ANDRADE ARIZAGA JOSE VICENTE

EDUCADOR. Nació en Cuenca el 5 de mayo de 1911. Hijo legítimo del Dr. Alberto María Andrade Serrano, abogado, profesor universitario versado en doctrinas filosóficas y de pensamiento católico, casado en 1902 con Rosario Arízaga Palacios, cuencano y gualaceña, respectivamente.

Hogar modelo y con cuatro hijos: Ignacio, que llegaría a profesor, ensayista y biógrafo; Alberto que sería poeta y periodista crítico firmando sus producciones postmodernistas y sus romances bajo el seudónimo de Brummel que hizo famoso; Gabriel, que también cultivó la poesia y se malogró en la bohemia; y José Vicente cuya biografía se escribe a continuación.

Fue el segundo de los cuatro y tuvo una niñez feliz y tranquila en la casa familiar, grande y antigua, tan llena de plantas y de sol que invitaba al reposo y la alegría. A los seis años ingresó a la escuela San José de los Hermanos Cristianos y cursó los primeros cinco grados. El sexto lo hizo en la “Luis Cordero” disputándose los premios con Alfonso Cuesta y Cuesta y Vicente Cordero Estrella.

Hacía 1923 viajó a Quito y estudió dos años en el Convento dominicano, pues pensaba seguir la carrera religiosa que tanto atraía a su padre; pero el 25 regresó a Cuenca con su primo segundo Darío Hinostroza García que tampoco logró terminar sus estudios; sin embargo, traían un buen bagaje cultural, hablaban latín y francés. Entonces fue acogido por el Padre Castro de la Orden de los Oblatos, cura del Cenáculo, y dos años después pasó al Colegio “Manuel J. Calle “estudiando hasta Febrero de 1.931,
en que ingresó al magisterio nacional. Primero trabajó algunos meses en la escuela “Isidro Ayora” de Paute con S/. 85 mensuales, en octubre pasó a la “Luis Cordero de Cuenca con S/. 120. El 34 murió su padre // en lentitudes de cedro que se desgaja / con él murieron azules perspectivas de fontana // (1) obtuvo una beca en comisión de servicio para asistir al Curso intensivo de dos años de duración en el Instituto Normal de Cuenca “Manuel J. Calle” y al final fue declarado el mejor alumno – maestro y obtuvo el título de profesor normalista. Mas, como la pobreza había llamado a las puertas de su hogar / Hubo que vender la casa / en urgencias de miseria / y vendimos la añoranza / de toda la edad más bella /.

En Julio del 37 fue profesor ad- honorem de Biología y Cívica en el curso de perfeccionamiento del magisterio rural organizado por la Dirección de Educación. En septiembre contrajo matrimonio con Lucila Vélez, tuvieron un hogar feliz y numerosa prole. Desde octubre pasó a dictar clases en la escuela anexa “Honorato Vásquez” con S/. 170, el 38 ocupó la dirección por Concurso de Méritos en la “Luis Cordero” y “realizó una obra de renovación didáctica con la implantación de talleres normales, fundación de periódicos murales y revistas manuscritas y sosteniendo el curso superior de comercio que entonces se encontraba en progresivo funcionamiento, al mismo tiempo que impulsando la educación laica.

En 1940 fue llevado a profesor de Psicopedagogía en el normal Calle con S/. 300; sinembargo el 1 de mayo de 1.941 fue cancelado por el gobierno, con los profesores Rafael Galarza Arízaga y Hernán Cordero Crespo, acusados de subversión política al desconocer el gobierno del Dr. Arroyo del Río.

Entonces no le faltó empleo, y trabajó en la escuela municipal “Federico Proaño”, dio clases de francés desde el 42 al 44 en el colegio “Rafael Borja” de Cuenca y cuando triunfó la revolución del 28 de mayo de 1944 fue reincorporado al Normal, donde dictó la clase de Geografía con S/. 375 mensuales, que aumentaron a S/. 535 con la nueva Ley de Escalafón y sueldos del Magisterio debido a sus trece años de servicio. (2)
“Desde 1946 fue profesor de Matemáticas y Geografía Económica en la escuela de Comercio de la Asociación de Empleados del Azuay. “En tanto que el tiempo le dejaba algunas horas libres se contrae a dictar clases particulares, convirtiendo su habilitación en aula proliferadora y comunicativa. Se dedica con especial esmero y constancia a la filatelia y en ella alcanza como coleccionista, éxitos de correspondencia y canje con todo el mundo, reflejados en los valiosos catálogos y albumes que logró formar”.

Estaba en la plenitud de sus facultades, acababa de adquirir una casita, había ascendido a la octava categoría, pero la mañana del 3 de octubre de 1952, a eso de las once, sufrió un fulminante ataque cardíaco “unos minutos de sufrimiento, de angustiosa expectativa y la entrada a la muerte” cuando solo tenía cuarenta y un años de edad.

Hubo Capilla ardiente en el Normal y en sus honras fúnebres tomaron la palabra varios maestros. Había fallecido el buen profesor, el amigo leal y discreto, el hombre de bien. Sobre sus anaqueles y escritorio quedaron millares de estampillas; sellos conmemorativos, series completas, esperando la mano que les dé movimiento, así como numerosos originales que por pobreza no llegó a dar a la imprenta, destacando entre todos, un texto de Geografía del Ecuador para el quinto curso de los colegios secundarios en 192 páginas con ilustraciones fuera de texto, mecanografiado en numerosos capítulos compuestos entre 1946 y el 48.

Un estudio crítico sobre “Cuenca y la independencia ecuatoriana” en 241 páginas que escribiera para un Concurso Nacional convocado por la Municipalidad de su ciudad y que. no llegó a efectuarse. A éste se le pudiera agregar como apéndice un ensayo titulado “Contenido americanista de la independencia de Cuenca” premiado en 1944.

También dejó las biografías escritas de Mariana de Jesús, Abdón Calderón, del poeta Luis Cordero Dávila y del padre Julio Matovelle, cortas pero luminosas como todo lo suyo, y dentro del género de la orientación pedagógica: “Los Problemas”, trabajo que examina los problemas de la realidad escolar.A veces hacía poemas que quizá duerman en algún amado rincón. Su vida en 27 páginas fue editada el 56 y bajo el título de “Silueta biográfica y enfoque de su obra” por su amigo dilecto Antonio Lloret Bastidas, compañero de magisterio.