, el análisis de los estados financieros, las formas de dirigir con éxito, las posibles áreas de apoyo, las técnicas productivas, los rubros de publicidad, etc. con numerosos cuadros y anexos, pues había notado que los ejecutivos locales no poseían una adecuada orientación hacia la economía, de suerte que trató temas sencillos con visión ecuatoriana. El libro alcanzó un éxito sin precedentes porque es muy raro encontrar una convergencia de factores teóricos y prácticos en esta clase de lecturas.

El 84 salió “Gerenciando; Principios y prácticas de un promotor de empresas’’ en 156 págs., con manuales y flujos. El 85 “Consejos de un Gerente a otro” donde expuso las técnicas propicias de un buen gerente, estudió las áreas de organización, programación, planificación, información y sistematización.

El 86 editó “La Cara Oculta del Banquero en 96 págs. con referencia a la instituciones financieras y a la crisis de la empresa privada, visión de un deudor honesto, obligado por el Estado a pagar deudas estratosféricas por dineros jamás recibidos, es decir por el diferencial cambiario, que es un intangible surgido del descuido criminal de los dictadores militares que entre 1972 y el 79 dilapidaron alegremente los dólares del petróleo y

no contentos con ello llevaron al país al endeudamiento agresivo, doloso y picaro, que nos sumió en la gravísima crisis de comienzo de los ochenta, agregada al dispendio ocasionado en 1981 por la mal llamada Guerra Paquisha, Mayaicu y Mashinasa.

Estas páginas ágiles y sinceras descubrieron la mala política de los gobiernos y de los organismos de control, que lejos de hacer cumplir las leyes y reglamentos, son dóciles instrumentos del gobierno y de la banca privada, tan vivaracha como poco profesional. Hubo voces de protesta y algunos amenazaron con recurrir a los jueces, pero como lo dicho era imposible de refutar, ninguno se atrevió y la obra constituyó piedra de escándalo por mucho tiempo. Como ejemplo se daba el caso en Guayaquil donde todos conocíamos que el Superintendente de Bancos recibía un sueldo mensual de la banca privada por cuanto el sueldo que le pagaba el Estado era una miseria. I así por el estilo, la gente aceptaba como algo enteramente normal este tipo de coimas.

Convertido en uno de los poquísimos economistas ecuatorianos capaces de abordar temas específicos, a diferencia del resto que solo son lectores de libritos en inglés con fórmulas para el primer mundo que al ser trasladas a nuestro país fracasan estrepitosamente y dueño una pluma ágil y de ediciones de hasta 5.000 ejemplares que sabiamente distribuía y vendía en tiempo récord en el área andina, empezó a ser consultado a través de su oficina de Asesoría por múltiples empresas que necesitaban superar una agobiante realidad que venía prolongándose más de tres año. En otras ocasiones solicitaban sus servicios para adiestrar a sus directores y no faltaban ejecutivos que deseaban preparar a sus sucesores a través de cursos y seminarios.

Entre el 86 y el 88 investigó la historia del banco el Descuento fundado por su abuelo materno Carlos Julio Arosemena Tola y que debido a la mala administración del último gerente había sido cerrado por el gobierno del Presidente León Febres Cordero. La obra trató sobre su origen, fundación y años de gloria, así y como sobre la caída y ruina en 256 y 170 páginas respectivamente, con 55 cuadros explicativos en el primer volumen. Concebida con altura y erudición, el autor demostró poseer grandes dotes de investigador en archivos nacionales y extranjeros, obtuvo la mayor cantidad de información a través de entrevista a las personas claves en la vida del banco, ratificó su estilo expositivo y lógico, en síntesis, presentó un trabajo digno, noble, donde se combina el dato y las cifras exactas las anécdotas con las biografías de los forjadores del banco. La fiscalía presentó la obra como prueba dentro del juicio penal instaurado por la quiebra y la defensa, en su afán de anular dicha prueba, creyó necesario demandar al autor y éste tuvo que defenderse. El Juicio subió hasta la Corte Suprema y finalmente primó el buen sentido y obtuvo sentencia favorable.

Libre de impedimentos se proyectó hacia el centenario del nacimiento de su Ilustre abuelo materno y en Diciembre del 88 publicó en señal de tributo afectivo “Los Arosemena, una familia de tradición guayaquileña” en 265 págs. reseñando la descendencia del banquero panameño Manuel Eduardo Arosemena de la Barrera y de las damas guayaquileñas Juana Rosa Merino Menéndez y Catalina Tola Merino, al año siguiente y cumpliendo con un sagrado deber filiar dio a la a luz la biografía de su padre titulada simplemente como “Guillermo Arosemena: Obra y escritos de un hombre sencillo”.

Desde el 87 venía dirigiendo en equipo una página diaria en el Telégrafo dedicada enteramente a asuntos económicos y en su oficina de Urdesa, redactaba Informes y análisis y respondía consultas rodeado de empleados, libros, vendedores y computadoras. Había dividido a la ciudad por sectores y a cada sector por calles y avenidas. Solía distribuir y vender a los gerentes de empresas la totalidad de sus ediciones. Muchos de sus colegas historiadores, entre los cuales me encuentro, empezamos a imitar sus métodos, su forma de actuar, siempre a al cabeza de la tecnología desde que a principio de los años 70 había adquirido en Caterpillar, la séptima computadora marca Burrough que se vendió en el país y que aun mantiene porque en algún momento piensa fundar el Museo Industrial Ecuatoriano, proyecto que acaricia desde hace algún tiempo.

En 1990 sacó “Ecuador evolución y búsqueda del despegue económica, 1830          –           1939”, donde la parte

histórica primó sobre la especulación económica. Al año siguiente y con el auspicio de la embajada de Gran Bretaña, publicó un libro a colores en edición de lujo titulado “La Gran Bretaña en el desarrollo del Ecuador 1.820 – 1.930” con gran cantidad de información gráfica de enorme valor.

En 1991 apareció su libro mayor y el que más quiere, producto de tres décadas de moroso entusiasmo hacia el cacao ecuatoriano titulado “El fruto de los Dioses: el cacao en el Ecuador desde la colonia hasta el ocaso de su industria 1600 – 1983” en dos tomos de 855 págs. corridas que contiene todas las noticias mundiales y nacionales y por ello se ha convertido en una obra clásica.

En 1992 empezaron a salir sus tres tomos sobre “El Comercio Exterior en el Ecuador, que como su título indica abarcó por primera ocasión un tema de tan trascendental importancia y constituyó el único texto sobre tan vasto tema así como obra de consulta obligada para profesores y alumnos de la Universidades y Escuelas Politécnicas del país y en carta de presentación de las Cámaras de Comercio para los visitantes ilustres.

En 1993 dio a la luz “La Revitalizacíón de la Economía ecuatoriana” en 275 págs. con los hechos, las causas, los males y las soluciones.

El 94 aparecieron tres libros titulados “Cómo comenzar y mantener un negocio exitoso, guía para poder triunfar” y “El desastre empresarial: porqué se presenta, cómo gerenciar la crisis y salir adelante” en 168 págs. y “Nuestros males crónicos: las crisis económicas del Ecuador” en 400 págs”. Al año siguiente circuló un hermoso trabajo en dos tomos de “Los Coronel: Grandes comerciantes del siglo XIX” bajo los auspicios económicos de sus primos Javier Coronel Robles y Erwin Bemit Coronel. El primer tomo relata las relaciones comerciales de la casa bancaria de Coronel e Hijos con sus proveedores cuencanos de cascarilla de Oña y Navon y las exportaciones a la Casa Gibson de Londres para su transformación en quinina, substancia que tantas vidas salvaba en los dominios de la india. El segundo contiene la genealogía de los ascendientes y descendientes de Ildefonso Coronel de Mora trabajada por Guillermo de Rubira Orellana y Ezio Garay Arellano.

De 1995 fueron tres obras 1) “Cómo reestructurar a las empresas. Memos al Presidente ejecutivo”. 2) “La Historia Empresarial del Ecuador:           origen,

formación, surgimiento y evolución de los mercados, las empresa e instituciones de la producción, tomo uno, en 390 págs iniciando la colección que constará de ocho tomos, el segundo apareció en 1996 y trata del

Sector Industrial en 587 págs del 98 es el tercero sobre el sector Bancario en 612 págs y se encuentran casi listos el cuarto sobre el sector Agrícola, el quinto sobre las Empresas de Servicios, el sexto sobre los Grandes Empresarios, el séptimo y el octavo aun no salen.

De 1996 es “La Inalcanzable prosperidad, los pocos aciertos y grandes desaciertos de la Política Económica Ecuatoriana desde la colonia hasta la actualidad”, obra más bien didáctica, dirigida al lector común que no sabe de economía para que pueda conocer de esta materia, tan necesaria al hombre moderno. De 1997 es “Ecuador despierta, ya es tiempo de progresar, como caminar hacia la prosperidad”.

Ese año interesó a su amigo Álvaro Noboa Pontón, Presidente de la Junta Monetaria, para que el Banco Central retome el Archivo Histórico del Guayas que se encontraba en estado casi vegetativo desde la renuncia de Julio Estrada Icaza diez años atrás y consiguió que el Gerente de la Torre designe a José Antonio Gómez Iturralde, quien aceptó en forma ad honorem, evitando así que el área cultural quiteña volviera a orquestar la insidiosa campaña regionalistas en contra del Archivo y sus directores, como había llevado a cabo en ocasiones anteriores.

De 1998 son: Don Pablo Arosemena y Lombardo y la Orden de Carlos de III, primer Arosemena en América” y “Hacia un nuevo Ecuador. Porqué es necesario y como lograrlo” y durante las seis semanas que permaneció en Miami con motivo del nacimiento de su quinto nieto escribió “El análisis del Entorno” que acaba de publicar en 255 págs, dedicado a las nuevas generaciones que por hablar un lenguaje común a la revolución de la Informática, sabrán enrumbar al Ecuador por un mundo globalizado.

En noviembre de 1999 se incorporó a la Academia Nacional de Historia. Tuve el honor de pronunciar el discurso de bienvenida. Tiene en proceso de redacción las siguientes obras 1) La Revolución Juliana bajo una nueva perspectiva”. 2) “ Historia Económica del Ecuador”, obra capital para el conocimiento de los cambios experimentados en nuestro país y que posiblemente llegará a las 800 páginas, y a petición de la Escuela Superior Politécnica del Litoral ESPOL “La Encrucijada de la Empresa Privada en el siglo XX, análisis sobre las perspectivas del futuro inmediato, pues la empresa privada no ha acertado en nuestro medio por falta de ideas innovadoras, por no asumir riesgos de inversión y por no considerar que la educación siempre es ganancia.

En el Archivo Histórico del Guayas investigó y laboró sin cobrar sueldo por muchos años, ayudando a concretar varios proyectos de notable importancia para el país pues es un gran trabajador, optimista, ecuánime y bondadoso, atildado en el decir y en el pensar, que sabe guardar siempre una sencillez que podría equipararse a la natural elegancia con que nuestros mayores sabían tratar a las personas. Cortés sin afectación, goza del general aprecio y simpatía de la clase empresarial que regularmente le consulta y estima en alto grado. Generoso en opiniones y en libros, no es raro que se presente en las casas u oficinas de sus amigos llevando en obsequio una o más obras, que a su criterio puede ser de interés para tal o cual estudio.

El 2.004 interesó a Galo Martínez Merchán en la edición de la revista dominical “Memorias Porteñas” dedicada a la historia del país y de Guayaquil, única en su momento en el Ecuador, que duró cinco años y medio circulando a nivel nacional. Mantiene una columna histórica y otra de opinión en la página editorial de Expreso.

Viene padeciendo una larga crisis de salud que le ha llevado en varias ocasiones a los Estados Unidos, pero fiel a su férrea voluntad y carácter ha superado diversos tratamientos y se mantiene investigando al punto que el 2.020 acaba de publicar su biografía de Olmedo, con novedosos descubrimientos sobre la vida de tan ilustre personaje. 

Como escritor constituye su caso una excepción en esta turbulenta etapa ecuatoriana, por la diversidad de su producción que sale a raudales y trata de los temas más diversos y por la profundidad de sus conceptos y opiniones.

Su lucha por la salud, la vida y por su vocación debe ser calificada de heroica.