MARINO.- Nació en Staffordshire, Inglaterra, en 1697. Cuando su nación declaró la guerra a España en 1739 recibió el mando de una de las dos grandes escuadras inglesas que pasaron a entorpecer el comercio español en América y a ocupar algunos territorios. Una enfiló hacia el norte con el Almirante Eduardo Vernon, formada por cincuenta barcos de guerra, ciento treinta de transporte y trece mil hombres, para cerrar el istmo de Panamá y tomar Cartagena de Indias. La otra pasó al sur con Anson y la componían seis naves de guerra (el Centurión de sesenta cañones con cuatrocientos hombres, el Severn con cincuenta y ocho cañones y trescientos hombres, el Gloucester con cincuenta cañones y trescientos hombres, la Perla de cuarenta cañones y doscientos cincuenta hombres, el Wager de veinte y ocho cañones y ciento sesenta hombres y el Tryal de ocho cañones y cien hombres.
Anson tuvo que detenerse en la isla de Santa Catalina esperando que mejorara el tiempo para doblar el Cabo de Hornos y el 27 de Febrero de 1741 zarpó desde la isla de San Julián, pero al seguir al estrecho de Mayre una fuerte tormenta la dispersó. El Severn y la Perla fueron a recalar a Río de Janeiro. El Wager se destrozó en la Patagonia. El Centurión ancló en la isla de Juan Fernando el 7 de Junio y allí se le reunieron el Tryal, el Gloucester y los transportes.
En Septiembre Anson apresó al buque “Monte Carmelo” que iba del Callao a Valparaíso y por los prisioneros se enteró del desastre de Vernon en Cartagena. Entonces decidió enviar el Gloucester a Paita y el Tryal a Valparaíso, éste se apoderó del “Aranzazu” que venía del Callao, que fue armado por los ingleses, después el Tryal fue echado a pique porque estaba muy averiado.
Anson partió a Sangallán y apresó al Santa Teresa que iba de Guayaquil al Callao. En la isla de Lobos capturó al navío “Carmen” que había salido de Paita a Guayaquil.
Enseguida atacó Paita y la tomó por sorpresa el 24 de Noviembre, procediendo a incendiarla, aunque previamente había conseguido un buen botín y echado a pique a cinco buques, retirándose al saber que iba en su búsqueda el Corregidor de Piura, Juan de Vinatea y Torres, con una fuerza bien armada.
Mientras tanto el Virrey del Perú, Marqués de Villagarcía, había aumentado las compañías de la guarnición del Callao, levantado un regimiento de infantería en Lima y dos de Caballería en la costa sur, acuartelado doce mil hombres de milicias y enviado una escuadrilla a Panamá al mando del Almirante Pedro Medranda, que no pudo dar con Anson, porque había hecho rumbo hacia México en junta con el Gloucester, que capturó dos navíos. En Chequetan se proveyeron de agua, desembarcaron a los prisioneros y quemaron los dos navios en referencia.
La presencia de Anson en el Pacifico entre 1741 y el 42 constituyó una severa amenaza para los puertos, que vivieron días de suspenso. Se dijo por entonces que había arribado al Pacífico para secundar la gran revolución que Juan Santos Atahualpa iba a iniciar ese año en el Gran pajonal de las selvas orientales peruanas, a fin de destruir a los blancos del virreinato. Santos Atahualpa habían sido llevado a Europa y Africa por los misioneros jesuitas y parece que entró en trato con los ingleses, con los cuales se puso de acuerdo para levantar a los indígenas del Perú contra el gobierno de España. Finalmente su insurrección estalló meses más tarde de lo debido, de manera que no coincidió con la llegada de las naves de Anson al Pacífico cuya armada mantuvo en ascuas a todos los puertos y a sus autoridades durante muchos meses.
Todo el año de 1741 el Gobernador de Guayaquil, Pedro de Echevers y Zubiza, tenía al vecindario constantemente en pie de guerra y sobre las armas, pues era general la alarma y todas las noches se redoblaban las guardias. Finalmente el Almirante inglés se dirigió a las islas Marianas en Mayo del 42, pero en el trayecto sus hombres empezaron a enfermar de escorbuto y disentería. Al arribar a dicho archipiélago destruyó el Gloucester por su mal estado y con el Centurión soportó una tempestad que rompió sus amarras y casi naufragaron. De allí pasó a la colonia portuguesa de Macao, combatió al buque “Covadonga”, lo apresó y obtuvo un botín de un millón de pesos y treinta y cinco mil onzas de plata en barras.
En Cantón liberó a los prisioneros, en otro puerto vendió el “Covadonga” en seis mil pesos y por el Cabo de Buena Esperanza enfiló a Inglaterra y arribó el 15 de Junio de 1744.
Su viaje fue descrito por el célebre matemático Benjamín Robins a base de los apuntes del Capellán Richard Walter, pero dándole mayor unidad y sentido literario, sobre la bitácora y otros papeles proporcionados por el propio Anson y apareció publicado en inglés ese año de 1744 en Londres, editado por diferentes personas y constituye una crítica demoledora al ineficiente régimen colonial español en Indias debido en parte al estancamiento absurdo de la Iglesia Católica.
Casi enseguida el libro se tradujo al francés con el título de “Voyage autour du monde, fait dans les anne’es MDCCXL, I, II, III, IV por George Anson, presentement Lord Anson, Comandant en chef d’una escadre en voyee par sa Magesté britannique dans la Mer du Sud tiré des Journaux & autres papiers de ce Seigneur, & publié par Richard Walter, maitre es arts & Chapelain du Centurión dans cette Expedition. Orné de Cartes & de figures en taille douce, Traduit de anglois”.
“El fracaso de las expediciones en el objetivo principal para el que había sido enviadas, sirvió para que Inglaterra considere que su mejor política en América sería la de favorecer la emancipación de las colonias” y lograr así la apertura de estos puertos al comercio mundial.
Anson participó en 1747 en la guerra contra Francia y derrotó a la escuadra de la Jouquere frente al cabo de Finisterre, recibió la designación de
Par del Reino Unido y después ocupó el máximo puesto en el Almirantazgo como Primer Lord del Reino.
Sus últimos tiempos fueron tranquilos y llenos de comodidades. Falleció en 1762 de sesenta y cinco años de edad. En 1912 uno de sus descendientes llamado Walter Vernon Anson publicó en Londres la biografía de tan ilustre ancestro con ilustraciones y mapas en 202 páginas.