A raíz de 1.956 que se conoció el trabajo de los esposos Clifford Evans y Betty Meggers sobre las cronologías de las cultural del litoral a base del carbono radioactivo 14, Carlos Zevallos Menéndez fue perdiendo interés en el manejo del Núcleo del Guayas de la CCE y centrando su atención en el Museo de Oro que estaba formando y avizoraba uno de los más importantes de América.
Abstraído en estas labores permanecía largas horas examinando, limpiando y catalogando piezas, mientras las nuevas generaciones de artistas y escritores pugnaban por abrirse campo y dar a conocer sus creaciones y no encontrando un ambiente propicio en la Casa se reunían en los salones Rex y Costa del boulevard bajo el liderazgo del recién llegado pintor argentino Edmundo González del Real (Tucumán 1.910 – Guayaquil 1.990) notabilísimo por su fuerte personalidad, alta cultura y espontánea simpatía, por eso hacía de indiscutible jefe.
En las reuniones se hablaba de todo un poco, pero especialmente de arte, se bebía con moderación vino y cerveza, finalmente servían un plato de spagetti. Tan interesantes veladas se repitieron semanalmente durante mucho tiempo (desde el arribo de González del Real el 53 hasta la reestructuración del Núcleo del Guayas el 61) el grupo fue conocido como “La Manga” que en el argot argentino significa “Grupo de amigos” y aún se recuerdan esas veladas culturales de diletancia humanística cuando el grupo era abierto a toda novedad con la espontaneidad propia de quienes lo habían fundado para realizar exposiciones, recitales, representaciones escénicas, en eclosión comparable con la época inicial del Núcleo, que fue una llamarada de talento y buena voluntad en 1.945.
En 1.958 Edmundo González del Real pintó el retrato de Martha Fernández Borrero, esposa de su excelente amigo el Alcalde Luís Robles Plaza y cuando una tarde del 59 éste empezó a quejarse de la mala situación económica municipal, debida a la soterrada oposición del gobierno del Presidente Ponce Enríquez, que no enviaba a tiempo las partidas para pago de obras, sueldos y salarios, creyó conveniente aconsejarle la creación de un Salón de pintura que serviría para levantar el decaído ánimo de las gentes y así fue cómo surgió tan brillante iniciativa que continúa hasta la presente.
EL SALON DE JULIO. Desde sus inicios fue exitoso pues a la convocatoria se presentaron veinte pintores con sus cuadros. Los premios establecidos alcanzaron los treinta y cinco mil sucres. Fuera de concurso se realizó una exposición de las obras de Manuel Rendón, quien acababa de venir al país tras varios años de ausencia. Guayasamín también presentó lo suyo y se exhibieron cuatro acuarelas de Hans Michaelson ya fallecido. Ezequiel González Mas y Manuel de J. Real dictaron conferencias. Joseph Gorelik fue condecorado por la Municipalidad por su ayuda económica a la construcción de los edificios de la Biblioteca y Museo. Los ganadores del salón fueron: Primer Premio para Lloyd Wulf norteamericano residente en Quito y Segundo Premio para Gilberto Almeida. Las Menciones de Honor se distribuyeron entre Edmundo González del Real, Aníbal Villacís, Segundo Espinel Verdesoto, César Andrade Faini y Jorge Sweet Palomeque. Guayasamín concedió un Premio Estímulo a Humberto Moré. Dirigió la Muestra Alfredo Palacios y actuó de secretaria Mercedes Tous de Reyes. El Presidente Ponce y el Vicepresidente Francisco Illingworth Ycaza solemnizaron la inauguración.
FUNDADORES: Walter Bellolio, Humberto Moré, Diógenes Fernández, Luís Molinari, Carlos Montero Ocampo, Hugo Salazar Tamaríz, Luís Martínez Moreno 1) Zalacaían, Fernando Cazón Vera, Alfredo Vera Arrata, a ellos se se sumarían Jorge Reyes Nieto, su cuñado Lorenzo Tous Febres Cordero, Tommy Thompson, Pablo Marangoni, Arturo Serrano Rolando, Jorge Weisson Egas. No faltabann los más jóvenes Antonio del Campo Moreno, León Ricaurte, Enrique Gil Calderón y desde el principio también estuvieron Hilda Thomas, María Elena Rojas de Tompson, Estela Álvarez, Nelly Cereceda Sangster, Ana Moreno Franco, Leonor Vera Vera, Margarita Baum de Weisson, Mercedes Tous de Reyes, Julita Aguirre Reina, que hacían por turno de anfitrionas en sus casas. I cuando visitaban Guayaquil eran invitados Pedro Jorge Vera, Jorge Enrique Adoum y Oswaldo Guayasamín. De vez en cuando asistían Miguel Roca Osorio, Luís Robles Plaza, Francisco Parra Gil, César Andrade Faini, Miguel Wagner Velasco, Hugo Galarza, Luís Chiriboga Parra, Roberto Serrano Rolando, etc.