POLITICO. Nació en Guayaquil el 22 de noviembre de 1913. Hijo legítimo de Enrique Alarcón Mena, quiteño, pedagogo, director de la escuela municipal “Carlos Monteverde Romero” del puerto principal y de María San Miguel Jaramillo, guayaquileña.
El segundo de seis hermanos, estudió la primaria en el Colegio San José La Salle y la secundaria en el Vicente Rocafuerte. En 1929 falleció intempestivamente su padre de bronconeumonía y para ayudar al sostenimiento de su madre y hermanos empezó a nivelar en matemáticas a sus compañeros vicentinos, cobrándoles S/. 5 la hora, para que pudieran aprobar el curso con el temido profesor Jaime Fabre. Por las noches, en cambio, cobraba los arriendos de numerosas covachas y así completó sus estudios y se graduó de bachiller Físico Matemáticas en 1933 con las máximas calificaciones. Entonces quiso estudiar ciencias Económicas, pero como no existía esa especialidad se matriculó en la facultad de Ingeniería Civil, donde siguió hasta el tercer año. Al mismo tiempo trabajaba de profesor del tercer grado de las escuelas Simón Bolívar, y luego de la Juan Montalvo y Vicente Rocafuerte y en 1935 fue llevado por el Dr. Rigoberto Ortiz Bermeo, como profesor de Matemáticas del segundo curso del Vicente Rocafuerte.
El 36 obtuvo una beca de S/. 250 mensuales del gobierno entró de Cadete de la Escuela de Ingenieros Militares que se acababa de fundar en Quito y cursó los cuatro años reglamentarios con un plan de estudios tomado de la Universidad Central (1)
El 40 egresó de Subteniente Ingeniero Militar y fue Oficial de servicio en la Casa Presidencial, haciendo guardia cada tres días, pero en agosto pasó al batallón de Ingenieros “Esmeraldas” con sede en la capital.
En agosto del 41, durante la invasión peruana, fue movilizado a Cuenca. En septiembre le enviaron a Tendales, cerca del puente de Uscurrumi y sobre el río Cune, a órdenes del Coronel Ochoa; allí estuvo tres meses hasta diciembre que le ascendieron a Teniente, volvió a Quito y prestó servicios en el Instituto Geográfico Militar.
En marzo del 42 viajó a Zaruma como Secretario de la Jefatura de Seguridad del Oro (que comprendía las unidades acantonadas en Piñas, Buenaventura y Zaruma) a las órdenes del Cor. Pablo Borja y luego del Cor. Moran Estrada. En junio del 44 casó con Eufemia Molina Astudillo, natural de esa población tuvieron una unión estable, feliz y seis hijos. En agosto fue Agregado de la Décima Compañía de Transmisiones del Ejército Americano en la zona del Canal. A fines del año 44 volvió a Quito. El 45 estuvo de Comandante de Compañía del batallón Montúfar acantonado en Piñas, luego la unidad pasó a Loja y su jefe el Teniente Sáenz insubordinó al cuerpo con la ayuda de dos Tenientes, quiso tumbar al presidente Velasco Ibarra y después de pasados los tragos se arrepintieron, mas ya era demasiado tarde. La noticia había conmocionado la paz del país y el Ministro de Defensa Cor. Carlos Mancheno viajó a Loja. El escándalo político fue de grandes proporciones y se les siguió Consejo de Guerra a todos los oficiales, incluyendo a Alarcón, que fue absuelto y reincorporado, pero cansado de esa clase de vida resolvió pedir su disponibilidad. Mancheno se negó a concedérsela y entonces tuvo que recurrir a su amigo el Cor. Ángel Baquero Dávila.
En abril del 46 reingresó a la Universidad de Guayaquil, fue delegado al consejo universitario por dos años y terminó el 48 la carrera de Ingeniería Civil, para esa fecha ya se habían equiparado los títulos de Ingenieros Militares con los Civiles y no necesitó dar el grado. Tenía 35 años de edad.
Ese año obtuvo en Quito el Campeonato Nacional Interuniversitario de Ajedrez y figuró entre los Maestros Nacionales de ese deporte después de los Drs. Bruno Moritz y José Sierra Jaramillo, del Ing. Santiago U. Morales, de César Muñoz Vicuña y Francisco Aguirre Vélez, presidiendo el Círculo de Ajedrez Guayaquil entre 1962 y 1963. Igualmente entró a trabajar como ayudante del Ing. Shimanetz con S/. 1.200 mensuales, construyendo el edificio del Cuartel Modelo.
Poco después ingresó de Subjefe del Departamento de Ingeniería del Seguro Social con S/. 2.700 y el Rector del Vicente Rocafuerte, Dr. Adolfo Jurado González, le designó profesor de Matemáticas con S/. 800 mensuales.
En 1949 se afilió al Partido Liberal a instancias de su amigo el Dr. Carlos Luis Plaza Dañín, presidente de la Junta Provincial del Guayas. El 50 fue electo Vocal del directorio de la Asociación de Empleados de Guayaquil. El 51 ocupó la presidencia de esa institución e instauró el sistema electoral universal desechando el de Asamblea por limitado; desde entonces las instituciones clasistas de la ciudad lo adoptaron como el mejor sistema de elección. Ese año fue electo Vicepresidente de la Federación Deportiva del Guayas, siendo presidente Voltaire Paladines, cargo que desempeñó hasta el 59, pues había sido un gran cultor del Basket, Volley y Pimpon. También el 51 pasó a trabajar a la Compañía Inca como Jefe del Departamento de Arquitectura en la construcción de numerosos edificios como la Clínica Crespo, el de la familia Peña Matehus en la esquina de Malecón y Aguirre.
En 1952 ingresó al Primer Club de Leones de Guayaquil que funcionaba en 9 de octubre y Chimborazo y que tan importantes servicios prestó a la comunidad. Club que le correspondió presidir años después. Entre el 53 y el 54 fue reelecto por dos períodos presidente de la Asociación de Empleados, construyó el último piso del edificio de cemento de esa institución utilizando únicamente las cuotas sociales de S/. 4 mensuales. El 54 fue designado Vicepresidente de la Junta Provincial del Guayas del Partido liberal.
En 1955 ganó en elecciones una Consejería Provincial del Guayas, y al formar el Dr. Eduardo Salazar Gómez el Frente Democrático Nacional a base de tres bloques (liberal, socialista e independiente) de 45 miembros cada uno, fue delegado por el liberalismo y votó a favor de la candidatura presidencial para el Dr. Raúl Clemente Huerta. Entonces fue electo tesorero del Frente en Guayaquil y candidato a Diputado por el Guayas. “Mientras tanto el Ministro de Gobierno Rafael Arízaga Vega, siguiendo instrucciones del presidente de la República Dr. José María Velasco Ibarra, había presionado al Dr. José Ricardo Chiriboga Villagómez, a la sazón Embajador en Washington, para que lanzara su candidatura chimbadora en Quito, con el propósito de debilitar la del Frente Democrático; pero como Chiriboga había sido afiliado liberal, sus coidearios propiciaron un entente y Chiriboga solicitó S/. 600.000 que había gastado y la vicepresidencia para su amigo Pedro Leopoldo Núñez; el Liberalismo se equivocó, no aceptó esas condiciones y se lanzó con Huerta a la presidencia y José María Plaza a la Vicepresidencia. Este último era poco político y se dedicó a fustigar al régimen, que contestó fortaleciendo la candidatura de Guevara Moreno, al que hizo pactar con los caciques velasquistas de la costa (Emilio Bowen por Manabí, Plaza Monzón por Esmeraldas y Efrén Icaza Moreno por Los Ríos) lo que indudablemente también restó votos al Frente en la costa; a su vez, el candidato conservador Dr. Camilo Ponce Enríquez y el Cardenal de La Torre le impedían a Guevara tomar mucho vuelo, obstaculizándole la formación de un binomio con el conservador Ruperto Alarcón Falconí, de suerte que a las finales solo quedaron dos candidatos con posibilidades, el conservador Ponce Enríquez que tenía el apoyo del gobierno y el liberal Raúl Clemente Huerta que veía disminuidas sus fuerzas por las candidaturas de Chiriboga y Guevara y encima de ello tuvo que soportar la presencia de Velasco Ibarra en todas las provincias, lanzando encendidos discursos en su contra, pues su juego era destruir al Frente y perseguir la dictadura acusando a Ponce Enríquez de conservador, pero le falló el plan porque el Jefe de la II Zona Militar, Cor. Jorge Chiriboga Donoso se negó a secundarlo. Las elecciones fueron reñidas pero las ganó Huerta; sin embargo, el gobierno maniobró en Loja a través del Cor. Rafael Armijos Valdivieso y de su hermano el sacerdote y en Carchi, donde se realizaron varios fraudes. “El Frente presentó su reclamación al Tribunal Supremo Electoral y el vocal Dr. García Ortiz pidió S/. 300.000 por su voto, pero a última hora se dejó convencer por los poncistas y votó a favor de ellos, decidiendo las elecciones con su actitud. Poco después era designado Embajador del Ecuador en Italia.”
Alarcón fue electo Diputado y concurrió al Congreso. Huerta le había ofrecido la Secretaría General de la Administración si salía Presidente, pero tan generosa oferta fue rechazada de plano porque no se sentía hombre de letras sino de números. Entonces se dijo que dicha Secretaría iba a ser para el Lcdo. Alejandro Carrión Aguirre.
Ese año salió de la Compañía Inca y se estableció por su cuenta. Construyó numerosas villas en la ciudadela Miraflores, la que actualmente habita en la calle Segunda No. 205, así como el edificio de la Sucursal de la Previsora en Boyacá y Clemente Bailen y el de la Sociedad de Contadores del Guayas entre otros.
En 1957 sostuvo un incidente en el Congreso con el Canciller Carlos Tobar Zaldumbide a causa de unas imprudentes declaraciones del Embajador del Ecuador en Lima Rafael Arízaga Vega sobre el libro “Por el Norte Ecuador” del escritor peruano Emilio Romero.
En el Congreso ganó justa fama como hábil polemista que usaba la lógica para derrotar a sus contrincantes casi invariablemente, sin hacer uso de epítetos ni insultos, como después fue costumbre.
En 1960 trabajó por la candidatura presidencial de Galo Plaza y volvió a salir electo Diputado por el Liberalismo del Guayas, al año siguiente defendió al Coronel Agurto que estaba injustamente preso en él Panóptico acusado por el Dr. Ruperto Alarcón Falconí y apoyó al Vicepresidente de la República Dr. Carlos Julio Arosemena Monroy que triunfó secundado por la aviación y asumió el poder. En diciembre de ese año fue designado Gerente de la Empresa de Teléfonos de Guayaquil con S/. 8.000 mensuales, desempeñándose hasta los inicios de la dictadura de Castro Jijón el 63. En la Empresa organizó las oficinas, inició la contabilidad, mejoró al personal con los subsidios de antigüedad, familiar y educacional, servicio médico, comisariato, transporte, gabinete dental, uniformes, escalafón por méritos y exigió un mayor nivel de instrucción y gran profesionalismo a los empleados y obreros. Y tan buena memoria dejó en dicha Empresa que la propia dictadura lo mandó a llamar nuevamente a la Gerencia en 1965 e instaló el discado directo entre Guayaquil y Quito.
En la Gerencia logró tal eficiencia en el servicio que los aparatos telefónicos se instalaban a las veinticuatro horas de su contratación y las reparaciones se realizaban igualmente rápido. También se preocupó de extender la red y el servicio a siete poblaciones de la Provincia del Oro e incluso a Alausí.
En 1967 el Presidente Otto Arosemena Gómez le propuso por dos ocasiones el Ministerio de Obras Públicas, que no aceptó. El 68 participó en las elecciones presidenciales como miembro del buró político del candidato liberal Dr. Andrés F. Córdova.
En Enero del 69 salió de la Gerencia de Teléfonos y se instaló en Quito como
Gerente de la Empresa Izurieta de construcción de carreteras. Entre 1971 y el 72 trabajó independientemente en Guayaquil. Desde agosto del 72 fue Director Nacional de Correos hasta octubre del 74 con S/. 18.000 mensuales de sueldo durante la dictadura de Rodríguez Lara. De allí en adelante regresó a Guayaquil, trabajó de Ingeniero Civil y construyó entre otros edificios la sede de Cofiec. En 1978 fue miembro del buró político de la candidatura presidencial del Dr. Huerta. En 1979 fue electo Miembro de la Junta Suprema del Partido Liberal. Para entonces era considerado uno de los más importantes voceros del liberalismo ecuatoriano.
De allí en adelante se retiró de la política activa.
Entre 1979 y el 81 y el 87-88 presidió el Club de Bridge de Guayaquil. En 1986 perdió a su señora, quien falleció a causa de una rápida enfermedad y hoy sigue dedicado a su labor profesional como Gerente de la compañía de construcciones Inca desde 1987 y el tiempo libre dedicado a sus hijos y numerosos nietos.
Alto, blanco, fuerte, activo y vital. Ojos negros y pelo negro. De fina conversación y muchas anécdotas. Su labor en el partido Liberal ecuatoriano aún no ha sido bien comprendida pues su activa militancia de tantos años le situaba entre los políticos de mayor trascendencia entre el 56 y el 78.