A fines de 1.958 el Ministro de Educación Dr. José Baquerizo Maldonado, solicitó al Ing. Walter Camacho Navarro su Hoja de Vida para enviarla a la Unesco, en competencia con dieciocho ingenieros ecuatorianos presentados para ocupar las funciones de rector de la Escuela Superior Politécnica del Litoral, con sede en Guayaquil, recientemente creada por Decreto del 29 de octubre.
Meses más tarde – tras resultar electo en París – asumió esas funciones, organizando los cursos y programas de estudio, adecuando el local asignado en la vieja casona universitaria del centro de la ciudad, para lo cual tuvo que fiar en el comercio el menaje, pintura, útiles, escritorios y demás enseres por algunos cientos de miles de sucres, pues la Politécnica no constaba aún en el presupuesto del Estado.
El29 de abril del 59 en presencia del Presidente Camilo Ponce, declaró inaugurada la Politécnica y la puso a trabajar. En junio obtuvo el solar y edifico de la calle Rocafuerte y Loja donde había funcionado la Aduana por muchos años y la bodega del Malecón de la Autoridad Portuaria.
El Programa de estudios constaba de varios cursos de Ingeniería en las especialidades de Mecánica, Naval, de Petróleo y Minas, pero a la subida del Presidente Velasco Ibarra en 1.960 hubo injerencia externa y por ello prefirió renunciar el 61 conservando la cátedra de Ingeniería de Petróleo y Minas, que el 62 fue suprimida del Pensum académico posiblemente por retaliaciones.
Su paso por la Politécnica aún no ha sido evaluado ni comprendida su importancia pues aparte del impulso inicial, consiguió los locales, la dotó de maestros y personal administrativo y de una planificación y filosofía de trabajo que aún se mantiene a pesar de los años transcurridos. Su modelo, tomado de la Italia de la postguerra, se basa en la liberalidad, en la programación de los estudios y en la exigencia en el cumplimiento del trabajo académico, de suerte que los graduados deben tener una excelente preparación y poca especialización, para que les sea relativamente fácil hallar trabajo en un país con industria incipiente, poco desarrollada.
Desde el 62 realizó exploraciones con su hermano Dalton por el norte de la provincia de Esmeraldas en las minas de “Guimbí” y aunque hallaron algunas reservas de oro, éstas fueron de tan poca importancia que no resultaron negocio y asumió la Dirección Técnica del Centro de Rehabilitación de Manabí con sede en Portoviejo, en el proyecto de pozos someros para la provincia. El 63 fue contratado por la Empresa Eléctrica del Ecuador Inc. para realizar los estudios geológicos previos de la central hidroeléctrica que se pensaba construir en el río Jubones, descubrió un sitio rico en petroglifos y se dio cuenta que el valle del Jubones es de origen glacial y no fluvial y su datación arranca del terciario. El parque constituye en la actualidad uno de los atractivos turísticos más importantes de la provincia de El Oro.
De allí en adelante se dedicó a promocionar empresas mineras nacionales y extranjeras y dictó las siguientes cátedras: 1) Topografía y Geología Geotécnica en la Universidad Católica, y 2) Geología para ingenieros. Geología Marina y Geología de Minas en la Universidad de Guayaquil y en ambas cátedras se jubiló el 77.
En 1.972 había contraído matrimonio con María Luisa Calderón Von Buchwald. Entre el 75 y el 83 fue Director Ejecutivo de la Fundación Ecuatoriana de Desarrollo, que concede préstamos para la creación de actividades productivas. Entre el 84 y el 86 asesoró a la Universidad Técnica de Loja, ayudó a crear la Escuela de Minas de esa Universidad y la conectó con el mundo minero del exterior.
Desde el 84 estudiaba los carbonos de la parroquia Sibambe, Cantón Alausí. Allí descubrió un rico depósito mineral de hulla magra, de alto contenido calórico y de la misma calidad que la existente en las minas de Pittsburg, cuya explotación se inició hace más de ciento cincuenta años y aún sigue activa. Los carbones de hulla de Sibambe constituyen la reserva más valiosa del Ecuador, servirán de combustible en el futuro y ahorrarán con fines de exportación la mitad del petróleo que se consume actualmente en el país. Su hallazgo fue posible únicamente a causa de la intensa erosión del lecho del río Sibambe, por las grandes lluvias del invierno del 83. Obtenida la concesión, tenía en marcha los trabajos conducentes a la explotación, a través de su compañía “Carbonera Ecuatoriana Carbonedsa S. A” hasta que la traspasó a una empresa trasnacional. Falleció en Guayaquil de casi ochenta años de edad.